En menos de un mes...

En menos de un mes nuestros hijos cumplirán dos años. La serie de experiencias que hemos acumulado no son ni remótamente algo que hubiéramos imaginado en algún momento de nuestras vidas. Las expectativas han quedado sobrepasadas y nuestras capacidades también. Hoy leía un blog de una madre lesbiana en USA que tiene 8 hijos. Y me sentí tan EXAGERADA! Tener dos hijos es realmente muy fácil! Todo es cosa de hacerse a la idea y ya está. Más ahora que ya ayudan y entonces el que tiene las manos libres (o serán las nalgas desocupadas) le ayuda a Mami o a Mamá con el pañal del que está siendo procesado por el departamento de limpieza. Somos de esas mamás que dicen "mijito chulo precioso, me pasas eso (lo que sea) que me queda a cinco centímetros de distancia, ah sí, por favor!" y se siente TAN BIEN! ja ja ja, Bueno, la verdad no es cierto, mi conciencia moral y años de explotación de un padre latoso me ayudan a tomar conciencia de no hacer eso. Como quiera sí les pedimos ayuda cuando estamos realmente ocupadas y ya son tan autosuficientes que son capoaces de brindarla. Son unos humanos muy, cómo decirlo... PERFECTOS!

Santiago es cada vez más intrépido, lo cuál le ha hecho descubrir los dolores y los placeres de la vida. Es muy dulce y condescendiente, y habla con la mirada, porque las palabras todavía no adquieren mucha forma. Su voz es ligeramente grave, como la de Mamá. Tiene una mirada muy alegre y siempre está feliz. Es testarudo, y desde ahora se puede adivinar que va a ser un viejito plazero refunfuñón. Es divino. Su pelito lacio es cada vez más largo y eso que se lo depunté una noche mientras dormía por allá de junio. Estamos decidiendo si raparlo o no. Era tan adorable cuando era pelón que queremos repetirlo. Su piel es muy delicada y delgadita, se hace moretones con cualquier roce, y con lo hiperactivo que es pues siempre trae alguna mallugadura. Además le gusta la acción, sobre todo si se trata de jugar brusco con niños mayores, brincando y trepando. Tiene un cuerpo tan exquisito que no quitamos el dedo del renglón con aquello de meterlo a bailar. Además le encanta la música, apenas la oye y brinca de emoción. Le gustan los carritos, pero también le gustan las carreolas y los carros de súper creo que en realidad lo que le gusta es el movimiento. Le fascinan los juegos de correr y perseguir. Y luego le gusta jugar con las muñecas y cambiarles el pañal.

Diego es sereno, profundo y su mirada es de una ternura que lleva milenios. No me cabe duda que estos dos señores decidieron venir juntos al mundo porque planean alguna travesura gigante en nuestra sociedad. Son almas viejas y llenas de energía y experiencia... Otra vez me pachequié verdad? Bueno, les decía que Diego es meditabundo y parsimonioso... hasta que se enoja! Entonces algo que parece energía contenida por días y días emana de su cuerpo y explota en una rabieta que estremece al mundo. A Diego le siguen encantando los perritos y esto es una ventaja porque con mencionarlos se vuelve a poner de buen humor. Le encanta colorear y armar cosas, como con los legos. Le gustan las pelotas y las muñecas. Le encanta "leer" cuentos.

Se quieren muchísimo. A Santiago le gusta jugar al "tope-borrego" con la cabeza de su hermano. Diego prefiere darle besos en el cachete, o el ojo o donde vayan cayendo porque el remolino Sampito se mueve y nunca le atina. Si Sampi se estresa (que pasa muy seguido) Diego lo calma acariciándole la cabeza y dice en una voz dulzona y fingida "ya, ya, bebé, ya" Y Luego le pregunta en su voz normal "Tau bé, Tati?" Hace tres días regañé a Santiago, simplemente por mala persona que soy (bueno, no, en realidad estaba metiendo los deditos al enchufe de la corriente eléctrica). Sampi se sintió profundamente herido y estresado por lo que se fue llorando en busca de consuelo, desde la sala vino Diego corriendo a regañarme: "No Mami, muy má! Muy má, Mami" Y se fue detrás de Tati.

Se quieren, se protegen, se ayudan y se molestan. Hasta la indecibilidad. Se molestan por estar, por no estar por jugar y no jugar, por dormir y no dormir, en fin, se molestan porque son hermanos, pero luego se vuelven a querer. Y ya van a ser dos años. Me pregunto cuántos más años serán?