Esto ya lo he hablado con algunas personas pero "si no lo grito muero". Mi estado emocional en estos momentos, o mejor dicho, parte de mi estado emocional en estos momentos puede ser definido como el de un superviviente de una guerra, con estrés postraumático e infinita culpabilidad.
Por qué?Bueno, en realidad porque es completamente USELESS que yo esté en Houston haciendo algo que aunque me gusta hacer podía haber esperado o podía haberse dado en otro momento o podía no haberse dado nunca.
Aquí lo importante no es si Ana y Diego y Santiago en algún momento van a poder entrar en este país, ni el optimismo, ni las posibilidades, ni siquiera si yo me regreso o no, sino el estado emocional puro y llano que me provoca leer desde la distancia cada una de las chingaderas por las cuales sigue pasando mi familia.
En otras palabras, por qué a mí?
Por qué a mí me tocó la suerte del mundo y pude sacar mi pasaporte y mi visa sin más esfuerzo que ir a pedirlo y pagarlo.
Por qué a mí me tocó la suerte de encontrarme en este mundo con Amira que me aconsejó cómo cuándo y por qué.
Por qué a mí me tocó sufrir un extraño congelamiento de mi cuenta bancaria de donde salió cada peso para cada uno de los trámites que hicieron posible que ahora esté acá.
Por qué yo estoy viviendo en un departamento con dos personas más, sí, pero sin perros, sin un suegro extravagante que truena la instalación eléctrica y de paso los electrodomésticos.
Por qué estoy acá bañándome con agua caliente y en regadera.
Por qué yo sí tengo internet y si quisiera teléfono y cable.
No sé, no entiendo por qué mis hijos ya no van al kinder y se pasan todo el día viendo la tele con su abuela porque su Mami tiene que seguir la vida y su Mamá simplemente ya se fue de viaje. Y mientras tanto yo acá, leyendo y perdiendo el tiempo en youtube (que para eso no hace falta estar en otro país) pensando si de verdad el esfuerzo, la distancia, la ausencia van a valer realmente la pena, van a compensar estos días en que mis hijos tienen dos años y están empezando a hablar y comprender el mundo y todo eso me obliga a replantear todo el concepto de maternidad y de familia.
Y en realidad, no lo digo tanto por mí, no lo digo porque YO tenga derecho a verlos, sino porque ellos, Diego y Santiago, tienen derecho a MÍ, es decir, tienen derecho a que YO los mantenga y los provea y los vista y les dé de comer y los traiga a este lugar donde ahora vivo para que aprendan, experimenten, vivan, se sientan queridos e incluidos en este plan, en esta vida que es la de su madre, por el simple hecho de que soy su Mamá, que soy una de las personas que influyó para que ellos estén vivos y habitando este mundo, que sepan que si su Mami falta tienen una Mamá y después tendrán al resto del mundo, porque eso es lo que realmente necesita saber el ser humano, que tiene una, dos, tres, mil personas que genuinamente van a ver por uno y lo van a querer y lo van a cuidar. Así se supone que es la evolución de la civilización, no? Preocuparnos el uno por el otro, volvernos más amorosos, cooperativos, y aunque sistemas de gobierno y de religión nos lo quieren garantizar no nos basta, a Diego y a Santiago no les está bastando porque todo lo que yo les puedo dar no puedo, o sí puedo, pero no me lo permiten.
Miren, el tema de la maternidad y paternidad y matrimonio es muy discutible. Vamos a ver las cosas así. Santiago es hijo mío, es biológicamente hijo mío, pero como las leyes que nos rigen otorgan la maternidad a la mujer que da a luz ese hijo es de Ana. Ok, pero ese hijo es mío. Mi intención no es recalcarlo con afanes de legitimidad biológica, sino para mostrar el aparato jurídico. Si la reproducción asistida estuviera legislada, otro gallo nos cantaría, pero como no lo está es un universo inexistente. Claro que tampoco estoy sugiriendo que se regule y legisle porque entonces podría ocurrir lo que sucede en España, pero bueno. Prosigamos a otro punto. Si las relaciones entre personas del mismo sexo estuvieran LEGALMENTE equiparadas a las heterosexuales tendríamos la siguiente situación:
1. Si Ana y yo estuviéramos casadas, míos o no (es decir, por medio de reproducción asistida o por obra del espíritu santo), se da por sentado que todo hijo nacido bajo esa unión es TAMBIÉN mi responsabilidad.
2. Si Ana y yo no estuviéramos casadas pero viviéramos juntas nos podría proteger en cualquier caso la figura del concubinato.
