lunes, enero 08, 2007

Sweet Home Monterrey


Heme aquí, lunes 8 de enero leyendo los comentarios del post anterior que tuvo a bien escribir Anita. Y bueno, cabe aclarar que las penas en esta familia definitivamente terminan causando risa. Yo misma no he encontrado en mi repertorio de emociones una más adecuada para los tropiezos de la vida diaria o bueno, de la vida con Ana (Life with Lucy). No me dejarán mentir aquellos que la conocen que una vez que entra a nuestras vidas nos empiezan a pasar cosas increíbles, en fin, todavía no empiezo a levitar tomando chocolate ni nada por el estilo, pero sí ha pasado que mi vida se ha convertido en un escándalo total. Me explico:

Mi personalidad me hace tratar de evitar ser tema de conversación de la gente. Me hace querer vivir en un halo de misterio, desaparecer de la vida de las personas para que se pregunten: "¿qué habrá sido de Criseida?", pero últimamente mi vida no ha podido transcurrir en el anonimato. La vida en este pueblo es todo, menos misteriosa.

Bien saben que éste es un lugar donde todos conocen a todos y todos hablan de todos. Por lo general nos vamos moviendo en los mismos círculos y termina una conociendo al amigo del primo del vecino que a su vez es cuñado de la hermana de la prima. Es así como ayer fuimos a conocer a Gajito, el nuevo bebé de Manuel y Elva. Durante la visita, Manuel me dice: "Oye y me preguntó mi hermano: 'a poco Criseida ya tiene hijos?'". Yo no pude menos que reir, porque resulta que uno de los mejores amigos del hermano de Manuel es primo mío que a su vez es hermano de la prometida de uno de los mejores amigos de Ana. Aquí sí, Dios los cría y ellos se juntan.
Manuel se puso a explicarle que sí, que yo tenía hijos pero habían salido de la panza de Ana. Entonces su hermano contesta: "Ah, entonces no tienen nada de Criseida". Manuel responde que sí, le explica el tratamiento y termina por confundir más a su hermano. "¿Entonces no tienen nada de Ana?". "¡QUE SÍ!"
En realidad encuentro francamente inspirador el hecho y puedo decir que en este momento no me molesta. Cuando escribí hace unas semanas que había puesto en la solicitud de empleo que tenía dos hijos, la gente, incluida Ana, me dijo que ya era definitivo y había perdido el sentido por completo. Tal vez sí. Llega un punto en la vida en que las cosas termina por estallar y digamos que estoy harta de algunas situaciones.
No me gustan las mentiras, me incomodan, pero hablar de frente y decir desde un principio: "Nomás que sí tengo pareja y se llama Ana y tenemos dos hijos", me cuesta mucho trabajo. Por eso, todo aquello que me ahorre explicaciones me encanta. Digo yo, el lado bueno de conocer al amigo del primo del vecino que a su vez es cuñado de la hermana de la prima es que los demás terminan explicando o al menos poniendo en antecedentes a gran parte de la gente y así es más fácil responder: "ah sí, tengo hijos y nacieron en octubre", en lugar de empezar desde el principio, desde que soy lesbiana y tengo una pareja con la que vivo hace mucho tiempo, etc.
No sé, por lo general soy más bien pesimista, pero me ha dado por tomar las cosas con mejor humor y terminar diciendo aquello de "hablen de mí, mal o bien, pero hablen".

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