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domingo, octubre 25, 2015

Hija de madre lesbiana

****Este texto ha sido escrito por una persona muy querida mía. Ella y su madre han sido maestras para mi. El link al texto original se encuentra aquí. Me tomo la libertad de reproducirlo porque  admiro con toda mi alma a madre e hija. :D <3


Por Karla Oriana González Vergara


Karla Oriana González Vergara reflexiona sobre las críticas hacia las lesbianas y los homosexuales por su deseo de adoptar o tener hijos e hijas. A través de su experiencia cuenta lo que ha aprendido a lado de mujeres lesbianas y envía un mensaje a las personas que discriminan y critican cómo debe ser el amor de padres y madres gays y lesbianas. 

¡Hola! Me llamo Karla. Soy estudiante de bachilleres y tengo 16 años. Me gusta leer, cocinar, jugar con mis amigas, escuchar música, ver anime. Disfruto del cine, la pintura, el baile, dibujar, hacer teatro, aprender a tocar la guitarra, salir mucho con mis amigos y amigas... Hago todo eso y, además, soy hija de una madre que es lesbiana.
En los tiempos recientes, he visto en los medios de comunicación debatir sobre si las parejas de homosexuales y lesbianas deberían adoptar o no, si deberían tener hijos o no y los más conservadores dicen que los niños y niñas van a sufrir discriminación por ser de una familia que ellos consideran diferente. También hablan sobre temores a que esos niños vivan violencias. Yo me pregunto por qué hablan de algo que desconocen, por qué hablan de cómo serían esas familias si les permitieran tener hijos, como si fuera algo del futuro o algo que pudiera suceder. ¡Es algo que ya sucede! No esperamos su permiso. Los hijos e hijas de gays y de lesbianas existimos desde hace varias generaciones. Se trata sólo de que se atrevan a vernos. Una buena idea para saber cómo es nuestra vida, sería preguntarnos, pero como no lo hacen, aprovecho este espacio para contar cómo es la vida mía, la vida de una hija de lesbiana.
Voy a comenzar por contar cómo es la mujer con la que he crecido: Mi mamá se llama Karina. Es una mujer muy trabajadora, que ha dado la cara en medios para defender los derechos de las mujeres lesbianas y de las mujeres en general. Es maestra y actualmente está estudiando un doctorado. También es como todas las mamás, me regaña si llego tarde o no limpio mi cuarto y me obliga a tomarme un licuado de avena muy espeso y horrible en las mañanas, pero también hace cosas buenas como llevarme a museos o invitarme un café en un restaurante que me gusta.
Muchas personas preguntan cómo hacen las lesbianas para tener hijos, pues yo sé que pueden adoptar, pueden tener inseminación asistida o tener relaciones sexuales con hombres para embarazarse. Yo nací de una relación que mi madre tuvo antes de elegir vivir una vida lésbica. Mi papá y mamá se conocieron en la universidad y se enamoraron, pero después de que yo nací vieron que su relación no funcionaba. Mi padre se fue y vive en Estados Unidos y mi madre se quedó viviendo en México, a pesar de que viven separados y sus vidas son muy distintas, ellos se aprecian y sé que los dos me aman mucho y me siento alegre por ello.
Exactamente no recuerdo cuándo me dijo que le gustaban las mujeres pero desde que yo tengo memoria yo sabía que ella era lesbiana, es decir, que tenía una vida amorosa con otras mujeres y a mí me parecía bien. Yo pensaba que la gente debería y podía amar y relacionarse con quien quisiera sin importar prejuicios. De hecho, ya fue después de los diez años que me enteré que había personas que critican o maltratan a otras por no amar según los criterios de un grupo conservador y religioso de la sociedad.
