viernes, agosto 17, 2012

Ana anda de gira: Día 17

Día 17.-
Lunes
**Nota a lxs lectorxs: al rato pongo las fotos y lo siento mucho por la tardanza, los siguientes posts tendrán que ser más cortos.
7:00 am despertar
El despertador sonó a tiempo para rescatarme de una bizarra pesadilla en la que yo intentaba hacer víctima del escarnio público a una mala frutera (vendedora) en Soriana. Por alguna razón terminé organizando una marcha en contra de esta persona que le faltó al respeto a mi acompañante, que para el caso era un desconocido, pero en mi sueño era como mi mejor amigo. Con el pitido del despertador (porque sí, los despertadores también pitan, no sólo los cláxones, ya que pitido es el sonido chillón que hacen algunas cosas), me levanté renuente y visité el baño. Más bien como que lo exploré a tientas. Durante la noche me dio un calambre en la pierna (la qque por cierto se conecta con el pie malo), así que iba medio a brinquitos. Me bañé y demás intimidades que hace una. Ok, la verdad es no lo pude resistir, remojé las patas en agua por un largo rato.
8:00 am vestirme y arreglarme
Casi una hora después de ver el día, comencé a vestirme. Yo muy linda, muy mona, muy chula, porque hoy teníamos la cita con General Mills y nos pidieron ir de gente decente. Para eso me pude un sobrio vestido negro corte imperio, aunque la verdad está medio derrocado el imperio, porque se cae un poco. Unas medias que ya me veo usando para cuando quiera andar de bitch por la vida (son de redecilla, un sueño de chulas). Unos flats negros comodísimos con moñito y puntita de charol. Todo Target. Me maquillé tan guapa como el tiempo y la imaginación me lo permitieron y me peiné. ¡Quién diría que es más latoso peinar el pelo corto!
8:30 am bajar
Cuando estuve lista bajé corriendo pensando que sería la última. No encontré a nadie y pensé que me habrían dejado. Resultó al fijarme que en realidad me adelanté 10 minutos, así que decidí jugar con mis tiempos y correr al piso 15 a tomar el desayuno. Ahí me encontré con Mike, Rodrigo, Gabo y Sara (la intérprete) que también andaban en las últimas del desayuno. Sara, como siempre apurándome me pidió que sólo agarrara y me lo llevara en el camino. Prometo mañana despertar más temprano porque el desayuno se ve muy bueno y variado. Tomé un plátano para el camino, ya que se supone que es bueno el potasio para evitar los calambres (qué raro, anoche cené “ji”tomate en mi guacamole y no parece haberme ayudado mucho). Lo malo es que el plátano estaba tan verde que no fue consumido de inmediato y pasearlo no quita calambres.
8:40 salir a la van
Cuando bajé ya estaba casi todo mundo, pero faltaba Liz. Me preocupó ya que el médico le mandó unas cuantas medicinas para su garganta y podría ser que no se hubiera despertado. Resultó que sí batalló para levantarse y fue lo que la hizo retrasarse.
8:50 salir rumbo a la cita
Cuando ya estuvimos todos listos fuimos a nuestra cita y bueno, como ya es costumbre, Sylvia nos regañó por el retraso y Sara nos informó que ya íbamos tardecín.
9:00 am cita con Jen Nagel y Brad Froslee
Tuvimos una cita con un par de reverendos de la Iglesia Luterana. Nos relataron sus retos y esfuerzos con la comunidad LGBT, lo que viven política y personalmente y cómo es Minnesota. Jen Nagel es lesbiana, ha estado 14 años con su pareja y oficialmente 12. Su esposa también es ministra, pero de una denominación cristiana más liberal, así que hasta cierto punto su matrimonio es interfé.  Juantas adoptaron a una niña que ya tiene 3 años, pero está enorme y parece de 5. Brad Froslee y su parejo se decidieron por ser surrogados ya que tuvieron unos cuántos asuntos con la adopción. Él nos contó que en los primeros 6 días de vida de la criatura lo registraron, la surrogada cedió sus derechos y el nombre del otro papá fue agregado en el acta de nacimiento. No pude evitar estar maravillada con Jen y obvio le pregunté qué retos le representa a ella como mujer el tener un trabajo religioso donde la mayoría son hombres. Nos cuenta que muchos la ven para abajo, pero ella se empodera y se pone la investidura para que se den cuenta de que allí está les guste o no. Ustedes saben, amo esa actitud, ya que siento que sólo así se hacen los cambios.
10:30 am termina cita y nos vamos a la siguiente reunión.
