sábado, enero 14, 2012

Llorar y llorar...

Dicen que Diego es igualito a mí que de todo llora y que yo soy igualita a mi padre que de todo hace berrinche. La verdad desde que yo me acuerdo, mi familia siempre ha sido una familia de llorones por la línea paterna y de quejosos por la línea materna.
No es caso que se me pase la vida llorando, porque a final de cuentas me río más de lo que lloro. Igual Diego. Somos de risa fácil. somos muy emotivos. Nos enamoramos en un par de horas, amamos, odiamos, sentimos, vivimos y vibramos.Tenemos las emociones a floor de piel todo el tiempo.

Oigo mucho que hay que aprender a controlar las emociones. No lo sé, a mi me gusta que mis emociones me dsborden. creo que me gusta la intensidad y el despliegue de adrenalina. La montaña rusa en que vivo, lo inesperado de cada día.
Lloraré cada que haga falta. Me reiré cuando me de la gana, y lo más importante, me romperé como jarrito de tlaquepaque cada vez que me vean feo, cuando no me den las gracias y el único día que por alguna extraña razón no me digan que me quieren.
Quiero ser querida, ¿es eso mucho pedir?

No hay comentarios.: