lunes, agosto 23, 2010

Qué semanita

Lunes 16/08: Por la mañana pude gozar de unas horas más de dormir. Se suponía que íbamos a ir a la CEDH a poner nuestra denuncia por discriminación del IMSS, pero por cuestiones de agenda política cambiamos el plan. Sin embargo, ya había yo pedido el cambio de horario en el trabajo así que tenía libre la mañana hasta la una. Crix y yo fuimos a hacer unos trámites míos del INFONAVIT en compañía del Tío Manuelito y le pedimos el que pedía ser el último ride a Gómez Morín para ver un vocho usado que remataba a buen precio. La verdad sea dicha, se seguía llamando Gómez Morín por exceso de imaginación y falta de otro nombre, porque eso ya era más bien bosque de Chipinque cruz con el pino de la ardilla. Fuimos hasta punta de la loma, perdidos entre callejuelas retorcidas para ver un vochito que estaba perfecto, salva por el hecho que no prendía. De regreso, ya en camino para mi trabajo, el Tío Manuelito vio mi desánimo total y se atrevió a decir "yo no les había querido decir nada para no crearles falsas expectativas y darles mayores problemas peeeero yo tengo un carro rojo parado desde hace tres años en un taller que les puedo vender".
Martes 17/08: Me desperté extra temprano presagiando un gran día. Me esforcé por llegar tempranito a la parada y tomar el camión anterior al que suelo tomar con el regocijo de que probablemente sería mi última ida en camión. Apenas avanzadas unas cuantas cuadras, el camión nos dejó tiradas y todos los pasajeros fuimos reubicados en otra unidad. Yo únicamente abrí los ojos para completar el traslado al otro asiento que me llevaría rumbo a la Independencia (colonia, no situación). Llegando al metro me di cuenta que iba en una unidad que no llegaría nunca a la Independencia, así que pedí al chofer la devolución de mi boleto, en venganza me dejó parada en Reforma a las 6 de la madrugada, con todo oscuro. La calle estaba desierta salvo por una señora gorda de vestimenta provocativa que se acercó a mí y prendiendo un cigarrillo preguntó "¿a dónde vas mija?", "a la Independencia", caló hondo y al soltar el humo dijo "pues cúidate mucho mija, porque si te vas a quedar solita aquí es muy peligroso" y con eso se marchó. Yo sólo alcancé a responder con voz de hilo "pues no se vaya". Acto seguido, corrí de regreso al metro que estaba más concurrido, ahí esperé mi camión.Llegué sin más pena ni gloria a mi trabajo a la hora de siempre a pesar de haberme levantado tan temprano. A la salida le marqué a Crix para ver dónde estaba y se encontraba allá por La Pastora con Manuelito tramitando la salida de nuestra nueva adquisición. Minutos más tarde recibí una llamada: "Hola Ana, soy Luis, queríamos ver si te podíamos hacer una entrevista", yo dije que sí como siempre y él contestó "qué bueno, entonces ahora mismo tomo un avión para Monterrey". Una hora más tarde, me reuní con Crix en La Pastora. Tras juntar los ahorros de nuestro cochinito con los del Tío Manuel, pudimos sacar finalmente el coche del taller, pero después de tres años de estar parado, Rogelio Seferino no quería cooperar para ponerse en marcha. Tras 40 minutos de ir a 20 km por hora, intercalando acelerador y freno para que no se matara, Rogelio no pudo más y nos dejó tiradas en frente del Parque Fundidora. Ahí un señor se acercó a ayudarnos y con una cadena amarró nuestro coche a su defensa. Yo lejos de agradecérselo interpreté mi propia escena de la Bruja Blair y llorando dejé mensaje en las contestadoras de todos mis amigos dictando las placas del individuo que yo suponía nos estaba raptando. Minutos más tarde, cuando nos depositó sanas y salvas al otro lado de la calle, se bajó y le dijo a Crix "servida señorita, ¿algo más que pueda hacer por usted?" y yo muerta de vergüenza por haber sospechado que nos iba a robar.Esperamos una hora hasta que Rogelio Seferino quiso prender por propia voluntad y así avanzamos hasta Félix U. Gómez (casi a la altura de Ruiz Cortines) donde decidió nuevamente matarse, para esto, Manuelito y nosotras nos vimos distanciados por el tráfico y su celular murió por falta de batería, así que tuvimos que esperar una hora más hasta que se comunicó con nosotras para pedirle auxilio "nuevamente". Mientras tanto, un transeúnte ayudó a empujarnos a mí y a Seferino hasta el estacionamiento de un banco, esta vez guardé compostura. Allí aprovechamos Crix y yo para ponernos al día y comprar unas carnitas. Finalmente, el Tío Manuelito llegó a nuestro rescate para empujar el coche a nuestra casa, no muy lejos de ahí.
Miércoles 18/08: Una vez más, sufrí aterrorizada en la Independencia esperando a ver si esa mañana me tocaba una bala perdida (la situación me tiene en crisis nerviosa), sobre todo porque iba especialmente arreglada para la entrevista que nos iban a hacer. Durante la mañana, le marqué no menos de seis veces a Crix, que si para ver a qué horas, que si para ver dónde, que si para ver qué se ponía. A las 4 salí pero de ella y los reporteros ni sus luces. Iban apenas sobre Félix U. Gómez a plena hora del tráfico. Finalmente pasaron por mí pasadas las 4:30. Yo estaba de malhumor, pero Crix ya venía cableada con micrófono y todo y un camarógrafo siguiéndola, así que no me quedó más que sonreir y sonreír y seguir sonriendo.Nos llevaron a la Alameda Alfonso Reyes donde hicimos nuestro mejor esfuerzo por parecer más relajadas de lo que en realidad estábamos ¡con semejante calor!
Luego nos llevaron a casa y fuimos nuevamente por Rogelio Seferino que parecía ya funcionar bien.
Jueves 19/08: Finalmente mi esposa me llevó al trabajo en el carro. Mis días esperando camión en la Independencia habían quedado atrás. A las 4:30 que salí, me esperaba ya puntual... a media calle porque no se pudo estacionar. Volvimos a casa donde descansamos hasta que llegó la hora de acudir a nuestro habitual Mc Jueves que en esta ocasión se llevó a cabo en casa de Barbie. Se suponía que llegaríamos ahí a las 9 para regresarnos a las 11 y ver el programa de Denise Maerker en casa, pero en realidad llegamos allá a las 10 y terminamos viendo allá el programa.
Viernes 20/08: Desveladas y todo, madrugamos para ir al trabajo. Atrás muy atrás habían quedado ya los días de tomar camión... o eso pensaba yo, porque nuevamente en Félix U. Gómez nos dejó tiradas Rogelio Seferino, el Golfo que no quiso caminar. Yo iba ya muy tarde, así que como pude tomé un taxi para llegar al trabajo. En la tarde Crix tuvo que ir por mí porque yo no tenía suficiente dinero para volver sola a casa. Estuvimos en casa solo una hora y luego volvimos a irnos porque teníamos invitación para participar en el programa de Radio Tu Vox con Arturo Zúñiga. Al salir de ahí nos fuimos a festejar a huestro amigo Leos que cumplió un año más de vida. Después de haber empujado el carro, haber tenido entrevistas y haber sobrevivido al calor de esta ciudad, prácticamente nos quedamos dormidas encima del sushi durante la cena.
Sábado 21/08: El sábado presumía ser un día muy ocupado. Con una fiesta y un taller. Terminamos yendo únicamente a la fiesta y llegamos tarde porque fuimos a sacar a Rogelio nuevamente del taller mecánico. Después de haber pasado por el dilema moral de pagar a nuestro mecánico precio completo a su chalán menos de la mitad engañando a su jefe. Optamos, como es debido, por hacer las cosas bien y pagar precio completo a la persona con la que hicimos el trato. Pero he aquí que nos arrepentimos, porque aún así volvió a dejarnos tiradas Rogelio Seferino. Después de la fiesta se suponía que nosotras teníamos que ir a un taller de participación ciudadana o a la casa de las anfitrionas de la fiesta. El taller nos quedaba muy lejos y las anfitrionas nos desinvitaron. Así que terminamos tomando un camión de regreso a casa.
Domingo 22/08: Crix fue por Rogelio Seferino y todo indicaba que ya iba a funcionar bien. Por eso decidimos llenarle el tanque de gasolina y no batallar el resto de la semana. Llevamos a los niños al cine con el Tío Manuelito porque había una oferta: 20 pesos en todas las funciones de niños. Pero oh sorpresa, que al llegar al estacionamiento de Céntrika descubrimos que Rogelio Seferino tiene una fuga en el tanque de gasolina. Crix se imaginó que volaríamos en pedacitos tal y como se ve en las películas, pero el Tío Manuelito, tan geek él, la convenció de que él vio un programa de los Mythbusters en el Discovery donde se demuestra que ni agarrando a balazos el tanque de gasolina explota tal y como en las películas. Hicimos súper mientras esperábamos a que se terminara de vaciar el tanque o al menos llegar al punto del hoyo y luego volvimos a casa donde nos arreglamos para nuestra participación en el programa de Televisa Monterrey: Tribuna TV. Nuestra participación en dicho programa fue muy divertida,esperamos que a ustedes también se los haya parecido.

