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viernes, julio 28, 2006
Identidad lésbica. Una mirada histórica
Este artículo lo escribió una muy querida amiga nuestra: Cecilia Riquelme.
Fuente: www.viencuentrolesbicofeminista.org
Resumen
Un rescate de distintas experiencias lésbicas a través de la historia, desde la época prehispánica a nuestros días, intentando armar un rompecabezas con los pocos indicios historiográficos y fuentes primarias para México y América Latina.
Palabras claves: lesbianismo, safismo, sodomía, existencia lesbiana.
Introducción.
El registro histórico y la investigación acerca de la vida y obra de las mujeres que amamos a otras mujeres, en esta región del planeta, está en pañales. En el afán de rescatar una serie de imágenes que hablan de la existencia lesbiana me he propuesto hacer un recorrido por las escasas referencias historiográficas, dar a conocer algunas notas encontradas en la prensa del siglo XIX y parte del XX, hablar de la identidad lésbica de nuestros días y el camino andado por las activistas, para ir configurando una parte del rompecabezas de lo que ha significado el homo-erotismo femenino y una identidad de mujeres usualmente transgresoras.
Hablar de vivencias lésbicas nos remite a clandestinidad, a una historia oculta, que como bien señala Rosanna Fiocchetto en su texto La amante celeste, los materiales de investigación historiográfica son básicamente los “paradigmas indiciarios” de los castigos a la transgresión. En este caso hablamos de los registros de la Inquisición, archivos médicos, policiales y en menor grado la prensa.Sodomitas, tribadas, safistas, uranistas y lesbianas son algunos de los nombres elegantes que se nos han dado a través de la historia. Existen otra serie de denominaciones altisonantes en distintos idiomas ligados a estereotipos que no es necesario mencionar. Referirnos a procesos de construcción de identidad lésbica, nos remite a la invisibilidad, palabra que las actuales activistas utilizamos para significar la negación que se hace de nuestra existencia dentro de la sociedad. El visibilizarnos con dignidad y mostrar referentes sanos a las nuevas generaciones ha sido y es una de las tareas de nuestros días.
Colonia e inquisición
Con la llegada de los conquistadores europeos a nuestro continente comienzan a escribirse las primeras crónicas acerca del comportamiento de los nativos, la sexualidad es uno de los aspectos que más los escandaliza. Existen varias descripciones del vicio nefando y la sodomia foeminarum que atestiguan la existencia de practicas homo-eróticas en varias etnias de la actual América Latina.
El jesuita Pero Correa escribe en 1551:
“Hay acá muchas mujeres que realizan oficios de hombres y tienen otras mujeres con las que están casadas”. (J. Silverio Trevisan 2000).
Más tarde, alrededor de 1576, el explorador portugués Pero de Magalhães de Gândavo se refiere a prácticas homosexuales de mujeres tupinambás:
“Algunas indias de esta región juran y prometen castidad y así no se casan ni conocen hombre de ninguna calidad, ni lo consentirán aunque por eso las maten. Estas dejan todas las actividades de mujeres e imitan a los hombres y realizan sus oficios como si no fuesen mujeres. Traen el cabello cortado como los machos, van a la guerra y de cacería con arcos y flechas ... y cada una tiene una mujer a su servicio y que le hace de comer como si estuviesen casadas.” (J. Silvério Trevisan 2000).
Otros portugueses, como Gabriel Soares de Souza en 1587, Francisco de Orellana en 1541 y Ambrosio Fernández Brandão en el siglo XVII relatan descripciones similares. Por otra parte, durante el siglo XVIII otros europeos, misioneros y exploradores, describieron a las y losberdaches: en el caso de las mujeres vestían ropas de hombre y participaban en actividades guerreras, de caza, y otras que su cultura consideraba masculinas, como la confección de armas. Las descripciones históricas aluden frecuentemente a las berdaches diciendo que tenían esposas o compañeras duraderas. (Francis Mark Mondimore 1998).
En su articulo Sodomía en Bahía el antropólogo Luiz Mott nos cuenta que era tan generalizada la homosexualidad en tierras brasileñas que los tupinambás tenían nombres específicos para designarlos, entre hombres Tibiras y entre mujeres Çacoaimbeguiras; además señala que existe significativa documentación que comprueba las prácticas tradicionales y pre-coloniales del homoerotismo masculino y femenino en la región del Congo-Angola y en Costa de Mina, de donde llegaron muchos esclavos, por lo cual aumentó el contingente de homosexuales en Brasil.
Con la irrupción del Santo Oficio, la sodomía es uno de los “delitos” más castigados por los colonizadores, si bien existen muchísimos más casos de homosexuales hombres acusados y procesados, también encontramos el registro de algunos casos de sodomia foeminarum.
La historiadora Ligia Bellini nos cuenta como en 1646 la Inquisición portuguesa la excluyó de la lista de crímenes de su jurisdicción, pero a fines del siglo XVI las mujeres homosexuales sintieron el rigor de la saña inquisitorial. De las 29 denuncias a lesbianas registradas en el nordeste de Brasil, entre 1591 a 1593, cinco recibieron sanciones económicas y espirituales, tres fueron desterradas y dos condenadas a azotes públicos (Ligia Bellini 1989). De estas últimas, Felipa de Souza, involucrada en varios expedientes de la inquisición portuguesa, era famosa en la ciudad de Bahía de 1590 por sus varias amantes y dotes seductoras. Se vanagloriaba de haber consumado el pecado nefando con monjas en un convento local y haber tenido muchas relaciones con mujeres de distintas clases sociales. Entre ellas Paula de Siqueira de 40 años y casada, quien durante dos años recibió de Felipa cartas de amor, galanteos y regalos hasta que se hicieron amantes. María Lourenço, también casada y de 40 años confesó haber tenido relaciones con la misma Felipa. Relata que, sin embargo, no hubo ningún instrumento exterior penetrante entre ellas, solo sus vasos naturales delanteros juntos (...) y así estuvieron unidas deleitándose hasta que Felipa, que estaba encima, gozó.
Otras famosas de esa época son Luiza Roiz, conocida por perseguir a mujeres negras en Salvador y la pernambucana María de Lucena, quien también prefería “dormir carnalmente” con las esclavas bajo el silencio de la noche (J. Silvério Trevisan 2000).
En los archivos de la Inquisición portuguesa existen varios procesos de sodomía foeminarum, mujeres que confesaron seducciones, “amistades deshonestas”, “acoplamientos torpes”, en definitiva relaciones sexuales con otras mujeres. Los castigos fueron desde oraciones especiales, lecturas edificantes, hasta los azotes públicos y el destierro temporal o para siempre de su lugar de origen.
Para el caso de México, necesitaríamos rastrear a profundidad el fondo Inquisición del AGN para saber si aquí existieron procesos; sin embargo encontramos algunas acusaciones que develan las vivencias de algunas mujeres. Por ejemplo, el expediente de María Gertrudis de la Cerda: Por tirar el rosario y decir que no había de rezar. El día 19 de septiembre de 1780 compareció ante el comisario del Santo Oficio, ubicado en el Convento de Santo Domingo de la Ciudad de México, una mujer que dijo llamarse María Josefa de Ita, española, doncella de 21 años, la cual por descargo de conciencia dice, denuncia a María Gertrudis de la Cerda, dueña de la chocolatería de la calle de San Lorenzo, española, soltera, por no haber querido tener mala amistad con ella. Su intento era pecar con ella, porque varias veces le ha solicitado a la declarante pecar con ella, María Josefa como mujer y María Gertrudis como hombre. La última vez que lo intentó fue hace ocho noches. En vista de que María Josefa la rechazó, dijo María Gertrudis que ya no había de rezar y se quitó el rosario, ni se había de persignar hasta que Dios le apareciera la mujer que deseaba...
Otro aporte que nos parece importante mencionar es el realizado por la historiadora Alejandra Cárdenas, en su investigación Hechicería, saber y transgresión, Afromestizas en Acapulco: 1621. En este trabajo nos habla del caso de Isabel de Urrego, Catalina González y Juana María, acusadas de brujas, hechiceras, embusteras y de vivir infame.
Haz clic en este vínculo para leer el artículo completo
miércoles, julio 26, 2006
Monterrey vs DF
Dicen que tratar de describir un sentimiento con palabras es casi imposible. Yo creo en cambio que sin palabras es aún más difícil. Aunque no siempre "hablando se entiende la gente" porque luego hay muchas confusiones interpretativas, es más complejo esperar a que los demás desarrollen poderes extrasensoriales para que empiecen a adivinar nuestros pensamientos y emociones.
Me siento cual Cirilo a la orilla de una banqueta, close - up a su rostro lacrimógeno y su propia voz en off repitiendo "María Joaquina no me quiere, María Joaquina no me quiere..."
Quisiera echarle la culpa de tanta sensibilidad a las hormonas del embarazo y perpetuar el mito del estado de "buena esperanza" como otro de tantos momentos en que las mujeres por naturaleza somos intratables. Pero quienes me conocen de veras saben que entonces yo nací con un desbalance hormonal, porque a mí lo de la hipersensibilidad se me ha dado desde siempre. Como quiera siempre hay quien no lo crea y diga "Ay por Dios, estás así por el embarazo".
