martes, agosto 21, 2012

Día 25

Segundo día de escuela. Estoy estresada porque en realidad no sé qué quieren las maestras. ¿Que les mandemos todos los libros y ellas los cuidan allá? ¿O que el huerco cargue ciertos días ciertos libros? ¿O todos los días todos los libros? En fin, muchas preguntas y pocas respuestas. Ya hice las tarjetas de identificación de los libros, la parte que no me atrevo es a forrar. En la madrugada llovió como si se fuera a caer el cielo, así que amaneció medio frescón, nublado, gris...
Están demoliendo un edificio al lado de la escuela de al lado. En mis pensamientos más negativos digo: el gusto que me da es que a mis hijos no los va a distraer un tractor o una retroexcavadora. Por otro lado, ya hice cuentas y en taxi me tardo 10 minutos en llegar a la escuela y caminando hago, a paso de Criseida, una hora. La parte positiva es que descubrí dónde venden Frozt. Ya ven que en el DF todo se consigue por separado y entrar a un Super 7 no es garantía de que vendan nachos. En fin, choques culturales, I guess.
Hoy por fin pude hablar largo y tendido con la dueña de mis quincenas. Sé que es difícil de creer pero a veces me pongo muy needy. O no sé, 25 días de ausencia en una situación de estrés como lo es una mudanza me puso muy muy punk. El punto es que su plática surtió un efecto tranquilizador y ya veo las cosas grises porque sigue nublado, pero desde otra perspectiva.
A la hora de salida también me fui a pie, pero yo solita hago como media hora. Me traje a los niños caminando aunque pedían taxi o algún vehículo. Afortunadamente, encontramos un tema de conversación. ¿Se acuerdan de los videos que me pedían antes de dormir? Pues se me ocurrió presentarles la fuente original:



Estuvimos analizando estéticamente el video. Diego tenía muchas preguntas. Primero, ¿quién lo había convertido en zombie si nadie se había comido su cerebro? Luego, ¿porque la muchacha no había corrido cuando se convirtió en hombre lobo? Y después que qué significaba Thriller. Como comprenderán, el tema nos dio para tooooodo el camino.
Por otro lado, no se si les había comentado que enseguida de la escuela de Diego y Santiago hay un mercado, así que aproveché para comprar un kilo de espinacas porque costaba 24 pesos. Ok, creo que exageré pero la verdad no les cayó tan mal el caldito a mis hijos, sobre todo después de bañarse. Nos espera una semana del festival de la espinaca.
Después de comer y como andaban realmente sobreestimulados y corriendo como locos histéricos, los puse a trabajar. No les han encargado gran cosa de tarea (de hecho, nada) pero yo como quiera todavía tengo todo el montón de actividades que les dejaron del kinder para que trabajaran durante el verano y que llegaran "preparados" a la primaria. Supongo que esta semana para las maestras es de diagnóstico.
No sé cómo llegué a unos videos en youtube que se llaman CANTANDO APRENDO A HABLAR. Les dije que cuando acabaran su tarea les iba a poner un video pero claro, los morros que ya andan en otra frecuencia luego luego pensaron que se trataba de complacencias y me pidieron OTRO de Michael Jackson... o sea, no Thriller sino otro. El trato fue así, primero les ponía el video que yo quería (La hormiguita) y después uno del Rey del Pop.
De rato fuimos al Waldos para comprarles un porta lonches y un seudo termo. Antes Waldos' era uno de esos lugares en donde todo valía 10 pesos, ahora vale LO QUE SE LE DA LA GANA. Lapiceras de 42 pesos, audífonos de 50. QUÉ ES ESO!!!!
Total, nos agarró el aguacero y tuvimos que meternos a un Seven a hacer tiempo. De regreso, con el fríito, me acordé de lo que me encanta llegar a casa, quitarme los zapatos mojados, meterme en la cama y acurrucarme con mi bichito.

2 comentarios:

NN dijo...

No extrañas el calor de Monterrey ?..

Akaotome dijo...

JAMÁS!