lunes, febrero 25, 2008

¿Qué tal el fin?

Ante la pregunta "qué tal el fin", Ana y yo nos vemos en la necesidad de tomar aire y recapitular: Este fin de semana fuimos a Saltillo, invitadas por la Comunidad San Elredo a un evento de conferencias y debates sobre Diversidad Sexual, Familiar y Religiosa.

Y he aquí la travesía:
El sábado a mediodía habíamos quedado con algunas personas de salir en caravana a la mencionada capital de Coahuila, cuna del Pacto Civil de Solidaridad. Por alguna razón, la caravana nunca se llevó a cabo y por otra razón aún más extraña, tardamos más en llegar de San Nicolás a Santa Catarina, que en sí de Monterrey a Saltillo. Como llevábamos a los niños, Diego decidió apagarse antes de abandonar la zona metropolitana y Santiago entró en crisis existencial porque cosa curiosa, hace calor como si ya fuera verano, hace calor como si el calentamiento global estuviera derritiendo Groelandia. En fin, como la camioneta del abuelo tiene los vidrios polarizados, pensamos que sería suficiente, pero no, el sol estaba muy duro y Ana y yo ingresamos a ser viajeras del populacho al improvisarle un protector solar a nuestro bebé. Por fortuna no llevábamos toallas, así que el nacazo estuvo más leve.

Entramos en Coahuila y en poco tiempo estuvimos en Saltillo. Por mail nos habían enviado las instrucciones para llegar al Icocult (Instituto Coahuilense de Cultura), así que llegamos directamente hasta el centro de la ciudad que es donde se encuentra el instituto. Llegamos una hora antes de la cita, así que estuvimos vagando por el patio, hermoseando a los bebés que actuaban como energúmenos puesto que tenían hambre pero no se les antojaban los nuggets que les habíamos comprado.

Para el sábado estaban programadas las actividades de diversidad familiar. Primero hubo una conferencia sobre familias compuestas que la impartió la Dra. Inés Uribe. Muy interesante y todo, porque se trataba de la diversidad de familias que existen en el mundo y el derecho de cualquier ser humano a formar su núcleo como mejor le plazca. Después siguió un panel de PADRES CON HIJOS HOMOSEXUALES donde cuatro padres de familia intercambiaron sus experiencias ante la salida del clóset de sus hijos y la reacción hacia la sociedad y la familia extensa. Había una pareja de un gay muy interesante porque era la representante de muchos de nuestros padres. El señor no entendía por qué su hijo era homosexual y la señora en parte no quería hablar, se notaba que todavía le dolía haber sido enterada de la situación de su hijo. El señor básicamente dijo que para él, un homosexual nace, porque si es una elección para él era aún más difícil de entender. Estaba también la madre de una mujer transgénero, Alondra. Ella contó un poco la historia de su familia y las justificaciones que ella misma se daba ante la sospecha, pero cuando yo casi lloro fue cuando compartió que su madre, o sea, la abuela de Alondra, se portaba muy grosera y de forma despectiva con ella, con la nieta, y que eso la hizo reaccionar y enfrentarla y decirle: "Mire, mamá, yo la quiero mucho, pero si quiere que la siga viendo, va a tener que respetar a Alondra, porque no merece que la trate con desprecio". La siguiente panelista era la mamá de Gaby, una de las organizadoras del evento, y también transmitió toda la historia.
Después de un breve receso, Ana y yo, junto con otra pareja de Comales subimos al estrado a compartir nuestras respectivas historias. Nuestro caso era el de la pareja lésbica que decide tener hijos mediante tratamiento de fertilización y el de las otras madres era el de aquellas lesbianas que vienen con hijos de una relación heterosexual. Este panel, se tituló PADRES HOMOSEXUALES CON HIJOS pero esta ocasión solo hubo participación de madres.
La idea de nosotras era regresarnos a Monterrey apenas terminara el evento, pero en el triqui truqui, en la despedida y todo, nos convencieron de que pasáramos la noche en Saltillo. Fuimos a casa de Noé y Gaby, organizadores del evento, y estuvimos platicando (y comiendo tacos) con mucha gente. Los temas eran de lo más variado, que si cómo está Saltillo, que qué escándalo traían en Monterrey con la Ley de la Familia, que si el Pacto Civil de Solidaridad, y en ese momento caímos en cuenta que la Comunidad San Elredo es católica y cuenta con el apoyo del padre Robert (oh... he olvidado el apellido) párroco de la iglesia El Calvario. Y doblemente caímos en cuenta que el domingo habría una misa oficiada por monseñor Raúl Vera, obispo de Saltillo. Yo quedé súper impresionada, pero más impresionada estuve el mero domingo el día de la misa, cuando en pleno altar figuraba la bandera del arco iris, del orgullo gay. !Virgen del Perpetuo Socorro! ¿Qué estaban viendo mis ojos?
La cosa se puso más intensa cuando nos propusieron que le propusiéramos al obispo que bautizara a Diego y Santiago. Yo enmudecí, claro, y Ana también. Fue cuando Ana (otra Ana) tuvo que tomar la palabra y decirle: "Señor Obispo, aquí estas mujeres que vienen desde Monterrey quieren pedirle que les bautice a sus dos preciosos hijos". Yo entré en rigor mortis, porque el obsipo se nos acercó a intercambiar dos o tres palabras y yo trabadísima no sabía ni qué decir. Pregunta el obispo: "¿Son uno de cada una?" y cuando nuestra vocera le contó nuestro proceso de fertilización, el obispo se me acercó, me tomó del cachete (sí, del cachete, como cuando los tíos te pellizcan la mejilla para decir "mira cuánto has crecido") y dijo: "ah, pero qué cosa tan extraña". Luego nos refirió con una persona para tomar los datos y ponernos de acuerdo.
En la misa Diego y Santiago se portaron súper bien, pero al término estallaron en un grito, ya bastante desesperados por comer algo diferente a barritas, gomitas, galletitas, leche, etc.
El padre Robert salió a darnos los datos para que habláramos con la secretaria del Obispo y nos explicó que tanto padrinos, madrinos, padrinas y madrinas como Ana y yo debíamos acudir a la plática bautismal que él con gusto nos podría dar nada más tuviéramos la fecha apartada. Que para cada niño podría haber un padrino, una madrina o un padrino y una madrina, pero todavía la combinación madrina-madrina, ni padrino - padrino era aceptada dentro de las leyes de la iglesia, sin embargo, nos aclaró que no había nada escrito acerca de dos madres, así que por ese lado podía llevarse a cabo el bautismo sin ningún problema. También nos dijo que incluso ellos podían viajar a Monterrey o nosotras ir a Saltillo, que eso era válido en cualquier caso.
Yo para ese entonces había recuperado el habla pero de todos modos fue Ana (mi Ana, nuestra Ana) la que agradeció mucho las atenciones. Después de las despedidas y todo, fuimos al Icocult con la intención de escuchar la conferencia que Fray Julián, el representante de la asociación Católicas por el Derecho a Decidir iba a impartir sobre el tema HOMOSEXUALIDAD Y RELIGION. A mí casi se me caen los calzones de la apertura, ya estaba yo como el obispo, "ah qué cosa tan extraña".