La realidad es que me siento dividida entre dos mundos muy distintos entre sí. DF vs Monterrey. ¿Quién ganará? Es de esas decisiones en que gane quien gane yo pierdo. Así que ahora me ha dado por pensar que quizá lo que necesito es buscar una tercera opción.
¿Quién podría creer que me siento más segura o tan siquiera menos vulnerable entre 22 - 25 millones de habitantes que en el "amigable" pueblo regio? Aquí en el DF yo aplico la de "la ciudad es diversa" y aguantense. Entre 25 millones de habitantes voy a un grupo de 60 madres lesbianas o más si hay convivio. ¿Cuántas irían en Monterrey? Y no porque no las haya, no se piense que esto solo se da en las grandes ciudades. Hablamos de invisibilidad social, terminejo de izquierda que quiere decir que las personas en una minoría se esconden o actúan como la mayoría, no por convicción, sino por miedo a sentirse rechazadas o a ser tratadas como seres inferiores, ciudadanos de segunda y tercera clase.
A veces me pregunto, ¿cómo no tenerle miedo a una ciudad en la que siempre he sido catalogada como "diferente"? Y no hablo en el sentido bonito de la palabra en el cual podría exaltarme como "única", "original", "imponiendo vanguardias", "trendy" y por supuesto "chida. Sino del sentido terrible como "rara", "extraña", "exótica", "loca", "que no encaja", "impresentable" y hasta "fachosa". ¿Saben que a una amiga mía muy querida le daba pena caminar junto a mí en la UdeM cuando yo llevaba puesto mi vestido oaxaqueño amarillo? Además evitaba invitarme a salir de antros porque a sus amigas les daba oso que yo fuera tan "exótica". ¿Sabem que la que fue mi "mejor amiga" desde los 13 años me dejó de hablar coincidentemente después de que empecé a andar con Criseida hace tres año y medio? Y me dijo que la lastimaba saber lo que yo hacía y que confía en que lo que sea que yo haga como quiera es voluntad de Dios, pero infiero que a ella esa voluntad de Dios no le gusta porque como quiera espera que un día me dé cuenta del daño que me hago y de paso le hago a los demás.
Todo eso y muchas cosas más en Monterrey. Por otro lado en la balanza, allá viven mis papás y algunos amigos que aún me hablan y me quieren. Lo que sí me pasó por culpa del embarazo fue que empezara a extrañar Monterrey, estar junto a mi "familia" que en realidad incluye dos consanguíneos y toda la gente que quiero.
Comencé a jugar con la idea de irme de esta capital del mundo para vivir allá de preferencia por Mitras Sur o Chepe Vera. Me imaginé como película gringa cincuentera, llevando a mis hijos al parque y andando en bici por la cuadra. Y sobre todo me vi feliz comiendo en Mc Donald's sin que mis queridos amigos chilangos me hagan sentir "porquería" por comer ídemo, por ser "vende patrias", "malinchista", "lesbiana de derecha", "neoliberal" y lo peor "panista".
Pero luego de estar allá todo el mes de abril y de oir diariamente por qué no debía hablar con las maestras de mis hijos sobre mi preferencia sexual para que no los hagan menos por ser diferentes, me entró esta terrible indecisión. Porque es claro que yo puedo decidir cómo tratarlos, pero no cómo los van a tratar otros.
Se supone que el primer nieto trae júbilo, expectativa y a las abuelitas vueltas locas tejiendo y organizando baby showers. Este es el efecto que ha ocasionado en mi madre. Y aunque haya tenido pequeños desacuerdos con mi amiguita Myrna, ella me llamó y me dijo: "Ana, te quiero un chorro y estás embarazada y no es el momento para estar enojadas". Sin embargo, la mamá y la hermana de Crix brillan por su ausencia. Ni se han interesado por saber qué son, cuándo nacen, cómo se van a llamar, cómo se van gestando. NADA.
Está más interesada su prima Nayeri que la propia hermana. El otro día me llamó mi papá para que le explicara el eco porque como buen inexperto no sabía dónde estaba qué. Es fecha que no sabemos si los papás de Crix recibieron las fotos, las abrieron y les entendieron. ¿A eso me iría a Monterrey? ¿A enfrentarlos con la discriminación y la indiferencia de sus abuelos biológicos?
Así pues, "estoy parada frente a la muralla que divide todo lo que fue de lo que será". Y me viene a la cabeza lo que años de catolicismo heteropatriarcal me lograron inculcar: "los tibios serán vomitados de su boca". Así que debo decir con quién me quedo, con melón o con sandía. ¿O con la vieja del otro día?
Me siento cual Cirilo a la orilla de una banqueta, close - up a su rostro lacrimógeno y su propia voz en off repitiendo "María Joaquina no me quiere, María Joaquina no me quiere..."
Quisiera echarle la culpa de tanta sensibilidad a las hormonas del embarazo y perpetuar el mito del estado de "buena esperanza" como otro de tantos momentos en que las mujeres por naturaleza somos intratables. Pero quienes me conocen de veras saben que entonces yo nací con un desbalance hormonal, porque a mí lo de la hipersensibilidad se me ha dado desde siempre. Como quiera siempre hay quien no lo crea y diga "Ay por Dios, estás así por el embarazo".
La realidad es que me siento dividida entre dos mundos muy distintos entre sí. DF vs Monterrey. ¿Quién ganará? Es de esas decisiones en que gane quien gane yo pierdo. Así que ahora me ha dado por pensar que quizá lo que necesito es buscar una tercera opción.
¿Quién podría creer que me siento más segura o tan siquiera menos vulnerable entre 22 - 25 millones de habitantes que en el "amigable" pueblo regio? Aquí en el DF yo aplico la de "la ciudad es diversa" y aguantense. Entre 25 millones de habitantes voy a un grupo de 60 madres lesbianas o más si hay convivio. ¿Cuántas irían en Monterrey? Y no porque no las haya, no se piense que esto solo se da en las grandes ciudades. Hablamos de invisibilidad social, terminejo de izquierda que quiere decir que las personas en una minoría se esconden o actúan como la mayoría, no por convicción, sino por miedo a sentirse rechazadas o a ser tratadas como seres inferiores, ciudadanos de segunda y tercera clase.
A veces me pregunto, ¿cómo no tenerle miedo a una ciudad en la que siempre he sido catalogada como "diferente"? Y no hablo en el sentido bonito de la palabra en el cual podría exaltarme como "única", "original", "imponiendo vanguardias", "trendy" y por supuesto "chida. Sino del sentido terrible como "rara", "extraña", "exótica", "loca", "que no encaja", "impresentable" y hasta "fachosa". ¿Saben que a una amiga mía muy querida le daba pena caminar junto a mí en la UdeM cuando yo llevaba puesto mi vestido oaxaqueño amarillo? Además evitaba invitarme a salir de antros porque a sus amigas les daba oso que yo fuera tan "exótica". ¿Sabem que la que fue mi "mejor amiga" desde los 13 años me dejó de hablar coincidentemente después de que empecé a andar con Criseida hace tres año y medio? Y me dijo que la lastimaba saber lo que yo hacía y que confía en que lo que sea que yo haga como quiera es voluntad de Dios, pero infiero que a ella esa voluntad de Dios no le gusta porque como quiera espera que un día me dé cuenta del daño que me hago y de paso le hago a los demás.
Todo eso y muchas cosas más en Monterrey. Por otro lado en la balanza, allá viven mis papás y algunos amigos que aún me hablan y me quieren. Lo que sí me pasó por culpa del embarazo fue que empezara a extrañar Monterrey, estar junto a mi "familia" que en realidad incluye dos consanguíneos y toda la gente que quiero.
Comencé a jugar con la idea de irme de esta capital del mundo para vivir allá de preferencia por Mitras Sur o Chepe Vera. Me imaginé como película gringa cincuentera, llevando a mis hijos al parque y andando en bici por la cuadra. Y sobre todo me vi feliz comiendo en Mc Donald's sin que mis queridos amigos chilangos me hagan sentir "porquería" por comer ídemo, por ser "vende patrias", "malinchista", "lesbiana de derecha", "neoliberal" y lo peor "panista".
Pero luego de estar allá todo el mes de abril y de oir diariamente por qué no debía hablar con las maestras de mis hijos sobre mi preferencia sexual para que no los hagan menos por ser diferentes, me entró esta terrible indecisión. Porque es claro que yo puedo decidir cómo tratarlos, pero no cómo los van a tratar otros.
Se supone que el primer nieto trae júbilo, expectativa y a las abuelitas vueltas locas tejiendo y organizando baby showers. Este es el efecto que ha ocasionado en mi madre. Y aunque haya tenido pequeños desacuerdos con mi amiguita Myrna, ella me llamó y me dijo: "Ana, te quiero un chorro y estás embarazada y no es el momento para estar enojadas". Sin embargo, la mamá y la hermana de Crix brillan por su ausencia. Ni se han interesado por saber qué son, cuándo nacen, cómo se van a llamar, cómo se van gestando. NADA.
