miércoles, enero 09, 2008

El veto de Nati

EL pasado 5 de enero salió en El Norte un artículo editorial firmado por Carolina López y titulado precisamente así El veto de Nati. Yo, como muchas personas en esta ciudad, no tengo la más mínima idea de quién es Carolina López, y algo exactamente igual le debería pasar a ella si le mencionan mi nombre. La diferencia es que al leer en voz alta “Carolina López” mi mente piensa en un millón de cosas ANTES de pensar “ah, pero por supuesto, debe tratarse de una mujer violenta que ha de estar criando hijos que en el futuro serán parte de una banda del crimen organizado”. Sin embargo, ella piensa que el veto que le impuso Nati a la Ley de la Familia obedece a intereses extravagantes, cuestiona a nuestro gobernador “¿Se dejaría llevar por algunos escritores o colaboradores cercanos que se manifestaron en contra de la iniciativa?”, a la vez que nos lanza una importantísima pregunta: “¿Olvidaría que los diputados representan a los ciudadanos y que no son ellos, sino nosotros, quienes tenemos la última palabra?¿Cuántos nuevoleoneses firmamos o le dijimos a Nati que no queríamos la ley?”. Qué curioso, porque eso mismo me estaba preguntando yo, cuántos nuevoleoneses firmamos y le dijimos a Nati que sí queríamos esa ley, que necesitábamos proteger una construcción social denominada familia y sobre todo, que fuera excluyente y se pasara por el arco del triunfo el dichoso Estado laico en donde constitucionalmente se supone que vivimos.
Dice la editorialista: “Por más que le busco no encuentro ninguna explicación lógica al veto del Gobernador Natividad González Parás, el pasado 22 de diciembre, a la Ley de la Familia. Y menos aún se entiende su prisa por hacer valer las atribuciones constitucionales para regresar la iniciativa al Congreso”. Pues claro que no lo entiende, porque difícilmente la gente entiende que la moral católica es cosa exclusiva de los católicos, que al basar la ley en la mentada Carta de Juan Pablo II se hace gala impunemente de la intervención de la Iglesia en los asuntos del gobierno y de paso porque la gente no quiere dejar sus prejuicios atrás para empezar a comprender otras situaciones. A la fecha, puedo ufanarme de no contribuir a que los índices de violencia aumenten en Nuevo León y puedo ufanarme también de NUNCA haber estado en tratos con el narcotráfico. Dice López: “Es sumamente extraño que con los problemas que tiene Nuevo León, como el aumento de violencia y la delincuencia organizada, el Gobernador le dedique tiempo y energía a la descalificación de una ley que lo único que trata es proteger a la familia de tantos males actuales -como los ya citados- y reafirmarla en su tarea de formadora de seres humanos”. Si esto fuera verdad, si la familia fuera la formadora de seres humanos loables, pues el mundo nunca habría tenido problemas. ¿O a poco la desintegración familiar que presumen sufría la familia de Diego Santoy es culpa de las familias alternas? Exactamente cómo funciona esto, cómo al conformar alguien una familia diferente a la de padre, madre, hijo y mascota feliz afecta en la del vecino que nada más de ver una familia diferente, digamos, un padre que vive solo con sus dos hijas, se le zafa un tornillo y decide formar una banda de asaltantes de Súper 7. O peor aún, las hijas de este padre al darse cuenta de lo diferente que es su familia van a reclutar a las personas más perversas y aberrantes para ejecutar a políticos corruptos que estorban en el camino del narcotráfico. Los comentarios continúan por la misma línea: “El caso es que mientras en Europa cada día se unen más organizaciones e instituciones para reforzar y proteger a la familia de las agresiones que ha estado sufriendo en los últimos tiempos, en Nuevo León nuestro Gobernador veta una importante ley que ya quisieran países europeos haber tenido vigente hace ya muchos años para prevenir los terribles males sociales que hoy padecen”. Sí, estoy de acuerdo, la familia está sufriendo, la institución, el modelo, parece decirnos al borde del colapso que no, que no está funcionando, que está próxima a sufrir una transformación. Ajá, ¿pero eso que tiene que ver con las familias homoparentales? Que la familia no esté funcionando como formadora de seres humanos, que cada vez menos gente quiera fortalecer los lazos y reproducirse y que los índices de violencia y crimen organizado estén al alza no es culpa de dos personas del mismo sexo que desean amarse, ¿o sí?, o como por qué mi amor como el de tantas otras parejas de gays y lesbianas está contribuyendo a que la familia como la conocemos hoy esté perdiendo popularidad o importancia. ¿O cómo el amor convierte a los hijos de familias heterosexuales en ladrones y asesinos? ¿O cómo el amor convierte a los hijos de familias homosexuales en algo despreciable? Ya casi para acabar dice: “Así las cosas en Nuevo León: el Estado enfrentando graves problemáticas, como el aumento de violencia y del crimen organizado, y al parecer lo único que incomoda y hace reaccionar al Gobernador es una ley noble y necesaria para beneficiar y ayudar a las familias de Nuevo León a cuidar y educar a sus hijos lo mejor posible”. Yo digo, Ana y yo tenemos hijos y le guste a la gente o no, formamos una familia. ¿Dónde está la nobleza de esta ley que define de entrada el carácter de la familia como aquella formada entre un hombre y una mujer? Muy claro mensaje anti comunidad LGBT, ¿no? Un golpe duro, seco y directo a la cara, con otro mensaje también claro: hay que sentar precedente para que en el futuro no se pueda crear la figura jurídica de la Sociedad de Convivencia o el Pacto Civil de Solidaridad porque, guess what? ¡ATENTAN contra la familia! Al final, la columnista concluye algo confuso: “Es bueno recordarle a Nati que sin esta educación y sin este cuidado sería muy difícil, por no decir imposible, que algún día se logre combatir la violencia y la delincuencia organizada en nuestro Estado. Ésta nace y se cultiva precisamente en el seno de familias disfuncionales o desinteresadas en formar hombres y mujeres de bien”. La violencia y la delincuencia organizada nace en el seno de familias disfuncionales o desinteresadas en formar hombres y mujeres de bien. oK, ¿Y cómo una ley excluyente podría despertar el interés o convertir en funcionales a las personas que integran una familia? Let´s go back to 1978, si el gobernador en aquel entonces hubiera aprobado un esperpento de ley como ésta ¿mi madre me habría tratado mejor?, ¿mi padre no habría sido ausente?, ¿el papá de mi primo X no habría tenido una amante?, ¿mi tía X no habría intentado suicidarse porque el marido la dejó?, ¿Salinas habría sido menos ratero?, ¿el narcotráfico no existiría?, ¿no habrían matado a Colossio? ¿De verdad en eso piensan cuando piensan en la Ley de la Familia? ¿O es solo un asunto de miedo a lo diferente?