Pero en el estado actual de las cosas NADA de eso nos enmarca, así que yo acá, ellos allá y nada más con su Mami da exactamene lo mismo que si Ana los hubiera tenido sola. Porque vamos a ver, y nada más hablando hipotéticamente, si esto no fuera un viaje, si esto fuera una separación, un "divorcio". No tendrían derecho ELLOS a que yo siga actuando como lo que soy, como SU madre, es decir, nuevamente, que se beneficien de mí, de la vida que me está tocando vivir, del sueldo, de las posibilidades, de los viajes, de la gente, de los libros, de las casas, de los coches, de la ropa, de las personas, de mi cariño, de mi cuidado, de mi sentido del humor, de mi carácter, de mi vida que es mía pero en la cual ellos están inscritos??????? Y cuál es la razón??? Que ellos fueron concebidos como un proyecto de pareja, de familia, en el cual tengo toda la autoridad moral para intervenir pero en el cual no tengo ni obligación ni beneficio legal.
Yo sé que la vida da vuelcos inesperados, sé que tal vez dentro de 80 días ellos estarán acá conmigo, o no sé, nada está escrito, pero esta situación me hace pensar muchas cosas, me hace reflexionar que no vamos ni en la mitad de la lucha... es más, no se ha terminado de definir cuál es en verdad la lucha.
Aquí lo importante no es si Ana y Diego y Santiago en algún momento van a poder entrar en este país, ni el optimismo, ni las posibilidades, ni siquiera si yo me regreso o no, sino el estado emocional puro y llano que me provoca leer desde la distancia cada una de las chingaderas por las cuales sigue pasando mi familia.
En otras palabras, por qué a mí?
Por qué a mí me tocó la suerte del mundo y pude sacar mi pasaporte y mi visa sin más esfuerzo que ir a pedirlo y pagarlo.
Por qué a mí me tocó la suerte de encontrarme en este mundo con Amira que me aconsejó cómo cuándo y por qué.
Por qué a mí me tocó sufrir un extraño congelamiento de mi cuenta bancaria de donde salió cada peso para cada uno de los trámites que hicieron posible que ahora esté acá.
Por qué yo estoy viviendo en un departamento con dos personas más, sí, pero sin perros, sin un suegro extravagante que truena la instalación eléctrica y de paso los electrodomésticos.
Por qué estoy acá bañándome con agua caliente y en regadera.
Por qué yo sí tengo internet y si quisiera teléfono y cable.
No sé, no entiendo por qué mis hijos ya no van al kinder y se pasan todo el día viendo la tele con su abuela porque su Mami tiene que seguir la vida y su Mamá simplemente ya se fue de viaje. Y mientras tanto yo acá, leyendo y perdiendo el tiempo en youtube (que para eso no hace falta estar en otro país) pensando si de verdad el esfuerzo, la distancia, la ausencia van a valer realmente la pena, van a compensar estos días en que mis hijos tienen dos años y están empezando a hablar y comprender el mundo y todo eso me obliga a replantear todo el concepto de maternidad y de familia.
Y en realidad, no lo digo tanto por mí, no lo digo porque YO tenga derecho a verlos, sino porque ellos, Diego y Santiago, tienen derecho a MÍ, es decir, tienen derecho a que YO los mantenga y los provea y los vista y les dé de comer y los traiga a este lugar donde ahora vivo para que aprendan, experimenten, vivan, se sientan queridos e incluidos en este plan, en esta vida que es la de su madre, por el simple hecho de que soy su Mamá, que soy una de las personas que influyó para que ellos estén vivos y habitando este mundo, que sepan que si su Mami falta tienen una Mamá y después tendrán al resto del mundo, porque eso es lo que realmente necesita saber el ser humano, que tiene una, dos, tres, mil personas que genuinamente van a ver por uno y lo van a querer y lo van a cuidar. Así se supone que es la evolución de la civilización, no? Preocuparnos el uno por el otro, volvernos más amorosos, cooperativos, y aunque sistemas de gobierno y de religión nos lo quieren garantizar no nos basta, a Diego y a Santiago no les está bastando porque todo lo que yo les puedo dar no puedo, o sí puedo, pero no me lo permiten.
Miren, el tema de la maternidad y paternidad y matrimonio es muy discutible. Vamos a ver las cosas así. Santiago es hijo mío, es biológicamente hijo mío, pero como las leyes que nos rigen otorgan la maternidad a la mujer que da a luz ese hijo es de Ana. Ok, pero ese hijo es mío. Mi intención no es recalcarlo con afanes de legitimidad biológica, sino para mostrar el aparato jurídico. Si la reproducción asistida estuviera legislada, otro gallo nos cantaría, pero como no lo está es un universo inexistente. Claro que tampoco estoy sugiriendo que se regule y legisle porque entonces podría ocurrir lo que sucede en España, pero bueno. Prosigamos a otro punto. Si las relaciones entre personas del mismo sexo estuvieran LEGALMENTE equiparadas a las heterosexuales tendríamos la siguiente situación:
1. Si Ana y yo estuviéramos casadas, míos o no (es decir, por medio de reproducción asistida o por obra del espíritu santo), se da por sentado que todo hijo nacido bajo esa unión es TAMBIÉN mi responsabilidad.