Está más interesada su prima Nayeri que la propia hermana. El otro día me llamó mi papá para que le explicara el eco porque como buen inexperto no sabía dónde estaba qué. Es fecha que no sabemos si los papás de Crix recibieron las fotos, las abrieron y les entendieron. ¿A eso me iría a Monterrey? ¿A enfrentarlos con la discriminación y la indiferencia de sus abuelos biológicos?
Así pues, "estoy parada frente a la muralla que divide todo lo que fue de lo que será". Y me viene a la cabeza lo que años de catolicismo heteropatriarcal me lograron inculcar: "los tibios serán vomitados de su boca". Así que debo decir con quién me quedo, con melón o con sandía. ¿O con la vieja del otro día?
lunes, julio 24, 2006
Vivo las últimas horas de un viaje que necesitaba mucho. Estoy en Monterrey, la ciudad donde nací, estudié y encontré el amor. Vine en una excursión de fin de semana y aprovechamos para hacer nuestro Baby Shower. Estoy sorprendida y maravillada por cómo se dieron las cosas. En México, las cosas se perfilaban de otro modo, pero una vez que pisamos tierra regia, nos encontramos con sorpresas tanto agradables como dolorosas.
Tuvimos cancelación de lugares y terminamos pidiendo de favor a unos amigos que nos prestaran su casa, porque en verdad, de pronto no sabíamos ni dónde sería. Pero bueno, contaré las cosas como fueron sucediendo paso por paso:
1. Desde hace varios años hablé con mi madre sobre mis preferencias sexuales. Le presenté a cada una de mis novias y se pasó la película de que por ella estaba todo bien, tranquilo, relax, just cool. Hace poco más de tres años, le conté que iba a empezar una relación amorosa con quien había sido mi mejor amiga durante diez años y contestó que podía morir tranquila porque sabía que estaba con la mejor compañía y yo ingenuamente le creí.
2. Mis hermanos supieron al mismo tiempo y se limitaron a seguir con sus vidas. Aunque mi hermana, de repente, jugaba con la idea de la familia feliz y yo también le creí.
3. Mi abuela y el resto de la familia SABEN desde que nací que he nacido para ser lesbiana y lesbiana viviré y moriré. Sospecho que pensaban que iba a salir con la gran mamada de "vivir en castidad" para evitar el "pecado mortal" que implica ser cuasi ciudadana de Sodoma y Gomorra.
4. Mi padre se enteró hace poco más de tres años y ha sido el único sincero: ha dicho que no lo diga, ni lo divulgue, ni lo haga público. No me prometió aceptación, ni aceptarme dentro de su familia feliz. Cuando se enteró de que iba a tener hijos dijo con solemnidad "no cuenten conmigo para nada". Y yo sé qué esperar de él.
5. Le escribí una carta a mi abuela contándole la mera verdad de las cosas y cuando le llamé para invitarla al Baby Shower me colgó el teléfono. Volví a marcar y mi tía dijo que eran mis cosas y nada más. "Pues son tus cosas, Criseida. Nosotras no vamos a poder ir". De ella no sé qué esperar, pero de mi abuela es evidente.
No, definitivamente no esperaba que saltaran de alegría. Pero me he estado preguntando y por qué no, por qué no esperar que el mundo entero salte de alegría. En fin, sé que hay varias cosas que suceden aquí. En principio de cuentas mis consanguineos son parte de una familia venida de San Carlos, Tamaulipas, aunque todos terminaron su educación universitaria, les ha pesado la misoginia, homofobia y lesbofobia de mi abuela. No pretendía que me aceptaran ni matarlos de un disgusto sino hacer mi statement político. Soy mayor de edad, he decidido vivir con Ana y tener hijos con ella mediante un procedimiento bellísimo. Les notifiqué, no para que me regalaran un babero o un paquete de pañales sino para dejar en claro dos cosas. A) Siempre que me inviten a sus cosas deben tomar en cuenta que irë con mi esposa y B) No voy a permitir chismes sobre la paternidad y maternidad de mis hijos. Son míos y de Ana y de un donador anónimo. No sé por qué se enojaron, sinceramente no lo entiendo; lo único que hice fue ser honesta y quitarles la oportunidad de especular sobre mi vida. No pretendía causarles un infarto, tampoco, pero no es culpa mía que todos estos años haya sabido, lo haya asegurado, lo haya divulgado y cuando yo voy y le dijo "SÍ, abuela, tenía usted razón", me salga con colgadas de teléfono. Hipocresía pura de norteña puritana.
El proceso de salir del clóset es complejo y continuo. Siempre habrá a quien decirle y con quien pelearse, pero una lesbiana o un homosexual no necesita la incertidumbre ni el hoy sí, pero mañana no. O están con ellos desde el principio o no están, porque si bien, como familiares de un gay o lesbiana se sienten con la necesidad de digerirlo y asimilarlo, como gay o como lesbiana una necesita de una amplia red de apoyo y sería mejor encontrarla dentro y no afuera.
No obstante yo me encontré en Monterrey rodeada de gente que no comparte información genética conmigo, con la excepción de mi prima Nayeri que ha sido la única en una gran gran familia que ha estado presente en los momentos más importantes. Los demás, han sido amigos que he ido conociendo en el camino y con los que he tenido afinidad por una u otra cosa. Me sentí muy triste cuando terminó el Baby Shower y vi que los grandes ausentes habían sido mis padres y mis hermanos, pero me sentí muy bien cuando me di cuenta que es tiempo de dejarlos atrás. Declararme huérfana es tal vez una tontería, pero su ausencia me dio una gran certeza y una gran tranquilidad. Por mí no quedó, estuve un año entero tratando de propiciar una relación nutricia e incluyente, pero hoy, a tres meses de que nazcan mis hijos decido enterrar momentáneamente a mis familiares, romper con fórmulas de hipocresía y dedicarme a construir mi núcleo. Mis hijos necesitan del amor de todas las personas que están dispuestas a darlo; no necesitan ser la vergüenza de aquellos que se supone me quieren.
Mis hijos tendrán dos abuelos: los padres de Ana y todos mis amigos serán sus tíos. Duele, al principio, pero deja en el alma el sosiego que había estado buscando desde que salí del clóset con ellos, los familiares nominales. Ahora sé que he agotado los recursos y el problema no está en mí.
Tenía cerca de quince años de no disfrutar como disfruté en Monterrey este fin de semana. Haciendo excursiones, jugando en el Baby Shower, conviviendo con los padres de Ana y volviéndome a enamorar de mí, de Ana, de mis hijos y de Monterrey y sus contradicciones.
Tuvimos cancelación de lugares y terminamos pidiendo de favor a unos amigos que nos prestaran su casa, porque en verdad, de pronto no sabíamos ni dónde sería. Pero bueno, contaré las cosas como fueron sucediendo paso por paso:
1. Desde hace varios años hablé con mi madre sobre mis preferencias sexuales. Le presenté a cada una de mis novias y se pasó la película de que por ella estaba todo bien, tranquilo, relax, just cool. Hace poco más de tres años, le conté que iba a empezar una relación amorosa con quien había sido mi mejor amiga durante diez años y contestó que podía morir tranquila porque sabía que estaba con la mejor compañía y yo ingenuamente le creí.
2. Mis hermanos supieron al mismo tiempo y se limitaron a seguir con sus vidas. Aunque mi hermana, de repente, jugaba con la idea de la familia feliz y yo también le creí.
3. Mi abuela y el resto de la familia SABEN desde que nací que he nacido para ser lesbiana y lesbiana viviré y moriré. Sospecho que pensaban que iba a salir con la gran mamada de "vivir en castidad" para evitar el "pecado mortal" que implica ser cuasi ciudadana de Sodoma y Gomorra.
4. Mi padre se enteró hace poco más de tres años y ha sido el único sincero: ha dicho que no lo diga, ni lo divulgue, ni lo haga público. No me prometió aceptación, ni aceptarme dentro de su familia feliz. Cuando se enteró de que iba a tener hijos dijo con solemnidad "no cuenten conmigo para nada". Y yo sé qué esperar de él.
5. Le escribí una carta a mi abuela contándole la mera verdad de las cosas y cuando le llamé para invitarla al Baby Shower me colgó el teléfono. Volví a marcar y mi tía dijo que eran mis cosas y nada más. "Pues son tus cosas, Criseida. Nosotras no vamos a poder ir". De ella no sé qué esperar, pero de mi abuela es evidente.
No, definitivamente no esperaba que saltaran de alegría. Pero me he estado preguntando y por qué no, por qué no esperar que el mundo entero salte de alegría. En fin, sé que hay varias cosas que suceden aquí. En principio de cuentas mis consanguineos son parte de una familia venida de San Carlos, Tamaulipas, aunque todos terminaron su educación universitaria, les ha pesado la misoginia, homofobia y lesbofobia de mi abuela. No pretendía que me aceptaran ni matarlos de un disgusto sino hacer mi statement político. Soy mayor de edad, he decidido vivir con Ana y tener hijos con ella mediante un procedimiento bellísimo. Les notifiqué, no para que me regalaran un babero o un paquete de pañales sino para dejar en claro dos cosas. A) Siempre que me inviten a sus cosas deben tomar en cuenta que irë con mi esposa y B) No voy a permitir chismes sobre la paternidad y maternidad de mis hijos. Son míos y de Ana y de un donador anónimo. No sé por qué se enojaron, sinceramente no lo entiendo; lo único que hice fue ser honesta y quitarles la oportunidad de especular sobre mi vida. No pretendía causarles un infarto, tampoco, pero no es culpa mía que todos estos años haya sabido, lo haya asegurado, lo haya divulgado y cuando yo voy y le dijo "SÍ, abuela, tenía usted razón", me salga con colgadas de teléfono. Hipocresía pura de norteña puritana.
