viernes, febrero 10, 2012

sonríe y el mundo te sonreirá :)

Prometía que esto no iba a pasar, y sin embargo se salió de mis manos. Todo tiene una razón de ser, así que no me juzguen... jajaja :)
"Hoy" es 10 de febrero y es el cumpleaños de mi BFF, Befo, hermano del alma y así...
Como quedamos que este iba a ser el año de mis efemérides personales tengo toda la intención de dedicarle un post especial en su día especial. Y bueno, vamos a apreeciar el hecho de que la intención es lo que cuenta. :P
Entre mis presencias más notables y últimamente la ausencia más remarcable encontramos a Manuelito (que para mí es senior aunque cronológicamente él sería en sí el "Jr" y su hijo "the third," pero para mí el mundo empezó y terminó en el durante muchos años, así que no haré ahora excepciones a esta mi regla personal, ultimadamente la hisstoria es de quién la escribe y yo soy dueña de mis letras).
Cuando lo conocí él apenas tenía 14 años y era un renacuajo que tuvo a mal convertirse en sapo :P Hasta que llegó su princesa Elva y lo transformó en el príncipe charming que terminó por ser. Yo apenas tenía 15, pero me sentía infinitamente más madura y preparada para la vida que ese niñato con todos sus logros de boy scoutt. Sin embargo, era muy chistoso, y tierno. Así que terminó por caerme bien y tenía la virtud de no tener demasiados amigos, así que podía dedicarme tiempo a mí (soy posesiva, ¿y qué?).
Me temo que su adolescencia se vio marcada por la cantidad de vergüenzas públicas que lo hice pasar, pero la verdad sea dicha, lo que no te mata te hace más fuerte y podemos decir que lo hice muuuy fuerte. Él me enseño a tomarme la vida con más calma, más tranquilamente, pero la verdad no fui tan buena alumna como debería.
Como todas las relaciones en la vida tuvimos nuestras altas y bajas, muy bipolares si tomamos en cuenta que la parte racional era él y la emocional era yo. Su presencia en mi vida llegó a convertirse en un mal vicio, me chocaba, no tenía ganas de verlo, pero allí estaba yo encima porque sino me daba abstinencia y sentía que algo me faltaba. Cuando finalmente logré engancharme de lgo más tuvimos tiempo suficiente para crecer y fortalecernos, pero no tanto como para no necesitar mutuamente nuestra amistad.
Creo que la vida nos bendijo con la oportunidad de tener respectivas parejas que entendieron nuestra amistad y que a su vez nos caen bien a los dos y eso no fue algo accidental. Yo creo fervientemente que por algo pasan las cosas en esta vida y por algo se fueron dando tal cual. En el momento en que a Crix y a mí todo mundo nos cerró las puertas en Monterrey, ellos las abrieron de par en par ofreciéndonos hasta el hornito eléctrico.
Todo el tiempo han estado dispuestos a escuchar y entender, pero sobre todo a preguntar, a preguntar y volver a preguntar hasta lograr entender cualquier duda de nosotras.
La verdad, Manuel, es que yo en tu cumpleaños no puedo felicitarte a tí, sino felicitarnos a todos los que te tenemos en nuestra vida, porque la haces más habitable, más segura y más vivible. Estés donde estés, el tiempo que estés, espero que sigas siendo siempre parte de nuestra familia y nos permitas siempre ser parte de la tuya!




¡Ya no estoy triste! :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ana, que increíble regalo de cumpleaños. Siempre serás parte de mi familia, eres la hermana que va a las reuniones de año nuevo y mientras todos cantan saca disimuladamente sus pastillas de la bolsa y se las pasa con un trago de una botellita que nadie sabe de dónde sacó.
Te mando un enorme abrazo, de los que salvan distancias, y verás cómo nuestros caminos siguen pa'l mismo rumbo, aunque a ratos parezca que no. ¡Saludos y gracias!