Un día. Ya sólo queda un día para el cumpleaños de Anita y yo sigo en este dilema existencial de cómo hacer que tenga un día perfecto. Por la mañana, lo sé, tendremos que llevar a Diego y Santiago a la escuela. Y a la una de la tarde tenemos que ir al taller mensual sobre educación que imparte la escuela. Una actividad muy interesante que propuso el director.
Ahora bien, la novena cosa que odio de Ana: SU TRABAJO!!!!!!!!! Odio con odio jarocho que entre tan temprano y que deba tener apagado su celular TOOOODO el día. Lo odio casi al mismo nivel y con la misma intensidad que odio dormir sola y comer sola. Lo odio al mismo nivel que cuando le marco y no me contesta a la primera o me manda al buzón. Lo odio casi casi que con la misma pasión que Gargamel a los Pitufos.
Y en estos casos, me es sumamente difícil verle el lado positivo. No, no puedo tolerar que sean ocho horas o más de no tener comunicación alguna con ella. Lo odio porque, como sabrán, todo ABSOLUTAMENTE todo, se lo consulto y se lo chismeo. O sea que su trabajo sumado a mis indecisiones, sumado a que mi primer impulso si me pasa o se me ocurre algo es contárselo me hacen la vida bastante imposible. ¿Exagero? Tal vez, pero odio su trabajo.
Y en estos casos, me es sumamente difícil verle el lado positivo. No, no puedo tolerar que sean ocho horas o más de no tener comunicación alguna con ella. Lo odio porque, como sabrán, todo ABSOLUTAMENTE todo, se lo consulto y se lo chismeo. O sea que su trabajo sumado a mis indecisiones, sumado a que mi primer impulso si me pasa o se me ocurre algo es contárselo me hacen la vida bastante imposible. ¿Exagero? Tal vez, pero odio su trabajo.
2 comentarios:
Eres de esas personas anticuadas que no quieren que su mujer trabaje. Jajajaja.
eii jajaja
io tambien odio TP!
entiendo tu odio hacia su trabajo :)
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