Lunes 23/08: Hoy no me quería levantar, el fin de semana me sentó fatal. Toda la semana me sentó fatal y todavía me pregunto por qué a veces pasan tantos días sin poder postear. Espero que esta semana ya venga más tranquila y ya empiece a funcionar Rogelio Seferino. Tales fueron mis pensamientos mientras esperaba mi camión NUEVAMENTE en la Independencia.

4 comentarios:

NN dijo...

Ahhhh que caray ¡ la verdad yo ya hubiera tirado la toalla con regelio zeferino, pero pues no hay de otra a batallar, ojala que pronto funciones como debe de ser. saludos ¡

encantada dijo...

Menuda semanita, sí... Siento lo del coche, me imagino que ha debido de ser terrible :( No sé cómo todavía os quedan fuerzas para el activismo. ¡Sois grandes!

Anónimo dijo...

extrañaba muuuuuuuuchisimo tus aventuras!!!
suerte con rogelio zeferino que ya no se descomponga

sigue escribiendooo

Anónimo dijo...

Chicas tengo una pregunta, se nota que a ustedes les encantan las cámaras y llamar la atención y pues, no está mal, cada quien sus gustos, pero ¿Por que no avisan con tiempo de cuando saldrán en los programas y eso?, si lo han notado se llenan de llamadas negativas por que generalmente quienes están en contra tienen a personas que les avisan, justamente por eso sería de gran ayuda que ustedes, que saben cuando van a salir, avisen mínimo para que uno se prepare, busque los teléfonos y marque al programa, para que mas comentarios positivos lleguen.