jueves, junio 14, 2012

Lesbofobia en la policía de Monterrey

Hola compañerxs!
 Les escribo este mensaje sumida en un profundo dolor, únicamente superado por la indiganación que me causa el evento que más adelante les comparto. Me perturba que estas situaciones se sigan dando y permitiendo día con día en nuestra ciudad, en nuestro estado y en nuestro país. Me desgarro más allá de la mera retórica. Llevo una hora desde que leí el caso que les comparto dándome vueltas pensando en si hay o no algo que se pueda hacer. Buscando propuestas, soluciones y como en muchos casos sólo me viene a la cabeza compartirlo y visibilizarlo.
 Hoy, mientras leía las noticias más recientes del grupo de Las Juanas: Grupo de crecimiento para muejeres lesbianas y bisexuales me encontré con el siguiente relato subido apenas hoy por sus coordinadoras.

ATENCIÓN: Lesbofobia en la policía de Monterrey.

De Juanas Monterrey en Las Juanas (Grupo de crecimiento para mujeres lesbianas y bisexuales) · Editar documento.

La madrugada del martes 12 de junio del presente año sucedió un hecho que debe indignarnos a todas y todos, no solo a los que conformamos la comunidad lgbttti, sino a la sociedad en general. Dos compañeras de nuestro grupo, Cecy Alanis y Paula Espinosa, fueron detenidas por compartir un beso en vía pública. Aproximadamente a las 4 de la mañana, Paula Espinosa y Cecy Alanis salieron del bar El Sultán. Se quedaron afuera esperando a que las demás salieran, aprovecharon para despedirse y se dieron un beso. Para su mala suerte, en ese momento pasó una patrulla.
Los dos policías bajaron de la patrulla y se aproximaron a ellas, lo primero que se les dijo fue que mejor se fueran a un motel. Ellas les explicaron que no estaban haciendo nada malo. Los policías les argumentaron que después de las 12am no estaban permitidas las expresionas amorosas de pareja. Paula preguntó que si esa regla aplicaba también a heterosexuales, el policía le respondió que sí, que también habían detenido a parejas heterosexuales. Además, en ese momento el policía mintió y cambió los hechos, diciendo que además de estarse besando, ambas estaban practicando sexo oral en plena calle. Ambas se defendieron de la acusación falsa y comenzaron a reprocharle al policía. Él les dijo que no podían volver a entrar al bar y que iban a detenerlas.
Cecy no estuvo de acuerdo con que se les levantaran falsos y temió que el policía siguiera inventando mentiras, así que tanto Cecy como Paula entraron a El Sultán, pensando que con eso terminaría el problema.
No fue así, el policía pidió refuerzos y se hicieron presentes 3 patrullas más, como si nuestras compañeras en verdad representaran un peligro, siendo que en ningún momento agredieron a nadie, no cometieron nada ilegal ni tampoco poseían armas.
Llamaron a una mujer policía, según para que este nuevo elemento tuviera mayor consideración con nuestras compañeras. La mujer policía entró a El Sultán y sacó a Cecy y Paula a la fuerza, a jalones y empujones. Nadie en el local hizo nada por detener el abuso de autoridad, otras compañeras, amigas que acompañaban a Cecy y Paula, trataron de hablar con los policías, pero estos se negaron a liberarlas argumentando que se habían puesto "muy picudas" con ellos. Lo que da a entender que se ofendieron solo porque Cecy y Paula trataron de defenderse de las mentiras de ellos.
Paula sacó su celular y les dijo que grabaría el abuso de autoridad, en seguida le arrebataron el celular y la esposaron como si fuera una delincuente. Tanto a Cecy como a Paula las subieron a la misma patrulla y las llevaron a la estación Alamey de la policía de Monterrey.
Ahí, antes de encerrarlas, las intimidaron y las trataron de sobornar pidiendo $1500 pesos por las dos. Ellas no contaban con el dinero, así que comenzó el registro de datos. El policía que las entregó mintió nuevamente y dijo que las había detenido por tener sexo oral en vía pública.
A Paula y Cecy les solicitaron su nombre, dirección, teléfono, etc. En un acto repugnante de discriminación, la mujer que les estaba tomando los datos les preguntó que si eran lesbianas. Ellas, concientes de que se les estaba faltando al respeto, le preguntaron que si también a otras personas les cuestionaban acerca de su orientación sexual, que si en verdad esa pregunta estaba escrita en la hoja de registro.
La mujer que tomó registro no respondió la pregunta y siguió preguntando que si eran lesbianas o bisexuales. Ellas se negaron a responder, pero pudieron ver como la mujer al parecer garabateó "lesbiana" en sus hojas.
Luego de tomar los datos, las dirigieron hacia las celdas. Antes, tuvieron que pasar por la revisión general donde les ordenaron quitarse la ropa. Paula y Cecy intercambiaron algunas frases con la mujer policía que las revisó y le contaron de forma escueta la razón de su detención, ella les contestó: "aquí son muy homofóbicos".
Al llegar al cuarto de celdas, los guardias comenzaron a preguntarles que si eran novias, ellas se negaron a responder. Los guardias les dijeron que las iban a separar, "porque sino van a empezar a besarse" argumentaron ellos. Las molestaron en todo momento con malas palabras.
