miércoles, agosto 29, 2012

Ana anda de gira: La última semana

Lo siento muchísimo, la puntualidad no es lo mío y me quedan dos días para aprenderla ya que es el valor del mes en la escuela de Diego y Sampi. Ya hace una semana que no reporto en qué ando. Como imaginarán ya volví. Pero ahora un resúmen de esa última semana por Redmond y Seattle.
Día 25.- Martes

Minutos antes de que apareciera "el jabón asesino"
Elva se puso a preparar jabones en la mañana. Como son los primeros de lujo que hace les puso muchos aceites variados y distintos. Ya ha hecho jabones de castilla en otras dos ocasiones. De hecho es una experta en manejar la sosa y me hizo verla detrás de la puerta de vidrio, como niña pequeña que ve a su madre hacer experimentos. Me encantó todo el proceso, hasta gogles se pone para no dañarse con la sosa. Luego mezclò los aceites con la base y despuès de un rato la mezcla nos atacó como un Blob gigante de película de terror inflándose, moviéndose y saliéndose de la olla.
A media tarde fuímos de paseo por un par de tiendas. Lo malo es que conforme el día se iba haciendo viejo, Manuel también. Resultó que Manuel se enfermó de lo que sea que Elva había traído la semana pasada y andaba adolorido, cansado, con cuerpo cortado y todos esos síntomas de las gripes. Lo interesante es que me llevaron a conocer un consultorio médico en los Estados Unidos y pude leer una revista muy coqueta de Martha Stewart.
Día 26.- Miércoles
Más de 1500 pins de AC/DC
Elva y yo decidimos salir a explorar el mundo mientras Manuel convalecía en cama. Nos escapamos en un camión urbano hacia Seattle. Ahí fuímos a comer a un delicioso restaurante de comida griega donde uno de los chicos nos acó conversación con la típica "you don´t look like Mexicans" (disculpe usté, olvidé mi rebozo encima del burro). Comimos hasta reventar una carne de borrego, con ensalada, humus y otro gerber de leguminosas de esos que se acostumbran en Grecia. Todo muy rico y acompañado de pita.
Luego pasamos como una hora en una tienda de antigüedades y finalmente fuimos al EMP, un museo de música rock y cultura pop, la cosa más "trendy" que pude conocer en Seattle. Me fascinó el concepto, hay todo tipo de pins de AC/DC expuesto, mil y un guitarras, una megapantalla con videos deconciertos, una sala interactiva donde puedes crear tu propia música y no sé cuanta más cosa para melanómanos. En otra sala, estaba una exposición de artilugios de la película de Avatar donde pude grabar un videíto, qué cosa tan más ridículamente divertida, nos reímos mucho y mi pierna evidentemente flotaba en el aire.
Ana protagonizando "Dinosaurios en la Luna"
Luego vimos una exposición de películas de terror donde pudimos gritar como desaforadas, bueno, màs bien yo, porque Elva más se reía que gritaba. Y otra donde había íconos de la ciencia ficción y pudimos hacer un simulacro de peliculita de marcianos y dinosaurios en la luna.
Finalmente tomamos el monoriel hacia el centro y de ahì un camión de regreso a casa. Donde Elva exploró el arte de manejar por Redmond.
Día 27.- Jueves
Soñé que ligué en el mercado
Manuel ya se sentía más sanito después de un día tirado en casa y decidió acompañarnos a Seattle. Como él nunca se había trepado en un camioncito quiso disfrutar la experiencia y decidió ese día no manejar. Llegamos al centro y por ahí comimos en un Subway. Luego paseamos en el Target y conforme nos fuimos adentrando a lo desconocido terminamos en un mercado. Literalmente un mercado casi como los de México, con flores y frutas y pescados en puestos, con la diferencia de que todo es limpio y huele a rosas.
Pasamos varias horas en el mercado viendo puestos y observando mil y un chacharitas. Había muchísimas artesanías y en un puesto hasta árnica vendían. Después de pasar por el típico "no parecen mexicanos", nos pusimos a discutir las ventajas y privilegios de la cultura del árnica y las curaciones naturales mexicanas. Me enamoré totalmente de ese mercado.
 
Día 28.- Viernes
Por lo visto no fui la única que cayó ante los encantos del mercado. Volvimos porque Elva y Manuel siempre sí querían comprar el árnica, además de que Elva quería comprar varias sustancias para sus jabones, cremas, shampoos y demás pociones mágicas que hace en casa. Descubrimos en el mercado nuevos niveles y tiendas que no habíamos visto el día anterior. Entre ellos una de puras especias y cosillas traidas de la India, Nepal y demás lares exóticos. Hasta había una pomada de hemp que estuve a dos minutos de comprar, hasta que me convencieron de que no era legal pasarla a México... too bad. :(
Día 29.- Sábado
El último día que habría de pasar en Redmond lo dedicamos a las compras de pánico para llevar todas aquellas cosas que esposa e hijos me habían encargado. También compré muchas que nada tenían que ver, pero que eran lindas. Me llevaron a un mall donde mientras ellos comían hot dogs y galletas y cuidaban a sus niños, yo me puse a chacharear. Compré camisetas para Crix en una tienda hipster y una bufanda para mí. Luego me llevaron a un Toys R Us para comprarles un detallito a los hijos, pero no encontré lo que buscaba, así que salí con juguetes para Crix. Lo positivo es que encontré la maquinita de chicles que Diego quería desde la navidad pasada. Finalmente pasé por unos conflictivos frijolitos de goma de 49 sabores distintos. Todo se resume en un breve parrafito, pero parece que extenué a mis anfitriones hasta su máxima expresión. Recomendación: hospedar a Ana por un máximo de 3 días, cualquier exceso puede dañar la salud.






Do these look like Mexicans to you?
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

ana soy fanatik d tus posts. Muero por leer ep[isodio 2 d deja tu comentario. Ya era ora d q alguien ablara d eso en publiko.

Una exjuana mas