lunes, marzo 25, 2013

Bitácora de Vacaciones: Día 4

Hoy fue un día que yo quería tranquilo. Pensé: total, es lunes, no hay que hacer planes porque todo estará cerrado. Mami se fue temprano porque debía ir a la UAM y yo me alisté porque había quedado de ayudarle a una chica con una entrevista para su tesis. La cita era en un cafecito en el parque de Mariscal Sucre.


Después, yo quería regresar tranquilamente a casa a terminar la saga de Candy Crush pero los bribones no me perdonaron la vida. Dijeron que querían ir a una galería. Insistí en que los llevaría a un parque por la tarde, pero no quisieron.  Entonces fue cuando consulté mi Tiempo Libre que todo lo puede y vi que el museo del Palacio de Iturbide permanecía abierto los lunes. Ese museo también lo habíamos visitado en julio, pero ahora tenían como exposición los artilugios de la plata.


Dimos rápidamente el recorrido y nos metimos a la sala de cómputo en donde hay cosas muy interesantes sobre el virreinato y demás épocas. Diego se apoltronó en una computadora y no la soltó. Poco me pude enterar de lo que estaba haciendo.
A Santiago lo ayudé a hacer las actividades y lo puse a que leyera los textos de la compu. Pronto le agarró la onda del juego y se emocionó tanto que cuando terminamos quería seguir con otra actividad. Entonces lo puse a escuchar algo de historia que yo supongo era de Juárez pero la verdad no estoy segura.

Finalmente, tuve que sacarlos a rastras y me pidieron volver. Creo que algo de todo esto se les quedará grabado en el cerebro... eventualmente.
Ahora están en su cuarto, esperando la hora de dormir y viendo una de esas películas de Semana Santa que programan en la tele. Ben Hur o algo así. De todas maneras no la están pelando mucho porque están platicando de quién sabe qué tanto. Solo se oyen sus voceitas.

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