Soy una defensora perpetua de que uno no necesita la figura paterna per sé sino alguien que funga el rol. Y soy una defensora perpetua también de que los afectos de los niños se desarrollan, si es que se desarrollan, según lo que cada uno de los niños necesite.
La relación con mi padre, no sé si alguna vez la haya compartido con ustedes, pero emocionalmente nunca fue satisfactoria para mí y en algunas ocasiones traté de tomar cartas en el asunto.
Debo decirlo, yo quise profundamente a mi padre. Lo admiré muchísimo mientras pude. Y yo creo que él a mí también. Y creo que nuestro afecto no pudo salvar en nada la manera en que nos relacionamos durante mucho tiempo en nuestras vidas.
Me cuentan, porque yo de esa etapa poco me acuerdo, que yo era realmente la niña de sus ojos. Me cuentan que mis ocurrencias siempre terminaban seduciéndolo y que una vez imprudentemente me lancé desde algunos metros de altura porque me había dado gusto que regresara. Mi padre, durante mi primera infancia solía viajar mucho.Pero de eso poco me acuerdo. Lo que más recuerdo es la frialdad y lo poco que le interesaba hablar con sus hijos. Yo me harté de eso bien pronto, entonces cuando estaba en quinto año de primaria iba todos los días a platicarle lo que me había ocurrido en la escuela. Esa dinámica poco duró y funcionó bastante poco.
Después, ya cuando yo tenía unos 26 o 27 años, por recomendación de alguien empecé a escribirle cartas, pero luego sobrevino la ruptura cuando les anuncié que Ana y yo tendríamos hijos. Me escribió, todavía recuerdo, palabras muy duras: Me dijo que definitivamente no contara con él para eso.
Y lo dejé libre.Lo dejé libre y me liberé.
Me hice mucho mucho más fuerte.
A estas alturas de la vida no necesito seguir buscando la aprobación de mis padres. Y creanlo o no, esta ruptura tuvo cosas muy positivas. Tuvo el efecto en mí de madurarme cabronamente. Me convertí en una persona conciente de que las decisiones que se toman pertenecen a la esfera personal o en todo caso a la de la pareja o en todo caso al nuevo núcleo que se está formando.
Después de esa ruptura el tomó dos pasos súper importantes. Cuando regresé a vivir a Monterrey me buscó personalmente para hablar. Nunca hemos hablado tan a profundidad de las cosas que han pasado entre nosotros. Casi siempre se ha mostrado muy preocupado por mi carrera profesional, porque termine un doctorado, porque consiga un buen trabajo y un lugar propio donde vivir.
Cuando mi abuela materna murió, fue él quien se tomó la molestia de avisarme. Todos esos pasos me sorprendieron.Después de lo de Houston, no van a creerlo, me escondí de la gente. Aún de cierta gente continúo escondida. Pero, después de Manuel y Elva, al segundo que busqué fue a mi padre. Fui a explicarle exactamente por qué me había regresado y lo más maravilloso de todo es que lo entendió. "Si no se puede, pues no se puede", me dijo, aunque insistió en que tomara un plan B.
Me dijo que si sentía la confianza de irle a platicar lo que hubiera decidido, él con mucho gusto me iba a escuchar.
Hoy es Día del Padre y yo NUNCA en mi vida he celebrado un Día del Padre. Durante los 22 años que viví con ellos JAMÁS celebramos un Día del Padre. Hoy, luego de un viaje corto a Saltillo llego a mi casa a checar el Facebook y casi me pongo a llorar. Mi hermana había subido un album de fotos del festejo del Día del Padre. Yo ni siquiera le hablé para saludarlo. Yo ni siquiera sabía que ya lo festejaban.
De cualquier manera me dio gusto. Me da gusto que disfrute la vida que él eligió vivir. Esa decisión es suya y sólo suya, como mía y sólo mía fue decidir hacer mi vida como la he hecho.
Si nuestros caminos se encontrarán en el futuro, no lo sé. Pero los que tenemos que vivir con las decisiones que hemos tomado somos nosotros.
Hoy es Día del Padre y yo NUNCA en mi vida he celebrado un Día del Padre. Durante los 22 años que viví con ellos JAMÁS celebramos un Día del Padre. Hoy, luego de un viaje corto a Saltillo llego a mi casa a checar el Facebook y casi me pongo a llorar. Mi hermana había subido un album de fotos del festejo del Día del Padre. Yo ni siquiera le hablé para saludarlo. Yo ni siquiera sabía que ya lo festejaban.
De cualquier manera me dio gusto. Me da gusto que disfrute la vida que él eligió vivir. Esa decisión es suya y sólo suya, como mía y sólo mía fue decidir hacer mi vida como la he hecho.
Si nuestros caminos se encontrarán en el futuro, no lo sé. Pero los que tenemos que vivir con las decisiones que hemos tomado somos nosotros.
1 comentario:
A veces lo unico que necesitamos entender es que ellos tambien son seres humanos como nosotras y que tambien se pueden equivocar. Yo creo que en mi caso muy personal mi padre es una parte muy importante en mi vida, al contrario siempre me ha apoyado en todo o mas bien me ha dejado libre, si me equivoco yo misma voy a tener que lidiar con esas equivocaciones lo importante es que siempre voy a tener su cariño.
Realmente te admiro por tener esa condicion tan fuerte despues de esa ruptura con tu papa, no cualquiera lo logra. saludos
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