A Paula y Cecy las encerraron en celdas contiguas sin darles más explicaciones o informarles cuáles eran sus derechos y su situación a partir de ese momento. Ambas estaban tomadas de las manos, el guardia las reprendió y les dijo: "¡por eso las arrestaron!". Hasta donde sabemos, tomarle las manos a una persona no se considera un acto inmoral, por lo que entendemos que lo que quiso decir el guardia fue que LAS ARRESTARON POR SER LESBIANAS.
De inmediato el policía sacó a Paula y la encerró en una celda más lejos de la de Cecy. El guardia comenzó a acosarlas, preguntándoles si eran lesbianas, cuánto tiempo llevaban de novias y cómo tenían relaciones sexuales. A lo que Paula le respondió que las pusiera en la misma celda, para que le enseñaran cómo tenían relaciones sexuales.
El guardia se enfadó con la respuesta y siguió agrediéndolas verbalmente. Paula le dijo al guardia que estaba cometiendo un acto de discriminación y que podría perder su trabajo. El guardia, de manera prepotente y soberbia le respondió que ella podía acusarlo con quien fuera y de lo que fuera, que a él no iban a hacerle nada.
Desde las 4 de la mañana y hasta las 8:30 de la mañana Paula y Cecy estuvieron encerradas, sin derecho a realizar una sola llamada o dar aviso a nadie, sin un motivo suficiente que justificara el porqué las habían encerrado, sin haber robado, violado, ofendido ni matado a nadie. Por su orientación sexual las trataron como delincuentes y les negaron el trato digno que se le debe dar a cualquier ciudadano.
A las 8:30am, por fin nuestras amigas, las que presenciaron toda la detención en El Sultán, consiguieron el dinero de la fianza que se pidió: $550 pesos por cada una. En la fianza aparece como delito la falta del Capítulo VI, Artículo 19, Fracción VII del Reglamento de Policía y Buen Gobierno del Municipio de Monterrey. El cual sostiene lo siguiente: Capítulo VI Infracciones a la Moral y a las Buenas Costumbres Artículo 19. Son infracciones a la Moral y Buenas Costumbres: Fracción VII. Realizar actos inmorales dentro de vehículos en la vía pública y lugares públicos Con esto se demuestra que el policía que las detuvo mintió, ya que si en realidad las hubiera detenido por práctica de sexo oral, en las fianzas hubiera aparecido como causal la siguiente fracción:
Fracción VIII. Sostener relaciones sexuales o actos de exhibicionismo obsceno en la vía o lugares públicos, áreas verdes, terrenos baldíos, centros de espectáculos y sitios análogos.
Finalmente fueron liberadas por el pago de cada fianza. Si no se hubiera hecho el pago hubieran tenido que permanecer encerradas 36 horas.
Las Juanas nos manifestamos totalmente en contra de este acto de discriminación, nos sentimos enojadas y decepcionadas por la policía de Monterrey que abusa del poder que se le ha concedido. Ninguna mujer sin importar su orientación sexual, puede ser tratada de esta forma, menos por las autoridades que, se supone, están ahí para cuidarnos y protegernos, no para violar nuestros derechos.
Repudiamos el abuso de autoridad del cual nuestras amigas fueron víctimas. Nos sentimos sumamente indignadas e informamos que ya estamos tomando las acciones necesarias para demandar esta violación de la dignidad y de los derechos humanos. No estamos dispuestas a seguir tolerando este tipo de eventos. Si alguna de ustedes ha sufrido algún tipo de abuso o violencia parecido, no lo guarde, ¡denúncielo! Solo así nuestra voz tomará cada vez más fuerza. ¡Unidas no nos tocan! ¡Basta de seguir sufriendo maltratos por tener una orientación sexual diferente a la heterosexual!
Nuevamente, volvemos a pronunciar algunas de las exigencias que dimos a conocer en la Marcha Lésbica Monterrey 2012: -Denunciamos cualquier tipo de maltrato, violencia o discriminación hacia la mujer por su orientación sexual o por pertenecer a las llamadas "minorías" en nuestro país. -Reiteramos la Soberanía de nuestros cuerpos y el derecho a una sexualidad libre y conciente.
-Exigimos la tipificación del delito de Lesbofobia dentro del Código Penal del Estado de Nuevo León.
Ninguna autoridad tiene el poder ni el derecho de tratarnos de forma distinta ni de denigrarnos. Somos ciudadanas con las mismas obligaciones y derechos.
Seguiremos marchando y exigiendo nuestras demandas hasta que todas se hayan cumplido. Hasta que hayamos conseguido completa libertad, igualdad y justicia. Hasta que todas podamos ser visibles sin temor a ser violentadas.
Somos lesbianas, somos bisexuales, somos mujeres, Somos defensoras incansables de nuestros derechos, Somos Las Juanas.
Atte.Las Juanas, Grupo de Crecimiento para mujeres lesbianas y bisexuales.
*Últimamente estos abusos se han hecho más comunes. Hace algunas semanas otra compañera nos comentó que su novia y ella se despidieron con un abrazo y un beso, para su mala suerte pasó una patrulla, las intimidaron, les pidieron dinero y al final se les insinuaron, esto en el municipio de San Nicolás. Por favor, unámonos en la resistencia y no permitamos más abusos de estos. Ayúdenos a difundir esta nota para que más gente se entere de lo que está ocurriendo en Monterrey.