El proceso de salir del clóset es complejo y continuo. Siempre habrá a quien decirle y con quien pelearse, pero una lesbiana o un homosexual no necesita la incertidumbre ni el hoy sí, pero mañana no. O están con ellos desde el principio o no están, porque si bien, como familiares de un gay o lesbiana se sienten con la necesidad de digerirlo y asimilarlo, como gay o como lesbiana una necesita de una amplia red de apoyo y sería mejor encontrarla dentro y no afuera.
No obstante yo me encontré en Monterrey rodeada de gente que no comparte información genética conmigo, con la excepción de mi prima Nayeri que ha sido la única en una gran gran familia que ha estado presente en los momentos más importantes. Los demás, han sido amigos que he ido conociendo en el camino y con los que he tenido afinidad por una u otra cosa. Me sentí muy triste cuando terminó el Baby Shower y vi que los grandes ausentes habían sido mis padres y mis hermanos, pero me sentí muy bien cuando me di cuenta que es tiempo de dejarlos atrás. Declararme huérfana es tal vez una tontería, pero su ausencia me dio una gran certeza y una gran tranquilidad. Por mí no quedó, estuve un año entero tratando de propiciar una relación nutricia e incluyente, pero hoy, a tres meses de que nazcan mis hijos decido enterrar momentáneamente a mis familiares, romper con fórmulas de hipocresía y dedicarme a construir mi núcleo. Mis hijos necesitan del amor de todas las personas que están dispuestas a darlo; no necesitan ser la vergüenza de aquellos que se supone me quieren.
Mis hijos tendrán dos abuelos: los padres de Ana y todos mis amigos serán sus tíos. Duele, al principio, pero deja en el alma el sosiego que había estado buscando desde que salí del clóset con ellos, los familiares nominales. Ahora sé que he agotado los recursos y el problema no está en mí.
Tenía cerca de quince años de no disfrutar como disfruté en Monterrey este fin de semana. Haciendo excursiones, jugando en el Baby Shower, conviviendo con los padres de Ana y volviéndome a enamorar de mí, de Ana, de mis hijos y de Monterrey y sus contradicciones.
viernes, julio 21, 2006
Que los hijos convivan con gays
Viernes de artículo, yujú!
Esta se parece un poco a la de hace dos semanas, pero nunca es demasiada redundancia en este tema:
Es poco probable que la convivencia o información acerca de los homosexuales influyan en la orientación sexual de los niños. Investigaciones actuales muestran que la orientación sexual es influenciada por factores genéticos o biológicos, probablemente determinados poco después del nacimiento. Si un niño va a ser homosexual, es probable que lo sea sin importar si él o ella esta expuesto a la homosexualidad. Casi todos los homosexuales crecieron en un ambiente heterosexual, con muy poca exposición a la homosexualidad. La gran mayoría de gays y lesbianas fueron educados por padres y maestros heterosexuales, además se relacionaron con hermanos y amigos heterosexuales. Estaban rodeados de revistas, libros, películas y programas televisivos alusivos a la sexualidad heterosexual y, sin embargo, crecieron hasta ser gays. Es importante mencionar que los niños educados por padres homosexuales, no son más propensos a ser homosexuales que los niños educados por padres heterosexuales.
Encontrado en la revista bbmundo en línea.
Etiquetas:
Artículo del viernes,
madres lesbianas
miércoles, julio 19, 2006
Cansancio prenatal
Si yo hubiera sabido lo cansado que era esto de la maternidad me lo hubiera pensado un poco... Bueno, la verdad es que no, porque como quiera soy muy necia y tenía muuuchas, muchas ganas de tener hijos. Es ahora cuando entiendo la gran labor de la oxitocina. Si no fuera por esa cosa que segregamos a la hora del parto, las mujeres no podríamos olvidarnos de lo penoso, doloroso y riguroso que fue el embarazo y la labor culminante. Tanto que por eso nos podemos embarazar hasta veinte veces, claro, lo raro es que las parejas y personas circundantes no segregan nada, y sin embargo la siguen aguantando a una en estado de histeria perpetua una y otra y otra vez. Yo no creo llegar a la veintena de embarazos, de hecho creo que cualquiera me consideraría loca si lo vuelvo a intentar después de tener dos, lo chido es que ahora le toca a Crix, ¡vamos buscando a las niñas!
El caso es que mucho me dijeron que tendría que tomar calcio, hierro y ácido fólico, pero nadie me aclaró que el output correspondiente a ese input no sería nada agradable de ver. De hecho, había oído hablar de las hemorroides como lo más trágico y mítico del embarazo, pero nadie me dijo "mira, Anita, a mí me pasó y no te lo recomiendo". No es que me encanten las escatologías, pero quiero cobrarle al mundo esa falta de advertencia en cuanto a los malestares gástricos, intestinales y bueno, ¿cómo se llama lo que se refiere al cólon y los esfínteres de salida? Y hablando de salidas, ¡ay la incontinencia! Es horrible, claro, todo esto me lo han contado porque las princesas muy a penas y respiramos y además nos alimentamos con hojitas de lechuga, ¿no?
De pronto, resulta que los orificios de entrada se vuelven de salida. Lo normal según las experiencias lúdicas que da la vida es que sea al revés, o sea que experimentando alguna salida se vuelva entrada.. los oídos (así fue concebido el divino verbo, por ejemplo). Pero créanme, nada tiene de lúdico que empiecen a salir cosas por donde antes entraban... ¡y culmina con el parto! Imaginen esta escena: silencio total en el teatro, obscuridad, neta concentración en una obra clásica de Ibsen que mantiene a Criseida preocupándose sobre la vocación de los chelistas, y de pronto una vaca empieza a rumiar en una bolsa de rufles verdes y a sorber sin pudor ni rubor un jumex de 200 ml... ok, eso lo hacía antes del embarazo, de hecho lo trágico no fue el sorbido en pleno solo del chelista, sino el mega eructo subsecuente que ocasionó más estrépito que la obra completa y despertó a los que se habían desconcentrado. Se los juro que mi mamá me enseñó a taparme la boquita y ser discreta, pero de nada me ha servido, ¡parece que lo que estoy gestando son dos sapos y culebras que hacen salir de mi boca terribles ajos y cebollas! ¡Ay de mí, todavía extraño la poca compostura que me quedaba... yo que solo había perdido galanura cuando montaba a caballo en la carretera, creo que nunca volveré a ser la misma!
Llegó un momento en que me dejó de preocupar recuperar la línea, total, talla 11 no está tan mal a los 28 y menos después de ser una sacrosanta madre mexicana. Las estrías, bueno, son como las condecoraciones que deja el embarazo, las marcas de la vida, el precio de la abnegación, el costo de la fama. Los sarpullidos raros, también son bienvenidos siempre que no den comezón. Pero la compostura, oh Dios mío, ¿será que alguna vez la recuperaré? ¿Alguna vez volveré a ser una dama clasemediera que levantaba el dedito al tomar café en Vip's? ¿Podré volver a socializar sin sonidos corporales de por medio?
Crix empezó a desarrollar la teoría de que todos estos efectos secundarios del embarazo son una manera muy sabia de la madre naturaleza para ponernos al nivel y altura de los hijos por parirse. Así, de esta manera podemos ser más tolerantes. "Sí, m'ijito, entiendo que te eches un pedo, verdad que es retedifícil contenerlos?" Bueno, ella dice que en realidad se refería a los cólicos, reflujo, mareo, llantos, despertares en la noche y esas cosas menos cáusticas, pero la naturaleza es la naturaleza y si jala pa' una cosa jala para todas, ¿qué no?
El terrible insomnio, creo que ése es un sintoma que no les da a todas y queda opacado por las que sufren acidez, reflujo, vómitos y náuseas, pero si las que lo sufrimos hicieramos más alaraca les juro que la vida sería más productiva. Anoche me desperté a hacer los recuerditos del baby shower entre tres y cinco de la mañana, para cuando me dio sueño ya tenía todo listo para aprovechar el día al máximo sin ningún pendiente.
En fin, que el doctor no opina que la productividad del insomnio mejore riesgo contra beneficio, o sea que cree que necesito dormir para que se gesten y desarrollen como es debido, por eso me mandó unas deliciosas pastillitas de valeriana. Los primeros días hicieron efecto. Y de hecho, todo iba bien y tranquilo hasta que un día entré al cuarto y le prometí al Crix que ya no iba a dejar entrar al perro al cuarto. ¿Por qué diantres olía tan feo? Bueno, a lo mejor necesitaba yo un bañito. No quizá era el perro el que necesitaba el bañito. A lo mejor Crix mojó sus zapatos y le olían a perro muerto. A lo mejor Cloty o Mercutio se murieron en el cuarto debajo de la cama. ¡NO! No, señores y señoras, no era nada de eso, eran mis pastillas con un delicioso aroma a pie de atleta que te noquean no más de olerlas. Todavía me pregunto cómo pasé los primeros tres días sin haber advertido su olor... Hoy tres cajas después ya tengo una técnica para evitar desmayos antes de ingerirlas. siempre y cuando a Crix no se le olviden sobre la cama...
