Hoy 23 de 2006 entro en la semana 29 de embarazo según el doctor (es decir, a partir de la última menstruación). Por otro lado, según mi libro Diario de mi embarazo y según yo, que contamos a partir del día que extrajeron los óvulos y los fertilizaron, entro hoy en la semana 28. Es el día 190 de vida de mis hijos y aún faltan 76 días hasta el parto (que si llegaran a término sería el martes 7 de noviembre). También esa fecha por motivos prácticos tuvo que ser movida, ya que el doctor espera que por ser "embarazo gemelar doble" (o sea dos bebés) no lleguemos a las 40 semanas, sino a las 36. Así que tuvimos que transigir un poco, ni yo ni él, ¿qué tal programarnos mentalmente para la semana 38?
Él propone el día 7 de octubre, para el que faltan 45 días nada más. A más tardar 14 de octubre y para ése faltan 52 días. Yo, me niego rotundamente a tener hijos libra, así que mientras goce de buena salud no me los sacan hasta que ellos quieran salir o si no, lo antes que me dejaría sería el 24 de octubre y para ese día faltan 62 días. Por lo tanto, henos aquí que nos faltan entre 45 y 62 días para entrar en funciones oficiales de madres.
¿A qué viene tanta indecisión con las fechas? Pues a que el lunes pasado, 14 de agosto, fuimos a ver al doctor en una consulta de rutina para monitorear a estos bebos. Era la semana 27 con 5 días (tiempo del doctor) y sin embargo estos dos ya superaban esa medida gestacional. Santiago, que es el más pequeño, arrojó de "medida gestacional" las 28 semanas y 2 días, 28 centímetros de la cabeza a las nalgas (no cuentan los pies porque los tienen flexionados) y un peso aproximado de 1 k 88 g. Diego medía 29 semanas, 29 cm de cabeza a nalgas y pesaba 1 k 192 g. O sea, casi un kilo cien y uno doscientos cada cual. Para quien no esté familiarizado, ese peso no es nada, pero resulta que ese es el peso normal o un poquito más de cada bebé cuando se gesta SOLITO, así que siendo dos, el señor doctor piensa que están muy grandotes y que para evitarme incomodidades lo mejor sería hacerme la cesárea antes.
Yo opino que mientras el cuerpo aguante me espero.
Por supuesto, el trabajo del doctor es darme la visión más alarmista de las cosas para que esté preparada para todo y cualquier eventualidad. Después de todo no hay que olvidar aquello que alguna vez alentadoramente me dijo: "el mamífero humano no está diseñado para tener dos bebés a la vez". Hmmm... lo tomaré en cuenta para la próxima.
Aprovechó el doctor para recetarme ya unas ampolletas para estimular la maduración de los pulmones de los bebés, así si se adelantan, ya van a estar preparados y listos para nacer. Todo lo demás es tiempo extra de hospedaje que pienso cobrarles con años y años de extorsión y chantaje sentimental. ¡Estoy tan preparada para ser madre!
Bueno, les decía que hoy en su día 190 mis bebés ya mejoraron su capacidad de sobrevivir fuera del claustro materno (eso es un eufemismo de útero), su piel es cada vez más lisa, se han vuelto más sensibles a la luz, los ruidos, los olores y sabores. Ya pueden mover los ojos dentro de sus órbitas y están practicando direcciones de la mirada. Y su cerebro está adquiriendo un aspecto arrugado debido a su rápido crecimiento. Este plegamiento es normal y necesario (para que no se les resbalen las ideas). Los pliegues se denominan circunvalaciones. Un cerebro surcado de circunvalaciones contiene mayor número de células cerebrales que uno liso y que todavía no ha empezado a formar estos pliegues. Por consiguiente, rendirá más.
En cuanto a mí, la presión arterial está bien. Ayer fuimos otra vez al doctor porque me hinché y pensamos que era preclamsia, pero no. Resulta que mi presión es de 110/60 y que la hinchazón se debe a la presión de los hijos y la panzota en la que residen sobre no sé que venas de los muslos que hacen que no todo circule como debería. Así que ahora por receta médica tengo que estar acostada lo más que pueda con las patas al aire (bueno, en un cojín y en alto). En cuanto a una posible diabetes gestacional, me acaba de mandar un tamiz para ver si sí o si no, así que los tendré en suspenso hasta que me haga la curva de tolerancia a la glucosa para ver cómo andamos.
Ayer los latidos de mis hijos daban: Santiago 142 latidos por minuto y Diego 148 lpm, lo cual se supone está en rango y es bueno. Dentro de dos semanas me haré otro ultrasonido 3D, así que también les enseñaré pronto más fotos nuevas de mis chícharos en su vaina.
Bueno, por lo pronto se me acabaron las novedades gestacionales (las decentes que son las únicas que Crix me da permiso de publicar [es broma], las otras luego se las cuento). Ah, y muchas gracias a todas y todos los hados y hadas madrinas que les han regalado dones lindísimos a nuestros retoños.
1 comentario:
¡¡¡Caramba, que informada estás sobre los bebes!!! Yo nunca supe cuanto nació pesando mi hija menor, llegó un primero de enero a la 1 de la mañana y no había más que el doctor y la cocinera. La sorpresa más grata fue saber que era niña, hasta ese momento.
¡Cómo cambia todo!
En un día como hoy a las 10 de la mañana nace por cesárea la bebe de Sara
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