jueves, agosto 16, 2012

Cómo me rompen los destos los católicos parte II

Pues decía el artículo:

La Iglesia también distingue entre la inclinación homosexual (u homosexualidad) y la actividad homosexual (u homosexualismo), enseñando que la primera no es pecado en sí misma, aunque inclina a actos que sí lo son. Comentando sobre su declaración del 75, la Congregación, en 1986, en una carta a los obispos sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, expresó lo siguiente: "...la Congregación tenía en cuenta la distinción comúnmente hecha entre condición o tendencia homosexual y actos homosexuales...Sin embargo, en la discusión que siguió a la publicación de la Declaración, se propusieron unas interpretaciones excesivamente benévolas de la condición homosexual misma, hasta el punto de que alguno se atrevió incluso a definirla indiferente o, sin más, buena. Es necesario precisar, por el contrario, que la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada"


Con perdón de todos los católicos que me leen: eso es una mamada. ¿Cómo se puede tener inclinación homosexual sin actividad homosexual? A estos vatos les hace falta mundo. ¿Sí saben que hay hombre que tienen sexo con hombres y no se definen así mismos como homosexuales? ¿O  es una especie de consuelo para todos los gays y lesbianas que todavía no consiguen con quién salir? No me imagino a nadie diciendo: "AAAAsh, estoy solteraaaa, no pescoo ni un resfriado pero... bueno, al menos ahorita no estoy en pecado". Ahora sí que POR EL AMOR DE DIOS!!!!! 

La Iglesia, siguiendo el ejemplo y la enseñanza del mismo Cristo, hace una tercera distinción: la de condenar al pecado, pero tratar con misericordia al pecador. Por eso la Declaración del 75 expresó: "Indudablemente, estas personas homosexuales, deben ser acogidas, en la acción pastoral, con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales y su inadaptación social. También su culpabilidad debe ser juzgada con prudencia" 4. Sin embargo, dicha atención pastoral no debe degenerar en una aceptación de la actividad homosexual como algo no reprobable. Por eso la carta del 86 puntualizó: "Quienes se encuentran en esta condición deben, por tanto, ser objeto de una particular atención pastoral, para que no lleguen a creer que la realización concreta de tal tendencia en las relaciones homosexuales es una opción moralmente aceptable"


 Este punto se me hace súper interesante. Esta es la moral católica. Pues qué bien por los católicos, ¿no? Esto funciona para ellos, esto es parte de sus preceptos y está bien. Pero lo que me intriga es que vengan a tratar de imponerme esta conducta que no tiene por qué regirme. Cristo es un profeta como lo es Mahoma. Son seres muy avanzados, muy espirituales que nos dieron pautas de amor. Nosotros como animalitos de la creación optamos por seguir o no seguir las enseñanzas de uno u otro, porque tenemos otro ente regulador, igual o peor de represivo, en el que puedes o no creer pero es quien concilia los asuntos sociales: el Estado. Si un católico viene y me dice esto de que hay que tratarme con misericordia y que mi preferencia sexual no es moralmente aceptable, yo le voy a contestar que si eso es válido para los católicos que está bien, pero que a mí no me venga con que Cristo me tiene misericordia con mi pecado nefando, porque Cristo, quiero creer, fue un ser mucho más avanzado que el control de los cuerpos en edad reproductiva.

En su atención pastoral a las personas homosexuales, la Iglesia les ofrece ayuda y esperanza de curación. El Padre John Harvey, con más de 30 años de ministerio pastoral hacia estas personas, señala que la conversión heterosexual o al menos una vida feliz en castidad es posible para los homosexuales y las lesbianas. Inclusive las Paulinas de EE.UU. publicaron su folleto titulado Un plan espiritual para reorientar la vida de un homosexual. El Padre Harvey dirige una organización llamada Courage ("Coraje"),precisamente para ayudar a estas personas a vivir con alegría la enseñanza de Dios y de la Iglesia 6. El Dr. Joseph Nicolosi, quién es sicólogo, también ofrece asistencia terapéutica para estas personas. El le llama a su programa "terapia reparativa" y ha escrito un libro sobre la materia


Esto sí es una mentada de madre. A ver si entendí bien: ¿Nada más porque me gustan las mujeres tengo que decidir vivir en castidad? ¡Eso ni los padrecitos lo hacen! Es más, ni los heterosexuales y los menciono a ellos porque CLARAMENTE el precepto católico es: NO FORNICARÁS y no fornicarás más que para traer hijos al servicio de Dios. Neta, bugas hipócritas, ¿ustedes nada más cogen para tener hijos? Es una reverenda mamada este planteamiento. A ver, ¿por qué chingados me querría curar de tener una intimidad emocional y sexual con alguien de mi mismo sexo? Mi vida, efectivamente, necesita orientación, pero para saber qué chingados hacer para que me paguen lo que a una profesionista de mi alcurnia merece y eso no tiene nada que ver con Dios ni con la Iglesia, tiene que ver con la pinche crisis y la misoginia de nuestros países.

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