Día 20.-
Jueves
6:00 am despertar
Anoche me dio insomnio. Terminé durmiendo como hasta las 2
am en hora del pacífico, lo cual es equivalente a las 4 am de mi cuerpo. Cuando
sonó el despertador de plano no me pude levantar y puse 10 minutos más. Me di vueltas
en la cama. Fingí que me dormía. La culpabilidad de seguir en la cama no me
dejó volverme a dormir.
6:12 am despertar de verdad
La noche anterior me unté Icy Hot para el pie cansado con la
esperanza de que resucitara, pero yo no estoy muy segura de que el asunto sirva
de algo, ya que la pata seguía hinchada y adolorida. Apoyarlo en las mañana me
duele mucho aunque haya alfombra, así que además de buscar y seleccionar la
ropa del día, me vi enfrascada en buscar la venda del pie entre tanto mugrero
que habita mis maletas.
6:30 am meterme a bañar
Eventualmente encontré lo que buscaba. También he hecho un
hábito de robarme los shampoocitos y demás enceres hoteleros, y puesto que sólo
estaré en el Hilton 3 noches, preferí guardarlos y sacar las muestras gratis de
shampoo fructis que traigo cargando desde Atlanta. Me bañé sin prisa, con agua
tibia. Y me acicalé con calma.
7:00 am sacarme la ceja
Me di tiempo de revisarme cada poro en un espejote de
aumento que está pegado a la puerta junto al espejo del baño. Es una cosa que
debería de haber en cada cuarto. Ya que me vi los pelos de león de cerca, hasta
ganas me dieron de hacerme una electrólisis. Como no es el caso de momento,
opté por la opción rápida y casera, sacar de la cara cada uno de los pelos que
me molestan.
7:20 vestirme ya arreglarme. Arreglar el cuarto.
7:45 am bajar
8:15 am junta en el lobby
8:30 am salir del lobby.
El camino a la primera cita del día fue poco menos que
trágico. Literalmente terminé llorando. Hay un hábito entre los compañeros de
arrebatarse la palabra unos a otros que después de 20 días llega a ser un poco
fastidioso. Amanecí sensible quizás. Me molestó muchísimo darme cuenta que en
estos 21 días, o al menos 15 días laborales, con por lo menos dos o tres citas
al día, lo cual equivale como a 30-45 reuniones, sólo dos hayan sido sobre
lesbianas. Una de ellas en temas de salud enfocados a la mujer en general,
incluyendo mujeres trans. Y la segunda, hoy, de 45 minutos. Obvio, lo hice
notar, y la respuesta, entre gritos y sin dejar terminar frases unos a otros
fue que muchos temas de lesbianas se incluían dentro de lo gay. Me avasalla esa
misoginia, esa invisibilidad. La otra respuesta fue “tampoco se han visto
tantos temas trans”. Ya parecen no recordar que a) hasta fuimos a un centro
comunitario exclusivamente trans, b)tuvimos una reunión con una persona trans
en DC, c)cada vez que se trató un tema importante en DC se incluyó el tema
trans y D) (la más importante a mi parecer) venimos cinco gays y dos lesbianas
a este viaje, lo mínimo justo es darles a estas dos lesbianas algo qué llevarse
a casa también. Me sentí agredida desde el interior de un grupo que yo pensaba
que ya era lo suficientemente sensible al tema y me da ansiedad el pensar que
si este “ataque” se da desde adentro, es que afuera está todavía más cabrón.
Como bien diría Gabriel, un triste caso de “fuego amigo”.
9:00 am
cita en Our Family coalition
Nos recibió Renata Moreira, Acting Policy director, que es una mujer brasileña. Muy amable, hasta se ofreció a hablar en portuñol. También estaba la
mayor parte de su staff. Hablamos de cómo trabajan con escuelas, la Inseminación casera y nos dieron una súper idea “el cuento familiar” libro con fotos contando
la historia de la familia.
10:30 am termina cita.
10:45 visita al Golden Gate Bridge
Nos llevaron a ver el Golden Gate Bridge, donde a pesar de lo que uno podría esperar no brinqué ni me tiré del puente.
