La verdad es que no iba a postear, pero no puedo predicar sin ejemplo. Voy por allí diciéndole a todas la importancia de postear hasta el más mínimo detalle de nuestras vidas diarias, ¡lo menos que puedo hacer es dar lo mismo que tanto pido!
El viernes fue la Graduación del kínder al que van los niños. Ellos únicamente irían como acompañamiento al evento por su fin de cursos, pero como los directores son muy rimbombantes, querían un eventazo digno de graduación universitaria, bajo el supuesto de que hay que hacerles sentir a los hijos que todos sus logros en la vida son importantes y el cierre de cada ciclo es garantía de un nuevo comienzo.
Desde el día en que los inscribimos nos había venido amenzanado con el día de la ceremonia de fin de cursos y Crix y yo cambiamos de un lado al otro de la balanza entre querer asistir y no a lo largo de estos meses. Yo ya estaba "convencida" de no ir, hasta que volvimos de México y la directora me chantajeó con "es que ellos son los que mueven a todos los demás y si no van Diego y Santiago se va a notar muchísimo la diferencia".
Total que yo accedí, a pesar de que tenían que ir de traje de gala. Y me dijeron las tíchers que ya los niños dominaban la coreografía y todo eso. El mero día en la mañana caímos en cuenta de que no tenían zapatos de vestir. Y fuimos mi madre y yo en la búsqueda. Pero yo no soy convencional y los zapatos negros no me gustan para unos bebecitos de 21 meses, así que compramos unos zapatos naranjas. Tampoco tenían camisas amarillas que era lo que debían llevar para la canción de patos que iban a bailar, ni de perdida blancas, porque el traje era de hace un año y las camisitas ya no les quedaban. Así que improvisé con camisas hawaiianas en verde y naranja.
Hasta allí todo iba bien. Pasamos por ellos a las seis y cachito, o sea que ya íbamos tarde al salón del evento en un hotel muy nice en el centro de la ciudad. La maestra que los cuidaba en la estancia me ayudó a cambiarlos y quedaron hechos unos príncipes. Desde ese momento Diego empezó a decir "no foto" cuando vio que lo atacaba yo con la cámara (de allí sus caritas de disgusto en las fotos del coche). Los subimos al coche y fuimos en dirección a la casa para dejar a mi madre porque ella no iba a poder acompañarme a la fiesta. En el camino, no notamos cuando Diego bajó su vidrio (es eléctrico y mi madre que conducía no lo bloqueó). Llovía, aunque no torrencialmente, pero no fue nada comparado con el chorrazo de agua que de pronto sentí por mi espalda, cuando oí el grito desgarrador de Diego que no sabía si llorar o tragar agua, fue cuando noté que su vidrio estaba bajado. Diego quedó hecho una sopa y Sampi un poquito menos. Resulta que un camionsote pasó corriendo sobre un charco puerco y nos lo salpicó todito encima y al pobre Diego sus chapitas le despintó.
No traíamos cambio ni nada, así que llegandito a la casa mi madre corrió por dos camisas secas y fue lo único que me dio. Yo ya traía el tiempo encima, eran pasadas las seis y media y se suponía que debíamos estar en el salón a las seis. Corrí con la esperanza de secarles los trajecitos en un secador de manos en un baño del hotel. Llegando al centro no estaba yo muy segura de cuál sería el hotel, pero en eso vi a un pequeñín en traje acompañado de su mamá por lo que me acerqué a preguntarle si eran del mismo kíder. El niño sin dar chance a que su madre contestara empezó a gritar "es el carro en el que traen a Santi, mira mami, es el carro en el que traen a Santi!". Lo tomé como un "sí, van al mismo kínder".
