viernes, agosto 19, 2011

No lo puedo creer

Hoy fuimos al IMSS. 
Por sí sola esa frase tiene múltiples significados. Pero en esta ocasión me estoy refiriendo a que por fin Ana me pudo poner como beneficiaria en el Seguro Social. A las parejas heterosexuales el trámite les toma entre 5 y 15 minutos, dependiendo de la hora, el día y la fila. A Ana y a mí nos tomó un año, tres meses y quince minutos porque en primera instancia nos dijeron que no y tuvimos que irnos a un juicio que duró cerca de un año. Pero ya quedó!!!! Victoria final, como bien dijo nuestro abogado.
El día de hoy fuimos a la Clínica 3 del IMSS, que es la que nos toca, para que Ana me pudiera dar de alta. Fue muy chistoso porque cuando llegamos ya estaba ahí Telediario y nos agarraron en la mera puerta. El guardia del Seguro se puso histérico. Cuando entramos para hacer el papeleo, nos abordó como queriendo intimidar. Nos preguntó qué trámite íbamos a hacer y que por qué era tan importante que había medios de comunicación: le contestamos que íbamos a hacer un alta de beneficiario. Como Ana tenía que sacar primero la credencial del ADDIMSS, yo me quedé sentadita viendo la tele. Entonces el guardia se me acercó a preguntarme más cosas. Yo con toda la paciencia del mundo le dije: "Mi esposa, que es la señora que está en la fila viene a darme de alta como beneficiaria". Me preguntó que si el Seguro se oponía a eso y yo le contesté que en términos generales podía decirse que sí, pero que no le quedaba de otra. Entonces él con pretendida autoridad me dijo que ahí no teníamos nada que estar haciendo, que nosotras sabíamos perfectamente que ahí no se nos podía resolver nada, que había que ir a la Subdelegación y que dejáramos de hacer escándalo. Yo le contesté que mi esposa ya estaba afiliada y que esa era la clínica correspondiente y que precisamente veníamos de la Subdelegación porque allá me habían dicho que ya podía ir a la clínica correspondiente dado que el Juzgado había sentenciado a nuestro favor. Total que como seguía tratando de intimidarme me preguntó mi nombre, mi domicilio y todo cuanto quiso y cuando volvió a decir que ahí no me tocaba, que tenía que hacer el trámite en otro lado me harté y le dije que después de todo él era Seguridad Privada y que hasta que un representante del IMSS me indicara lo contrario yo iba a seguir con mis planes y que si tenía alguna duda se contactara con el Departamento Legal de la Subdelegación y le ladré el teléfono. A partir de ahí no volvió a molestarme. Finalmente, pasamos a la ventanilla correspondiente y aunque el fulanito estaba un poco nervioso me dio de alta, me dio la documentación y me informó de los pasos a seguir sin mayores contratiempos.
Salimos con el corazón en la boca y a la vez que sentimos una gran alegría también sentimos una gran tristeza: No es posible que todo se trate de estar peleando algo que todos damos por sentado. Pero bueno, los derechos se exijen y después de todo, se ejercen.

1 comentario:

encantada dijo...

¡¡Enhorabuena!! Me alegro muchísimo por vuestro triunfo.

El acoso del guardia de seguridad es increíble. ¡Merece una denuncia! De todas formas, creo que actuaste con una gran paciencia y consciente de tus derechos. ¡Así se hace!

Es verdad que a veces apena sentir que algo que para otras personas no es más que mera burocracia, para nosotros es una batalla diaria; pero es la vida que nos ha tocado vivir, y me parece que vosotras estáis a la altura de las circunstancias.

¡Un abrazo fuerte!