Diego y Santiago están un tanto frustrados porque esperaban que el conejo de pascua llenara su canasta con dulces. Todo es culpa de una película que vieron el año pasado en la que el conejo de pascua funciona un poco igual que Santa Clós, pero con dulces y chocolates en lugar de regalos.
Ahora bien, como en alguna ocasión Diego me dio muestras de sus pensamientos y conclusiones religiosas diciendo que Dios, el Conejo de Pascua, el Hada de los Dientes y Santa Clós sí existen, estoy esperando a que cumplan entre 7 y 9 años antes de romper su burbuja. Total, poco a poco los compañeritos de la escuela irán desmitificando a cada uno de esos personajes y el primero se cae solito por falta de sustento...
En el ínter, hoy encontraron sus canastas vacías, pero el calendario indica que ya es pascua. Lo de la cacería de huevos lo pospusimos hasta que regrese Lucy de vacaciones y ellos lo entienden, pero se siguen preguntando ¿dónde quedaron sus dulces? Después de todo los Reyes Magos pusieron golosinas en sus zapatos. Así pues, les expliqué que seguro hoy llega en la noche y que su retraso debe tener relación con la lluvia que hay hoy en la ciudad. Después de todo, ¿a quién le gusta mojharse?
Hoy tenemos planeado un día casero y de bajo impacto, leyendo cuentos en casa de una amiga. Mientras que llega la hora los niños (y esto cabe resaltarlo porque es de asombrarse) VOLUNTARIAMENTE decidieron tomarse una siesta.
Aquí les dejo unas fotos de mis bellos durmientes, a los que con sorpresa encontramos en la sala y con la tele apagada.
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