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jueves, marzo 27, 2008
¡¡Tipo pobresitos!! ¡¡¿Sabes cómo?!!
La tolerancia dentro de la diversidad o la diversidad dentro de la diversidad
En ese entonces vivíamos con la Tía Meña (juntos pero no revueltos) y ella y el primo de Ana estaban en una fuerte campaña para que Ana quitara los anuncios que hablaban del uso del condón, el aborto, y temas por el estilo. ¿Y qué creen que hice yo? ¡Pues me uní a la campaña! Y acosaba a Ana todos los días para que descolgara tanta publicidad liberal y bochornosa de nuestras ventanas que por cierto daban a un eje vial. Total, que la dichosa posada se llevó a cabo y mis pensamientos estaban llenos de una tremenda lesbofobia. Vamos, reaccioné porque la apariencia y comportamiento de cada una de las mujeres presentes me cuestionaban de una manera muy fuerte mi auto concepto. Dirán ustedes "pues de qué se sorprendía exactamente si Criseida nunca ha sido el epítome de feminidad", y ésa fue mi epifanía muchos muchos meses después y entendí cuanta sabiduría había en las palabras de aquel viejo filósofo contemporáneo, Juan Gabriel, cuando dijo "lo que se ve no se pregunta" (o algo así). El punto es que en ese momento empezó todo mi cuestionamiento personal hacia qué era la diversidad y qué era la tolerancia, porque al menos en ese instante de la vida era yo una intolerante hecha y derecha y de derecha.
Consignas de la primera marcha
En el año de 2004 asistí por primera vez a la Marcha del Orgullo en la Ciudad de México. Yo iba ATERRADA porque de verdad creía que me iba a suceder algo similar a aquella escena de los Años Maravillosos cuando Kevin Arnold le dice a Winnie que la quiere y todo mundo empieza a formar corro y hasta un helicóptero de un noticiero empieza a cubir la nota. En esa ocasión íbamos encima de un trailer haciendo un performance dancístico y fue muy curioso, vivir la marcha del DF me permitió darme cuenta de una cosa: el anonimato de las masas es total.
Claro que no por eso no dejaban de molestarme ciertas consignas que decían: "Lesbiana, yo soy lesbiana porque me gusta y me da la gana" (iba cantadita, aparte); o la de "Alerta, alerta, alerta que camina, lesbianas feministas de América Latina... y el Caribe"; o la de "No, señor yo no me casaré, así le digo al cura y así le digo al juez. No, señor, yo no me casaré, estoy enamorada pero de una mujer" (con la tonada de la canción de Sebastián Curiel, claro). Luego hubo otras más sacrílegas: "Desde el cerro una hermosa mañana, Lupe la lesbiana, Lupe la lesbiana...". El contingente de mujeres con el que Ana y yo estábamos marchando iban con estas consignas. Los padres de gays y lesbianas traían otro rollo, TVMEX otro, los Cabaretitos otro, y así por el estilo. Obviamente, la prensa no relata esas noticias, ni le toma fotos a lesbianas y gays comúnes y corrientes, que van marchando, que llevan su pancarta, que van cantando. Como siempre, los que se llevan la nota son los carnavalescos que hacen tal o cual cosa y los flashes se disparan histéricos para alimentar el morbo y de paso el prejuicio.
Ahí justamente inició para mí una seria reflexión acerca de la diversidad y acerca de la gente que "representaba" el movimiento LGBT. En ese tiempo, con todo y mi inmadurez política, cívica, emocional y demás, andaba yo junto con Ana en el Comité de Cultura del VI Encuentro Lésbico Feminista de Latinoamérica y El Caribe. Debido a esta actividad conocí mucha gente, de todo tipo y con muchas posturas, algunas sin posible reconcilación. Hay gente que está en contra de las marchas por la cuestión de interrumpir el tráfico y demás. Hay otra que está en contra porque en él se reúnen, al parecer, los excesos de la comunidad LGBT, porque hay gente encuerada, porque hay vestidas, porque hay disfrazados, porque hay carros alegóricos, y porque cuando uno va de jeans y camiseta se pierde al lado de una reinota de dos metros de altura súper maquillada y que va lanzando besos.
Y entonces escuché muchos comentarios: que no debíamos marchar con ese tipo de gente porque nosotr@s no éramos así, que qué miedo que nos vieran al lado de ellos, que no era el comportamiento adecuado porque le restaba seriedad a la manifestación, que deberíamos de tener una postura política y no nada más ir bailando la más nueva de las Jeans, que los niños no deberían ir a la marcha porque hay mucho exhibicionismo, que por ese tipo de gente no nos tomaban en serio. ¡Vaya! Interesante, hay diversidad dentro de la diversidad, y más interesante aún, hay intolerancia dentro de la misma diversidad. ¿Qué nos espera afuera, entonces?
