domingo, abril 10, 2011

¡Hoy casi me toca!

Bueno, yo depende de cómo lo vean los del vaso lleno y los del vaso vacío soy una persona con muuuucha suerte o de plano muy salada! Hoy casi me agarran a balazos en la Independencia como yo bien lo venía pronosticando desde hace un año. Lo bueno es que nos quedamos en el casi y no pasó a mayores. No para mí y no todavía.
Lo digo tan a la ligera o tan consternada como se pueda dadas las circunstancias. Ustedes ya saben, cuando una está en medio del gran pedo mundial a veces es muy complicado dimensionar y yo francamente no sé si reír o llorar o ponerme a rezar (peor porque no sabría a quién de tantas deidades).
El punto es que en medio de todo me puse a pensar: ¿y si sí? ¿Y si sí me toca un día de estos? Después de todo yo no soy más fuerte, ni más privilegiada, ni más rápida, ni más astuta que nadie. Yo no tengo coche para dar un volantazo y salir corriendo. Yo soy de las de a pie como la mayoría de los inocentes que hasta momento han quedado tirados en el pavimento nomás por tener la mala suerte de pasar por donde se les ocurrió a estos cabrones andarse matando. ¿Y si me toca?, igualito que me hubiera tocado hoy por la mañana sino hubiera yo dado media vuelta en cuanto escuché gritos.
Entiendo y me queda claro que no tengo la vida comprada, que es de un ratito y me puede pasar a mí, a mis hijos, a mi esposa, a cualquiera de mis seres amadxs cualquier día. Tengo miedo de que pase. Tengo miedo de irme y dejar de verme en los ojos de quienes me han acompañado cada día. Tengo miedo de que se me vayan. Y cada rato estoy pensando tontamente, paranoicamente: ¿y si sí? ¿Y qué tal sie esta es mi última reflexión? ¿Y qué tal si este es mi último pensamiento? ¿Y qué tal si hoy me fui sin decir te quiero? ¿Y qué tal si me faltó expresar amor? Y de pronto me siento como si estuviera enferma de un cáncer terminal que se llama violencia y nos carcome y no tengo un pronóstico acertado que me diga hasta cuando. ¿Cuánto tiempo me queda? ¿Y si es hoy? Y siento como si a partir de hoy tuviera que hacer un testamento a diario. Una última nota, una última reflexión, sólo por si mañana me toca y me morí sin decirte....
¿Y luego? ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo?

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