Yo no supe de los prejuicios sociales porque crecí en un entorno de gente que lucha por los Derechos Humanos, también algunas anarquistas o por las libertades de todas las personas. Por ejemplo, mi mamá tiene muchas amigas, la mayoría de las cuales han decidido no tener hijas ni hijos, pero ellas me han tratado como si fuera hija propia. Una de ellas me enseñó a leer, Norma me enseñó a andar en la bicicleta, una que se llama Ana me enseñó a bailar, Yan me llevó a museos, otra a cantar, Belén y Amparo a cocinar y a hacer serigrafía y rayar paredes, Margarita a defenderme, otra a cuidar a los animales y Coty y Susi me enseñaron también lo que es ser vegetariana y vegana. Miriam me llevaba desde chiquita a sus talleres de sexualidad. También le han dicho a mi mamá cuando es sobreprotectora y negocian entre ella y yo. Así, todas las mujeres con las que trabaja y hace cosas de defensa a las mujeres mi mamá, me han enseñado algo y han sido parte de mi vida y ellas son como otras mamás, yo le digo a eso maternidad colectiva.
Desde que iba en el kínder siempre salíamos de viaje a diferentes lugares como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Zacatecas, Guatemala, Veracruz, Querétaro y Aguascalientes. Mi mamá va a hablar con otras mujeres de organizarse entre todas y vivir mejor ayudándose y otras mujeres dicen cosas parecidas y entre todas se dan ideas. Hemos estado en hoteles muy lujosos y comido cosas muy elegantes y hemos dormido sobre pisos mojados y en tiendas de campaña y comido arroz con frijoles. En esas ocasiones lo que más he extrañado ha sido un baño de verdad. Pero, como sea y a donde sea cuando salimos siempre, ella y yo nos divertimos, recorremos todo el pueblo que visitemos, vamos a los mercados y a los lugares artesanales y vemos los paisajes.
En mi casa, cuando hay mujeres en caso de necesitar ayuda siempre las apoyamos. Las que nos conocen saben que siempre habrá una cama y comida. Cuando yo era más chica tenía una litera en mi cuarto que era para que durmieran hijos o hijas de mujeres que necesitaban refugio. La gente es amable porque cuando pasan los años y ya están mejor y no necesitan refugio nos visitan y nos llevan comida o dulces de regalo. También luego nos llevan a otras mujeres que necesitan ayuda.
Mi vida tiene que ver todo el tiempo con la lucha por los derechos de las mujeres de mis mamás colectivas, pero no es tan distinta de otros niños y niñas que tienen madres lesbianas. Ya sea en sus trabajos o en sus escuelas o en organizaciones políticas, haciendo distintas cosas, donde esté toda esa gente trata de hacer cosas para que la sociedad sea mejor, menos discriminatoria para todas las personas.
En cuanto a la lesbofobia, que es el odio o miedo a las lesbianas, yo, como hija de lesbiana la he vivido dos veces:
Cuando era pequeña, a los cinco años llegué con mis mamás a vivir a un lugar en el Estado de México. Los vecinos murmuraban acerca de mi mamá y su pareja y porque las visitaban sus amigas de cabello corto y que se les hacían muy masculinas, también las visitaban personas trans y a los vecinos se les hacía que no eran unas personas muy confiables. Yo tenía unos columpios en el jardín y los mismos vecinos no dejaban que los otros niños jugaran en los columpios ni se acercaran a mí. Afortunadamente, hubo una vecina que no era prejuiciosa y se hizo amiga de mi mamá y su hija, Diana, que es dos años mayor que yo, se hizo mi amiga y jugábamos juntas y al paso del tiempo ya los demás niños y niñas comenzaron a convivir conmigo y ya todos nos llevamos bien y los vecinos se atrevieron a conocer a mis mamás y ya no les tuvieron miedo. Yo no me enteré de eso cuando era pequeña, hasta ahora porque la mamá de Diana y la mía lo cuentan en las fiestas... porque al paso de los años Diana sigue siendo mi mejor amiga y nuestras mamás se siguen apoyando entre ellas.
La segunda vez que viví lesbofobia fue cuando me mudé al D.F., cuando entré a una primaria a mediados de cuarto grado. Todo iba bien, me llevaba muy bien con mis compañeros y maestros, esa mitad de año fue excelente. Después, entré a quinto grado de primaria y la maestra nos pidió de tarea hacer un árbol genealógico. Cumplí con la tarea, pero después de la hora del refrigerio me llamaron con el psicólogo de la escuela y me hizo unas preguntas sobre mi tarea, me dijo que le explicara mi árbol genealógico. Le expliqué que tenía mis abuelas, mis abuelos, mis tíos y tías y después que tenía a mi mamá Karina y a mi mamá Adriana y él tenía cara de no entenderlo. Después