sábado, marzo 23, 2013

Bitácora de vacaciones: Día 2

Como me agüitó el hecho de que a Santiago le pusieron, en mi opinión injustamente, un 6 en Formación Ética y Cívica (algunos se enteraron de este drama en el facebook de Ana), pensé en que llevarlos al Palacio Nacional a la charla didáctica "De pastorcito a Presidente" sería una muy buena manera de reforzar el contenido del mes de marzo. Se suponía que la plática tendría actividades y estaba diseñada para niños entre 6 y 12 años. Pues ahí tienen, me levanté a las 8:30 para alcanzar a lavar un poco de ropa y a preparar un desayuno contundente para la expedición vacacional, ahora al Zócalo capitalino. La cita era a las 11:00, así que faltando 10 minutos para las 10:00, les dije a Diego y a Santiago que me hicieran el favor de ponerse ropa de salir. Justo en ese momento descubrí que el menor de todos mis hijos no había tocado NADA del plato del desayuno. Con argucias de madre, lo convencí de que devorara los alimentos en 20 minutos. Así que para las 10:20 ya íbamos rumbo a nuestro destino final.
Llegamos muy emocionados y resulta que habían cancelado la charla. La persona que da informes en el Palacio Nacional, al ver el puchero de Diego, nos aconsejó irnos al Museo de las Culturas, que está al lado. Así que me enfilé junto con mis huercos al museo que ya habíamos visitado en aquel mes en que Mami se fue de viaje, claro, no sin antes tomarles una foto del recuerdo:



Santiago estaba un poco conmocionado: "¿Aquí vive Peña Nieto?" Le expliqué que no, que vivía en Los Pinos, en el lugar aquel que hace precisamente una semana le indicamos. Como lo traía muy fresco, entonces hizo el match: "AAAH! Entonces trabaja aquí".
Nos fuimos al Museo de las Culturas y los chicos no lo reconocieron luego luego, sino hasta que vieron la escultura de un centauro.


La parte positiva es que pasamos una hora en el segundo piso en donde hay una sala interactiva muy interesante en donde incluso tienen  una colección muy chida de Astérix y Obélix. Santiago me pidió que leyéramos juntos un cuento, mientras que Diego se fue a picotearle a cuanta máquina se encontró.

Diego no quiso leer. Prefirió todos los chunches electrónicos, sin embargo, creo que debo llevarlo más seguido para enviciarlo en los cómics franceses. Santiago hizo buen balance. Después de leer, se fue a hacer un memorama en computadora y a jugar con unas pantallas.


Después, bajamos a un rápido recorrido por la exposición permanente, más que nada para hacer tiempo porque a la 1:00 pm habría un taller sobre el GO. Yo no tenía idea de qué se trataba el juego, yo solo quería que tuvieran un taller porque se nos habían frustrado los planes de dos días consecutivos. El juego es muy interesante. Lástima que ya estábamos un poco cansados. Aún así, nos animamos a jugar algunas partidas:


Santiago jugó conmigo. A Diego le tocó un contrincante con el que se llevó bien al principio pero hacia el final por poco se agarra a pedradas, por eso interrumpimos el juego para ir a comer un hot dog y emprender el camino de regreso a casa.

Habíamos quedado de volver a casa pronto porque Mami quería salir a comer. Traía un antojo absurdo de caldo tlalpeño motivado por una de esas fotos de instagram/facebook/twitter, donde alguien retrató la comida que estaba a punto de engullir.
Tras una breve escala en casa. Fuimos a comer. Yo tenía toda la intención de que Santiago practicara letra cursiva en el restaurante, pero francamente lo único que quiero hacer en este momento es volver a casa y ver alguna película y ya. Tal vez al rato, tal vez mañana, o tal vez el lunes empecemos con ese escabroso asunto para que a Santiago no se le olvide que está en primer año y ya sabe leer y escribir.

2 comentarios:

Caminos del Espejo dijo...

Os leo desde hace años, y creo que nunca he dejado comentarios. Quería decirte que tenéis unos hijos guapísimos y encantadores, y que leer vuestra experiencia como madres me alegra muchísimo.

Es muy bonito la forma tan dulce y entregada en la que educáis a los peques!!.

Os mando un abrazo enorme!

Caminos del Espejo

Akaotome dijo...

Muchas gracias, Caminos del Espejo.
Nos alegran mucho los comentarios!
Gracias por tus palabras.