viernes, octubre 01, 2010

Vamos por los cuatro (I)

A quienes nos leen más asiduamente no les ha de extrañar una vez más otra de mis muy recurridas cuentas regresivas. Nuevamente estamos en octubre y a punto de cumplir cuatro años. Por eso hoy les quiero compartir los cuatro momentos más estresantes de Santiago y de Diego.
En orden de aparición:
Santiago
1. Cuando Santiago se abolló la cabeza (al mes de nacido) en su primer berrinche mega traumático. Se enojó, se impulsó tanto que topó en los barrotes de la cuna y se le quedaron marcados. Y como se enojaba cada vez más, cada vez se pegaba más fuerte. Y mientras estábamos nosotras todas estresadas preparándole el biberón y cantándole porque estábamos tontamente intentando seguir el método de dejarlos llorar 10 minutos y luego cargarlos y luego dejarlos descansar otra vez.
2. Un buen día, como a los quince meses, Santiago comió quién sabe qué y se puso malito de la panza. Así que se puso a vomitar y vomitar y vomitar. Se acostó en el sillón de la abuela a convalecer y luego volvió a vomitar. En total, 12 veces en una hora. Le dimos la medicina y la vomitó, así que la pediatra me hizo ponerle un supositorio de bonadoxina y llevarlo a Urgencias para verla ahí. Cuando llegamos, el descarado estaba ya de buen humor, sin vómito, tranquilo, feliz y correteando por todo el hospital: sano.
3. En un paseo de COMALES, Santiago se cayó de una banca de pic nic y como no metió las manos se rompió la frente. Cuando volví (porque yo estaba comprando chucherías en el Oxxo) las otras mamás entretenían a Diego y me dijeron que Criseida y Santiago habían corrido a Urgencias pero que no me preocupara. Cuando llegué yo también al hospital, me encontré con un niño risueño, sin rastros de una caída, excepto porque la radiografía mostraba una fractura en la frente, en el punto donde se encuentran los ojos y la nariz. Desde entonces, tenemos que cuidarlo mucho de cualquier caída y la parte más estresante fue checar que no le cambiara el humor y se volviera sociópata.
4. En otro domingo de COMALES, cuando ya se había terminado la reunión y sólo quedábamos algunas mamás en Cresex, nos distrajimos un momento en ver no sé qué y para cuando fui a la cocina me encontré a Santiago jugando con frascos que había sacado de abajo del fregadero. Uno de ellos olía a thinner. Yo entré en un colapso nervioso y dos mamás de COMALES nos llevaron a los dos de Urgencias a la Cruz Verde. Ahí le hicieron todas las pruebas y lo mandaron a tomar leche toda la tarde. A la cual, por cierto, es intolerante... pero bueno, afortunadamente no pasó a mayores, parece que el niño sigue entero con la mayor cantidad de neuronas posibles y todavía no es sociópata.

Diego
1. Cuando cumplieron una semana de nacidos, fuimos a la revisión de rigor y la doctora pensó que Diego estaba un poco amarillo. En un par de horas pasamos de una visita de rutina a la peor pesadilla de cualquier madre primeriza. Terminamos en el hospital con Diego ictérico firmando un disclaimer que decía que si el niño era sordo, paralítico o retrasado mental era mi culpa (no trato de ser políticamente incorrecta, sólo cito textualmente lo que me dijo el enfermero). De ahí, salió Diego a los 18 días de nacido, o sea que pasó un total de 10 días en cuidados intensivos en la unidad Neonatal.
2. Un día, al llegar a la escuela, la maestra me dijo "no se preocupe, no le pasó nada a Diego". Acto seguido, me preocupé y con eso pude darme cuenta que Diego había sido víctima de su primer ojo morado. Se lo sacó por mordelón (probablemente secuela de la ictericia).
3. Otro día de tantos que fuimos a pasear, mi hijo decidió ejercer su autonomía y largarse a explorar uno de los centros comerciales más grandes que frecuentamos. Se perdió en los Outlets de Sendero, con todo y que lo estábamos "cuidando" UN MONTÓN DE ADULTOS RESPONSABLES!!! Después de ardua búsqueda, Diego llegó solito de la mano de un policía platicando muy quitado de la pena. Él se acordó dónde estaba su familia y le fue diciendo al policía a dónde regresarlo.
4. Una noche de pesadilla, hace pocos meses. Diego decidió hacer uno de sus frecuentes berrinches antes de ir a dormir. Lo mandamos a la cama y desde ahí, más calmado, pero no menos insistente, gritaba "Mamiiiii, veeeeen". Hay días en que estoy abrumada y no cedo a esos reclamos (sólo voy cuando me hablan bonito) pero esa vez lo sentí tan desesperado que dije "este niño no se va a calmar hasta que lo abracen". Fui y me senté con él a la orilla de la cama donde intenté razonar y negociar la necesidad de dormir. Cuando finalmente aceptó que era la hora de dormir, miré hacia la pared donde se recarga su cama y vi cómo estaba a unos cuantos centímetros de nosotros una enorme tarántula que le hubiera caminado por encima si yo no hubiera acudido a negociar en el berrinche. Acto seguido, arranqué al niño de la cama y gritando como loca desaforada me lo llevé a la mía donde esperamos a que la abuela y el abuelo llegaran al rescate. Mientras Crix nos pedía que nos calmáramos. Lo simpático es que Santiago nunca se despertó durante todo el melodrama y sólo preguntó a la mañana siguiente "por qué hay una mancha en mi pared?".


No se pierdan más aventuras en los días por venir. Sólo faltan 9 días para el gran súper cumpleaños número 4 de Diego y Santiago.

3 comentarios:

Lau... dijo...

Aunque sé que han sido momentos agustiantes para vosotras...lo que me he reido con esta entrada!!!! JAJAJAJJA...

Sois una super familia!

MyA dijo...

Les encantará leer estas historias cuando crezcan un poquito! :)

Un abrazo, ha sido un placer encontraros por aquí!

Anónimo dijo...

Si que ser Mama, esta de no mames,no mames,no mames... Hasta yo me puse angustiada con las situaciones que han pasado..
Esque son dos, todo doble, doble preocupacion, doble cansanci..pero doble amor y alegria de tenerlo..
hojala y todo lo que aqui cuentan no lo vayan a tomar en su contra, los opositores de uds, en tener pruebas de uds mismas, de los que les pasa a sus hijos, ya saben como si parejas del mismo sexo, no son buenas para criar a los hijos..
y aunque esto les pase a todos los niños del mundo, no cualquiera se atreve a publicar los accidentes y enfermedades que les pasa a sus hijos..
Uds, como siempre sin miedo a nada.. lo publican y sabra Dios , si les perjudique en algun proceso..

Un gran abrazo y besos, para esta familia.. tan normal..

Bye..