Terminamos cansadísimos. Sospecho que Diego y Santiago estuvieron muy contentos porque la mayor cantidad de amiguitos que vinieron fueron de la escuela. Santiago estuvo un poco triste porque francamente esperaba que viniera Vale. Al parecer, le gusta una niña en su salón. De cualquier modo, jugaron y se divirtieron como locos. La fiesta estuvo muy muy muy coqueta gracias a todo el esfuerzo de Mami. La verdad sí se prendió con los detalles y no me dejarán mentir las personas que atestiguaron el suceso:
He aquí la mesa de honor
Yo me la pasé del tingo al tango. Atendiendo a los invitados. Sirviendo vasos de agua de los 7 mares (botellón azul) y ron del pirata (botellón amarillo). Servimos tostadas con frijoles y ya. Nos hubiera gustado agasajar a los invitados con algo más pero las cuestiones económicas siguen estando ajustadas.
Mami también decoró los pasteles y le quedaron muy padres:
Y la piñata restaurada también fue un éxito:
En fin. Nuestros muchachos ya tienen 6 años. Yo en lo personal estoy que no me la creo. Me encantan mis bebés aunque cada vez lo son menos.
1 comentario:
Que padre fiesta!!!!! todo les quedó de lujo! Lo único que me intriga es esa agua de los 7 mares que parece suavitel!!! asi la venden o la pintaron? y de que sabor es??? Ay esta vida moderna!!! felicidades por el exito de la pachanga! bendiciones!
Montserrat.-
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