Diego y Santiago para ese momento estaban ultra fatigados, ya querían ver a la abuela, ya querían estar en su casa y sobre todo, querían comida de verdad. Me imagino que se les debió estar antojando algo guisado, casero, y no sandwiches, Gerber, salchichas, Pediasure, etc., etc. Para colmo de males, el camioneta estaba súper mega enpuercada y se descompuso algo en el mecanismo eléctrico, razón por la cual no podíamos subir la ventanilla del lado del conductor, ante esas situación y a que la placa delantera no está donde debe, pensamos que si dejábamos la camioneta estacionada en cualquier lugar iban a pensar que era un coche bomba, así que buscamos a un lavacoches para que a nos cuidara el mueble.
Pero bueno, lo poco que pude escuchar de la conferencia en Icocult, fue bastante interesante. Fray Julián estaba haciendo un recuento de lo que la perspectiva religiosa veía como espiritualidad y de lo que significaba el crisitianismo, base de la religión católica, la gran formadora cultural de nuestras ciudades y países. El fraile trataba de explicar que en este aspecto delicado de la humanidad, se tiende a confundir la ética con la moral, y la espiritualidad con la religión. Es decir que, mientras que la moral es un constructo social que está (valga la redundancia) constituida por valores locales, la ética es el estudio del carácter general de las normas de conducta y de las elecciones morales concretas que el individuo hace en su relación con los demás. Es decir, algo moral puede ser ético, pero algo ético puede no ser moral. Por tal razón, en muchos casos tenemos a la religión regida por una serie de moralidades apartadas del sentido espiritual del cristianismo, y con ello es posible encontrarnos día a día a cientos de miles de personas sumamente religiosas pero no espirituales. Digamos, en el enfoque de la homosexualidad y lesbianismo, el cristianismo dicta como máximas el respeto al ser humano, el amor al prójimo y la compasión entendida como el dolor o la empatía que experimentamos cuando somos testigos de algún abuso, arbitrariedad, injusticia, discriminación, etc., es decir que el odio hacia los gays y lesbianas no es cristiano, pero encuentra justificación en la doctrina, en la moralidad de la religión. Y esto además de ser cagante es muy complejo, porque empieza a develar los sistemas y empieza a confrontar los vicios de unos y de otros en cuanto al funcionamiento social. En fin, el tema era realmente interesante, pero lo tuvimos que dejar a medias porque Diego y Santiago pedían a gritos un poco de paz, y porque la noche se acercaba y debíamos volver a Monterrey para atender otros deberes.

