miércoles, septiembre 16, 2015

Alley cat

Pues sí, parezco ya una gata callejera, no porque me la pase en la calle, sino porque ya me di cuenta de que me gusta más irme por los callejones que por las calles abiertas. Resulta que en El Paso, entre cada hilera de casas hay una callejuela trasera, precariamente pavimentada y que da a las puertas traseras de edificios y casas. Por ahí pasa el camión de la basura y hace su mentenimiento, por ahí casi no hay gente.
Una de las compas de maestría de Crix es de Vallarta y nos contaba hace unso días que en su ciudad es usual encontrarse gente en la calle o en los comercios y saludarla, la conozcas o no. Y que por lo tanto se siente aquí a sus anchas. Que se habla mal en su ciudad de quien no saluda, porque es como si su mamá no le hubiese educado. Yo le explicaba, que acostumbrada al anonimato de las grandes ciudades, yo a veces no saludo ni a la gente del elevador, que de ehcho em parece incómodo y lo evito a toda costa.
Así pues, aprece que en El Paso, TODO mundo sale de su casa a las 7:40 am que salgo a encaminar a Diego y Snatiago a la escuela, y mientras ellos van muy orondos saludando en inglés y español a cuanta gente encuentran, yo mascullo entre dientes "muenis días" sin hacer contacto visual con quien me topo. Por lo tanto, a mi regreso y ya a solas, me voy entre callejones para evitar todo tipo de saludador contacto humano. Soy como una gata huraña entre callejuelas.
Ya por la tarde, el mismito sol candente y hostigante me protege, porque nadie quiere andar en la aclle aesa hora. Así que me pongo un ENORME sombrero rojo de ala ancha que Santiago se encontró en un paseo y me voy caminando sin encontrar a NADIE a quien saludar. Aún así en mis paranoias me imagino a lxs vecinxs asomadxs por las ventanas y viendo a la "lesbiana del sombrero rojo" que nunca saluda. Yo me imagino que traigo un letrero tipo la "L" violeta (mi remake de la letra escarlata, en versión lencha).
JURO que en la escuela, cuando llego por mis hijos todas las mamás voltean a verme con cara de "qué le pasa a esta tipa loca con su sombrerote" y menos ganas me dan de decir hola. La verdad es que a veces, cuando me pongo de antisocial, ni yo me aguanto... Pero supongo que son los pensamientos que provoca la insolación en el desierto...
En fin, esta tarde me tocará ser sociable, porque pienso ir con mis hijos a un centro comunitario LGBT a conocer lesbianas. Dicen que hoy hay un evento y me pondré cordial y saludadora...

1 comentario:

Manuel T dijo...

Antisocial tu? Que te hicieron? Quien te pego? La Ana que yo conozco le saca platica a todo mundo!