A Crix, Elva, Maru, Gloria O y todas las Mamis bloggeras que nos leen. ¡Las quiero mucho!
Hace justo una año viejé al DF, y conocí lo que es el adultismo, o más bien empecé a ver lo que no era. Intenté de verdad acercarme más a mis hijos. La verdad, me sigue siendo IMPOSIBLE. Sin embargo, diariamente veo mujeres que sí lo logran, o que al menos lo hacen mejor que yo. Anoché yo discutí con Diego de nuevo y a veces siento tengo un hijo cuya idea de cómo deben hacerse las cosas nunca va a coincidir con la mía.
Hay gente que me sigue teniendo paciencia, me tienen más paciencia de la que yo me tengo. Entre ellas Mariana (soy víctima del efecto Mariana :P no importa en cuántas cosas no estemos de acuerdo, simplemente me sigue encantando esta mujer!), bloggera argentina una de las mamás de Luli. A veces me dice cosas que yo no entiendo [a parte de boluda, pero esas ya son barreras del lenguaje! ;) ], pero lo sigue intentando, me sigue dejando información y a veces termina por decir algo con lo que o sí me identifico, o sí entiendo.
Tal ha sido el caso con eviarme un link al youtube de Laura Gutman.
Empecé viendo los videos con un poco de recelo y en los primeros 45 segundos de la entrevista que le hacían a esta mujer yo ya me había declarado en huelga porque siento que nunca podré hacerlo tan bien. Y a veces siento que hay tantas cosas que ya hice mal y serán irreparables. Pero hay algo que dijo esta mujer que simplemente me ha conmovido:
"¡Una madre madre no debería nunca estar sola!"Y obviamente no se refiere a las madres solteras, sino a la tribu que formamos alrededor nuestro para sentirnos contenidas y capaces de ejercer la maternidad. En otras ocasiones, incluso antes de saber o pensar en esto, ya había yo expuesto aquí cuánto me gustaría formar parte de una comuna donde todos criaramos en conjutnto los hijos de los demás y esas cosas que luego me da por pensar. La verdad es que al menos ahora me siento avalada en mi deseo.
Quiero compartir con ustedes que la compañía que me hacen a lo largo de este pesadísismo camino, ha hecho que siga viva, entera y que aún no me vuelva loca. Gracias a esas veces en que cuento con la experiencia de compartir nuestras maternidades me siento mejor.
Crix es la mejor mamá que pueden tener mis hijos, de verdad que sí, y a veces me da pena dejar tantas responsabilidades sólo encima de ella. Mi madre es una gran abuela y ha sido una gran colaboradora en este camino. La tribu/aldea/comuna que hemos ido formando con Elva, Manuel, Maru y Hrdo ha sido un gran soporte familiar para Diego y Santiago, pero sobre todo un pilar emocional para mí. No me cansaré de darles las gracias. Yo no sé cuánto tiempo más me quede aquí, no sé qué nos depare la vida, sólo sé que estos años, los más difíciles en la formación y crianza de Santiago y Diego los atesoraré muy queridamente en mi corazón gracias a las dulces experiencias que hemos ido formando. Obvio esto también aplica a muchas otras personas que se han mantenido cerca de nosotras y que nuestros niños tratan de tíos y tías y a los que adoran y por los que luego piden ver. Esta red, ha hecho las maravillas que yo nunca, con todas mis fallas, podría hacer para que ellos logren sostenerse en pie.
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Les pego además un texto (que aunque es pensado en la familia hetero aplica un poco ampliamente a todas las familias con una pareja criando solas a los niños) que me envió Mariana y que escribe Laura Gutman. Espero lo encuentren de utilidad.
En lugar de tribu hay sólo un padre
Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu. Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Tomemos en cuenta que una cosa es la inmensa necesidad de ser amparadas frente a la desesperación, la locura y las vivencias confusas que estamos experimentando desde el nacimiento de nuestros hijos, y otra es lo que un solo individuo puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos.
Cuando no vislumbramos nuestra realidad en forma global, creemos que las cosas se solucionarían si el varón regresara más temprano a casa, si cambiara los pañales de vez en cuando o si ganara más dinero. Es tiempo de admitir que somos sólo dos personas -nada más que dos- y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos. Si la realidad es tan desventajosa, compartamos lo que nos pasa, conversemos y decidamos juntos a quiénes pedir ayuda. Inventemos una red amorosa donde haya un lugar destacado para los niños. Ofrezcamos una sonrisa, un libro, un dato valioso a otras madres. Abramos nuestras casas, cocinemos algo delicioso, invitemos a otros adultos con niños a visitarnos. Si participamos en la construcción de una tribu moderna, dejaremos de culpar a nuestra pareja. Y aparecerá la virilidad que estábamos reclamando.
Laura Gutman
Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu. Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Tomemos en cuenta que una cosa es la inmensa necesidad de ser amparadas frente a la desesperación, la locura y las vivencias confusas que estamos experimentando desde el nacimiento de nuestros hijos, y otra es lo que un solo individuo puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos.
Cuando no vislumbramos nuestra realidad en forma global, creemos que las cosas se solucionarían si el varón regresara más temprano a casa, si cambiara los pañales de vez en cuando o si ganara más dinero. Es tiempo de admitir que somos sólo dos personas -nada más que dos- y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos. Si la realidad es tan desventajosa, compartamos lo que nos pasa, conversemos y decidamos juntos a quiénes pedir ayuda. Inventemos una red amorosa donde haya un lugar destacado para los niños. Ofrezcamos una sonrisa, un libro, un dato valioso a otras madres. Abramos nuestras casas, cocinemos algo delicioso, invitemos a otros adultos con niños a visitarnos. Si participamos en la construcción de una tribu moderna, dejaremos de culpar a nuestra pareja. Y aparecerá la virilidad que estábamos reclamando.
Laura Gutman
Les pego aquí la primera parte de la entrevista por si gustan verla:
4 comentarios:
A mi Mariana me envio lo mismo y tuvo el mismo efecto jajajajaja. Con la diferencia que acá lejos de casa nosotras estamos más solas que perro malo =P
Pero me encanto escuchar hablar a esta mujer, no es lo mismo que leerla que da lugar a que interpretes lo que quieras, es tan clara con las palabras que te deja con la boca abierta.
Te mando un beso grande, otro para la pelada de Crix y para los pollitos (me refiero a los niños no a los plumiferos esos que tienes ahora)
Bueno alguien que dice que mis miedos no son infundados
Euge: Gracias por leernos siempre! La verdad es que nosotras con todo y las buenas amistades que tenemos a veces también nos sentimos muy solas. A veces me dan ganas realmente de meterme a vivir en una comuna. ¿Habrá de esas por acá? En fin, gracias por seguirnos leyendo y hacernos saber que contamos con tu compañía virtual.
Lucky: Por alguna extraña razón, ya nadie respeta los miedos de la gente. Ser madre es aterrorizante.
Ana!
Hoy justamente hablabamos con Laura Gutman de que los roles-tejidos-personajes familiares son los mismos, no importa la orientacion sexual de las familias, se aplica a todas, solo hay que saber leer entre lineas!
Gracias por tus palabras, es reciproco el sentimiento hacia uds!
Calma!!!
Besos
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