A Ana y a mí siempre nos han intrigado los temas de las religiones. Siempre hemos tenido uno y mil cuestionamientos. Yo veo el catolicismo, al menos en mi caso, como una institución de la cual pende gran parte de la cultura mexicana. Para mí fue un verdadero tormento tratar de entender la espiritualiad y la existencia o no de un Dios o un poder superior, etc. Entiendo profundamente la importancia del catolicismo, ya no digamos en el país, en mi familia. Pero mi ejercicio personal sobre la espiritualidad, aunque se lo tomen a broma, arrojó como resultado el epicureísmo guadalupano. Obviamente, mi madre, sin preguntarme ni nada por el estilo, me ingresó en estos ritos del bautismo y la primera comunión y hasta la unción de los enfermos, si me hubiera dejado, pero todo en aras de la continuidad moral y religiosa, no tanto en la cristiana espiritual. Y así, la mayoría de todos nosotros por la vida, ¿no? El cuestionamiento es igual de raro que de cansado. No obstante, haciendo este deslinde, no debería resultarme complicado ni difícil hacer la imposición de nombres por éste o por cualquier otro rito, porque lo verdaderamente importante es el trasfondo, la espiritualidad, la afinación del espíritu. Ahora que, dentro de la moral, caben una y quinientas preguntas más:
1. ¿Es moral hacer uso de un rito católico para la imposición de nombres de mis hijos?
2. ¿Es moral que los ingresemos en una religión históricamente violenta hacia los gays y lesbianas? ¿Es moral que busquemos la reivindicación por este medio?
3. ¿Es moral que atendamos la importancia cultural antes que la espiritual? ¿La moral antes que la espiritual? ¿O debemos ser fieles al espíritu mismo, con lo cual sale sobrando lo demás?
4. ¿Es moral que tomemos la línea de la validación católica donde poca reivindicación femenina ha habido desde la Edad Media, al menos?
5. ¿Es moral pedir un sacramento cuando sabemos que no hay esperanza de aquel otro?
6. ¿Es moral, en todo caso, conformarse con solo un sacramento?
7. ¿Es ético, entonces, buscar otra alternativa?
8. ¿Es ético aceptar la estructura actual de la religión católica pese a la conciencia de tal o cual aspecto?
9. ¿Es ético usar de la moral para hablar en términos morales de algo esencialmente ético?
En fin, mientras me contesto estas interrogantes y mientras Ana viene aquí a contarnos su versión de las cosas y sus propias dudas, los invito a que lean la pequeña entrevista que nos hicieron en Saltillo en la misa en El Calvario.
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Recorte de la versión impresa del artículo que salió el 25 de febrero en el periódico de Saltillo Palabra.
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Para leer la nota que sacó el periódico Palabra de Saltillo, hagan clic aquí:

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy impactado ante tal apertura. Ok, acepto que el obispo de Saltillo es una persona bastante open mind y que, hasta donde sé, bastante congruente con lo que vive y predica.

Por otro lado, creo que si es bueno que los niños estén bautizados. Ciertamente, cuando uno crece puede optar por confirmarse como católico o no, pero el bautismo es un sacramento que es importante dentro del entorno católico y que, lejos de imponerse, se otorga como una herencia. (al menos en mi forma de pensar y en mi credo)

Por otro lado, ciertamente la iglesia católica ha tenido sus malos momentos, malos testimonios y mala historia. Pero qué es lo que los que la criticamos estamos dispuestos a hacer por que esa historia y ese testimonio cambie? Si no eres parte de la solución eres parte del problema.

En fin, el tío Ricky está siempre dispuesto a rezar ya sea en una sinagoga, en una mezquita, una plantación india, INCLUSO hasta un templo cristiano (siempre y cuando se abstengan de gritos, guitarras electricas, baterías y demás artículos de índole escandaloza jajaja)

Anónimo dijo...