2. Si Ana y yo no estuviéramos casadas pero viviéramos juntas nos podría proteger en cualquier caso la figura del concubinato.
Pero en el estado actual de las cosas NADA de eso nos enmarca, así que yo acá, ellos allá y nada más con su Mami da exactamene lo mismo que si Ana los hubiera tenido sola. Porque vamos a ver, y nada más hablando hipotéticamente, si esto no fuera un viaje, si esto fuera una separación, un "divorcio". No tendrían derecho ELLOS a que yo siga actuando como lo que soy, como SU madre, es decir, nuevamente, que se beneficien de mí, de la vida que me está tocando vivir, del sueldo, de las posibilidades, de los viajes, de la gente, de los libros, de las casas, de los coches, de la ropa, de las personas, de mi cariño, de mi cuidado, de mi sentido del humor, de mi carácter, de mi vida que es mía pero en la cual ellos están inscritos??????? Y cuál es la razón??? Que ellos fueron concebidos como un proyecto de pareja, de familia, en el cual tengo toda la autoridad moral para intervenir pero en el cual no tengo ni obligación ni beneficio legal.
Yo sé que la vida da vuelcos inesperados, sé que tal vez dentro de 80 días ellos estarán acá conmigo, o no sé, nada está escrito, pero esta situación me hace pensar muchas cosas, me hace reflexionar que no vamos ni en la mitad de la lucha... es más, no se ha terminado de definir cuál es en verdad la lucha.
8 comentarios:
Chicas, desde mi inexperiencia os digo que los baches en el camino son lo normal. Ahora mismo estáis en uno, pero pensad que dentro de unos meses, cuando os vaya mejor, tendréis una batallita más que contar. Creo que estáis siendo muy valientes y que, aunque la lucha es larga, quizá eterna, estáis dando grandes pasos en ella: por vosotras, por vuestros hijos y, lo creáis o no, por todas nosotras.
¡¡MUCHO ÁNIMO!! ¡¡MUCHA FUERZA!!
Cris, imagino lo que debes sentir, es espantoso saber que un ser querido sufre... mucho más cuando se trata de un hijo y comprendo perfectamente que te sientas culpable de alguna forma por estar en una mejor situación. Pero sebes que todo lo que estas aciendo ahora es para que ellos tres esten mucho mejor en el futuro, para que esto no les vuelva a pasar y para que esten juntos de una vendita vez. Un día tus hijos van a leer esto y van a estar super orgullosos de la madre que los ha tocado en suerte.
Te dejo un beso muy grande y otros para Ana y los niños
Ánimo, Cris. Este tipo de complicaciones ya las veías venir desde que planeabas tener a tus bebés, y aún así decidiste que valdrían la pena.
Así que no te rindas. Date permiso de fallar de vez en cuando, sobre todo cuando no es tu culpa.
Si hay alguna manera en que les pueda ayudar, pues échenme por ahí un grito. Por lo pronto, ten en cuenta de que las leemos y las queremos, y que no son invisibles.
Todo el animo que por la red se puede enviar...Seguro que todo pasara y pienso que Santi y Diego entienden todo y nunca jamas pensaran que hicisteis algo mal o sin pensar en lo mejor para vuestra familia... Despues de la tormenta llega la calma...
Bss
Es injusto que los paises tengan velocidades tan diferentes de evolución...las leyes deben amparar a cualquier tipo de familia...donde sea que estén...la lucha es, para mi la igualdad de derechos y oportunidades. tenemos que movernos todos, los que conquistamos algunas metas debemos mirar hacia los sitios donde aun se está peleando por lo básico. Tanto lema, tanto lema en los festejos del orgullo gay europeo, y ninguna convocaturia por la igualdad en todo los paises!...que mas dan las fronteras?, vivimos las mismas situaciones y queremos dar el mismo amor. Necesitamos las mismas leyes YA.
Mucho ánimo Cris, las piedras en el camino son inevitables...
Sólo puedo externarte que las admiro a ti, a Ana y a lo valientes que son al enfrentar la vida, les envío mis mejores deseos.
Saludos
si debe ser muy duro, lo es. Llega a ser impactante la diferencia, el abismo que las circunstancias, la distancia y el nivel económico de estados unidos comparado al de méxico.
Esperemos que las leyes puedan reformarse pronto y abrirnos el campo no sólo a las lesbianas, a todos.
Yo por mi parte tuve que tolerar la burocracia de estados unidos por nada.
Mi madre vive allá desde hace 8 años, yo traté de sacar mi visa y me dieron una patada en el trasero.
Nop, no me interesa vivir allá, lo único que quería era ver a mi madre, pero no se pudo.
Burrocracia es burrocracia...
Una mierda de sistema mujer. Pero uds ponen su grano de arena. La lucha no para y pronto han de cambiar las cosas, hay MUCHAS cosas pendientes de cambio
Fuerza y un gran abrazo
Publicar un comentario