domingo, marzo 03, 2013

Ocupada


No puedo, sino iniciar con una disculpa. A nuestras lectoras y lectores, a mis amigas y amigos, a Criseida, Santiago y Diego, pero sobre todo a mí misma por no haber escrito en todo este tiempo. No, no es la primera pausa que vive el blog en estos casi ya 7 años. No creo que llegue a ser la última. Es la primera sí que pasa de un mes entero. La disculpa no va en el sentido de la obligación pues se que igual que cualquiera, sólo me debo a mí misma. Más bien va porque no me he dado el tiempo de conectarme conmigo misma. Sigo en uno de mis famosos procesos de crecimiento personal que abarcan cada célula de mi ser y me abstraen del mundo en que vivo.
Últimamente, casi desde octubre para ser exacta, he notado que la gente que me quiere bien me pregunta: “¿cómo estás?” Pero no en ese sentido de conversación trivial que sirve únicamente para enganchar la plática y sin querer enterarse de nada. He notado que me lo preguntan sinceramente, con ganas de saber qué acontece no sólo en mi vida, sino en mi interior. Ya saben cómo soy: hablo mucho, mucho, pero en realidad digo poco, poco de los monstruos que habitan mi interior.
Yo quisiera poder contestarles genuinamente cómo estoy, cómo me siento, qué me pasa, sin embargo es más fuerte que yo y creo que aún no lo sé muy bien. Simplemente estoy, que ya es ganancia. Ultimadamente creo que mientras sigamos vivos la respuesta correcta es “¡muy bien, gracias!”
Por una parte, me hace sentir bien saber que hay gente interesada en mi bienestar físico y emocional. Por otro me preocupa no cumplir las expectativas que otras personas puedan tener de mí, pero esos son pedos muy freudianos más complejos de lo que se leen.
En fin, el propósito de esta entrada es describir someramente en qué ando metida. Como recordarán, vivimos en el DF desde julio de 2012. Causas ajenas a mi voluntad me hicieron dejar atrás mi muy malquerida ciudad de Monterrey. Dejé atrás grandes amores y aún no me resigno, ni me resignifico en ese tema. Apenas llegar, me fui un mes completo a los Yunaited Esteits por un programa de la Embajada para Líderes. Además visité a mis muy muy muy queridos Manuel y Elva, que son grandes pilares de mi estabilidad emocional. Volviendo al DF y de regreso con mi familia nos enfrentamos a un par de discriminaciones interesantes por parte de la escuela de los hijos. En septiembre inicié mi maestría en Estudios de la Mujer en la UAM, unidad Xochimilco.
En cuanto a la escuela de los hijos, ha tenido una evolución favorable en varios aspectos. Finalmente logramos educar y ampliar el criterio, no sólo de las maestras de Diego y Santiago, sino de algunas otras maestras también. Nos involucramos en el Consejo Escolar de Participación Social donde hemos conocido a otras madres en situaciones familiares muy diversas cada cuál. Hemos hecho buenas amigas ahí. De pronto, aún, tenemos “detallitos” con la directora que nos considera “mamitas especiales”, pero pues se hace lo que se puede.
En la maestría he desarrollado una de esas relaciones muy íntimas y pegadizas con tres de mis compañeras, además de que ando involucrada en un grupo de autoconociemiento del cuál espero obtener respuesta a la pregunta antes plateada, o sea “¿cómo estoy?” Por parte de mi tesis, voy, voy... Estoy investigando cómo vigilan a las madres lesbianas ciertas instituciones y qué estrategias desarrollan ellas para sobrellevarlo. Profundizaré en ello más adelante, en otro post. Quién quita y hasta use este blog como diario de campo.
También cabe indicar que hace un mes o un poquito más, me entró la radicalidad y me rapé. Ando pelona. Ya no tengo un pelo de tonta, a mi nadie me toma el pelo. Bueno, ya me está creciendo y ando decidiendo qué nueva locura hacer con mi cabellera.
Lo más divertido de todo ha sido el activismo. La verdad es que lo mejor que me pudo pasar como lesbiana madre fue involucrarme en el activismo. Lo disfruto como pocas cosas, aunque sea cansado y aunque me queje yo tanto. En ese tema, bueno, pues empezando el año inicié la Red de Madres Lesbianas en México, un grupo de facebook cuyo objetivo es enlazarnos a unas y otras desde cualquier parte de la república para poder conocernos y compartir e incluso hasta desarrollar amistades y grupos con gente de cada localidad. También me involucré en la coordinación de los Talleres para Madres Lesbianas que se llevan a cabo en el deportivo Mina en el DF, esto con la ayuda de la delegación Cuauhtémoc, de LesVoz y de Mamás Les. Además, junto con otra compañera administro la página de facebook de Mamás Les.
Asimismo, junto con otros compañeros y compañeras activistas del DF, Guadalajara y Ciudad Juárez (las mismas personas que nos fuimos a USA en el verano) y más adelante otros grupos y personas, estamos tratando de evitar que la discriminatoria iniciativa de ley propuesta por la senadora Maki Ortiz pase así tal cual ella la metió. Aún está en proceso esa lucha.
Recientemente visité Monterrey con la idea de realizar una reunión de Madres Lesbianas, esta se llevó a cabo en la ICM Misión Monterrey, por allá del Parque España. También estuvimos haciendo presencia en ACEPTO que fue el evento que Criseida y yo junto con otras asociaciones iniciamos en el 2010 y que desde entonces se realiza cada año el fin de semana más cercano al 14 de febrero, para promover la aceptación del matrimonio igualitario en Nuevo León.
El día de hoy, me encuentro en un Vip's, desayunando con Criseida, Diego y Santiago. Además de redactar el presente texto, se supone que también estoy leyendo un libro, muy bueno por cierto de una mamá lesbiana a la que conocí por acá en el mundo bloguero y por la cuál siento profundo cariño y respeto. También ando leyendo un ensayo de Judith Butler y otro par de textos para mi investigación. Así que a manos llenas, o más bien, ojos saturados de tantas lecturas, se me dificulta un poco concentrarme en cómo estoy. ¡Ah, ya sé! Estoy OCUPADA.

1 comentario:

encantada dijo...

¡Ocupada y muy guapa con ese corte de pelo! :P

Toda mi admiración y mi apoyo, tu vida de activista es ejemplar.