miércoles, enero 13, 2010

Tolerar

Este artículo salió el martes 12 de enero de 2010 en el periódico EL NORTE, ya saben, un periódico de Monterrey que tiene mucha presencia en la sociedad regiomontana. La opinión de Rosaura Barahona siempre ha sido de las más controvertidas dentro de los sectores conservadores. He aquí la reacción sobre el escándalo de Esteban Arce. Clara y concisa.

TOLERAR
Por: Rosaura Barahona

12 Ene. 10

Una de las primeras cosas que nos enseñó don Pedro Reyes Velázquez a la hora de discutir o argumentar a favor o en contra de algo fue a definir, junto con el opositor, el concepto sobre el cual se discutiría.

Fue muy útil. Él, panista, decía que aprendía mucho de sus discusiones con don Ricardo Covarrubias, priista. Y que no se peleaban porque si una discusión degenera en pleito se acaba toda la posibilidad de aprender, exponer o armonizar puntos de vista distintos y válidos. Pero, claro, ambos eran muy inteligentes.

Nosotros suponemos que las definiciones que traemos en la cabeza para conceptos complejos o simples son las correctas y si alguien difiere, está equivocado. Por eso antes de discutir se debe definir desde un punto de vista y desde el otro.

Me detendré en el verbo tolerar, tan de moda ahora que Estaban Arce impuso sus puntos de vista sobre los de una sexóloga experta. Arce puede estar en desacuerdo con quien sea, pero no se vale descalificar algo o a alguien a partir de creencias personales y sin argumentos comprobables.

El ataque de Arce a los homosexuales y las entrevistas para apoyar sólo su punto de vista son una muestra de mal periodismo. Un reportaje debe presentar puntos de vista diversos y, si se puede, opiniones de expertos con distintas posiciones. Omitirlo es un error periodístico, además de una falta de ética.

Y no fue la primera vez: cuando se discutió la despenalización del aborto, Arce condenó a todas las mujeres que abortan y a quienes defendemos su derecho a hacerlo dentro de la ley.

Quizá el verbo "tolerar" y el adjetivo "normal" sean los más socorridos en esta polémica. Nos acusamos de ser tolerantes e intolerantes o normales y anormales, pero rara vez nos sentamos a ver qué significa eso para cada quien. Y olvidamos que todos somos tolerantes e intolerantes o normales y anormales en determinadas circunstancias.

Tolerar tiene varias definiciones y se usa en muchos campos. La Enciclopedia del Idioma dice: llevar con paciencia, disimular algunas cosas que no son lícitas sin consentirlas expresamente. Larousse: sufrir, soportar un agravio o a alguien cuya presencia nos molesta, permitir, aguantar, resistir, admitir sin recibir daño alguno, respeto a la libertad de los demás, a sus formas de pensar o de actuar y a sus opiniones políticas y religiosas.

En filosofía, tolerancia es un criterio o principio discriminatorio el cual, implícita o explícitamente, va en todo juicio de valor en materia de estética o moral.

Y mi preferida porque me parece muy desafiante es: buscar la verdad sobre algo, a partir de diferentes perspectivas y estando siempre abierto a las creencias y verdades del otro.

A mí no me parecen sinónimos tolerar y respetar. Yo respeto a mis amigos judíos, protestantes y ateos, pero nada debo tolerarles. ¿Ellos me respetan o me toleran a mí?

A los homosexuales tampoco les tolero nada; me basta con respetarlos, como ellos respetan mi heterosexualidad.

Tolero a un antipático, pero nunca toleraré a un terrorista ni a un pedófilo (cura o no).

Si Arce hubiera sido tolerante con la sexóloga, le habría preguntado qué significa para ella normal o natural y luego él habría expuesto sus propias definiciones. Desde ahí hubiera descubierto una falta de coincidencia que no le daba derecho a imponer sus creencias. En apariencia hablaban de lo mismo, pero en realidad, hablaban de cosas muy diferentes.

La definición de normal es "lo que se apega a la norma" y una norma es "una regla general sobre el modo de comportarse o de hacer algo, una forma por la que se rige la mayoría de las personas". Y las normas han cambiado, cambian y seguirán cambiando siempre, por eso no se vale equipararlas con lo natural que es inamovible.

Los comunicadores pueden y deben defender sus principios, siempre y cuando entiendan que éstos son una de tantas opciones, no las únicas ni las verdaderas. De otro modo se vuelven pequeños dictadores de los que en este País sobran.

En "Los Caminos de la Tolerancia", el libro de Henry Kamen, se estudia el concepto de tolerancia a partir de la Reforma y se analizan los conflictos sociales, problemas e incluso guerras debidos a la intolerancia. Y seguimos en las mismas.


rosaurabster@gmail.com

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