viernes, septiembre 26, 2008

De acá de este lado

Este post es una respuesta a Anita, pero como me encanta el exhibicionismo, lo pego aquí:


Ana estaba muy desconcertada porque no contesté la pregunta de POR QUÉ LOS ESTADOS UNIDOS. Me dijo: Si ya se lo contestaste a Equis, por qué no lo pones en el blog. Y me sentí culpable de guardarme mis cavilaciones, que después de todo pueden servir más o menos para entender las contradicciones de algunos regiomontanos, mexicanos, latinos y hasta miembros de la Comunidad LGBT.
Una querida amiga, cuando le expuse la idea que traíamos de irnos a Houston me dijo algo que ya esperaba yo: ¿Cómo puedes estar defendiendo los derechos de las minorías -te dices de izquierda- e irte a buscar el sueño americano? Yo solo le dije: Pero desde la prohibición del alcohol todo mundo sabe que no existe tal sueño americano. Y entonces me contestó: Pues yo estoy más preocupada por darle a mi descendencia lecturas que le dejen algo, no en darle cosas materiales, nunca tuve como tú la preocupación de dejarle una casa. Y eso realmente me hizo pensar profundamente sobre los motivos, no del viaje, sino de la existencia misma.




¿Para qué trae uno hijos al mundo?
Hace casi un año, en un post que no encuentro, dije que traer hijos al mundo era algo inexplicable tanto para heterosexuales como para lesbianas y gays. Excepto por serias convicciones religiosas, nadie trae hijos al mundo por hacerle un favor a la sociedad, es algo muy cercano al egoísmo, al deseo de trascendencia personal, y por eso estoy convencida que todos tenemos derecho a ejercer ese derecho reproductivo, válgame la redundancia. Pero, y es mi opinión, ya que estamos ejerciendo el derecho, creo que debe caber un poco de cordura en nuestra mente y no irnos al extremo de no preocuparnos por ayudarles en lo que podamos en el futuro, después de todo la cantaleta adolescente de que ellos no pidieron nacer es cierta. Sin embargo, no estoy de acuerdo, tampoco, en mantener a nuestros hijos en una burbuja de cristal para allanarles lo cabrona que puede ser la vida, al contrario, soy partidaria de darles herramientas para que con la tranquilidad del mundo comprendan o alcancen a vislumbrar de qué se trata vivir. Pero bueno, esto es muy filosófico, y no es práctico. Lo práctico es tal vez no renunciar a una cosa por otra, pienso. No renunciar a la posibilidad de tener una casa ni a la posibilidad de darles experiencias y lecturas que como quiera que sea, tanto la casa como las experiencias se las lleva uno a la tumba. Y en ese sentido yo pienso ofrecerles a Diego y Santiago un hogar, antes que una casa. Los que por una u otra razón hemos estado cerca de la academia (que no La Academia) sabemos que cuando un individuo (o individua) está decidido a aprender algo, llega por medio de distintos caminos a las mismas lecturas. Y la gran gran ventaja que tiene la literatura es que viaja con una misma, aunque promete cosas que nunca podrá cumplir, pero esa es otra historia.





El pueblo migrante mexicano
En un libro editado por Siglo XXI, llamado Cultura al otro lado de la frontera, dice algo que me dejó pensando:


Las perspectivas mexicanas sobre la inmigración tanto documentada como indocumentada, constituyen un discurso narrativo sumamente nacionalista.
Esta subjetividad nacionalista se caracteriza principalmente por repetidas referencias al patriotismo mexicano a la lealtad patriótica, que idealiza a México y sataniza simultáneamente a los Estados Unidos.
El discurso está marcado también por los retratos negativos de los pochos-migrantes mexicanos o sus hijos que muestran evidencias de haberse aculturado en la sociedad estadunidense.
Además de esta subjetividad nacionalista, la narrativa de la migración mexicana está caracterizada también por su hincapié en la conciencia grupal de clase y en las pruebas y tribulaciones de los pobres-mexicanos que luchan por sobrevivir en medio de la rapacidad capitalista.