12:15 pm comida en un
lugar de ensaladas y Walgreen’s
1:00 pm
termina lunch
1:30 pm Out
and Equal Workplace Advocates
Puede que sí esté ya un poco cansada e histérica de tanto
tiempo, tanta junta, tantos días lejos de casa. Me dio por regañar a Gabriel
por poner un vaso mojado encima de un libro. Le dije “ese vaso está mojado y el
libro no te lo vas a llevar” Lo quitó, secó el charquito con una servilleta y
me dijo muy serio “tu y tu complejo de mamá”. ¿Es tan complicado tener
consideración de cuidar las cosas que no son nuestras? Pero bueno, como él
mismo diría: “ya no hay decencia”. Y yo ya estoy muy intolerante. Creo que el
exceso de emoción por estar en esta ciudad me quebró.
2:30 pm vamos a la siguiente cita
3:30 pm San
Francisco LGBT Community Center
En este lugar hicimos primero un recorrido. Es un edificio
de 4 pisos, grande con mucho espacio, donde hay una gran sala para
presentaciones, reuniones, ciclos de cine, etc; un salón de eventos; varios
salones pequeños de conferencias, una biblioteca y espacio para niñxs; pasillos
con arte de gente LGBTTTI; una recepción; elevadores; escaleras de emergencia;
etc. Hay mucho espacio y tienen varios programas dedicados a jóvenes, chicxs,
mayores, etc.
Hablamos de cómo muchos jóvenes de otras partes de USA
consideran San Francisco como una utopía, casi un “gayland” a dónde pueden
llegar si no los aceptan en sus casas y terminan viviendo en San Francisco,
pero sin hogar. En la ciudad hay dos refugios para menores de edad, pero en
realidad no se dan abasto.
Hay espacios seguros. Nuevamente vimos el tema de lxs
jóvenes y espacios seguros libres de adultxs que puedan abusar de ellxs.
Para mí lo mejor de el centro es todos los recursos y
espacios que hay para madres y padres con niñxs pequeñxs. Tienen un sistema
como de juegos/guardería, podríamos llamarle ludoteca con actividades planeadas
al mismo tiempo que les adultes se reúnen a conversar sus asuntos de maternaje
y/o crianza.
Hay gente que va a las escuelas y enseña sobre ser LGBT y se
abre a las preguntas de la gente.
4:30 pm Termina el tour por el centro comunitario
4:45 pm National Center for Lesbian Rights (Centro Nacional
de Derechos Lésbicos)
5:30 pm Fin de las citas.
Nos fuimos Mike, Iván y yo caminando hacia el SFMOMA, claro
que primero pasamos por un par de tiendas donde pudimos apreciar toda la
estilosidad de los “Sanfrancisqueños”.
6:00 pm fila para entrar al SFMOMA
Me di cuenta de que la expo iba a costar 18 dólares y yo no
tenía el dinero, así que me despedí de Iván y Mike y me fui a la tiendita del
museo a ver cosas. Ahí me encontré a una de las mujeres que estuvo con nosotros
en la mañana y me preguntó si quería conocer el museo. Con la pena, le expliqué
que no me alcanzaba. Ella, toda linda y amable, acto seguido me dijo que no me
preocupara, que yo era su invitada y me dejó entrar sin pagar. Esa es buena
suerte y no pedazos.
En el lobby del museo había muchísima gente y ví una obra
hecha con series de luces LED como de Navidad, colgadas del techo, donde cada que unos foquitos e
iban apagando y otro encendiendo se ivan formando figuras que daban la
impresión de moverse. De hecho era como una pelea de box.
6:30 pm Me encontré con Mike e Iván.
Cuando me vieron se sorprendieron muchísimo de que
eestuviera adentro, pero sobretodo, de que hubiera entrado antes que ellos (es
que la fila que hicieron estaba larguísima, se ve que la exposición es muy
popular). Resultó que el boleto tenía descuento, seguro por eso había tanta
gente queriendo entrar ese día. Ya juntos nos pusimos a explorar el museo. En
el segundo piso vimos una exposición de fotografía, con técnicas alternativas,
algo así como la influencia de las corrientes artísticas en la fotografía a lo
largo del siglo XX. Muy interesante.