Apenas tuvimos tiempo de tomarnos la foto de grupo y despedirnos. Parece que nos extendimos un poco más de lo esperado. La reverenda Jen quiso ver una foto de los niños, ¿y adivinen qué pasó? ¡Claro! Sylvia dijo que no había tiempo. Como quiera yo busqué la foto en la compu y me tomé mi tiempo mientras que Liz fue al baño para podérsela enseñar. Ahí fue cuando ella me enseñó la de su familia. Odio que me apuren tanto.
11:00 llegada a Mills
Llegamos a general Mills y aunque llegamos con tiempo se le hizo un poco tarde a nuestro host en la ciudad, Daniel, por lo que los representantes de la compañía se tardaron un poco más en recibirnos. Nos pasaron a una sala de juntas donde nos mucha variedad de víveres y béberes.
11:10 am comienza junta con General Mills
La junta versó sobre las medidas laborales de General Mills en favor de la comunidad LGBTTTI. Resulta que la empresa tiene un muy alto índice de retención de personal, ¡y como no!, si tiene un montón de beneficios. Ya nos veía yo pidiendo empleo en la compañía. Hacia el exterior tiene convenios con Nestlé y es así como nos llegan sus productos entre los cuáles están la harina Betty Crocker, los cheerios y los lucky charms. Quedé fascinada con la compañía y la excelente actitud hacia la comunidad. Probablemente sólo haya sido cuestión del marketing del que fui víctima con una linda presentación que tenían preparada para nosotros. Pero de que lograron fidelidad a la marca puedo asegurarlo. Esta es la sexta compañía de comidas más grande del mundo así que tiene mucha influencia económica y el trabajo que hace con la comunidad LGBT es excelente. Además,  recientemente ha comenzado un programa internacional de diversidad que esperemos tenga efecto pronto y se vea reflejada en sus paralelas mexicanas.
12:00 pm recorrido por la compañía y lunch.
Amablemente nos dieron un recorrido por las instalaciones del edificio y de paso un recorrido por la historia de algunas de sus marcas, entre ella Cheerios (que comenzaron llamándose cheery oats), Green Giant (que la tenemos como Gigante Verde), Betty Crocker, Lucky Charms, etc. Amé la historia, amé el edificio, amé el recorrido. Tienen tiendita de recuerdos, cafetería Caribou (tipo Starbucks), Gym, Restaurante, Clínica, y el área de comidas del mismo edificio.
Nos invitaron la comida. A cada cual le entregaron una tarjetita azul con la firma de nuestro host y nos dieron total libertad de elegir en su área de comidas, desde una saludable ensalada, un delicioso salmón o una sopa variada, hasta una comida china, postres, golosinas, en fin, de todo había. Yo me fui por un trocito de salmón en mantequilla, acompañado de ejotes y verduras al vapor. También por sugerencia del chef, probé arroz salvaje. Encima le puse una cucharadota de aceitunas negras que me volé de la barra de ensaladas. De postre llevé una rebanada de pay de queso con manzanas cocidas. De entrada una sopa de tres frijoles en “chili”, whatever that means. Ya para rematar, o más bien para no pasarlo a brinquitos elegí una diet coke con twist de limón, esas cosas que allá en México no se consiguen más que en los súpers mega nice.
Comimos en santa paz y tranquilidad discutiendo de el campo mexicano y las oportunidades de crecimiento de una empresa como General Mills en México. Resulta que tienen una planta en Irapuato. Yo la verdad, me disculpé y me largué a la tiendita a comprarle a los hijos (por pura falluquera que soy) un plato de cheerios y otro de dibujitos de distintas marcas de cereales. También llevo unos imanes de Betty Crocker porque no me la podía perder.
1:00 pm salida a la siguiente cita.
1:30 pm Lavender
Lavender es una publicación gay. Toma su nombre del equivalente en inglés para “lilos”. Lavender era la palabra clave en el ejército para gay en los 30’s y 40´s. El dueño de la revista estuvo en las fuerzas armadas y supongo que por eso para él es importante. Esta publicación se estrenó en 1995 y desde entonces sigue en pie, lo cuál no es algo que muchas revistas para público LGBT puedan decir. Es bastante “neutra” la publicación por decirlo de alguna manera. Su intención es no ser tan radical que no tenga patrocinadores, ni tan conservadora que no tenga lectores. Algunos detractores mencionaron que está muy vendida, y hasta que no parece gay. Yo todavía no me tomo el tiempo de leerla, pero puedo asegurar que el hombre es extremadamente amable y platicador. Se la pasó diciéndonos que habla mucho por su ascendencia irlandesa (no entendí) y entre las gracias que tenía para nosotros había mazapanes de la rosa y refresco Manzanita sol. Un detallazo. Todo dentro de una canasta de paja, encima de un trapito mexicano.