2 comentarios:

Duende dijo...

Clap! clap! clap!.
Como bien lo han de saber, estoy totalmente de acuerdo contigo.

Pinche vieja, y como ella son la gran mayoría, y qué bueno que mínimo por aquí podamos expresarnos, ojalá las inviten a uds. y otr@s más para que hablen al respecto y traten de abrir un poquito los ojos a ésta sociedad tan deprimente.

Saludos y besos a los 4
Ya pronto estaré en tierras regias.
A ver si ahora sí se me hace conocerlos.

Besos

Anónimo dijo...

Mmm puede parecer risible el asunto pero la triste realidad es que hay mas gente que piensa como esta señora, el problema mas fuerte es que la ignorancia amenaza con legalizar proyectos de este tipo, que jodidos tiene que ver dos mamis con unos chin#$%& asaltantes, delincuentes, violadores, etc??? estamos en el hoyo caray!!! me gustaría que en lugar de joder al prójimo con sus propuestas de ley inservibles hicieran algunas para refundir en la cárcel a los altos jerarcas de las iglesias que violan niños, a los políticos que nos quitan el pan de la boca, esooooooo en lugar de proponer huevadas!!! Chicas un abrazote y a seguirle con todo!!! besitos a los dos niños mas lindos del mundo!! (hasta que tenga l@s mios eh??? jajaja) bendiciones!!!
MarinaXP