jueves, abril 14, 2011

Onceava entrega

Esto de ser mamá es una experiencia de no mames no mames no mames.
El día de ayer, por causas de fuerza mayor, no tuvimos transmisión del programa. Ni tampoco tendremos hoy ni mañana. No daré muchos detalles pero desgraciadamente está relacionado con la ya tan famosa ola de violencia que se vive en nuestra narcoguerreada ciudad. La cosa es que aprovechamos para sacar a pasear un rato a los hijos y fuimos a un restaurante con el Tío Manuel y la familia.
Debo confesar queen últimas fechas he estado un poco histérica porque necesitamos reunir la cantidad necesaria para iniciar el proceso de adopción de Diego y Santiago y además nos gustaría documentarlo a través de video. La verdad en el camino nos hemos encontrado con algunos contratiempos como el hecho de que no tenemos dinero para pagar los honorarios de la abogada y la MÁXIMA dificultad NO TENEMOS CÁMARA DE VIDEO!!! Ayer, creo, fue el día más creepy.
Ya de regreso en casa, me acordé que a Diego y Santiago les iban a dejar ir disfrazados a la escuela y que podían llevar lonche (han de saber que como entró en vigor la Ley Anti obsesidad a partir de febrero sólo pueden llevar lonche los miércoles y el viernes la sociedad de madres de familia les da desayuno por una módica cantidad). Como no me había acordado no tenía nada listo. Total, antes de acostarnos Ana como buena y creativa Mami que es me sacó de apuros como siempre ideando un disfraz sencillo y he de decirles que se fueron muy emocionados a dormir. En la mañana seguían muy entusiasmados de estar vestidos de vaquero Santiago y de Go Diego Go nuestro Diego, pero en el momento de la cámara Diego se molestó porque Santiago contestó las preguntas. Vean el video con todo y el mal humor del menor de mis hijos. Por cierto, Sampi como que ya le está entendiendo a la onda de los intentos de podcast de su madre porque al despedirse dice "No se pierdan este episodio". Yo quería que Diego repitiera las palabras de su hermano pero como estaba muy nefasteado dijo "tonto episodio". Les cuento que a mitad de camino quería regresarse a la casa porque en su mal viaje ya quería vestirse mejor de vaquero. El caso es que no sé cómo pero lo convencí de llegar a la escuela, de entrar y de ser feliz. Y funcionó un poco, yo creo, porque regresó muy entusiasmado porque lo habían puesto a buscar huevos de pascua en el patio de la escuela y esas actividades a Diego le MEGA FASCINAN.
Los dejo con el video!


2 comentarios:

Pepa y Carlota dijo...

jajajajajaja... me encantan estos chavales! pobre Diego... que mosqueo..! Pendiente del proximo episodio Santiago! un abrazo

Akaotome dijo...

Diego es un histrión!!!!