3:00 regreso al hotel
A las tres de la tarde volvimos al hotel ya para descanzar, antes de nuestra bienvenida casera: “home welcoming” que es una cena en la cas de alguien y que no nos hicieron en Atlanta como se suponía.
3:15 descanso
Yo por supuesto, no descansé. Aproveché unos minutos para postearles unas fotitos que había tomado para ellas a Crix y Raquel. Resultó que Crix, no se enteró de lo que era hasta en la noche que se lo expliqué.
Pero bueno, una vez terminada mi exploración por internet, me marche a recorrer el Skyway una vez más. Me volví adicta a ese laberinto de pasajes entre edificios. Terminé en Target imprimiendo unas fotos de la familia para regalar a la gente que vayamos conociendo. Lamentablemente no me las tendrían a tiempo para la cena del lunes.
Lo que yo andaba buscando era algo para ponerme en los talones porque me hice unas raspadas horribles con los zapatos. Total que yo en cuestión de pies no he dado una en este viaje.
6:00 pm regreso al hotel
Volví al hotel muy emocionada con unas medias en descuento y un papel para scrapbook. Yo no sé cómo le hago, pero siempre se me terminan pegando cosas que no iba buscando. Nuevamente me encontré a Liz en el lobby, ya lista para irnos. Le pedí que me esperaran y corrí a la habitación para arreglarme un poco. Y sobre todo a untarme las patas con cositas y ponerme unas curitas que precavidamente pedí en el lobby.
6:15 pm encuentro en el lobby para ir a cena con familia
Nos vimos encontramos Iván, Mike, Liz y yo en el lobby. Ellos se fueron a comprar una botella para llevar de regalo. Yo me puse a coser con hilo un trío de muñequitas mexicanas para que parecieran familia lésbica. Ésta es una idea que le robé a Karina Vergara (allá en el DF). Luego cuando llegaron, pusimos en una bolsita de regalo nuestras monerías y en otra el montón de mazapanes y galletas que reciclamos de la visita a Lavender.
7:00 pm llegamos a casa de Lisa Aldritch
En casa de Lisa Aldricht nos esperaban ella y su pareja, sus dos gatos y algunas amigas que invitó especialmente para conocernos. Hicieron mucha ccomida. Principalemente ensaladas y fruta, pero para mí el highlight de la noche se lo llevaron unos canapecitos hechos así: rebanaditas pequeñas de pan negro untadas de mayonesa (con aderezo parecía) y rodajas de pepino delgado y con cáscara espolvoreadas con algo equivalente al knor suiza. ¡Qué cosa más rica! Me hubiera comido más (que ya sabe la gente que no me cuesta) sino hubiera sido porque a Mike también le gustaron mucho y se los enfiló él. Yo descubrí que con hambre hasta la piña me gusta y creo que aspiré toda la comida que pude.
Hablamos mucho. Primero hicimos una ronda de presentaciones que duró fácil dos horas. La verdad nios extendimos mucho. Incluso Iván tuvo que pedirle a Liz que le cortara para dejar hablar a las anfitrionas y sus invitadas. Me gustó estar entre lesbianas. Parece que son un bien escazo en este viaje.
11:00 pm taxi de regreso al hotel
Cuando ya fue evidente que era  tarde y no parábamos de hablar hasta por los codos, nos pidieron un taxi para volver a casa. Llegando al hotel nos dimos cuenta que de las 7 a las 11 ya habían pasado muchas horas ye teníamos hambre de nuevo. Como justo en el trayecto Iván le dio un sermón a Liz sobre pasar más tiempo con nosotros, no se nos pudo esconder y fuimos todos juntos.
11:30 cenamos pizza
Caminamos por varias calles alrededor del hotel. La mayoría de los lugares estaban cerrados y los que no lo estaban se veían peligrosos. Batallamos un poco, pero al final dimos con un lugar donde vendían pizza. Yo pedí sólo una rebanada porque eran enormes, como de un cuarto de pizza. Iván que no se fijó, pidió dos. Al final, entre Liz y yo nos terminamos algo de lo que dejó, pero aun así quedó mucha. Ese niño come como anoréxico y no me cansaré de repetirlo.
1:00 am hora de dormir.
Finalmente se compadecieron de Liz y de mí y regresamos a dormir. Entre mis arcos y mis talones, yo no sé dónde voy a parar.

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