En el tercer piso había dos exposiciones, la de Cindy
Sherman que era la que yo moría por ver y otra de nuevos medios (performance, instalación,
video, fotografía, diapositivas, etc.) que estaba insuperable. Amé la
exposición, sobretodo un performance de una mujer que se para en ropa interior frente
a un podio y comienza a dar un discurso inaugural para en expo de arte. La
cuestión es que empieza a mezclar discursos y frases de “autoridad” así como
los que se dicen en esos casos, pero son tan genéricos y vacuos que se aplican
a lo que sea. Está de risa. Ay no, simplemente esa exposición me robó el
corazón.
Luego vi a la de Cindy Sherman dos veces, una sola y otra
con Iván y Mike que pidieron cada uno la visita auto guiada con audio. Como
todas las obras de Cindy Sherman se llaman “Sin Título” y sólo cambia el número
de la obra, y debajo de algunas seleccionadas había un dibujo de unos
audifonitos y un número, estos muchachos ya estaban confundidos pensando que el
aparato no funcionaba porque metían el número del “Sin Título” en lugar del
número del audífono y obvio la grabación contestaba “archivo no encontrado”. Fue
una anécdota muy simpática, sobre todo tomando en cuenta que fueron a cambiar
una vez el aparatillo ese. Luego Iván me prestó el suyo, lo piqué bien y le
dije, “oye pero sí funciona, nomás que estás metiendo mal los números”. En un
caso hasta nos dio una obra de Frida Kahlo que coincidía con el número de ese “Sin
Título”. Ay, sino cabe duda que los viajes ilustran.
8:30 pm Correr y correr rumbo a Castro.
Habiamos quedado puntuales con Gabriel en Castro. La cosa
fue que se nos hizo un poquito tarde con tanta cultura. Así que tuvimos que
correr rumbo al Bart (que es el metro en California). YHa casi nos íbamos en
taxi, cuando nos encontramos de frente con una estación. Bajamos y encontramos la primer maquinita
expendedora de boletos que había. Compramos uno de ida cada quien y ya después
de comprarlos resultó que no eran para el Bart, sino para el Munni que es como
un metro municipal. No importa, los dos viajan rápido y este también hacia
parada en Castro.
Al llegar nos pusimos a buscar a Gabriel en las cuatro
esquinas de la estación, por fuera como habíamos quedado y no aparecía,
supusimos que a)no había llegado, b)se había ido o c)se decidió a explorar el
territorio solo.
9:00 Cenamos pizza en Castro st.
Por si las dudas nos
sentamos a comer pizza súper cerquita para verlo pasar en caso de que todavía
llegara. Las rebanadas de pizza son la mejor opción para comer con bajo
presupuesto: son muy baratas y tan grandes que con una llenas. Pedir dos es gulosidad.
Se notaba ya que estábamos en la zona gay, la clerk era una
típica lesbiana de producción tipo The L Word (no femme, sino este rollo de
camisa interior blanca, camisa de cuadros abierta para que sea vea la interior,
pantalón de mezclilla con agujeros, brazos tatuados, varias perforaciones,
talla 5, muy bonita de cara y pelo mediano recogido en una casual cola de
caballo). La otra era igual de flaca, rapada, más tatuajes, más perforaciones,
más grande, pero esta sí con cara de pocos amigos.
Cuando nos cansamos de esperar a ver si pasaba Gabo, nos fuimos
a caminar por la calle Castro hasta la 19 y de regreso. Luego caminamos a todo
lo largo de la 18 y de regreso. Nos íbamos metiendo en cuanta tienda llamaba
nuestra atención. Todo estaba lleno de arcoíris, sexo y leather. Súper chic.
10:30 pm Intentamos escuchar Jazz.
Nos llamó la atención un lugar muy lindo de Jazz donde había
unos músicos tocando. Entramos y nos sentamos a escucharlos cuando en eso
terminaron y se pusieron a guardar todos sus instrumentos. Habíamos llegado
tarde. Aun así, el ambiente era divino como para una copita de vino típico de
California. Ok, ok, yo no pedí nada porque moría de sueño y frío. Ya estaba muy
cansada y namás me acurruqué en un rincón del sillón junto a Mike.
11:30 pm De regreso al hotel.
Volvimos por donde llegamos, no sin antes echarle una última
mirada a Castro y temblando de frío (al menos yo) fuimos a buscar un taxi que
nos llevara al hotel. No sé como no me quedé dormida en el taxi. Estaba
demasiado cansada de andar en tanto trote todo el día.
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