En fin, estas son las delicias del embarazo, y todo esto me ha llevado a un estado de cansancio prenatal en un momento en que todo mundo me recomienda que guarde enrgías para el día D y todo el primer mes de los bebés... Ya será tarea de las diosas. En fin, ya me voy porque los cybers además de todo me provocan un horrible dolor de espalda del que les contaré en otra ocasión.
lunes, julio 17, 2006
Mesas de Regalo
Pregunta Gloria cómo hicimos para abrir las Mesas de Regalo de Liverpool, Sears y Prenatal. Es algo chistoso, la primera que abrimos fue la de Sears en Expo Tu Bebé y Tú. En ese momento, la señorita le preguntó a Ana sus datos y el asunto terminó ahí. En Prenatal la cosa fue más o menos similar. Llegamos a ver la ropa y una empleada nos facilitó el catálogo y con él nos dimos cuenta que contaban con Mesa de Regalos. La chava fue bastante incluyente, inmediatamente captó que ambas cuidaríamos de los bebés. No hizo preguntas pero se dirigió siempre a las dos y decía “esto les va a servir a sus bebés”. Abrimos el evento y la señorita nos felicitó. En Liverpool, las cosas fluyeron de manera diferente. La mujer que nos atendió nos dio un formulario para abrir el evento y en éste preguntaban por los datos del padre. Entonces, Ana agarró valor, tachó padre y escribió pareja. La señorita trató de actuar natural, así que leyó la enmienda y nos preguntó si queríamos que saliera el nombre de las dos. Ana dijo que sí y así es como, en el momento en que imprimen o entrar por interner a Liverpool sale mi nombre primero que el de Ana; ocupé el lugar del padre y, como todos sabemos, el padre va primero. Pero curiosamente ni en Sears ni en Prenatal se preocupan por el padre, tal vez saben lo complejo que puede resultar. Yo por eso abogo por tener formularios más amigables que diga Nombre del Progenitor (a) 1, Nombre del Progenitor (a) 2. Así nos quitamos de problemas.
Hemos recibido un par de comentarios respecto a las Mesas de Regalo que tenemos. Primero nos dijeron que por qué alguien tan desparpajada, activista, no convencional como Ana haría algo así tan esnob o tan materialista. Luego nos dijeron que la lista es realmente ñoña. Yo lo que digo es que no puedes esperar más de esas tiendas, pero sí facilitan la vida de aquellos que quieren regalar algo y no tienen idea qué. Yo la verdad siempre agradezco una guía de cosas, algo así como una lista de sugerencias infalibles, de esa manera el regalo tendrá menos posibilidades de ser arrumbado por ahí. En todas las revistas o artículos de internet sobre Baby Shower sugieren que se abra una Mesa de Regalos en una tienda departamental para facilitar las cosas. Nos han dicho que al momento de invitar a la fiesta se oye poco sutil mencionar que existen estas Mesas, pero precisamente de eso se trata, de no ser sutil, de ser útil y no traer a la gente comiéndose los sesos pensando en qué será lo mejor para regalar. Obviamente, a caballo regalado no se le ve colmillo, así que la lista de artículos son solo una sugerencia y no quiere decir que no aceptaríamos cualquier otra cosa. Incluso, ya nos hemos hecho de un guardaropa medianamente aceptable gracias a las oportunas donaciones de personas que tienen niños pequeños.
En lo personal, he estado pensando mucho sobre los regalos a propósito de la llegada del bebé. Por alguna razón, me gustaría más que nos regalaran música, libros, videos y cosas por el estilo. Es un criterio que ha sorprendido a algunas personas que casi iban a Julio Regalado para comprarnos una tonelada de pañales. O que se estaban apuntando para comprar la bañera. Y yo, como en un mundo paralelo, he estado más preocupada por tener la colección de Baby Einstein y muchos, muchísimos libros para leerles en la noche. Lo que sí nos sugirió la de Liverpool fue que no incluyeramos ropa en la lista ya que iba a salir de temporada y nosotras estuvimos de acuerdo por dos razones: Ahorita es pleno verano y nuestros hijos nacerán en otoño, tirándole a invierno y en segundo lugar, no nos agrada la idea de la ropita azul celeste, preferimos los tonos más vivos, colores como naranja, verde y amarillo.
¿Seré rara? La mayoría de las madres dicen que sí. Que a casi tres meses de que nazcan Diego y Santiago ya deberíamos tener un búnker repleto de pañales y no pensar que los de tela son mejores, que deberíamos haber pedido a todos los que tienen niños que nos pasen la ropita. Pero yo no, yo estoy más preocupada por otras cosas y puede notarse en la lista de regalos de los tres lugares antes mencionados, pueden encontrar desde un estuche de manicura para el bebé hasta la película de Nemo.
Soy primeriza. Ana es primeriza. No hay nada más horrible que ser primeriza. Todo mundo te da mil consejos, todo mundo opina y por lo general los consejos se contraponen unos a otros. Y a veces no sabemos qué esperar ni qué pedir porque no tenemos idea.
Me gustó mucho el detalle de Liverpool y de Prenatal. Tal vez en el DF las cosas sean ligeramente más fáciles, pero solamente ligeramente más fáciles. De todos modos, abrir una Mesa de Regalos nos ha ido preparando para muchas cosas, para tachar Nombre del Padre y Nombre del Esposo en los casos en los cuales se puede hacer, es un ensayo de muchas cosas cotidianas a las que nos tendremos que enfrentar como pareja lésbica.
Una enmendadura en las formas no oficiales como las Mesas de Regalos o el curso de Psicoprofilaxis es un gran paso para que en un futuro, eso sí, lejano, se pueda con las oficiales.
viernes, julio 14, 2006
Nuestros hijos
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bebés,
Diego y Santiago,
foto de la semana
Sobre adopción en México
Este es un artículo que encontramos en la revista online Rompan Filas. Trata sobre el proceso de adopción que se sigue en México. Pusimos especial interés en buscar sobre este tema ya que fue una petición de uno de nuestros más asiduos lectores y comentadores: El Tío Ricky. Si alguno de ustedes tiene alguna inquietud sobre qué dicen los especialistas en determinado tema, por favor, siéntanse con la confianza de hacernoslo saber y nosotras dedicaremos tiempo y espacio para satisfacerlos. El artículo es bastante extenso, por lo cual, en este caso, pondremos un fragmento y la liga correspondiente para que puedan leerlo completo si les interesa.
Muchas gracias. Agradecemos sus comentarios y seguimos esperando más sugerencias y opiniones.
ADOPCIÓN EN MÉXICO
Ana María RODRÍGUEZ MEZA
En los albergues del DIF, se encuentra una población aproximada de cinco mil niños y niñas esperando ser adoptada; sin embargo sólo un 30 por ciento está en condición de adopción. Por tanto, muchas veces se busca solucionar este problema contactando a una mujer que quiera dar a su hijo en adopción en lugar de acudir a una institución, en donde los trámites burocráticos son tediosos.Esta práctica es ilegal y se puede incurrir en varios delitos. De ahí que debemos conocer los requisitos legales para llevar a acabo una adopción dentro de la ley.
Cruz y Santiago ya tenían 15 años de casados sin ningún hijo; su solvencia económica era buena, aunque no eran millonarios, y el deseo de tener un bebé los llevó a cometer el delito del que después de 20 años no se arrepienten: comprar a un recién nacido por 200 pesos.No hay estadísticas del comercio clandestino de bebés pero es una realidad. Aunque sea por comentarios, se sabe de casos de mujeres que dan a sus hijos en “adopción” a otras familias porque no quieren o no pueden tenerlos a su lado; mientras que los “adoptadores” lo reciben pero no por vía legal.Cruz y Santiago, originarios de Oaxaca, habían intentado adoptar legalmente un bebé pero no cumplían con los requisitos. Así que nunca habían concretado su proyecto. Ya se estaban desilusionando cuando conocieron a Chepa, una joven veracruzana a quien mantuvieron durante los últimos meses de embarazo, le pagaron el hospital en el momento del parto y le dieron una “gratificación" cuando firmó un papel ante un abogado, en que se comprometía a no reclamar nunca al bebé.Dos décadas después los marcos jurídicos son distintos pero los problemas de la no-adopción aún siguen, ya sea por la burocracia, lagunas legales o falta de información de quienes no pueden biológicamente pero quieren tener un hijo.En México las adopciones caen en el ámbito del trabajo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que busca integrar familias en nuestro país y el extranjero. A pesar de la importancia de esta labor, no existe un marco legal que además de regular en esta materia, sea uniforme para todos los estados del país. Más aún, tampoco existe una red de información nacional de adopciones.“Mi esposo y yo queremos un bebé. Ya fuimos a investigar pero te piden tantos requisitos, que la verdad nos desanimamos. Así que mejor esperamos un poco más, o tal vez optemos por buscar a una muchacha que no quiera a su bebé y nos lo regale”, comenta al respecto María del Carmen Santoyo, quien se casó a sabiendas de que su pareja no podía engendrar. A decir del diputado local Alejandro Diez Barroso, los requisitos para la adopción son los adecuados “pero hay que mejorar los sistemas de control y de vigilancia para las personas que adoptan. También hay que hacer que sus trámites sean más rápidos, con mayor eficiencia de los encargados de revisar los requisitos, de ver si se trata de una familia con solvencia moral, para evitar, sobre todo, el tráfico de niños”.El legislador panista asegura que en muchas ocasiones son las condiciones burocráticas las que generan retrasos en las adopciones o a veces el miedo a que exista algún abuso o algún desvío del fin primordial, que es ofrecer mejores condiciones familiares tanto para quien adopta como para el adoptado.“Se requieren mecanismos de seguimiento o evaluación en los primeros años de adopción para evitar abusos y malos tratos y que los niños vivan realmente en un ambiente familiar y tengan las oportunidades de desarrollo”.