de eso me empezó a llamar durante mis clases y me preguntaba cosas de mi familia. A mi mamá le dijo que yo estaba mal y exigió unos estudios muy costosos y dijo que la SEP estaba vigilando mi caso, que podían quitarle mi custodia por no atenderme. Al principio mi mamá no entendía qué estaba pasando o por qué ese señor nos amenazaba, hasta que nos acordamos del árbol genealógico y mi mamá le preguntó si todo eso era por esa razón y ya el psicólogo le dijo muchas cosas lesbofóbicas de que no estaba bien el modo de vida y que no debería tener una hija si era lesbiana. Mi mamá me llevó a una pedagoga para que me hiciera un diagnóstico, luego fue y discutió con la escuela para que me dejara de molestar el psicólogo y ya que estuve lejos de él, lo denunció por discriminación. Para sexto año mi mamá habló con la directora de una nueva escuela y le dijo que era lesbiana y que no estaba dispuesta a que yo volviera a vivir ningún maltrato y la directora le dijo que no se preocupara. Fue bueno mi sexto año. Cuando me preguntaban mis amigos de la escuela, yo les decía que tenía dos mamás que me querían mucho y de ellos no viví ningún rechazo ni prejuicio.
Un día el psicólogo de la escuela anterior, nos vio por la calle y cuando pasó por nuestro lado dijo en voz muy fuerte: "¡Sucias!". Fue algo muy desagradable. Mi madre dice que no le tengamos rencor porque ese hombre tiene muchas cosas en su cabeza por resolver y que el odio y las fobias sólo lo envenenan a sí mismo. Así que lo dejamos en el pasado.
Nosotras, hemos vivido cosas muy felices y cosas muy tristes. Hemos vivido muchas cosas muy felices, como conocer lugares nuevos, perdernos en un pueblo que no conocemos y encontramos muchas cosas novedosas, comer cosas que ni sabíamos que existían. Hemos acampado en bosques y hemos hecho fogatas y hemos decorado nuestra casa como nos gusta. Pero, algo muy triste fue cuando se murió Adriana, en agosto de 2012. Fue muy duro para las dos. Mi mamá la amaba mucho, ella estuvo muy triste y lloró mucho tiempo su muerte. Adriana, aunque se haya muerto es una persona que sigue muy presente en nuestras vidas. La queremos mucho y nunca la olvidaremos.
Poco a poco, mi mamá ha vuelto a ser la misma. Aunque aún se pone triste cuando nombra a Adry. Pero, trata de que lo superemos y seamos más fuertes, trata de que otra vez la vida sea como era antes, de recuperar la alegría.
Hemos vuelto a ir de viaje, fue en las vacaciones pasadas que fuimos a Chiapas, a Palenque y un día nos fuimos de excursión a las cascadas de Agua Azul. Ahí empezó a llover cuando estábamos en la selva y nos mojamos mucho y de tanto que llovió perdimos nuestros zapatos en el lodo. Ella y yo tuvimos que subirnos a la combi sin zapatos y cuando llegamos a la terminal en Palenque caminamos descalzas y empapadas por la calle hasta el hotel. Fue un momento muy divertido para mí porque la gente se nos quedaba mirando raro pero fue algo muy bonito que viví con ella.
Ahora, mi mamá está saliendo con una mujer que se llama Gaby que es guapa y tiene una hija de 16 años como yo. Nos estamos conociendo las cuatro, estamos aprendiendo a divertirnos juntas y a ver qué pasa.
Yo soy una hija de madre lesbiana, me siento bien. Soy muy feliz. He pasado momentos muy divertidos y bonitos pero también tristes y desagradables, pero eso no tiene que ver con que mi madre sea lesbiana, son obstáculos de la vida.
Quiero agregar, porque la gente siempre me pregunta, cuáles son mis preferencias sexuales. Yo ahora sólo puedo decir que tengo 16 años, todavía no lo sé. Si preguntan a mi madre si quiere que yo sea lesbiana o heterosexual, ella dice que eso no le importa, que le interesa más que me sienta satisfecha con quien soy.
A esas personas que sienten prejuicios o que se ponen a opinar sobre cómo deben vivir su vida otras personas, a aquellos que intentan cuestionar cómo debe ser el amor de padres y madres gays y lesbianas hacia sus hijos o hijas, que no hablen de lo que no viven, que aprendan, que respeten. No soy mejor o peor que otras mujeres de mi edad, pero estoy orgullosa de mi madre y de lo que soy. 

