lunes, julio 30, 2012

Día 2

Anita:
I
Hoy es domingo 29 de julio. Tus hijos me despertaron con su escándalo y Diego sigue con sus ideas relacionadas a la muerte en combinación con el gato. No sé por qué no se da cuenta que si deja al gato en paz se acaba el problema. Todavía teníamos pizza, así que ambos estuvieron dando lata hasta que fui a calentarles los últimos pedazos.
Les prendí la tele y para mi desgracia estaba Bob Esponja. Según yo iba a leer o estar en la compu pero ese programa maligno me lo impidió.
Más tardecito, lavé la puerta de la entrada porque el gato nada más no entiende que ahí no es su cagadero. Le puse cloro a ver si el olor penetrante la invita a usar el arenero o algo así. Intenté arreglar la ropa pero la mayoría es tuya y no sé que hacer con ella. Sigo sin entender para qué sacaste tanta bolsa si me ibas a abandonar así como así.
Hemos tenido problemas con el agua, creo que precisamente este fin de semana están realizando algunas reparaciones. La verdad que no le entendí bien a Susana. Se supone que mañana se normaliza la situación. He estado en indecisión perpetua. Por si las dudas, saqué al Q, por si me decidía ir a algún lugar con los niños.
Al final decidí salir. Me estaba paranoiqueando y decidí salir a pasear por Insurgentes. Me sentó bien estar en el Carl's Jr. Los hijos se portaron bien y te hicimos un video.



Regresamos a casa y cuando yo estaba en mi punto más álgido de hipocondria, Susana vino a preguntar que si siempre sí íbamos a querer el colchón. Yo en una agonía que de verdad parecía real, le pregunté que dónde quedaba el dispensario porque en ese momento yo juraba que tenía cáncer de huesos y cuando después de darme la dirección me dijo que con el colchón iba a dormir mejor, caí en cuenta que mi único mal era que ya me estaba calando el piso.
Me ayudó a cargar el colchón y a hacer taquito las cobijas que merecieron una genuina y espontánea expresión de Susana: "Ay, Anita". También tapamos el hoyo de la ventana. 
Te mandamos una foto de cómo quedó nuestro nidito de amor:


Bueno, hice lo que pude. Ya tú verás y ya te contaré mañana cómo se duerme en nuestra nueva cama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No había yo ya tapado ese hoyo con cinta plateada antes de irme?

Akaotome dijo...

Ese hoyo no,el otro que no quisiste tapar porque estaba lloviendo...