Haz click para ver el artículo completo.
miércoles, julio 12, 2006
Carta a Bbmundo
Esta es una carta que escribí a la revista bbmundo que como podrán notar es una de las que más leo últimamente.
Una de las 25 recomendaciones para hacer a tu familia más visible es escribir a la editorial de una revista mainstream para bebés exhortándolos a ser más incluyentes en sus contenidos. Así que ya puedo palomear ese item y les invito a que hagan lo propio en revista@bbmundo.com
Hola,
Antes que nada quisiera enviar una felicitación a su equipo porque me parece que hacen una revista de las más alta calidad. Además, encuentro muy útil la publicación en línea que permite resolver dudas con especialistas y que tiene información de todo tipo.
Soy lesbiana, vivo con mi pareja desde hace dos años y medio y hace uno y medio empezamos a prepararnos y a investigar la mejor manera de tener un bebé. Muchas lesbianas recurren a amigos, conocidos o encuentros casuales con hombres para poder engendrar a los hijos que tanto desean. Nosotras no queríamos involucrar a terceros en la crianza de nuestros hijos, por lo que escogimos un donador anónimo y nos hicimos un tratamiento de fertilización In Vitro para que implantaran en mi útero los óvulos fertilizados de mi pareja. Gracias a este tratamiento vamos a ser mamás de dos bebés varones, que esperamos nazcan en octubre.
Esta es la razón por la cual, desde antes de que me hicieran la implantación y antes de confirmar mi embarazo, buscamos todos los libros, revistas y la información relacionada con bebés y embarazo que pudimos. Estamos inscritas a su revista desde febrero de este año y nos ha resultado muy útil y agradable. Sobre todo, encontramos que su página de internet está muy completa. Y nos encanta ver que de hecho, en la sección de sexualidad en línea, tratan el tema de padres gays y madres lesbianas.
Desde que empecé a leer su revista, noté el enfoque progresista e incluyente que tienen poniendo mensualmente la experiencia de diversos papás y así no vuelven responsabilidad única y exclusiva de la madre, el cuidado de los hijos. También noto que hay diversidad de casos porque incluyen notas y artículos sobre madres divorciadas, solteras o de partos múltiples (como el reportaje de los cuatrillizos). Por lo mismo, me gustaría que incluyeran también en su versión impresa, artículos a datos sobre las maternidades lésbicas o la paternidad gay. Es una cosa muy buena poderse topar con ello por internet, pero sería una cosa mejor poderlo leer en su versión impresa, sobre todo, porque todavía hay gente que piensa que es algo dañino, contagioso y/o hasta irresponsable.
En Estados Unidos existen diversas publicaciones dirigidas a padres gays y madres lesbianas. Entiendo que en México faltan muchos años antes de que algo así suceda, pero si mientras, las revistas sobre bebés que ya existen se vuelven más incluyentes, sería un gran paso.
Por último, y en caso de que se decidan a tomar en cuenta mi recomendación (notando que no soy la única en este sector, sino que somos miles de madres lesbianas invisibilizadas en nuestra sociedad) les recomiendo la siguiente bibliografía:
1. Madres Lesbianas (Guía para formar una familia feliz) Suzanne M. Jonson y Elizabeth O’Connor. Ed. Lumen México. México, 2005
2. Maternidades lésbicas: ¿reproducción del modelo heterosexual o acción radical? http://www.modemmujer.org/docs/4.357.htm
Existen además grupos de madres en México y grupos lésbicos, en fin, que hay muchos recursos que luego la gente no conoce y terminamos recurriendo a las publicaciones extranjeras únicamente. Espero que lo tomen en cuenta.
Sin más por el momento, quedo de ustedes,
atte.
Ana de Alejandro
PS. Por cierto este es el blog sobre maternidad lésbica que comenzamos mi pareja y yo:
http://dosmamis.blogspot.com/
Una de las 25 recomendaciones para hacer a tu familia más visible es escribir a la editorial de una revista mainstream para bebés exhortándolos a ser más incluyentes en sus contenidos. Así que ya puedo palomear ese item y les invito a que hagan lo propio en revista@bbmundo.com
Hola,
Antes que nada quisiera enviar una felicitación a su equipo porque me parece que hacen una revista de las más alta calidad. Además, encuentro muy útil la publicación en línea que permite resolver dudas con especialistas y que tiene información de todo tipo.
Soy lesbiana, vivo con mi pareja desde hace dos años y medio y hace uno y medio empezamos a prepararnos y a investigar la mejor manera de tener un bebé. Muchas lesbianas recurren a amigos, conocidos o encuentros casuales con hombres para poder engendrar a los hijos que tanto desean. Nosotras no queríamos involucrar a terceros en la crianza de nuestros hijos, por lo que escogimos un donador anónimo y nos hicimos un tratamiento de fertilización In Vitro para que implantaran en mi útero los óvulos fertilizados de mi pareja. Gracias a este tratamiento vamos a ser mamás de dos bebés varones, que esperamos nazcan en octubre.
Esta es la razón por la cual, desde antes de que me hicieran la implantación y antes de confirmar mi embarazo, buscamos todos los libros, revistas y la información relacionada con bebés y embarazo que pudimos. Estamos inscritas a su revista desde febrero de este año y nos ha resultado muy útil y agradable. Sobre todo, encontramos que su página de internet está muy completa. Y nos encanta ver que de hecho, en la sección de sexualidad en línea, tratan el tema de padres gays y madres lesbianas.
Desde que empecé a leer su revista, noté el enfoque progresista e incluyente que tienen poniendo mensualmente la experiencia de diversos papás y así no vuelven responsabilidad única y exclusiva de la madre, el cuidado de los hijos. También noto que hay diversidad de casos porque incluyen notas y artículos sobre madres divorciadas, solteras o de partos múltiples (como el reportaje de los cuatrillizos). Por lo mismo, me gustaría que incluyeran también en su versión impresa, artículos a datos sobre las maternidades lésbicas o la paternidad gay. Es una cosa muy buena poderse topar con ello por internet, pero sería una cosa mejor poderlo leer en su versión impresa, sobre todo, porque todavía hay gente que piensa que es algo dañino, contagioso y/o hasta irresponsable.
En Estados Unidos existen diversas publicaciones dirigidas a padres gays y madres lesbianas. Entiendo que en México faltan muchos años antes de que algo así suceda, pero si mientras, las revistas sobre bebés que ya existen se vuelven más incluyentes, sería un gran paso.
Por último, y en caso de que se decidan a tomar en cuenta mi recomendación (notando que no soy la única en este sector, sino que somos miles de madres lesbianas invisibilizadas en nuestra sociedad) les recomiendo la siguiente bibliografía:
1. Madres Lesbianas (Guía para formar una familia feliz) Suzanne M. Jonson y Elizabeth O’Connor. Ed. Lumen México. México, 2005
2. Maternidades lésbicas: ¿reproducción del modelo heterosexual o acción radical? http://www.modemmujer.org/docs/4.357.htm
Existen además grupos de madres en México y grupos lésbicos, en fin, que hay muchos recursos que luego la gente no conoce y terminamos recurriendo a las publicaciones extranjeras únicamente. Espero que lo tomen en cuenta.
Sin más por el momento, quedo de ustedes,
atte.
Ana de Alejandro
PS. Por cierto este es el blog sobre maternidad lésbica que comenzamos mi pareja y yo:
http://dosmamis.blogspot.com/
lunes, julio 10, 2006
FAQ sobre maternidad lésbica
Cuando cuento la historia de cómo Ana y yo decidimos tener hijos, invariablemente surge una curiosidad: "¿y cómo le van a hacer para registrarlos?". Nuestras leyes carecen de figuras jurídicas que respalden nuestra unión y nuestro método para llegar a ser madres. En algunos países como Inglaterra y España se ha aprobado la reforma a la constitución que permite los matrimonios de gays y lesbianas. Pero, seamos realistas, vivimos en México y de aquí a que demos pasos en este sentido todavía le cuelga. Me explico. Hace poco leí por ahí que antes una sola persona podía adoptar niños, lo cual era muy conveniente para parejas en las que sólo uno de los dos contaba con hijos y querían incluir al hijo dentro de un nuevo matrimonio, pero por alguna razón consideraron que nadie más que una pareja heterosexual podría hacerse cargo de un niño mediante la adopción. Luego, hace tres o cuatro años, estuvo en la mesa la discusión sobre aprobar o no las Sociedades de Convivencia en el Distrito Federal pero mi muy querido Andrés Manuel dio marcha atrás y poco a poco se ha ido quedando en el olvido tal reforma.