martes, octubre 20, 2015

Yo soy lesbiana... y soy madre

Yo soy lesbiana. Soy lesbiana con hijos. Soy lesbiana madre.  Soy lesbiana política. Me asumí lesbiana, no sólo porque me supe enamorada de una mujer, sino porque asumí que no deseaba ser una cuerpa disponible a la heterosexualidad obligatoria. Me asumí lesbiana queriendo construir relaciones diferentes con otras mujeres, de forma sororaria, accesible, desde el empoderamiento que da el reconocerse a una misma vulnerable y vulnerabilizable, pero acompañada en la fuerza de muchas recorriendo el mismo camino que yo.
Yo soy lesbiana. Soy lesbiana mientras hago el desayuno, mientras llevo a mis hijos a la escuela y cuando me subo al autobús. Soy lesbiana todo el tiempo, no se me quita. Es una identidad que yo elegí. Sí, así es, yo elijo llamarme lesbiana, no soy lo que otras personas quieren que sea, ni lo que esperan de mi. Yo me nombro, yo me elijo. 
Soy lesbiana y soy madre. Participo en la crianza de Diego y Santiago, junto a Criseida cada día, todos los días. Tuve el privilegio de gestarlos y por ello la ley me concedió por muchos años un estatus de "ser más madre" que su "otra" madre. Soy lesbiana y no puedo separarlo de ser madre porque me atrevo a ejercer una maternidad que a muchas personas les ofende, les cuestiona y les explota sus limitados pensamientos.
Como lesbiana y madre, cada día necesito pensar estrategias de supervivencia y adaptación que muchas otras madres quizá no imaginen. Las dos somos igualmente madres, ninguna es más madre que la otra. Todos esos años que la ley decía que Criseida no era "tan" madre como yo, sus hijos aprendieron a llamarla "mamá" y a mi "mami", para que cuando la gente tuviera duda y preguntara "¿quién es tu mamá?" la señalaran sin dudarlo a ella. 
Ayer, un día como cualquiera, descubrí que en DF hay una jueza nueva que no está al día con toda la lucha que nuestras familias han tenido que efectuar. Una persona a la que no le convence que se haga un reconocimiento de hijx y se elija en qué orden deben ir los apellidos de ellas. Para la jueza, una de las dos es "más" madre que la otra. Para ella es cuestión de interpretación de un código, para nosotras es cuestión de seguridad de nuestras familias. Somos personas, vivas, sintientes, palpables. No somos un papel en el registro civil. ella puede decidir que como es muy complicado y no aceptan su disposición, mejor ya no se hagan reconocimientos. Y así, de un plumazo y carpetazo pone punto final a la seguridad de cientos de familias que están en una condición como la nuestra (en la que los hijxs nacieron fuera del matrimonio y no pudieron ser registrados con los apellidos de ambas desde el inicio). Aún está pendiente hasta mañana qué decisión tomará, si se seguirán haciendo o no los reconocimientos (logrados desde el 20 de agosto de 2013) y qué acuerdos se tomarán con respecto al orden de los apellidos.
Yo soy lesbiana y contrario a la mayoría de las madres heterosexuales, necesito pensar cada día en estrategias para que el patriarcado no lastime a mi familia. Por eso me enuncio, por eso me visiblizo, por so lucho y por eso existe este blog. 