Diversidad diversa
No recuerdo dónde leí que la única diferencia entre un homosexual y un heterosexual es el sexo de la persona con la cual comparten la cama y esto, para mí, es verdad para bien y para mal. Es decir, la gente es igual de distinta (valga la paradoja) sea buga o sea gay o sea lesbiana o sea transexual. Hay bugas mal educados y bien leídos, hay gays con más luces que otros, hay lesbianas cultas y sin un ápice de educación, hay transexuales liberales y conservadores (recuérdese el caso de Transamérica)
Y a eso debe añadirse su grupo social, generacional y regional, ¿no? Y el acercamiento que deberíamos tener a la diversidad sexual es igual de importante que el que debemos tener hacia la diversidad social y cultural y religiosa. Claro, en este blog nada más oirán sobre la necesidad de comprender la sexual por obvias razones.
Tolerante no hay camino
Se hace camino al andar...
Una vez dibujada como un bosquejo la bronca de definir y entender el concepto de diversidad, podemos darnos cuenta entonces que la tolerancia, o la intolerancia, es igual de factible entre la misma diversidad. Sin embargo, la palabra tolerar es muy sencilla, sus implicaciones son incluso bastante fáciles. Tolerar, según nuestro regente inquisidor del español, es:
1. tr. Sufrir, llevar con paciencia.
2. tr. Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.
3. tr. Resistir, soportar, especialmente un alimento, o una medicina.
4. tr. Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.
La humanidad se da por bien servida con las primeras tres acepciones, pero el verdadero éxito es cuando llegamos a la cuarta. ¡A tolerar el frío! Las personas debemos exigir el respeto.
miércoles, marzo 26, 2008
Preparándonos para el baño
martes, marzo 25, 2008
Soy la más feliz!!!
Bueno, la verdad que no es tan difícil volverme una persona feliz. Cuando tengo dos o tres lujitos mi vida solita se vuelve divina... Hoy finalmente regresó el cable y como expresó Crix en el post de ayer ya tenemos compu en el cuarto. Así que bueno, lo único que me restaría por pedir sería una decoradora de interiores que nos hiciera la labor gratis! jaja
Ahorita simplemente estoy en messenger, actualizando facebook, jugando al solitario y pasando fotos. Todo al mismo tiempo. Sin mi padre saltando alrededor, sin tres perros jodones cerca. El paríso existe, y se vive en vida.
En fin, además he descubierto que esta corcholata hermosa sí trae tarjeta de sonido. Ya escuché el alibombo de Lucerito, y para no quedarme con las ganas escuché también la versión de Enrique y Ana.
Soy tan feliz, soy tan feliz, soy tan feliz!!! No es la foto más favorecedora, pero la acabo de tomar y subir y todo en 5 minutos! La tecnología la mueve! jaja Soy tan feliz, soy tan feliz, soy tan feliz!!!
lunes, marzo 24, 2008
Dicen que la gloria está en el cielo...
El aigronazo
El miércoles pasado cayó en Monterrey un aironazo, un ventarrón que fue catalogado como huracán seco. Bueno, el aire no fue el que cayó, sino más bien Monterrey en pequeños pedacitos. La ciudad se quedó sin luz y a muchas colonias todavía hoy lunes 24 de marzo no les conectaban la luz. En fin, así empezó el receso vacacional... o la ausencia de éste.
La foto fue tomada de Milenio
Los bebés quedaron agotados, y sus mamis también, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de irnos al cine y ver una película acorde a la temática de la sociedad: 10 ooo antes de Cristo, que bueno, ya haré próximamente mi reseña en mi blog.
sábado, marzo 22, 2008
¡Nos vamos de camping!
Creo que antes de que acabe marzo voy a hacer uno de esos post laaaargos con resumen de TODO lo que hicimos este mes y con muchas fotos, para que vean cómo han crecido ytodas las travesuras que hacen.
Bueno, nada más es para decirles que andamos de pseudo vacaciones, pero que no nos olvidamos del blog ni de nuestras asiduas lectoras y lectores.
Besos de SemanaSanta/SpringBreak!
jueves, marzo 13, 2008
Lesbofobia introyectada
miércoles, marzo 05, 2008
¿Es Ella más que yo?
lunes, marzo 03, 2008
Una fiesta, una ley, una reforma, un caballo
Una fiesta, una ley, una reforma, un caballo
Por: Abraham Nuncio
Pero hay otros cadáveres que llegan a la morgue procedentes del ámbito doméstico. Son el resultado de crímenes que pierden peso en la moral social al paso que se acumulan. Una adolescente muerta a manos de su amigo poco mayor que ella. Unos niños asesinados, hasta donde se sabe y no con la suficiente claridad, por el novio –un hombre joven– de la hermana mayor de las víctimas, a la que también hirió. Una madre que da muerte a una de sus hijas, hiere a las otras dos con el mismo propósito y al cabo se suicida.
