La Vacante en mi Corazón

Crix, tu sabes que desde hace algunos meses hay una vacante en mi corazón. Las cosas no han estado bien desde entonces. Ago me falta. No me siento la misma y últimamente las cosas no hicieron más que empeorar. Sé que te esforzaste porque yo me sintiera cómoda, sé que pusiste de tu parte y fui yo la que no cooperó.
Ahora me siento mejor. Yo no la busqué. Yo no la esperaba. Simplemente pasó. Me gustan morenas y chiquitas, pero jamás me imaginé esto en mi vida.
Sé que este no es el mejor medio para que te enteres, pero mejor antes que tarde. A parte como quiera te ibas a enterar y es mejor ahorrarte una decepción y/o sorpresa, ahora que aún estás a tiempo.
Yo sé que esto modifica nuestros planes de familia. Sé también que viene en un momento inapropiado, inadecuado, pero insisto es algo que simplemente pasó y ya ves lo que dicen: “por algo pasan las cosas.”
Por primera vez en mucho tiempo, este espacio vacío, esta vacante en mi corazón que quedó abierto el 3 de mayo, comienza a llenarse. Sabemos que nada será igual que antes, y que nadie, ni NADA ocupará el espacio, el lugar que ocupaba Flufi en mi corazón.
Conoce ahora a la nueva inquilina del baño azul:


¿A poco no es irresistible? ¡Sabía que te encantaría y ella también arde en deseos de conocer a Mamá!
PS. ¡No te olvides de cuánto te quiero!
Diego le dice “la Pequeña” y quiere ponerle “Agua”, pero no me queda claro si quiere darle ese nombre o desea ponerle agua en el plato… Sampi le dice “Tito”, el diminutivo genérico de todo aquello que no sabe, puede o quiere pronunciar (carrito, zapatito, arbolito, etc.) ¿Qué nombre le ponemos? ¿Alguna sugerencia, querido público?