domingo, noviembre 25, 2012

De Ásperger, apegos, continuos lesbianos y otras vaguedades...


Bueno, hace mucho que no escribía uno de mis corazones vernáculos, pero pos hoy ando melancólica...
La verdad es que hoy te extraño más que de costumbre, y no es fácil. Esta mañana tuve una experiencia catártica y reveladora. Y abriremos este postito musical con una clásica de lloraderas, esta me la autodedico porque yo me fuí.


Siento que hay personas con las que me es más facil hablar que con otras, a las que les podrías revelar incluso los secretos más íntimos del alma. Contigo la mitad del tiempo me da miedo decirte lo que pienso, mucho más lo que siento. Yo tengo un problema muy fuerte para verbalizar mis sentimientos. En la semana, una compañera de la escuela me invitó a compartir un pedacito de su vida íntima, en la que hay una persona con Asperger. A veces me siento como si yo misma lo tuviera. Pero asumiré que entre mis múltiples diagnósticos de salud mental, el asperger no está incluído. Mi madre, estoy casi segura que lo padece, al igual que una sobrinita. Conozco gente que vive con él. Se supone que una de las características es que se les dificulta enunciar sus emociones. Es decir, pueden tener un mar de emociones dentro de la piel, pero no lo expresan, una especie de alexitimia. Y así me siento a veces. Esta personita de la que me enteré esta semana, tiene la capacidad de plasmar emociones vibrantes por escrito y puede pasar semanas sin decir una palabra.
Logro perfilar cada frase y redondear cada palabra para que diga sin decir y termino disimulando, creo que ya sabes cómo. A veces me siento así, como si un montón de emociones estuvieran luchando por hacer erupción dentro de mí y como si quisiera escupirlas todas a la vez. Y de alguna manera logro reprimirlas, diferirlas, sublimarlas o llorarlas. Sacarlas donde nadie pueda escucharlas, leerlas, saberlas. Me da pánico que mis palabras y mis letras puedan ser usadas en mi contra. Jamás comprendidas. Dejar de ser amada por ser capaz de amar tanto. Me da miedo asustar a la gente con mi intensidad, porque ser intensa no es bueno. Y bueno, a nadie le gusta ser la “psycho”. Así paso mis días sintiendo que un día voy a explotar.
Y luego me vienen los miedo más locos, tontos y absurdos que puedan existir. Me da miedo el olvido, la desmemoria. No es que yo quiera vivir eternamente, ni son ánimos de trascendencia, es sólo pánico a que el aluminio de los sartenes invada la cabeza de la gente provocándoles Alzheimer. No quiero ser olvidada. Dicen que santo no visto no es adorado. ¿Y si te olvidas de mí? ¿Qué pasará si te olvidas? Sabes que te quiero demasiado. Tu lo sabes aunque nunca lo haya dicho así.
En fin, como decía, esta mañana desperté con unas ganas locas de escribir cómo me siento y bueno, descubrí un mensaje en mi inbox que decía: “reclamo corazonal, ya ni te acuerdas de mí”. Esos reclamos me encantan. Son una invitación a exprimirme el alma. Pero no todo mundo los hace, ni con cualquiera es igual de fácil sacudirse el tiempo y la distancia. Por eso fue catártico.
Comparto mi respuesta, porque es algo de lo que necesitaba expersar esta mañana y no sólo a quien me escribió, sino a ti también.
De hecho sí me acuerdo, y mucho. Ando un poco de bajón también. No me quiero conectar, no me quiero asomar. Es como ponerme de pechito para darme cuenta que ya no estoy allá y me duele un chingo. Estoy súper triste y bueno, creo que sigue sin pasárseme mi estado de ---. Entonces pues... entre menos me conecte es como mejor. Justo antier o ayer, pero me late más que antier, le decía yo a Crix que extraño nuestros martes y jueves, o sea de las cuatro juntas. Y bueno, hasta con decirte que a --- y a --- extraño, pero --- como extensión de tí. ¿Me explico?
Acabo de leer "Teoría King Kong" de Virginie Despentes y hasta tuve que hacer una presentción, y ¿cómo te explico que nada tiene el mismo sabor sin ti? Es muy triste. Lo único chido es que contigo sí tengo la plena confianza de decirte que te quiero un chingo. :)
No sé si algún día vuelva a tener en la vida algo como lo que teníamos en Monterrey. Y bueno, es muy triste pensar que para "vivir mejor" tenga que sacrificar algo tan importante como las amistades, ¿no? Es algo muy inexplicable. Creo que si la gente fuera tan sensible como yo, un poco más histérica de perdida, no me sentiría tan culpable de querer tanto a la gente nadamás por darme los buenos días. Soy como un monstruo de apegos y eso "dicen" no es sano...