Las notas que dejó escritas esa mujer hablan de fenómenos previsibles en un pueblo chico con problemas grandes. El empleo y el ingreso escasean. De Hualahuises, el lugar de la tragedia, parte el padre a Estados Unidos en busca de un trabajo mejor remunerado. La partida se traduce de pronto en abandono. La madre debe hacerse cargo de sus tres hijas. En un mundo donde la ferocidad del mercado, la presencia de múltiples vicios, el trato con máquinas inapelables, la evaporación de la solidaridad, la vida para ella se torna insoportable y enfermiza. Ella misma enferma y no ve otra garantía de refugio familiar que la muerte.
Como esa mujer, muchos no sienten que los vecinos, las iglesias, los maestros, los compañeros de trabajo o de escuela, las autoridades ofrezcan mayor abrigo. La soledad se torna en desolación.
La crisis de valores es evidente, pero lo usual es que no se identifique a éstos con claridad ni se juzgue aquélla a partir de sus causas y sujetos concretos, sino pensando en los habitantes eternos de la caverna de Platón. Así que para remediarla el Congreso de Nuevo León aprobó el año pasado una Ley para la Promoción de Valores y Cultura de la Legalidad. Hasta ahora ha servido para las tres cosas típicas que registra la ausencia de realismo e imaginación: para nada, para nada y para nada.
Ana de Alejandro y Criseida Santos son las madres de dos hermosos bebés que se llaman Diego y Santiago. Ellas se enamoraron, se hicieron pareja y después decidieron que querían tener descendencia. Pensaron en la adopción, pero al cabo les pareció más acorde al sentimiento de ambas que Ana se embarazara mediante inseminación artificial. Son una familia diferente, pero familia al fin (ver http://dosmamis.blogspot.com/). Así como ellas y sus bebés forman una familia bimaternal, hay otras biparentales, uniparentales y en otros formatos.
Esa realidad no la entienden los legisladores panistas de Nuevo León. Hace poco el Congreso, de mayoría panista, aprobó la Ley de la Familia, donde el núcleo familiar es, en la concepción naturalista, la que el mito decreta única: el padre, la madre y los hijos. Es el mismo mito platónico que alentó el llamado “estado de naturaleza”, sociedad de la cual nadie jamás ha encontrado el mínimo vestigio. El gobernador Natividad González Parás vetó la ley, pero cualquiera que sea su suerte tendrá el mismo nihilista destino que la Ley de Valores.
El propio González Parás envió al Congreso una iniciativa de reforma a la Ley Estatal Electoral en la que se propone limitar la promoción de los servidores públicos en los medios electrónicos con recursos públicos, acotar el financiamiento privado, regular las precampañas y transparentar su gestión financiera y la de los candidatos. Y algo acaso más polémico: promover la relección inmediata de diputados locales y ayuntamientos.
En lo que hace a los diputados es indispensable, como argumenta la iniciativa, su profesionalización. Profesionalización que entraña una capacitación a la que hasta ahora ni partidos políticos ni fracciones parlamentarias se han comprometido con seriedad. La relección podría ser una vía para ello.
La relección de ayuntamientos muestra una realidad más compleja. Antes tendría que contemplarse el rediseño constitucional del municipio reconociendo en él la existencia de la división de poderes y eligiendo por separado al presidente municipal y al cabildo. Y no sólo. En un Foro Regional sobre la Reforma del Gobierno Municipal, organizado por el Centro de Estudios Parlamentarios de la universidad pública, se advirtió que existen en el país 60 zonas metropolitanas donde se produce más de 80 por ciento del PIB. Este fenómeno requiere un tratamiento específico.
En Monterrey y su área metropolitana la tendencia a la concentración precisa de un organismo supramunicipal que regule los diversos aspectos y problemas que comparten nueve municipalidades y su periferia: en total 15. Lo que sucede en uno es probable que afecte a otros, trátese de una vecindad conflictiva –por ejemplo entre Guadalupe y San Nicolás de los Garza, donde el gobierno de este municipio ha pensado resolverlo con un muro de siete kilómetros–, o de un fraccionamiento que puede afectar la ecología y hasta los mantos freáticos que no se atienen a límites municipales, como ocurre con Valle de Reyes, proyecto de dimensiones golfísticas para ricos, que ha encontrado fuerte oposición de la ciudadanía. La reforma al 115 constitucional parece ir madurando. Pronto tendrá lugar un evento en Monterrey donde coincidirán el décimo seminario internacional organizado por la Red Mexicana de Ciudades hacia la Sustentabilidad y el Congreso Nacional para la Reforma Metropolitana convocado por la Cámara de Diputados.
Lo mejor del Fórum Universal de las Culturas parece ser el post Fórum. De esta manera llegan a Monterrey la serie de pinturas de Fernando Botero sobre la tortura en Abu Ghraib cometida por los soldados estadunidenses y, para quedarse en la ciudad, la escultura de su famoso caballo. La Universidad Autónoma de Nuevo León le otorgó el grado de doctor honoris causa al pintor colombiano y éste dijo lo que hace mucho tiempo no se escuchaba en México desde una figura con tal autoridad: sólo ahondando en las raíces propias se puede alcanzar la universalidad. Por ello sus elogios no fueron para otros que para los protagonistas del muralismo mexicano. Ya era tiempo.