No puedo, sino iniciar con una
disculpa. A nuestras lectoras y lectores, a mis amigas y amigos, a
Criseida, Santiago y Diego, pero sobre todo a mí misma por no haber
escrito en todo este tiempo. No, no es la primera pausa que vive el
blog en estos casi ya 7 años. No creo que llegue a ser la última.
Es la primera sí que pasa de un mes entero. La disculpa no va en el
sentido de la obligación pues se que igual que cualquiera, sólo me
debo a mí misma. Más bien va porque no me he dado el tiempo de
conectarme conmigo misma. Sigo en uno de mis famosos procesos de
crecimiento personal que abarcan cada célula de mi ser y me abstraen
del mundo en que vivo.
Últimamente, casi desde octubre para
ser exacta, he notado que la gente que me quiere bien me pregunta:
“¿cómo estás?” Pero no en ese sentido de conversación trivial
que sirve únicamente para enganchar la plática y sin querer
enterarse de nada. He notado que me lo preguntan sinceramente, con
ganas de saber qué acontece no sólo en mi vida, sino en mi
interior. Ya saben cómo soy: hablo mucho, mucho, pero en realidad
digo poco, poco de los monstruos que habitan mi interior.
Yo quisiera poder contestarles
genuinamente cómo estoy, cómo me siento, qué me pasa, sin embargo
es más fuerte que yo y creo que aún no lo sé muy bien. Simplemente
estoy, que ya es ganancia. Ultimadamente creo que mientras sigamos
vivos la respuesta correcta es “¡muy bien, gracias!”
Por una parte, me hace sentir bien
saber que hay gente interesada en mi bienestar físico y emocional.
Por otro me preocupa no cumplir las expectativas que otras personas
puedan tener de mí, pero esos son pedos muy freudianos más
complejos de lo que se leen.
En fin, el propósito de esta entrada
es describir someramente en qué ando metida. Como recordarán,
vivimos en el DF desde julio de 2012. Causas ajenas a mi voluntad me
hicieron dejar atrás mi muy malquerida ciudad de Monterrey. Dejé
atrás grandes amores y aún no me resigno, ni me resignifico en ese
tema. Apenas llegar, me fui un mes completo a los Yunaited Esteits
por un programa de la Embajada para Líderes. Además visité a mis
muy muy muy queridos Manuel y Elva, que son grandes pilares de mi
estabilidad emocional. Volviendo al DF y de regreso con mi familia
nos enfrentamos a un par de discriminaciones interesantes por parte
de la escuela de los hijos. En septiembre inicié mi maestría en
Estudios de la Mujer en la UAM, unidad Xochimilco.
En cuanto a la escuela de los hijos, ha
tenido una evolución favorable en varios aspectos. Finalmente
logramos educar y ampliar el criterio, no sólo de las maestras de
Diego y Santiago, sino de algunas otras maestras también. Nos
involucramos en el Consejo Escolar de Participación Social donde
hemos conocido a otras madres en situaciones familiares muy diversas
cada cuál. Hemos hecho buenas amigas ahí. De pronto, aún, tenemos
“detallitos” con la directora que nos considera “mamitas
especiales”, pero pues se hace lo que se puede.
En la maestría he desarrollado una de
esas relaciones muy íntimas y pegadizas con tres de mis compañeras,
además de que ando involucrada en un grupo de autoconociemiento del
cuál espero obtener respuesta a la pregunta antes plateada, o sea
“¿cómo estoy?” Por parte de mi tesis, voy, voy... Estoy
investigando cómo vigilan a las madres lesbianas ciertas
instituciones y qué estrategias desarrollan ellas para
sobrellevarlo. Profundizaré en ello más adelante, en otro post.
Quién quita y hasta use este blog como diario de campo.
También cabe indicar que hace un mes o un poquito más, me entró la radicalidad y me rapé. Ando pelona. Ya no tengo un pelo de tonta, a mi nadie me toma el pelo. Bueno, ya me está creciendo y ando decidiendo qué nueva locura hacer con mi cabellera.Lo más divertido de todo ha sido el activismo. La verdad es que lo mejor que me pudo pasar como lesbiana madre fue involucrarme en el activismo. Lo disfruto como pocas cosas, aunque sea cansado y aunque me queje yo tanto. En ese tema, bueno, pues empezando el año inicié la Red de Madres Lesbianas en México, un grupo de facebook cuyo objetivo es enlazarnos a unas y otras desde cualquier parte de la república para poder conocernos y compartir e incluso hasta desarrollar amistades y grupos con gente de cada localidad. También me involucré en la coordinación de los Talleres para Madres Lesbianas que se llevan a cabo en el deportivo Mina en el DF, esto con la ayuda de la delegación Cuauhtémoc, de LesVoz y de Mamás Les. Además, junto con otra compañera administro la página de facebook de Mamás Les.
Asimismo, junto con otros compañeros y
compañeras activistas del DF, Guadalajara y Ciudad Juárez (las
mismas personas que nos fuimos a USA en el verano) y más adelante
otros grupos y personas, estamos tratando de evitar que la
discriminatoria iniciativa de ley propuesta por la senadora Maki
Ortiz pase así tal cual ella la metió. Aún está en proceso esa
lucha.
Recientemente visité Monterrey con la
idea de realizar una reunión de Madres Lesbianas, esta se llevó a
cabo en la ICM Misión Monterrey, por allá del Parque España.
También estuvimos haciendo presencia en ACEPTO que fue el evento que
Criseida y yo junto con otras asociaciones iniciamos en el 2010 y que
desde entonces se realiza cada año el fin de semana más cercano al
14 de febrero, para promover la aceptación del matrimonio
igualitario en Nuevo León.
El día de hoy, me encuentro en un
Vip's, desayunando con Criseida, Diego y Santiago. Además de
redactar el presente texto, se supone que también estoy leyendo un
libro, muy bueno por cierto de una mamá lesbiana a la que conocí
por acá en el mundo bloguero y por la cuál siento profundo cariño
y respeto. También ando leyendo un ensayo de Judith Butler y otro
par de textos para mi investigación. Así que a manos llenas, o más
bien, ojos saturados de tantas lecturas, se me dificulta un poco
concentrarme en cómo estoy. ¡Ah, ya sé! Estoy OCUPADA.
1 comentario:
¡Ocupada y muy guapa con ese corte de pelo! :P
Toda mi admiración y mi apoyo, tu vida de activista es ejemplar.
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