miércoles, junio 21, 2006

Maternidades lésbicas


Este artículo lo escribió nuestra amiga Sara a propósito de las maternidades lésbicas. Ella estuvo asistiendo a GRUMALE (Grupo de Madres Lesbianas) para entrevistar a las participantes sobre su experiencia con la maternidad. Esto le sirvió para escribir su tesis para obtener el grado de maestra en Estudios de la Mujer en la UAM Xochimilco.

Maternidades lésbicas: ¿reproducción del modelo heterosexual o acción radical?. El ideal materno aún persiste en la cultura como parte del deber ser. Desde esta perspectiva la maternidad se vincula al matrimonio, la heterosexualidad y al parentesco (Sara Amelia Espinosa Islas)
Fuente: La Jornada; Suplemento: La Triple Jornada, 1 de agosto de 2005
Subió a conferencia el 09 de Julio de 2005
Hay lesbofobia en las instituciones públicas


Maternidades lésbicas: ¿reproducción del modelo heterosexual o acción radical?
• El ideal de la mayoría de las lesbianas madres es la inseminación artificial • Su maternidad carece de reconocimiento legal y social
Sara Amelia Espinosa Islas
A pesar de los cambios de los que las mexicanas hemos sido testigas en los últimos 30 años, el ideal materno aún persiste en la cultura como parte del deber ser, adjudicado genéricamente a las mujeres por el discurso patriarcal. Desde esta perspectiva, la maternidad se vincula al matrimonio, la heterosexualidad y al parentesco. A su vez, las lesbianas son caracterizadas como seres no procreativos, por lo que el tema de la maternidad lésbica se presenta de manera desconcertante para muchas/os. La maternidad lésbica no se genera ni desarrolla bajo un imaginario ideal de acuerdo con mi experiencia como investigadora sobre el tema, identifico (sin que con esto trate de encasillarlas) tres formas de ejercer la maternidad desde la identidad lésbica.
La primera, se trata de aquellas mujeres que han concebido a sus hijas e hijos dentro de relaciones heterosexuales (que es la situación de la mayoría de las lesbianas con hijos/as en el país), casi todas en matrimonios. Estas mujeres primero fueron madres y luego se asumieron como lesbianas. La mayoría de éstas atraviesan una serie de conflictos y angustias al descubrirse o asumirse como lesbianas después de llevar una vida considerada como “normal”. Algunas más han atravesado o atraviesan sanciones, tensiones y desgastes producto de los juicios legales por la custodia o la patria potestad de hijas/os, ya que la incompetencia y lesbofobia de jueces, abogados y las propias leyes, llegan a significar serias desventajas para ellas, por lo que muchas prefieren permanecer “en el clóset”.
Generalmente suelen pasar desapercibidas como lesbianas dado que existe la referencia previa de un hombre en su vida y la de sus hijos que invisibiliza por completo su identidad lésbica hasta que ellas deciden revelarla.
La segunda, las lesbianas, madres por opción, generalmente son mujeres sin hijos, que decidieron relacionarse con una pareja que si los tiene. Por decisión propia se asumen como madres y comparten algunos aspectos (pero no en su totalidad) de la crianza y convivencia con las hijas/os, con quienes llegan a fortalecer lazos afectivos y de amistad.
La tercera, las lesbianas madres, son las que primero se identificaron lesbianas y posteriormente eligieron ejercer su derecho a la maternidad. Esto, en lo cotidiano, se convierte en una acción política que cuestiona y desestructrura a las instituciones sociales. La maternidad para estas mujeres puede realizarse de distintas maneras: la reproducción asistida (inseminación artificial); la inseminación directa, que consiste en relacionarse con un hombre con la única finalidad de embarazarse; es decir, el sexo procreativo, reducido a la introducción del espermatozoide al óvulo y, por último, la adopción. Generalmente la decisión es tomada en pareja, aunque claro, también existen aquellas lesbianas solteras que optan por la maternidad.