Alegre? Confundida? Extraña? Sorprendida? No se decir como me encunentro ante este relato... Sólo se decirles que si les dan la opórtunidad de poder bautizar a los pingos, haganlo, al fín que ustedes no van a decidir que Religión tienen que llevar sus bebés, sólo denles lo que ustedes creen que es importante y cuándo ellos sean mayores, que elijan cuál sera su Religión, secta, creencias, etc... Si para ustedes ese sacramento es importante, a realizarlo sea dicho...

Que bien que ya existan parrocos así, que al menos nos tomen un poco en cuenta, eso ya es ganancia...

Luego me pasan la dirección de el parroco, pa'cuándo me animé a tener un bebé con mi Gorda, tenga a quién ir a presentarle a mi mamá, pa' que deje de creer que por apoyarme ella también se ira con el "Chamuco" je je...

Que padre!!! Felicidades chicas!!! Ah y lo más importante... Gracias por habrirnos caminos a la gente lesbiana...

Se les quiere a los 4 fántasticos.. Besos a los pingos...

Anónimo dijo...

Bautizarlos? Para qué? Cuál es el punto? Entre la ética y la moral debe haber congruencia. Quieres a tus hijos enrolados en una religión que, como tú misma dices, excluye, critica, apunta y oprime a personas homosexuales? En verdad crees que tus hijos tienen la mancha del pecado original? Por qué hacerlos católicos y unirlos a un club del que ya te has alejado, o me vas a decir que irás a misa los domingos, que dejarás de tener relaciones sexuales ya que no estás casada y, hasta donde sé, nunca lo estarás porque para eso necesitarías de un hombre, peor aún, tienes sexo con una mujer... nálgame dios! y le seguimos así con todos y cada uno de los mandamientos. Bautizo y cambio de vida... mhm... o lo harás como tantas otras personas "pues es que hay que bautizarlos porque es bueno" olvidándose de que el bautismo es un compromiso con la Iglesia católica y por ende debiera ser congruente con un estilo de vida (moral, ético, espiritual, filosófico y cualquier otro plano que te guste), en fin, me enfadó el hecho de que siquiera lo consideraras. Enarbolo la bandera de "La Puta Iglesia Católica me tiene hasta los huevos", pero bautizo a mis hijos, no vaya a ser que sí tengan razón y el día del Juicio Final nos tome de sorpresa.

A. dijo...

dos palabras: IM PRESIONANTE!

Akaotome dijo...

tío ricky:lamento informarte que hay misas católicas celebradas con guitarras eléctricas, baterías y demás artículos de índole escandalosa)
viridiana: lo mismo, eh, no sé cómo sentirme al respecto.
anónimo: precisamente en la parte final del post enarbolo esa dicotomía, ese dilema ético que no moral, pero es eso, un dilema ético y hasta cierto punto moral... las reflexiones, querido anónimo, también comprometen la ideología?
a: yo estoy igual de IM PRESIONADA

Anónimo dijo...

Me parece que es un avance en la Iglesia Catolica; sobre si deciden bautizarlos es solamente una decisión suya. En lo personal creo que los ritos ( en cualquier religión) tienen como fondo la parte de integrarte a su ideología y socializar.
Si Diego y Santiago son parte de ese rito, creo que deben mas adelante especificarles .. diferencias entre espiritualidad, ritos, creencias, historia del catolicismo, ayudarlos a reflexionar y desarrollar un pensamiento crítico .
Como siempre respetandol@s mucho, admirandol@s y acompañandon@s.
Un abrazo KARLA

Anónimo dijo...