Y eso explica, en gran medida, ciertas preocupaciones sobre el viaje de un par de activistas con hijos hacia el enemigo en común que tiene todo el mundo: los States.
En Las Cruces, un amigo mío (de hecho el que está enmedio de Jesús y yo en la foto del post anterior) me dijo en alguna vez: Pero es que no sé de qué se quejan ustedes los mexicanos, si son igual de fascistas que los gringos. Y yo, inmersa en mi ejido durante veintitantos años no comprendí a lo que se refería. Y me explicó: Pues sacan la bandera para todo, no se diferencian en nada, eh. Me molestó mucho la crítica a nuestro exacerbado nacionalismo, pero me dio una pauta: una no empieza a reconocerse sino hasta que se ve desde afuera, a través de otros ojos, y es capaz de observar aquello que nos han marcado como identidad. ¿Por qué los charros de Jalisco -afamados por entrones - son nuestro emblema nacional? ¿Por qué el águila en un nopal devorando una serpiente? ¿Por qué el himno nacional que convocó Santa Anna? Pero sobre todo, ¿por qué lo escogemos?




¿Pero por qué Estados Unidos?

Porque USA y México tienen sus propios mecanismos. Porque a algunos les funcionan los de México y a otros los de otra parte del mundo. Porque yo quiero estudiar y aprender y no me ha funcionado el mecanismo mexicano. Lo intentamos durante tres años en el DF y no funcionó. Lo intentamos dos años en Monterrey y tampoco funcionó. Y es justo seguir en la búsqueda. Pero no es un enajenamiento absoluto del mecanismo de Estados Unidos, porque si no funciona (y porque si lo agotamos) habrá que regresar a intentar que funcione el mexicano o a seguir buscando. Es lo que hace toda la gente, todo el tiempo, desde las derechas hastas las izquierdas. Además, if not for Santa Anna, just to let you know, Texas would be Mexico, correcto!


¿Satisfecha, Anita?

6 comentarios:

Áurea O. León dijo...

jamás habia pensado en que méxico es igual a EU o.o ¡caramba!

Anónimo dijo...

Pues se parecen mucho! Por lo menos los dos están en Norte América :P

+*Chokolatosa*+ dijo...

pues yo creo q es una decision importante pero como tu dices el chiste es encontrar lo que uno busca...si no esta en Mexico pues en otros lugares no quedarse solo con los brazos cruzados.... y si no funcionana las cosas alla siempre podran regresar a Mexico y emprender nuevos caminos y si..como dices..Mxico es muy parecido a EUA ... lo malo de ser vecinos jajajajajaja

Unknown dijo...

Como sabras nosotras somos argentinas, pero vivimos en España. Y ya más de un "amigo" me ha tratado de vende patria. Sobretodo ahora que todo el mundo esperaba que como tenemos al Coquito volvamos. Para algunas personas es dificil entender que la idea de "una vida mejor" es un combo entre las cosas materiales y la educación. No migramos sólo en busca de dinero, también buscamos calidad de vida y si no funciona volvemos o buscamos otro lado.
Estoy de acuerdo con eso de que traer hijos al mundo es un acto egoísta, también que lo importante es darles armas para enfrentarse a la vida.
Es complicado partir... espero de todo corazón que les salga muuuuuy bien

Besos a los 4

S dijo...

Hola ana! hace un tiempo me preguntaste si podias agregarme a tus contactos, me sentí super halagada y no me anime a responder.
Cada día es un poco de autoaceptacion para mi, animarme a ser y aceptarme, a saber que es asimismo lo mejor que puedo hacer por mi duende (ser feliz) toma tiempo y muchas sensaciones diferentes, desde la adrenalina hasta la paz.
Espero que entiendas la demora en las respuesta, ahora si que me decido a desclosetarme como mamá lesbiana, al menos en la red! ja!
Besos y muchas gracias!

Ana Mar dijo...

Una tiene la obligación moral, sentimental y personal de mejorar en cualquier ambito de la vida, todo lo que sea para crecer para tener calidad de vida, para ser mejor y ayudar y proteger alos suyos mediante estas acciones para mi es valido, como saben yo soy Mexicana y vivo en España y si hay que viajar o cambiar de pais es valido desde mi punto de vista.
Besos y mucha suerte en este proyecto, espero que todoles vaya de mravilla.
Aqua