miércoles, marzo 16, 2011

Yo no soy como las demás. De eso trato de convencerme todos los días. Mi moralidad no es la que rige al mundo, ni la del mundo me rige a mí. Y sé que cuando lo digo sueno exáctamente igual de loca que muchos otros locos que ha habido antes de mí. Yo no soy igual que nadie, y menos mal porque se supone que cada quién es diferente. Aunque eso me termine haciendo exáctamente igual. Me pongo tautológica, ontológica, y rebuscada... o rebuscona según se lea...
Por mi corazón vernáculo y ridículo ya habíamos atravesado. Por mis dolores pasados, por las tantas y tantas ridiculeces que me agobian en la vida, y lo único con lo que atino a defenderme es con "yo no soy como las demás". Me molesta seguir las reglas. Tener que lidiar con la autoridad con el deber ser. Me molesta sentirme encerrada en mi propio cuerpo en mis decisiones. Me molesta sentirme prisionera de mis expectativas.
Pero yo no soy como las demás que pueden aceptarlo maduramente. Yo me peleo, hago berrinches. Brinco, grito, lloro, rayo paredes, rompo cosas.
Estoy enojada, tan enojada que no puedo dejar de llorar. Estoy enojada de no decir claramente lo que siento. Estoy enojada conmigo por caer en el juego de la buena conducta. Estoy enojada conmigo por querer cumplir satisfactoriamente con roles autoimpuestos. Como un castigo autoimpuesto. Como un compromiso forzado. Me siento atrapada de mí. Me siento una vil común y corriente telefonista de call center que no tiene más futuro que la llamada de troubleshooting del día siguiente. Me siento eternamente perdida en una factura enorme de mil días sin explicación y sin razones.
Lo sentimos, en este momento nuestros operadores están ocupados atendiendo a otros clientes, favor de permanecer en la línea. Y permanezco en la línea... ¿Cuánto tiempo voy a permanecer en la línea antes de cansarme? Cansarme depende de mí. Empiezo a cansarme. ¿Cuándo me voy a ir?
Yo no soy como las demás. Yo no soy de las que se van. Yo me quedo. Yo no soy como las demás. Yo lloro por las tardes, independientemente del día del mes. Yo me enojo, yo me río. Yo sigo esperando, yo me quedo hasta que me corren o hasta que me dejan... O hasta que me dejan.


No hay comentarios.: