Filosofando en el Queer Móvil

Como es de esperarse que suceda en espacios pequeños cuando hay más de dos personas que pasan mucho tiempo juntas, en el interior del Queer Móvil se llevan a cabo las conversaciones más alucinantes con Diego y Santiago. Últimamente, como les he ido adelantando en días pasados, a nuestros hijos de escazos cinco años les ha dado por filosofar acerca de las religiones del mundo, las creencias populares, la mitología, los cómics y hasta el Karma. Todo al mismo tiempo. De allí surgen conclusiones extrañas como "si Thor es un dios nórdico, entonces Hulk DEBE ser un dios del desierto," a la que llegó Santiago con absoluta seguridad recientemente.

Son muy divertidas nuestras conversaciones, aunque a veces los decibeles que alcanza Santiago son abrumadores. Como quiere ser "rockstar" se la pasa cantando en "inglés" e imitando el sonido de la guitarra eléctrica. En fin, son muy divertidas como quiera y la mayoría son muy graciosas.

Ayer, por ejemplo, íbamos rumbo a nuestro trainning del 5k, o sea a correr al parque Niños Héroes y ellos iban emocionados porque sacaron a pasear la nueva bici que les regaló el Abuelo. Nos colmaron de preguntas: "¿Cómo le hizo el Abuelo para encontrar a Santa y recoger la bici? ¿Cómo sabía Santa que la querían roja? ¿Son más rápidos los renos que el caballo, el elefante y el camello? ¿Por qué si Santa les da regalos a todos los niños buenos ellos tienen que donar juguetes para los niños que no tienen?" En fin, que esa última nos tomó desprevenidas y terminamos diciendo algo así como: "porque a la gente que hace cosas buenas se le regresan cosas buenas y a la que hace cosas malas se les regresan cosas malas, se llama Karma."

Semejante declaración desencadenó ooootra retahila de preguntas: "¿Qué es el Karma? ¿Es como el cuervo que salió en el programa de Par de Reyes? ¿Cómo sabe el Karma cuando eres bueno o malo? ¿El karma es mágico? ¿Cómo sabe el karma lo que yo quiero?"

Les explicamos que el Karma no les va a dar lo que quieran, sino lo que se merecen y necesitan. Y entonces Diego dijo: "Me van a hacer llorar, porque a mí el Karma no me ha cumplido todos mis deseos." "¿De qué deseos hablas Diego?"

Y se hizo un breve silencio de suspenso (que no se diga que el niño no es dramático), "que no me cumplido ver a Manuel."

Ay, cositas. Nos dio tanta ternura. Yo me imagino que las fechas lo traen nostálgico. Y que la relación del Parque Niños Héroes con el Tío Manuel y su primo Manuelito es ineludible. Obviamente no lloró, porque es más bien influencia de tanta tele esa frase que trae de moda que dice "ay, no, me van a hacer llorar porque soy sentimental". Pero sí me pone a pensar en que nuestros hijos tienen sus propias creencias religiosas, sus propios afectos y sus gustos muy personales y particulares. Antes de tenerlos yo pensaba que la educación influía más, pero creo que el temperamento es algo que ya traen y ése no se puede cambiar.

Al final de cuentas, hoy fue un día de Reyes muy divertido. Lo siento, yo se que puedo ser derechamente decepcionante para una que otra por ahí, pero la rosca estuvo muy rica y mis hijos lo pasaron tan felices que no puedo evitar sentirme satisfecha. Al final el buen Karma se le ha explicado y manifestado solito a Santiago. Ayer por donar sus juguetes le dieron un oso de peluche con capacidades diferentes. Ok, al oso un ojo y un pedazo de pelo en la mollera. Al donador le dio pena llevarlo así, pero yo lo ví y le dije: "A Santiago éste le gustaría como quiera." Así que me lo dieron. Hoy en la mañana lo encontró y cuando llegamos de trabajar le preguntó a Crix: "¡Me puedes explicar de dónde salió esto!" (Obvio, no era un regalo de Reyes porque no estaba en sus zapatos como lo demás.) Y Crix, le dijo, "es el Karma, mejor pídele a Mami que te explique."

Luego, en la tarde, mientras esperábamos una "pizza de reyes" (la mercadotecnia nos come) alguien le regaló a Santiago un vaso nuevo y limpio para que se sirviera a su gusto refresco de refill en las máquinas del City Club. Sea "buena suerte" "buen Karma" o mera coincidencia el punto es que a Santiago le pasaron hoy puras cosas buenas.