viernes, marzo 02, 2012

Mujeres trabajando

Por supuesto no me podía quedar con las manitas quietas y cruzadas.
La verdad por eso me gusta el activismo, es mi pequeña aportación al mundo para cambiarlo (ya sea para bien o para mal) poder influir, dejar huella. Es como mi expansión del yo. (Ando leyendo textos sobre psicoanálisis y me hacen daño, así que los repito.)
Me metí con las Mujeres DeBotas a organizar unas jornadas por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora que está por conmemorarse el 8 de marzo y la experiencia ha sido muy interesante. La horizontalidad, aunque no se logra del todo y tiene sus altibajos es los más parejito que he percibido últimamente en mis trabajos dentro de Monterrey. Me siento bien, me gusta. Me desvelé hace dos noche para terminar un manifiesto feminista y le dediqué varias más horas de lo que yo creía al texto, pero al final me ha hecho sentir muy bien que por un lado, todavía puedo investigar y redactar y por otro puedo hablar de cosas distintas a lo que siempre hago, dentro del activismo LGBTTTI.
Hoy sigo cansada, pero cansada bien. Cansada Feliz. Me gusta.

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