Estos días los hemos tenido muy liados. La vida, de pronto, nos pasa muy deprisa y tenemos que encontrar la manera de equilibrar todos los aspectos que nos ayudan a seguir de pie. El sábado, antes de irnos al campamento, yo vine al trabajo y me salí un poquito antes para poder ir a hacer las copias del tríptico que Ana quería repartir en nuestra mesa de trabajo titulada Cómo hablar de nuestras familias con nuestros hijos. Luego tuve que pasar por el banco para poder costear algunos de los gastos y la inscripción al campamento. Casi a las dos y media de la tarde, llegué a casa y los bebés estaban con la abuela. Santiago dormía la siesta y Diego estaba sentadito viendo la tele. (Diego está genéticamente predispuesto al vicio de la tele). Como estaba despierto, le dije que me ayudara a hacer las maletas, y muy feliz estuvo cooperando. Escogió los calcetines que se quería llevar y empujó el sleeping bag hasta donde estaban las mochilas. De ratito llegó la abuela con Sampi que se había despertado de malas. Pero no pasó mucho tiempo y Mami entró en el cuarto. Después de besos, abrazos y más quejas de Sampi, todos nos fuimos a comer una deliciosa pizza de Mickey Mouse que les fascinó a los polluelos.
En fin, para no repetir lo que ya les había dicho, haré un salto en el tiempo hasta el momento en que Ana facilitó la plática que básicamente trataba de eso, de tener una idea de cómo hablar de nuestras familias con nuestros hijos e hijas, para lo cual Ana acuñó el término hijes.
El documento que Ana tradujo, se puede encontrar en la página del Family Equality Council en su versión en inglés y en COMALES en su versión en español.
Lo que les quiero compartir es el siguiente concepto:
“Yo la llamo ‘Mima’ pero mi abuela la llama mi ‘Mami’.”Conforme les niñes empiezan a hablar, elles necesitan tener a todes sus adultes significatives hablando el mismo lenguaje que elles. Los términos usados por otres para denominar a les miembres de su familia necesitan ser consistentes con los que son familiares para le infante. Las personas que ejercen el maternaje pueden informar a las otras personas acerca del nombre o nombres que usa el/la niñe para referirse a los miembros de su familia. Cuidadores de kínder, familia extensa y amigues deben usar el mismo lenguaje para nombrar a cada persona de la familia de le pequeñe.
Esta es precisamente la etapa en que se encuentran Diego y Santiago, y es la que más nos ha costado por obvias razones. Hace poco les platicaba cómo era que Diego corregía al mundo entero cuando lo mandaban con su "mami" y cuando él esperaba encontrar a Ana y no a mí decía: "No Mami, Mamá". Sé que para algunos puede resultar difícil debido a que en el mundo externo ambas denominaciones se utilizan indistintamente para referirse a la progenitora, sin embargo, es una decisión que hemos tomado ya: Nuestros bebés tienen dos mamás y a una le dicen Mami y a otra Mamá, lo cual es complicado y difícil si tomamos en cuenta que requiere paciencia y constancia.
Ejemplos positivos
En estos casi dos años, hemos notado grandes cambios. Al principio, cuando Ana habló con su mamá y hasta con la señora que trabaja en la casa sobre que ella era Mami y yo Mamá, nos tomaron como un par de locas desquiciadas. Pero poco a poco, han ido interiorizando la idea. Debo confesar que hasta yo me sentía rara con la dinámica, pero a fuerza de repeticiones y de aclaraciones hoy en día hemos logrado que se refieran a nosotras como Diego y Santiago nos identifican.
Ejemplos desafiantes
No todo es miel sobre hojuelas. Como Santiago pasa mil horas en la estancia y en el kinder, es lógico que aprenda gran parte de las cosas allá. Y pese a nuestras aclaraciones y al famoso album que en un principio cargaban pa todos lados, Santiago nos tiene un poco confundidas, para él Mamá es Ana y yo Mami. Esto tiene relación, pienso yo, con que en la escuela le enseñen la figura de la madre de alguna manera que él no desentraña y me imagino que piensa que si "mamá" y "mami" se aplica indistintamente para la mujer que te cuida, entonces puede llamarnos aleatoriamente de una u otra forma. Ana y yo todavía estamos reflexionando cómo abordar la situación y qué estrategia elaborar para lograr trabajar conjuntamente con la escuela al respecto de esta tan compleja y enigmática figura de la madre.
2 comentarios:
Hola Crix.....
Vaya que me han dejado trabajo....jaja no es cierto....me he puesto a leer todo lo que tenia perdido, y ya termine, quise dejar algun comentario en otro pero me decidi por el ultimo articulo asta hoy escrito por ustedes....oie no sabia que al campamento se podia llevar hijos...pero que bien!....cada vez que leo de todas sus actividades me digo a mi misma ke me urge comprar carro pero ya...y espero que para el año que viene ya lo puedamos hacer, pues se pierde uno de cada cosa que ya no mas...asi es que a seguirle dando duro y a comprar carro, y en cuanto a ustedes, que barbaras me cansa el solo leer de todas las actividades con esos dos pingos, enviales un gran beso y un abrazo a los nenes y un gran saludo para ti y la tocaya ....suerte en todo chicas!
Ana y EVa
Sí, fíjate que sí, la verdad fue un aliviane que se pudiera llevar niños; sé que algunas chicas pueden sentirse un poco sacadas de onda por la presencia de niños, pero creo que es parte de la sororidad.
No te frenes por el carro, siempre se puede encontrar un lugarcillo por aquí y por allá, es cuestión de que digas y empecemos a checar cómo hacerle para acomodarte, jajajaa, ya ves, a nosotras nos tuvieron que llevar los papás de Ana y luego nos acercaron a la casa...
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