Estimado Anónimo 1

Ante tu primer punto, sobre la congruencia entre ética y moral. Creo que deberías examinar tu congruencia, porque estás hablando de una iglesia que:"excluye, critica, apunta y oprime a personas homosexuales?"
Te recomiendo que leas el Catecismo de la Iglesia Católica, donde habla sobre la homosexualidad y pide que no seas, excluidos, criticados, oprimidos, etc. Sino que sean comprendidos, respetados, aceptados, etc. En verdad crees que sea ético y moral hablar tan fácilmente como lo haces sin ponerte a examinar lo que la iglesia católica dice? Por la forma en que te expresas; "Enarbolo la bandera de "La Puta Iglesia Católica me tiene hasta los huevos" " Asumo que caes entre alguna de estas opciones: a) Eres católico resentido porque algún día un sacerdote no tuvo tiempo para ti y cuando te confesaste te comentó que es malo que fueras homosexual. b) Un sacerdote abusó sexualmente de ti y tienes resentimiento hacia TODA la iglesia por una sola persona. c) Eres hermano separado de la iglesia católica y solamente conoces del catolicismo lo que enseñan en tu iglesia y en la escuela en clases de historias. d) Si eres hombre quisiste ser sacerdote, pero te vieron tan amanerado que te corrieron, o te cacharon en el acto y te corrieron. e) Te crees un intelectual conocedor del tema porque eres homosexual, pero casi de seguro, eres de closet.
Por otro lado, cuando hablas de que si al bautizar a los hijos va a dejar de tener sexo con su mujer, o a ir a misa, o así, creo que te vas al extremo. Yo hace mil años que no le digo a mis padres que los amo, pero los amo y se los demuestro de diversas formas. Hasta la fecha no creo que haya alguien, en la actualidad, que cumpla los 10 mandamientos a la perfección, y tampoco creo que sigas tú las leyes al 100%, eso te hace un delincuente y debes estar en la cárcel, no lo crees? Porque como eres de radical en tus aseveraciones, y exiges congruencia, me imagino que has de ser un monje tibetano viviendo entre nosotros (estoy deseoso de conocerte).
Ciertamente, el bautismo es un compromiso, entre Dios y la persona, y ese compromiso se sigue en los términos que la misma persona hace con Dios. Dios respetará ese compromiso y respetará a la persona, al igual que la Iglesia Católica, quien te dirá que no considera buenas las prácticas homosexuales, pero que la relación con Dios es única y que, como tal, la respeta. Saludos mi iluminado anónimo

Julieta dijo...

A mi me parece maravilloso que hagan lo que sientan en cuanto a religión, y que puedan vivirla tranquilamente, compartiendo las tradiciones en familia... aunque personalmente, yo no lo haría.

Yo no soy católica pero fui bautizada como tal por decisión de mis padres, y no me gustó que hayan tomado esa desición por mi... Aunque para mi, no creyente, el "ritual" del bautismo no tenga valor, no me gusta que en los papeles yo esté formando parte de una institución que se empeña en molestarme, aún si hay cada vez más gente dentro de esa intistución que no comparte lo que se ordena desde el Vaticano. Mis hermanos también se "revelaron", algunos en mayor medida que otros... Por suerte puede hacerse algo al respecto =)

Las felicito por el artículo, por impulsar la visibilidad, y más que nada por hacerlo en un entorno que suele ser un tanto agresivo para con la comunidad LGBT.

Salu2!!!

Akaotome dijo...

julieta: sí, creo que ese es el meollo del asunto. Bien por la apertura de la Iglesia en algunas cuestiones, eso debe dar tranquilidad a muchos feligreses, sin embargo, es de pensarse eso que dices "formar parte de una institución que se empeña en molestarme"...

Ōkami dijo...

orales!!

El bautizmo es un paso dentro de la espiritualidad, así que veo bien que lo hagan!
Besos !!

Noelia dijo...

Vaya si me quede pensando con este post...

Creo que la Iglesia Católica pasó de ser intolerante y quemar a los sacrílegos en la hoguera, a ser todo lo tolerante que es ahora, poco más poco menos... Lo que yo creo es que la tolerancia que está mostrando la Iglesia en algunos temas es justamente lo que marca que no somos todos iguales... Es algo así como "yo te tolero porque soy bueno y te incluyo en mis sacramentos, pero vos deberías ser diferente de lo que sos...". Hasta hace unos años atrás no se podía bautizar a los hijos de una pareja hetero que no estuviera casada por Iglesia, y no te casaban por iglesia si no habías tomado la Primera Comunión, y no podías tomar la Comunión si no te habían bautizado, etc. etc., ni hablar de los hijos de una pareja homosexual...
A lo que voy es que yo creo que cuando la Iglesia rompió, por decirlo de alguna manera, con estos preceptos tan categóricos y ancestrales lo hizo desde el lugar equivocado (lo hizo y eso es importante, claro), porque lo hizo siendo "tolerante" y no desde un lugar de igualdad, que se supone debería ser el que predica...
Así y todo creo que es muy importante que lo haya hecho porque marca que va por un mejor camino, acercándose cada vez más a la gente y a lo que predican que es que "ante los ojos de Dios somos todos iguales..."
Seguro llegara el día en el que todo aquel que quiera pueda recibir los sacramentos sin importar absolutamente nada más que la Fe...

No estoy ni a favor ni en contra del bautismo... pero si estoy TOTALMENTE A FAVOR DE LA LIBRE ELECCIÓN...decidan lo que decidan seguramente harán lo mejor por sus hijos y las apoyamos por eso!!

Besos a los 4...!
Mariela y Noleia

Akaotome dijo...

Noelia: Sí, algo así es lo que pienso... como que con un sentimiento de superioridad y tolerancia, no desde el respeto, se están dando estos cambios... pero bueno, cada quien su fe y sus prácticas