El tema legal es muy intrincado, porque, según nos han explicado varios abogados, hay que meterse en una búsqueda exhaustiva de figuras jurídicas a las cuales hacerles trampa para valernos de ellas. Por el momento, nos queda claro que en las actas de nacimiento únicamente existen dos entradas: el nombre de la madre y el del padre y se espera que el campo del nombre del padre sea llenado con datos de un ente masculino, por lo tanto, no se puede forzar este formato para darme valor legal.
Al explicarle a una abogada cuál era nuestra situación, que mis hijos biológicos están en el vientre de Ana, nos dijo que sin duda ella se lanzaría a un pleito para pelear patria potestad, ya que había argumentos de los cuales valerse para ir a los juzgados. Obviamente, se entiende que es un pleito para tener la patria potestad compartida con la madre legal no para quitarle atributos a la figura jurídica en la que sí se respalda Ana.
Otros más nos han recomendado acuerdos ante notario en caso de fallecimiento de Ana, que es la situación más extrema a la que podemos llegar. Por supesto está el caso (toco madera) de una separación y es este caso el que más les preocupa a mis conocidos y digo que es a mis conocidos porque en esta situación yo no tengo voz ni voto legal. Aquí lo único que resta es apostar a la madurez de nuestras respectivas cabecitas, porque aunque existan medios legales para "impugnar", un pleito de este calibre sería extremadamente doloroso para la pareja y por ende para los niños. ¿Por qué pienso en esto? Pues porque una debe embarcarse en una decisión como ésta contemplando todas las posibilidades y las limitantes físicas y emocionales. Seguramente habrá cosas que no previmos, pero haber pensando en algunas nos va marcando pautas de qué esperar y qué no esperar. No me gusta hablar mucho del tema, pero sí es necesario decir que hay que imaginar posibles escenarios para disminuir la angustia y el stress durante el proceso.
viernes, julio 07, 2006
¿Papás gays tienen hijos con problemas?
Es viernes y hoy toca artículo encontrado...
Los hijos de homosexuales ¿son más propensos a ser gays y tienen más problemas sociales y emocionales?
Actualmente existen cerca de cinco millones de madres lesbianas y cerca de tres millones de padres homosexuales en Estados Unidos. La mayoría de sus hijos provienen de matrimonios heterosexuales, pero diversos hombres homosexuales están decidiendo adoptar o convertirse en padres de niños huérfanos, mientras que las mujeres homosexuales optan por la inseminación artificial. En algunos estados es legal que las parejas homosexuales adopten hijos, pero en muchos casos sólo a un padre se le permite ser el tutor del niño. Políticas como estas hacen poco por ayudar a promover la unidad familiar, eso sin mencionar las implicaciones legales tal acuerdo si en un momento dado, el tutor muere o la pareja decide separarse. No obstante, diversos gays y lesbianas acuerdan cómo educar a sus hijos de una forma exitosa. En una revisión de nueve estudios relacionados con aspectos de desarrollo personal, como el auto-concepto, el juicio moral y la inteligencia, no revelan una diferencia significante entre los hijos de homosexuales y heterosexuales. Así también, existen 35 estudios diferentes elaborados a lo largo de 15 años, que han demostrado que los hijos de padres homosexuales no son más propensos a ser homosexuales que los hijos de parejas heterosexuales. Un estudio reciente elaborado por un colegio de Holanda, muestra que la madre lesbiana adoptiva que no se realizó la inseminación artificial, está más involucrada y dispuesta de asumir tareas comunes en la educación de su hijo, que el padre de la pareja heterosexual.
Encontrado en:
revista Bbmundo
en: http://www.bbmundo.com/bbsexualidad/leerNota.asp?idSub=6&idArt=1046
Etiquetas:
Artículo del viernes,
madres lesbianas
miércoles, julio 05, 2006
Actualización sobre nuestros bebés.
Hoy 5 de julio de 2006 llevo, según la medida del doctor 23 semanas de embarazo. Según mis cuentas en tiempo real (a partir de la fecundación el 15 de febrero) mis bebés tienen 21 semanas de vida, 141 días gestados. El Diario de mi embarazo (A. Christine Harris) dice que hoy “los huesos del oído medio... han empezado a endurecerse para facilitar la transmisión del sonido”. El jueves 29 de junio tuvimos cita con el doctor, me hizo el ultrasonido y confirmamos que son dos niños de 22 cm. aproximadamente, aunque según mi libro deberían medir 19 cm. Eso pasa por escoger un donador alto. Santiago pesa aproximadamente 428 g y Diego alrededor de 432 g. El mismo libro dice que hoy empiezo el sexto mes lunar y que me faltan 125 días hasta el parto (que vendría siendo el 8 de noviembre si es que llegamos).
Hoy en la tarde empezaré mi curso de psicoprofilaxis junto con Crix. Es en el mismo lugar donde hago yoga prenatal y el jueves también allí comenzaremos un curso sobre los cuidados del recién nacido. Estamos muy emocionadas por estos cursos. El primero está enfocado al caso de las cesáreas que muy a mi pesar será el mío porque los médicos ya no se arriesgan con los gemelos al parto natural. El segundo nos entusiasma porque hemos leído ya varios libros sobre el cuidado del bebé y seguimos sin tener idea. Bueno, yo he ayudado a cuidar a los bebés y niños de mis amigas, pero no tenemos claro que cositas necesitamos ni nada. Cada vez que vamos al Súper compramos una nueva cremita, una mordedera, dos baberos (toda la ropa va en pares aunque no sea igual), o pañales. Compramos todo lo que el presupuesto nos permite sin saber lo que se usa y lo que no. Así que estamos esperando que nos den en el curso una lista de artículos indispensables.
Por lo pronto ya escogimos la cuna y dimos el enganche. Me siento como si estuviera comprando un coche. En fin que ya el dichoso mueble ha despertado polémica entre nuestros allegados porque se debaten si deberíamos comprar una para cada niño o una para las dos. Quien defiende dos cunas opina que los bebés pueden lastimarse el uno al otro y que necesitan su propio espacio. Quien va por una, dice que si ya compartieron útero pueden compartirlo todo. Nosotros creemos que separarlos es triste, además el presupuesto opina que una cuna es suficiente.
Aprovechando que ya se está formando su oído y por si sí o por no (ya que los científicos no deciden nada), nosotras ponemos música clásica o de relajación todas las noches. También les estamos leyendo. Crix les lee en español antes de dormir, yo les leo en inglés por las mañanas. Sé que no soy native English speaker, pero lo peor que les puede pasar es que prenuncien como chicanos, so let's see what happens.
Para este momento ya no aguanto la espalda y la distensión abdominal es horrible. Lo he intentado todo: poner las piernas en alto, cambiar constantemente de postura, almohadas en el área lumbar, suelo, evito estar parada o en la misma posición mucho tiempo, evito cargar cosas pesadas y tengo ya el dichoso soporte pélvico. Pero hay días que tengo para escoger “¿qué quiero que me duela hoy?” En cuanto a las estrías... ya perdí las esperanzas de recuperar mi escultural cuerpo y como me dijo mi doctor, “es el precio de la fama”. Prometo que he procurado disfrazarme de ensalada diariamente: aceite de almendras, crema de cacahuate, aceite de oliva, aguacate, huevo, semillitas, aceitunas y aderezo ranch, todo me unto. Sí, ya probé desde las dermatológicas tipo Vichy y Percutalfa, hasta las comerciales como Hind's y Palmer's. Me imagino que a final de cuentas también es cierto aquello de que “el mamífero humano está diseñado para tener un bebé a la vez” que me dijo una vez mi doctor.
Por si las dudas voy con un nutriólogo, no porque realmente espere evitar rodar, sino porque me dan pánico la preeclampsia, hipertensión, diabetes gestacional y demás linduras cuya posibilidad se duplica con gemelos. Así que me alimento sanamente y hago ejercicio. Sí, gente, hago ejercicio, pero solo lo necesario. No trato de presumir mi escultural figura, pero “una madre es bella a los ojos de sus hijos”. Lástima que el resto del mundo no me vaya a ver así. En fin, ya me inscribí al concurso de Fashion Emergency Mom que patrocinan E Entertainment y Huggies. Ahora solo espero que me escojan para que mis hijos gocen de una mamá realmente bella, no sólo por dentro, sino también por fuera. Al menos una que no les dé pena... ¡Me encanta ser mamá!