No traíamos cambio ni nada, así que llegandito a la casa mi madre corrió por dos camisas secas y fue lo único que me dio. Yo ya traía el tiempo encima, eran pasadas las seis y media y se suponía que debíamos estar en el salón a las seis. Corrí con la esperanza de secarles los trajecitos en un secador de manos en un baño del hotel. Llegando al centro no estaba yo muy segura de cuál sería el hotel, pero en eso vi a un pequeñín en traje acompañado de su mamá por lo que me acerqué a preguntarle si eran del mismo kíder. El niño sin dar chance a que su madre contestara empezó a gritar "es el carro en el que traen a Santi, mira mami, es el carro en el que traen a Santi!". Lo tomé como un "sí, van al mismo kínder".
Desde el valet parking hasta el salón, mis galanes fueron causando sensación en el hotel, levantando toda clase de piropos. Hasta me sentí linda con tan bellos acompañantes a mi lado. Ya que llegamos al salón y la directora vio a mis patos mojados, puso a trabajar a todas las educadoras en secarlos, calentarlos, cambiarlos y embellecerlos. Incluso, mandó los trajecitos a mantenimiento para que los secaran en la lavandería del hotel. En veinte minutos todo fue como si no hubiera pasado nada.
Dieron su presentación magistral de "Al agua patos, patos, sin sus zapatos, patos...", cantando y bailando con mucho ahínco. En una cosa tuvo razón la directora, la presencia de Diego y Sampi era primordial ya que sin ellos hubiera habido solo una nena bailando. Los otros bebés del curso no fueron. Seguro sus madres y padres no consideraron que un fin de curso de educación inicial fuera tan relevante como para cena en un salón de hotel. Los entiendo, si la directora no nos hubiera dado "beca" de cena, tampoco nosotros hubiéramos ido.
También les entregaron diplomita y todo y luego cuando los otros grupos cantaron, bailaron, declamaron e hicieron sus números, Sampi y Diego se quedaron tras bambalinas jugando a cantar con micrófono, ¡¡¡usando las claves de madera como micrófonos!!! ¡Son tan bellos! ¡Fue una noche para recordar!
Por cierto, he aquí foto de "las otras" maleducando a Sampi, ese hijo cuzco mío... ¡tan ingrato! La ojona es La Otra, y la de la mano es una nueva que ¡¡¡le estaba dando fresas frescas en la boquita!!! ¡¡¡qué más quería el príncipe!!!
5 comentarios:
como ya lo dije: oficialmente envidio a mi hijo... le dan de comer fresas en la boca!!!
oh dios mio que grandes y hermosos estas esos niños ehh, muchas felicidades por su super fiesta escolar, la verdad si se veian todos unos galanes, me encanto la foto del pobre diego en el carro con cara de ay mama ya vas a empezar a tomarme fotos otra vez jajajajaja
Si eso es del preescolar ya me imagino cuando se graduen de la universidad, haran fiesta nacional jaja
Que bonita Familia...felicidades..
Saludos...
Florecita Roquera...
Jajajajajjajaa no Ana! de plano que tu peculiar manera de narrar las cosas me hace reìr mucho!, y discùlpame pero lo que màs me dio risa, es cuando el pobre de Diego quedò todo mojado por culpa del señor del camiòn...pobrecitooo!
Y pues sin duda estàn pre.cio.sos los niños...
Lo que si se me hizo un pco exagerado es la ceremonia tan rimbombante de parte del kinder, no manches en salòn, de gala y todo!...creo que es mucho para los niños que ni saben q onda todavìa, en fin...
Besos... Hasta prontito..
Que guapooos se ven, salen hermosos, que bueno que decidieron ir, estan bellos sus nenes.
...independientemente del coraje y la mojada, está bien Diego? no se resfrió con el agua o le dolió su pancita con el cocktelito que le invitó el pinche camionero? ...espero que no
por otra parte... Santiago eres todo un maestro de la seducción!!! ...mira que tenerlo a uno abrazadito por un lado y ser alimentado con sensuales fresas por el otro... aaay, caramba, jajaja, me quito el sombrero... :D
Saludos, besos y abrazos.
MrH
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