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 En el grupo de Las Juanas hay en línea ya suscritas más de 1000 (mil) personas. Con la comunidad LGBTTTI marchamos el año pasado 13,000. Si 131 estudiantes y un video han puesto de cabeza el escenario político mexicano, qué vamos a hacer nosotrxs para combatir la homofobia (que a final de cuentas es sólo una cara más de los abusos de poder y violencia que se viven a diario en nuestra región)???
 Propongo una besatón afuera de las instalaciones de la policía regia.
 Una pega de calcas como la que se hizo con Heriberto en la Plaza Hidalgo hace un par de años.
 Y que las Juanas den su testimonio en tarima al concluir la Marcha DOCE.
 atte.
 Ana de Alejandro

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pederas!! Eso les pasa por exhibicionistas, ojala en la marcha les manden a la granadera para que las trepen a todas!!

Abrahma Nito dijo...

Puedes interponer una queja en la Comision Estatal de Derechos Humanos.
Esta en Morones Prieto y Venustiano Carranza

Elizabet Evenson dijo...

No cabe duda de que existe gente tan despreciable como la del 1° comentario y esos policias ignorantes que no pueden ver mas alla de su nariz ni aceptar el amor entre 2 seres humanos. Ellos fueron los primeros en cometer un acto anticonstitucional. Me indigna que esto exista y la CNDH no haga nada porque en muchos casos al ver salir del lugar a la persona que denuncia desechan el acta.
Solamente la union de nosotr@s como comunidad podra acabar un dia con estas injusticias. Lamento mucho lo sucedido! y estoy 100% indignada. Besos a todas!

Javorrock dijo...

Que poca madre... Casi casi me da chorro del coraje, y es que como fregados personas asi obtienen un trabajo donde tienen que hacer respetar y proteger a los ciudadanos.