miércoles, junio 12, 2013

Madre sólo hay una

Si hay una discusión que me provoca una tremenda desilusión en la humanidad es la frase que titula esta entrada. Más si proviene de las propias lesbianas. Hoy me tocó escuchar esto en dos contextos diferentes. En el primero, un profundo desconocido opinó en una de nuestras notas lo siguiente: "Estos gays lo quieren todo. ¿Dos mamás? Si los niños salieron de un solo vientre". Luego en uno de los espacios virtuales en los que Ana y yo participamos una madre tuvo a bien decir la mentada frase. Yo me paré de pestañas. Una cosa es que la gente retrógrada, mocha y mojigata lo piense, y otra que las propias lesbianas lo profesen. No me exalto. Me apasiono. No me enojo. Me quedo perpleja. La madre en cuestión alegaba, entre otras cosas, que una, la biológica, la que se embaraza, la que paree esa es la verdadera madre. La otra se tiene que ganar a pulso el título.
Es un pensamiento duro, inflexible y radical. Si ella lo piensa así, sus motivos tendrá, quiero creer. Pero es una discusión que me llevó a pensar en tantas cosas. Para empezar, en un proyecto de (co)-maternidad esa idea está por completo fuera de la ecuación. La mayoría de ustedes saben que biológica y médicamente yo podría alegar que "soy la verdadera madre" de Santiago, pero me fastidia que ese tenga que ser el argumento para defender el núcleo de convivencia que Ana y yo decidimos formar. Ahora bien. Supongamos, entonces que soy la "la verdadera madre" de Santiago pero de Diego no. ¿Eso quiere decir que me debo ganar ser su madre?
No es solo que lo conozco desde que era feto, es que lo he cuidado desde que lo dieron de alta del hospital. Es que me he peleado con medio mundo para que lo traten y respeten como hijo mío. Precisamente hoy fui a la cuarta cita en el Registro Civil para poder ponerles mis apellidos. Los últimos dos meses he pasado horas con Santiago haciendo el trabajo que su maestra no hace. Soy quien lava los uniformes. Soy quien se levanta en las mañanas. Soy quien va a la escuela. Ahora mismo estoy viendo cómo enviar una recomendación al supervisor de zona para fomentar prácticas más incluyentes en la escuela y si después de eso alguien viene y me dice que debo ganarme el título de madre, sinceramente, me dan ganas de pegarle. Porque todo lo que acabo de enlistar lo hago como madre, no como aspirante a que un día la madre gestante, el Estado o el propio hijo me reconozca como tal.
Le dije a la madre en cuestión algo parecido a lo anterior. Ella remató con la tan conocida carta de "no, yo lo digo por los niños" y con esa extraña estrategia que yo no termino de comprender: Darle a elegir a los hijos cómo nos quieren decir. De verdad, no puedo entender cómo vas a dejar que tu hijo allá a las quinientas decida quién vas a ser en su vida. Creo que los hijos son parte de los planes, ya sean personales o ya sean de la pareja. Si esos hijos son parte de un proyecto personal no discuto nada. Solo una persona tiene la total y absoluta autoridad sobre los hijos, pero cuando es algo que sucedió a la par de una relación con otra persona, esa persona no tiene por qué ganarse a pulso ningún título, esa persona aceptó los "términos y condiciones", esa persona es lo que ella, con anterioridad a que nazca el niño o niña, decidió. Yo decidí ser Mamá. Ana decidió ser Mami. Muchos otros decidieron ser papás o mamás o makis o mapis o tías. No tienen que ganarse el titulo porque es un acuerdo previo. No tienen que esperar a que el niño o niña crezca y decida porque hay cosas que no se ponen a consideración de los menores. En un plano espiritual puedo concederlo, pero en el terrenal pertenecen a la familia que los quiso traer al mundo, le guste o no a la familia, a la sociedad, al Estado y me atrevo a decir que incluso a los propios hijos.

4 comentarios:

Alex Mds dijo...

Me encanto esta nota! Porq denota la cuestión simbólica! lo que nos hace humanos! Por dios, no es la biología lo que nos hace humanos; ni tampoco hijxs de fulanxs, es lo que se teje y entreteje con cuidados, amor, ilusión y desilusiones tmb!.

Aleh Ordóñez dijo...

Estoy muy de acuerdo en todos los puntos, pero, decidir ser Maki? Eso sí que es great challenge ¡Qué valor, pues!. Perdón, no me lo podía guardar.

encantada dijo...

Completamente de acuerdo. ¡Ánimo! :D

Anónimo dijo...

Afortunadamente cada vez ganamos más derechos en todo como madres lesbianas, ya hasta pasaporte pueden tener nuestros hijos.
Estamos muy contentas mi compañera y yo de que nos dieron el pasaporte de nuestra nena en Monterrey, con esto vamos ganando terreno y pronto ya todos lo verán como algo normal.