martes, junio 30, 2015

La SRE Delegación Cuauhtémoc sigue sin dar pasaportes a hijos de dos mamás

A quien corresponda:
El día 4 de mayo de 2015 acudimos a la Delegación Cuauhtémoc que está ubicada en Ricardo Flores Magón No.2, Int. Ala B, Col. Guerrero, para renovar los pasaportes de nuestros hijos Santiago Javier y Diego Alfonso. Originalmente, ellos tenían el apellido De Alejandro García y como el 20 de agosto de 2013 los reconoció Criseida Santos Guevara, sus apellidos cambiaron a De Alejandro Santos. Acudimos ambas, Criseida Santos Guevara y Ana Elizabeth de Alejandro García con nuestros hijos a la delegación y presentamos el pasaporte anterior y el acta de nacimiento nueva que fuimos expresamente a sacar al Registro Civil el 30 de abril de 2015 para este trámite. A la hora de cotejar la documentación, nos pidieron el acta anterior. Explicamos que aquella acta ya no existe porque se dio de baja. Entonces nos requirieron un acta con la anotación de que se había efectuado el reconocimiento, pero explicamos que esto es completamente discriminatorio y que no existen actas con anotaciones en el Distrito Federal, por lo cual tienen que recurrir al acta primigenia resguardada en el Registro Civil. Total, una funcionaria dijo que siguiéramos con el trámite y que el Jurídico de la delegación Cuauhtémoc enviaría un oficio pidiéndole esto al Registro Civil Central, de Arcos de Belén, que es donde se registraron nuestros hijos. Les tomaron huellas y fotos a nuestros hijos y nos dieron un papel con el número y extensión a la cual deberíamos comunicarnos en 7 días. Así lo hicimos y desde entonces nos comunicamos cada semana para ver si el Registro Civil había contestado.
En una de esas llamadas, una señorita nos indicó que "no estaba en la Secretaría resolver el asunto porque dependían de la contestación del Registro". Así que solicitamos una cita en él para pedir que aclarara esta situación. Tanto el Registro Civil como la SRE hicieron de nuestro conocimiento que el oficio con la respuesta llegó el viernes 19 de junio de 2015. Sin embargo, es fecha que la delegación Cuauhtémoc no resuelve qué sucedió con los pasaportes de Diego y Santiago. Nos comunicamos el lunes 22 y nos dijeron que el trámite no se había reflejado en el sistema, que llamáramos el día siguiente. El martes 23 llamamos y nos dijeron que la delegada Myrna Granados Hernández tenía que revisarlos detenidamente. El día 24 de junio, volvimos a llamar, contestaron, preguntaron todos los datos y nos dejaron en espera hasta que colgaron. Intentamos comunicarnos en repetidas ocasiones y no contestaron.
El día 24 de junio, más tarde, volvimos a llamar y esta vez nos dijeron que en 3 días el Departamento de Normatividad aprobaría el trámite. Sin embargo, al volver a llamar el 29 de junio nos dijeron que tenían que revisar y cotejar con el Registro Civil OTRA VEZ, y que en esta ocasión no nos podían dar fecha estimada de cuándo tomarían una decisión.
Creemos que esta situación ya pasó de chequeo de rutina a escrutinio detallado por el solo hecho de que somos dos madres lesbianas que necesitan los pasaportes de sus hijos para que se puedan identificar como mexicanos. Realmente, nos queda la pregunta de que si los hijos con dos mamás no pueden a) tener pasaporte mexicano, b) salir del país, c) regresar al mismo.
De acuerdo a la página donde se detallan los requisitos para renovación de pasaportes, el tiempo estimado de espera cuando se corrigen los datos de un hijo o hija de parejas heterosexuales es de 7 días.
Comprendemos, como lo demostró nuestra paciencia de estar esperando desde el 4 de mayo hasta el 19 de junio de 2015 en que dio respuesta el Registro Civil, que "En caso de error o modificación de algún dato personal en el pasaporte, se deberá entregar copia certificada de los documentos que comprueben dicha circunstancia otorgada por autoridad competente y presentar una identificación oficial que contenga los datos correctos o modificados".
Creemos que una vez que ya se había certificado que toda la documentación es válida, legal y conforme a la Normativa, no hay razón para que la delegación Cuauhtémoc siga sin darnos una respuesta positiva para nuestro trámite, al cual, como ciudadanas, tenemos todo el derecho de que sea pronto y expedito. Revisar dos veces nuestro expediente con una institución que ya dio respuesta positiva sobre el reconocimiento deja en claro el prejuicio de la SRE en la Delegación Cuauhtémoc para otorgarle pasaporte a hijos e hijas de madres lesbianas por el simple hecho de la orientación sexual de las mismas y por la falta de capacidad de los funcionarios de entender que derivado del matrimonio es obvio que las madres lesbianas podamos registrar y reconocer a nuestros hijos e hijas, y este no puede ser un motivo para impedir o retrasar que las familias lesbomaternales viajen juntas al extranjero y regresen con tranquilidad como cualquier familia mexicana lo hace.
Espero que esta situación se resuelva pronto y espero que de una vez por todas las autoridades se sensibilicen y dejen de ponernos trabas basándose en prejuicios.
Atentamente,
Criseida Santos Guevara y Ana De Alejandro García
CC. Myrna Granados Hernández-Delegada de la SRE en Cuauhtémoc
CC. Sandra Elisa Hernández-Directora General de Asuntos Jurídicos
CC. Ernesto López Rodríguez-Jefe de Departamento de Normatividad
CC. Oficina de Información Pública del Distrito Federal
CC. Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) COPRED
CC. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED)CONAPRED
CC. Comisión Nacional de Derechos Humanos CDHDF
atencionciudadanasre@sre.gob.mx (atencionciudadanasre@sre.gob.mx); cinquejas@sre.gob.mx (cinquejas@sre.gob.mx); mgranados@sre.gob.mx (mgranados@sre.gob.mx); shernandezo@sre.gob.mx (shernandezo@sre.gob.mx); ernestol@sre.gob.mx (ernestol@sre.gob.mx); oip@jefatura.df.gob.mx (oip@jefatura.df.gob.mx); quejas.copred@gmail.com (quejas.copred@gmail.com)