La inseminación artificial para tener hijos de su propia sangre, cuerpo y genes, es el ideal añorado por la mayoría de las lesbianas madres. Los elevados costos económicos en las instituciones privadas al igual que el desgaste físico, emocional y la lesbofobia de las instituciones públicas, deja fuera de su alcance la tecnología reproductiva. De ahí que la mayoría de las lesbianas madres vean, como opción viable, la relación clandestina con un hombre, denominada por muchas como inseminación directa.
La adopción, es uno de los recursos de los que menos se han apropiado las lesbianas, tanto por el deseo de tener hijos propios como porque en nuestro país el proceso de adopción suele ser largo y nada alentador con sus desgastantes y burocráticos trámites en los que, de entrada, hay que enclosetar la identidad lésbica para ser candidatas a madres adoptivas.
Mientras que el papel de la madre biológica o la madre adoptiva viene dado, en el caso de las madres por opción y las lesbianas madres no biológicas se construye y se pacta de forma permanente en lo cotidiano. Estas mujeres expresan que a pesar de tener los mismos lazos afectivos y de responsabilizarse a la par que sus compañeras en la crianza y cuidado de las hijas e hijos, su maternidad carece de reconocimiento y respaldo legal al igual que social, por lo que tratan de buscar algunas estrategias que legitimen y protejan su maternidad. Algunas deciden que sea un hermano o un primo de la madre no biológica quien registre a la niña/o como su hijo para que lleve el apellido de ambas.
Hasta hoy, no me resulta claro hacia dónde se dirige políticamente la maternidad lésbica. Pero, desde los datos de la investigación que realicé, no se puede soslayar la carencia de derechos de las madres lesbianas y de las lesbianas madres en una sociedad heterosexista que privilegia las relaciones “tradicionales” por encima de los derechos humanos.
Las feministas y las lesbianas feministas, han criticado con dureza y razón a la familia como institución y han fundamentado los modos represivos en que estas construyen la edad, el sexo/género y la organización genérica del trabajo y, aunque considero que la familia puede tener diversos significados que dependen de la persona y contexto histórico en que se vive, tampoco se pueden soslayar las críticas de algunos sectores de la comunidad lésbica feminista reacia a aceptar la maternidad de estas mujeres como una elección y cuestión política planteando que repiten el modelo heterosexista que ellas rechazan, en especial la necesaria consanguinidad para la crianza y convivencia con niños o niñas
No es errado que algunas –en especial las lesbianas feministas- vean a las madres lesbianas como mujeres que tienen mayor facilidad de encajar dentro de una sociedad heterosexista, pero también, sin un análisis a detalle, puede tacharse a las maternidades lésbicas y las relaciones de las madres lesbianas sólo como conservaduristas, producto del reflejo o imitación de lo normativamente existente sin considerar que las madres lesbianas y lesbianas madres, constituyen también modelos y discursos más amplios y que paradójicamente, desde el papel tradicional de la maternidad, cuestionan las interpretaciones habituales del parentesco.
En todo caso, el debate está puesto y su papel político transformador por verse.
La autora es maestra en Estudios de la Mujer por la UAM-X. Línea de investigación: Maternidades lésbicas y familias de elección. saislas@yahoo.com.mx

1 comentario:

ZUAG dijo...

La verdad esta nota me pareció un flash informativo.. jajaja Me gusta más cuando ustedes escriben lo que va fluyendo; así la nota se impregna de su sentir, más que de algo técnico.

La verdad no estoy muy enterado sobre la lesbofobia en las instituciones, pero me imagino que sí debe haber. Basta con ver cómo algunas de mis amistades se escandalizaron cuando comenté de mis dos amigas lesbianas que están a punto de ser mamás.

La lesbofobia y la homofobia son síntomas de una sociedad que aún no ha aprendido amar y no ha logrado desprenderse de los estereotipos arraigados en las tradiciones más absurdas.

Me alegro, muchachas, de que sean fuertes y libres para amarse y mostrarnos que lo importante es, precisamente, amar.