jueves, noviembre 04, 2010

Exige Enoé Uranga que quien atente contra el Estado laico o las leyes, no tenga el derecho a la adopción‏

INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DE LA DIPUTADA ENOÉ URANGA MUÑOZ, EN LA QUE PRESENTA INICIATIVA QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL

Diputada Enoé Uranga Muñoz (EUM):

Presento ante esta soberanía propuesta de reforma para que se prohíba la adopción de hijos a todo aquel que promueva el odio, la exclusión, la discriminación, la pena de muerte, o haya robado o malversado dinero del erario público, o encubra a un pederasta.

Es decir: por ejemplo, que pertenezca al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) o a Provida –y no se arrepienta sinceramente de ello-.

Se trata de proteger “el Bien Superior del Niño” y de evitar que gente con tendencias anti-sociales, pueda torcer a nuestra infancia - o haga de ella una de sus víctimas -.

Como prueba del menosprecio del Partido Verde y Provida por los niños, baste ver como lastiman sin empacho a los hijos de personas no heterosexuales que son quienes sufren directamente el daño de sus prácticas excluyentes y discriminatorias, motivadas sólo por su mezquindad, que pone a las encuestas de opinión respecto del tema de la adopción, por encima de los derechos de las niñas y los niños por encima de los razonamientos, u otros procesos intelectuales como la indagación científica de la realidad, mismos que evidentemente les son innecesarios y estorbosos a sus intenciones oportunistas.

¿Acaso no nos preocupa que inocentes niños sean formados por personas que promueven instituir la pena de muerte o por santurrones que lanzan infundios y amagos contra las víctimas de la pederastia de Marcial Maciel y otros usuarios de sotanas?

Temblemos de temor ético y de pánico estético al vislumbrar a una generación de infantes mexicanos sometidos a esas enseñanzas inmorales sobre malversaciones y tangas mal habidas.

La proclividad al odio y al asesinato del PVEM no distingue entre la justicia y la venganza, entre la sociedad y la horda salvaje, entre el Estado Laico y la Santa Inquisición.

¿Cómo no concluir que deben sin duda ser apartados de los niños del siglo XXI? Los Verdes del mundo les han excluido de su concierto y ven con alarma la cultura de muerte que promueven en México. La misma Organización Internacional de Partidos Ecologistas no quiere verse asociada con el PVEM.

Las graves deficiencias sicológicas, morales y éticas que por sí solo trae el uso de la pena de muerte como herramienta electorera, corroboran la pérdida de valores y respeto a la Constitución que vuelven riesgosa su influencia sobre la niñez nacional.

Atrabiliarios y prepotentes excluyen porque les va bien con la ignorancia propia y con la que suponen del electorado.

Como el gobierno no hace su tarea de informar a los desinformados, de ofrecer los estudios científicos que muestran que la preferencia sexual (incluida la heterosexual) no determina si las personas serán buenos o malos padres. La apuesta de Provida y el PVEM es la propagación de las creencias pre-científicas.

De ahí su postura de “habemos unos más iguales que otros” en la búsqueda de que en la desinformación esté su nicho de ganancia electorera.

¡Sórdidos, irresponsables, explotan el atraso de la gente y usan a la niñez para subir en las encuestas!

¿Qué clase de padre puede ser quien, con fines de lucro, apuesta y usa así el rezago educativo de los mexicanos y su desinformación respecto de la diversidad humana?

Pedimos que se proteja a la niñez mexicana de personas irresponsables y demagógicas que por lograr algunos votos del electorado indocto pretenden impedir que niños abandonados sean recibidos en el hogar de una pareja atada por el amor.

Legisladoras, legisladores, ¡La utopía es la igualdad! Con ese norte fue redactada la Constitución que hoy nos rige.

Bajo la frontera generosa de esa utopía los corazones de los mexicanos se serenan: soportan la violencia con la que nos asedia y las incontables ineficacias de nuestro Estado con la esperanza de que aun en este México los pacíficos caminemos hacia ahí, hacia la igualdad.

Que no sirva este Congreso para agostar esta esperanza. Que no sirva para excluir de esta esperanza a ninguna familia.

Que no sirva para privar a un huérfano del derecho a un hogar, donde pueda ser criado por una pareja que desea entregarle su amor, su tiempo y su cuidado.

Que no sirva este Congreso para enredar lo que la Constitución dilucida con rectitud: la utopía es la igualdad de derechos civiles para todas y todos.

¡No al odio! ¡No a la exclusión! ¡No a la discriminación!

No a la compraventa del destino de niños y niñas a cambio del oportunismo que significa apostar a la ignorancia de los ciudadanos.

¡Sí a la educación! ¡Sí a la difusión de la ciencia! ¡Sí a la diversidad en la igualdad! Sí a mejores familias: con “S” de pluralidad.

Que sirva este Congreso para incluir a todas y todos en el derecho a la felicidad.

Para frenar a aquellos que, acicateados por el odio y el oportunismo irresponsable, tratan de excluir a otros del derecho al amor y de negarle al país la oportunidad de vivir en armonía social.

Finalmente, y sobre todo, la propuesta es que esta Cámara, como medida ejemplar, únicamente excluya del derecho a la adopción a quienes excluyen y atentan contra el Estado Laico y contra nuestras leyes. Y que con ello se divulgue nuestro compromiso con la utopía de la igualdad.

Gracias.

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