domingo, abril 12, 2015

Días 14 y 15: Vacaciones de Semana Santa

Pues como les he ido contando, decidimos que para nosotras que siempre andamos en la calle, sería innovador quedarnos en casa. Yo incluso hice un voto de usar pijama pasara lo que pasara y casi casi lo he cumplido. En fin, pues nos hemos tenido que buscar en la casa cosas entretenidas qué hacer con los hijos.
Así pues Diego sigue lavando ropa y Santiago aprendiendo las artes de la cocina. La cosa es que no nos imaginábamos que Diego fuera a sacar ventaja de su actividad. Resulta que aprovechando que los primos también andan en casa pasando las vacaciones, Diego decidió enseñarles a lavar... ¡NUESTRA ropa!
Así pues, el jueves por la mañana, mientras yo estaba atendiendo los posts de la Red de Madres Lesbianas en México, y Criseida atendía su grupo en línea, Diego decidió poner a sus primos a tallar sus calcetines. Vale aclarar que yo únicamente le pedí que echara la ropa en la lavadora, le echara el detergente y dejara que la máquina hiciera el trabajo duro. Pero no, para Diego resultó más divertido poner a los primos a tallar. Nuestra lavadora tiene algunas dificultades técnicas, como que hay que llenarla con manguera, ya que el llenado automático tiene tiempo de no funcionar. A esto Diego y los primos le vieron la "ventaja" de jugar a llenar tinas que luego iban vaciando en la máquina. Al poco rato bajó también Santiago y se unió a las festividades.
Yo moría de vergüenza, y no quería ni asomar la nariz. Estaba esperando el momento en que la nana de mis sobrinos me reclamara que los tuviera lavando la ropa de mis hijos. Y bueno, se imaginarán a mis sobrinos preguntando: "¿Así Diego o lo tallo más?" Y mi hijo muy mandón diciéndoles: "Hasta que se vea blanco". En fin, que la ropa quedó muy limpia y nuestros hijos están resultando buena influencia para los sobrinos. La nana si bajó a ver qué estaban haciendo y namás la oí gritarles: "mañana los pongo a lavar la de ustedes". Aunque supongo que lavar la propia ropa no es igual de divertido porque ese mañana nunca llegó.
De pronto leo por ahí que hay mamás que no saben cómo hacer para que sus hijxs hagan quehaceres en el hogar, yo pienso que todo es cuestión de irles enseando desde chiquitxs que lo que tiren hay que recogerlo, que si se duermen en SU cama es responsabilidad de ellxs tenderla y pues ir aumentando las responsabilidaddes dentro de la casa conforme crecen. Obviamente, las primeras veces todo va a quedar mal hecho. Se van a lavar a medias, la cama va a estar mal tendida, la mesa mal puesta y así todo lo demás. Sin embargo, con el tiempo irán adquiriendo maña y experiencia hasta que les salga impecable.
Lo que pienso es que si en algunas comunidades lxs niñxs aprenden a trabajar desde muy pequeñxs, porque definitivamente pueden hacerlo y su trabajo es necesario para la supervivencia de la comunidad, igualmente nuestrxs niñxs urbanxs pueden aprender a hacer algo bueno por la gente con la que viven y conviven a diario.
El viernes, por otra parte, quisimos hacer algo más "festivo", así que nos pusimos a jugar con ellos nuevamente al club y en esta ocasión sí nos ganó Santiago. Créemos que jugar con ellos les da las herramientas sociales que necsitan para convivir con todo tipo de personas y no sólo niñxs. Por la tarde vimos juntxs una película sobre un oso quee se llama Paddington. Santiago que tiene una osofilia MUY marcada estaba feliz de ver la película, hasta que en realidad la vio y se puso a llorar porque hay varios momentos tristes en la trama en la que el oso protagonista sufre, sufre y sufre más que María en telenovela mexicana... Lo bueno que tuvo final feliz y pues ya eso lo reanimó.
Finalmente, por la noche, antes de mandarlos a dormir, vimos con ellos una serie de los noventa que es justo como para chavitxs de esta edad y se llama "Gooseboomps" y trata de mini historias de terror, como de media hora por episodio. Es súper simpático ver sus reacciones ante aparatos como teléfonos, grabadoras y demás que ya no son así. Y bueno, como a mis hijos les encanta el misterio y el terror, ya son adictos a la serie y quiereen ver toooodos los capítulos.

