Yo tengo un amigo, más que un amigo, pero en ese afán nuestro de encontrar un nombre para todo se ha convertido en el Tío Manuelito de mis hijos. Hoy quiero compartir con ustedes el post más reciente en su blog: Digno de leerse http://mtenorio.blogspot.com/ a él le gustaría mucho recibir comentarios al respecto...
Los míos serán trabajo de otro post :)
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lunes, agosto 23, 2010
101. La familia
http://twitter.com/mtenorio
Yo tengo muchas familias: está la familia que me dio la vida, el amor, techo, alimento y educación durante los primeros 25 años de mi vida y quienes siempre serán míos, no en el sentido de propiedad sino de pertenencia; está MI familia, con MI mayúsculo que es mi esposa y mis hijos a quienes adoro, me aman y de la cual soy cofundador; y tengo una familia que se ha formado alrededor y que se compone de amigas y amigos que nos apoyamos con intensidad y amor.
Mi primera familia es grandiosa. Mis padres y hermanos me aman y yo a ellos, y me educaron para ser fuerte, independiente y, aparentemente, testarudo, aunque quizá prefieran que no les eche la culpa de ello. Pero en este articulo quiero hablar de mi nueva familia, la familia en la cual no queda claro dónde comienza una unidad familiar y comienza otra.
En mi familia mis hijos tienen una decena de tíos y tías que los apoyan y enseñan, tienen primos con los que juegan, y mi esposa y yo tenemos en ellos hermanos y hermanas. No nos une la sangre sino el cariño surgido originalmente de algo en común, y eventualmente reforzado por una convivencia que nos hace querer lo mejor para cada uno de nosotros.
Mis nuevos hermanos y hermanas traen comida a la casa para compartir, nos regalan recuerdos de su infancia y regalos traídos de tierras lejanas y los cuales tuvieron que cargar desde muy lejos con la sola intención de hacer feliz a alguien con quien no tienen un vinculo de sangre. Nos invitan a sus hogares y llaman para venir a visitar.
Esta es una familia llena de amor y ¿quién al ver nuestra cotidianidad diría que Ana o Bárbara no son mis hermanas? ¿quién al escuchar nuestras conversaciones pensaría que Lorenzo o Victor no son mis hermanos? Y dejo sin mencionar a tantos: la escritora, el geek (a ver cuantos reciben esta pedrada), los artistas. Y mis hijos los conocen a cada uno por nombre y los quieren intensamente como lo hago yo.
Esto es además una familia tradicional, con los valores tradicionales de amor, respeto, apoyo, comprensión. Una familia tan tradicional como la de mi amigo J. quien creció al cuidado de su madre y su tía, tía que siguió siendo su fortaleza cuando su madre murió; una familia tan tradicional como la de mi amiga X. quien creció con el amor de su madre y su abuelo y con los cuales se ha vuelto una mujer sorprendente en todo el sentido de la palabra; tan tradicional como la familia de tantos mexicanos que cada semana tienen en su casa un desfile de personas a quienes conocen a veces mejor que a su propia sangre.
Leo mucho acerca de la familia tradicional pero estamos hablando de cosas distintas ya que yo crecí en la excepción: una familia conformada por un padre trabajador presente, una madre ama de casa y abuelos cercanos. La diversidad es la regla: madres y padres solteros por viudez, elección o trabajo que implica que un proveedor trabaje fuera de la ciudad o el país. Familias sostenidas por dos mujeres a veces hermanas, a veces madre e hija; familias sostenidas por dos hombres que cuidan a su madre o padre ancianos mientras hacen su vida; familias sostenidas por abuelos o vecinos porque cualquiera puede faltar debido a la muerte, los problemas políticos o personales, los problemas sociales.
Solo me queda atesorar mis familias y agradecer que hacen mejor mi vida, la de mi esposa y la de mis hijos, saber que cuento con amor incondicional y ofrecerlo a cambio. En palabras de Woody Allen en su obra Whatever Works: "Buscamos constantemente algo que celebrar aunque estemos cada día mas cerca de la tumba. Por eso no me canso de decir, cualquier amor que puedas recibir y otorgar, cualquier felicidad que puedas tomar y proveer, cualquier cantidad temporal de gracia, cualquier cosa que sirva."
Mi primera familia es grandiosa. Mis padres y hermanos me aman y yo a ellos, y me educaron para ser fuerte, independiente y, aparentemente, testarudo, aunque quizá prefieran que no les eche la culpa de ello. Pero en este articulo quiero hablar de mi nueva familia, la familia en la cual no queda claro dónde comienza una unidad familiar y comienza otra.
En mi familia mis hijos tienen una decena de tíos y tías que los apoyan y enseñan, tienen primos con los que juegan, y mi esposa y yo tenemos en ellos hermanos y hermanas. No nos une la sangre sino el cariño surgido originalmente de algo en común, y eventualmente reforzado por una convivencia que nos hace querer lo mejor para cada uno de nosotros.
Mis nuevos hermanos y hermanas traen comida a la casa para compartir, nos regalan recuerdos de su infancia y regalos traídos de tierras lejanas y los cuales tuvieron que cargar desde muy lejos con la sola intención de hacer feliz a alguien con quien no tienen un vinculo de sangre. Nos invitan a sus hogares y llaman para venir a visitar.
Esta es una familia llena de amor y ¿quién al ver nuestra cotidianidad diría que Ana o Bárbara no son mis hermanas? ¿quién al escuchar nuestras conversaciones pensaría que Lorenzo o Victor no son mis hermanos? Y dejo sin mencionar a tantos: la escritora, el geek (a ver cuantos reciben esta pedrada), los artistas. Y mis hijos los conocen a cada uno por nombre y los quieren intensamente como lo hago yo.
Esto es además una familia tradicional, con los valores tradicionales de amor, respeto, apoyo, comprensión. Una familia tan tradicional como la de mi amigo J. quien creció al cuidado de su madre y su tía, tía que siguió siendo su fortaleza cuando su madre murió; una familia tan tradicional como la de mi amiga X. quien creció con el amor de su madre y su abuelo y con los cuales se ha vuelto una mujer sorprendente en todo el sentido de la palabra; tan tradicional como la familia de tantos mexicanos que cada semana tienen en su casa un desfile de personas a quienes conocen a veces mejor que a su propia sangre.
Leo mucho acerca de la familia tradicional pero estamos hablando de cosas distintas ya que yo crecí en la excepción: una familia conformada por un padre trabajador presente, una madre ama de casa y abuelos cercanos. La diversidad es la regla: madres y padres solteros por viudez, elección o trabajo que implica que un proveedor trabaje fuera de la ciudad o el país. Familias sostenidas por dos mujeres a veces hermanas, a veces madre e hija; familias sostenidas por dos hombres que cuidan a su madre o padre ancianos mientras hacen su vida; familias sostenidas por abuelos o vecinos porque cualquiera puede faltar debido a la muerte, los problemas políticos o personales, los problemas sociales.
Solo me queda atesorar mis familias y agradecer que hacen mejor mi vida, la de mi esposa y la de mis hijos, saber que cuento con amor incondicional y ofrecerlo a cambio. En palabras de Woody Allen en su obra Whatever Works: "Buscamos constantemente algo que celebrar aunque estemos cada día mas cerca de la tumba. Por eso no me canso de decir, cualquier amor que puedas recibir y otorgar, cualquier felicidad que puedas tomar y proveer, cualquier cantidad temporal de gracia, cualquier cosa que sirva."
1 comentario:
Que hariamos sin esas familias ! Lo mas bonito es poder disfrutar de tod@s l@s que las conforman. Bss
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