Me molesta pensar en la no historia, la no relación, ese rollo de no poder llorar por lo que no tiene nombre, por lo que no se dice. Como siempre lo que más duele es lo no enunciado, la incapacidad de hacer un pacto, no puedo decir adiós porque no hubo un hola. ¿Quién puede cerrar lo que no se abrió?
Pero yo siento lo que siento y eso se sabe y así daré por hecho que hubo un algo, aún sin querer hubo un algo.
No quiero ser olvidada. La distancia es ya de por sí una entidad insuperable, y si le sumamos el tiempo me parece un problema sin remedio. Se me estruja el alma de pensar que mi recuerdo vagará solito por allí sin ser retenido en la memoria de alguien a quien quiero tanto.
Y sí. Así me siento. Como un monstruo de apegos. Como una escritora de finales del siglo XIX escribienddo a sus amigas para que luego la mirada suspicaz de siglos venideros trataran de desentrañar si eran lesbianas, si allí había amor. Claro que hay amor. Creo que no hubieran podido escribirse así sin amor. Me siento, y perdón que me aflore la maestría, en un continuo lesbiano a lo Adrienne Rich.
En fin, creo que se me acabaron las palabras otra vez y recurriré a las de alguien más:
El concepto de heterosexualidad obligatoria llegó a ser un concepto clave para el feminismo lesbiano. Además de este concepto, en su artículo, Rich acuñó otros que también alcanzaron gran repercusión; por ejemplo, su propuesta de un "continuo lesbiano" entendido como el ámbito que crean las mujeres al identificarse con otras mujeres. Este concepto hace referencia a la solidaridad entre las mujeres que surge como resultado de la resistencia a las coacciones derivadas de la heterosexualidad obligatoria, que es el mecanismo clave de la dominación. El "continuo lesbiano" no se define exclusivamente por la sexualidad que se practica, es la afinidad con otras mujeres, sexual o no, la que nos sitúa dentro de ese continuo lesbiano. Precisamente la gran capacidad integradora de los conceptos empleados por Rich ha provocado inquietud, porque se intuye que podría tener el efecto de diluir esa identidad lesbiana específica, con sus connotaciones de deseo y de relaciones eróticas con otra mujer, que tanto esfuerzo costó elaborar.
Tal vez sólo sea la gripe y yo me debato tratando de dar significado a mis emociones. Tal vez sea mucho, muchísimo más que la gripe. Tal vez necesito dejar de intentar justificar cómo me siento y dedicarme a expresarlo tal cual y que sea cada quien que lo resignifique como le de la gana. Me gustaría darme permiso de sentir impunemente y ya. Quizá sea yo la que deba olvidarme de mí.

3 comentarios:

Chocolate dijo...

Dejar atrás una vida es muy difícil. El movimiento nos genera muchas emociones distintas, nos cambia, y cambiar duele. Pero en la más profunda naturaleza del ser humano está la evolución, y no podemos negarnos a ella.
Me ha tocado ser la que se queda y me está tocando ahora ser la que se va. Dejar atrás tanta gente con la que hemos ido construyendo cachitos de nuestras vidas es una tarea que se antoja imposible. Pero, como me dijo una gran amiga, no nos afectemos por los continentes, hagamos continentes de nuestros afectos.

Abrazos dulces.

Anónimo dijo...

Gracias! :)

Anónimo dijo...

Mi psquiatra dice que (literalmente) estoy loca, pero no, yo pienso que estoy en algun punto del espectro autista. No me gusta la gente (ni estar ni hablar con ellos ni tocarlos ni oirlos), no expreso emociones y tambien puedo pasar mucho tiempo sin hablar. Me expreso mucho mas libremente por escrito y la gente a la que le he contado cosas muy intimas han sido siempre ciberfriends. La cosa es que no puedo evitar ser freak, pero entendi con el tiempo que tampoco me interesa complacer a nadie, no siento la urgencia de quedar bien ni que me acepten ni que me quieran ... talvez por eso no se me hace tan pesado ni la he sufrido mucho.Mi hijo tambien esta en el espectro autista pero el pobre si la sufre porque el si tiene la necesidad de ser social. Estoy aprendiendo con el.