Hoy en la tarde empezaré mi curso de psicoprofilaxis junto con Crix. Es en el mismo lugar donde hago yoga prenatal y el jueves también allí comenzaremos un curso sobre los cuidados del recién nacido. Estamos muy emocionadas por estos cursos. El primero está enfocado al caso de las cesáreas que muy a mi pesar será el mío porque los médicos ya no se arriesgan con los gemelos al parto natural. El segundo nos entusiasma porque hemos leído ya varios libros sobre el cuidado del bebé y seguimos sin tener idea. Bueno, yo he ayudado a cuidar a los bebés y niños de mis amigas, pero no tenemos claro que cositas necesitamos ni nada. Cada vez que vamos al Súper compramos una nueva cremita, una mordedera, dos baberos (toda la ropa va en pares aunque no sea igual), o pañales. Compramos todo lo que el presupuesto nos permite sin saber lo que se usa y lo que no. Así que estamos esperando que nos den en el curso una lista de artículos indispensables.
Por lo pronto ya escogimos la cuna y dimos el enganche. Me siento como si estuviera comprando un coche. En fin que ya el dichoso mueble ha despertado polémica entre nuestros allegados porque se debaten si deberíamos comprar una para cada niño o una para las dos. Quien defiende dos cunas opina que los bebés pueden lastimarse el uno al otro y que necesitan su propio espacio. Quien va por una, dice que si ya compartieron útero pueden compartirlo todo. Nosotros creemos que separarlos es triste, además el presupuesto opina que una cuna es suficiente.
Aprovechando que ya se está formando su oído y por si sí o por no (ya que los científicos no deciden nada), nosotras ponemos música clásica o de relajación todas las noches. También les estamos leyendo. Crix les lee en español antes de dormir, yo les leo en inglés por las mañanas. Sé que no soy native English speaker, pero lo peor que les puede pasar es que prenuncien como chicanos, so let's see what happens.
Para este momento ya no aguanto la espalda y la distensión abdominal es horrible. Lo he intentado todo: poner las piernas en alto, cambiar constantemente de postura, almohadas en el área lumbar, suelo, evito estar parada o en la misma posición mucho tiempo, evito cargar cosas pesadas y tengo ya el dichoso soporte pélvico. Pero hay días que tengo para escoger “¿qué quiero que me duela hoy?” En cuanto a las estrías... ya perdí las esperanzas de recuperar mi escultural cuerpo y como me dijo mi doctor, “es el precio de la fama”. Prometo que he procurado disfrazarme de ensalada diariamente: aceite de almendras, crema de cacahuate, aceite de oliva, aguacate, huevo, semillitas, aceitunas y aderezo ranch, todo me unto. Sí, ya probé desde las dermatológicas tipo Vichy y Percutalfa, hasta las comerciales como Hind's y Palmer's. Me imagino que a final de cuentas también es cierto aquello de que “el mamífero humano está diseñado para tener un bebé a la vez” que me dijo una vez mi doctor.
Por si las dudas voy con un nutriólogo, no porque realmente espere evitar rodar, sino porque me dan pánico la preeclampsia, hipertensión, diabetes gestacional y demás linduras cuya posibilidad se duplica con gemelos. Así que me alimento sanamente y hago ejercicio. Sí, gente, hago ejercicio, pero solo lo necesario. No trato de presumir mi escultural figura, pero “una madre es bella a los ojos de sus hijos”. Lástima que el resto del mundo no me vaya a ver así. En fin, ya me inscribí al concurso de Fashion Emergency Mom que patrocinan E Entertainment y Huggies. Ahora solo espero que me escojan para que mis hijos gocen de una mamá realmente bella, no sólo por dentro, sino también por fuera. Al menos una que no les dé pena... ¡Me encanta ser mamá!
lunes, julio 03, 2006
Ah, pero el baby shower... ese evento
En el número de junio de 2006 de la revista bbmundo viene un artículo con recomendaciones para organizar el baby shower perfecto. Lo leí, me pareció interesante e inmediatamente después el monstruo de la angustia se apoderó de mí. Ana está en el quinto mes de su embarazo gemelar. Los pronósticos indican que en septiembre su reposo deberá ser intermedio y en octubre, absoluto. Eso nos da exactamente dos meses para realizar los tradicionales baby shower's. Parece un tiempo adecuado e incluso sobrado pero cuál es mi sorpresa cuando leo que dichos eventos se planean uno o dos meses antes de la fecha más o menos prevista.
En lo personal, los baby shower's me parecen la cosa más aburrida e insulsa del planeta. Recuerdo, enmedio de una serie de sentimientos encontrados, aquéllos a los cuales mi madre me obligó a ir porque eran actividades y compromisos propios de mujercitas. Hace poco, tuve a bien asistir a uno y noté con extremado asombro que, no sólo no me aburrí, sino que hasta tuve el descaro de pasarla bien.
Sin embargo, pensé en algunos ajustes. Pensé en organizar una serie de baby shower´s temáticos y que los juegos y actividades giraran en torno a ese tema. Le conté mi idea a Ana y con su temperamento de mujer embarazada me miró fijamente y me dijo: “Quiero un baby shower normal, con pañales, sopas de letras, concursos que impliquen comer Gerber y todas las cosas normales que se hacen en un baby shower normal”. En ese momento asumí que tendría que organizar un evento de ésos que describían en bbmundo y sobre todo que tenía que echar mano de un par de amigas con experiencia en estos casos.
Hace poco le dijimos a Marlene, una amiga entrañable, que nos ayudara a revisar la lista de invitadas y el fin de semana Karina se ofreció a ayudarnos con la organización de uno lésbico. Estoy muy agradecida con estos gestos, pero al momento de reflexionar en cómo se ha ido desarrollando este evento, debo hacer una parada obligatoria en dos casos: la familia y los amigos en Monterrey.
Parte de haber vivido más de veinte años en Monterrey y casi tres en el DF nos coloca en un punto difícil, porque hemos encontrado amistades en estos dos lugares y en ambos nos gustaría compartir con nuestros amigos. Ana y yo pensamos en que si viajábamos a Monterrey durante julio podríamos hacer uno en el que reuniéramos a nuestros amigos y parte de nuestras familias. Es parte de una filosofía de “si la montaña no viene a mí”, pero yo hasta la fecha no estoy segura del éxito de un baby shower para la madre de mis hijos en mi familia. No tengo empacho en decir que mis padres no se han mostrado demasiado cálidos al respecto, su postura, respetable o no, es que si yo no soy quien carga a los bebés en el vientre, entonces no son mis hijos, por lo tanto, no son sus nietos. Parece increíble que las explicaciones de cómo funciona la genética y la biología no sean suficientes para ellos y de pronto pienso: “Si eso es lo que piensan mis padres, qué es lo que pensará mi sacrosanta abuela”. Yo soy más pesimista que Ana, ella se entusiasma y se entrega de una manera que francamente yo temo, así que cuando hicimos la posible lista de un baby shower en Monterrey enlistó a mi madre, mi hermana, tías y abuela. Accedí, como siempre he dicho, uno no puede ir por la vida dejando de hacer cosas por miedo, pero debo admitir que siento algo indefinible en el fondo de mi alma. Los amigos no me preocupan, han permanecido los que deben permanecer y se han ido los que tuvieron que irse. Están los que se fueron porque nuestro matrimonio les insulta y están los que se fueron porque atravesamos por etapas distintas de la vida. Pero los que están, están ahí por algo. En cambio la familia, la pone a una en encrucijadas complicadas.
El sábado pasado fue la fiesta de cumpleaños del sobrino de Ana y ella descubrió con gran tristeza que no podría contar con su familia por una sencilla razón: a la familia no le interesa juntarse ni procurarse ni celebrarse ni nada por el estilo. Eso a Ana le impactó mucho y lo difícil no es darse cuenta, sino ir asimilando que nuestras familias se han constituido por personas que no tienen lazo sanguíneo entre sí. Al momento de despedirnos, la mamá de Vili (esposa del primo de Ana) se ofreció con singular entusiasmo a organizarle un baby shower a Ana. ¡Qué maravilla! Después de todo, la familia política del primo no tiene obligación alguna con nosotras.
Luego me puse a pensar. El baby shower me angustia por más de una razón y las emocionales son las más escabrosas, porque creo que se puede asimilar ir por la vida sin que a una le regalen mamilas y cobertores y pomaditas y pañales, pero una no puede asimilar tan fácil que va a ir por la vida sin personas que se suponía debían estar ahí para hacer el clan y la manada más grande y protectora para la cría. Yo no estoy con los movimientos de Viva la Familia y el Día de la Familia desde el punto de vista santurrón, estoy con la idea de la familia por opción y los distintos tipos de familia, pero irles diciendo adiós a los cosanguíneos es muy doloroso. Y esto, por desgracia, poco tiene que ver con que seamos lesbianas madres, tiene que ver con nuestros núcleos y algunas incomprensiones y disfuncionalidades que espero en el fondo de mi alma a nosotras no nos pase.
Pero bueno, que el baby shower es inminente y debe organizarse de un momento a otro y tiene que hacerse de la manera tradicional, porque este evento es único y exclusivo de la madre. Aunque tiene su origen en la solidaridad de otras personas en la difícil tarea de hacer un micromundo más amigable para los niños, creo que el baby shower también es una muestra de afecto fraternal por parte de la gente a quien conoces.
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