jueves, abril 09, 2015

Días 11, 12 y 13: Vacaciones de Semana Santa

Pues, a decir verdad, optamos por pasarlos en casa. Diego y Santiago están disfrutando la presencia de sus primos en la casa. Es decir, para quienes no recuerden, vivimos en una casa compartida y fragmentada en departamentos, como si fuera una gran vecidad donde habitamos en tres secciones hasta 13 personas. Los primos en cuestión son los hijos de mi primo, el hijo de la hermana de mi mamá. Así pues, son los "primos segundos" de D y S, pero como nosotras no les enseñamosmucho es de los lazos de consangunidad porque sería una verdadera bobería, mis hijos los conocen como "los primos" así a secas. Criseida no es muy fan de esa relación, porque cuando vivíamos en la parte de abajo de la casa, y acabábamos de llegar al DF, ellos se portaban como los patroncitos de nuestros hijos. El tiempo ha hecho su trabajo y ya se llevan como gente decente. Enseñamos a nuestros hijos a no dejarse ningunear y a no recibir órdenes a diestra y siniestra del primo mayor y pues ahora todo va bien.
En la escuela, Santiago descubrió un jueguito de computadora que se llama Five Nights at Freddy's y es MUY fan. No habla de otra cosa en todo el día. Y pues el primo mayor le sigue la corriente hablando de eso también, a veces hasta le comparte su tablet y los deja jugar. Como no nos encanta que suban a darle lata a mi tía (la hermana de mi mamá), los dejamos jugar en los cuartos de abajo en lo que ellos denominan "El Club". Ahí pueden pasar HORAS los cuatro metidos y discutiendo de "cosas de niños".
En cierta forma me recuerda a mi propia infancia, cuando tres primas mías y yo nos íbamos a jugar afuera de la casa de mi abuela paterna, en una "casita" formada por blocks (que en realidad era un montón de blocks de construcción esperando a ser vendidos) y que era nuestro propio club. Por eso es que me gusta en parte que se la pasen jugando. Como no hay quién saque a pasear a los primos, pues deben quedarse acá y ahora que decidimos quedarnos en casa, se acompañan.
Criseida trae MUCHO trabajo, y yo me he dedicado a atender la RDMLM, porque le viene bien al grupo que una esté al pendiente de los posts. Decidimos ponernos a hacer "cosas caseras" y probar nuevas recetas, además que ando de adicta con tres series en Netflix. Por todo eso, no hemos salido, más que a la tienda a reabastecernos de provisiones.
El martes recibimos una visita y fue muy divertido. Y todos los días seguimos en lo de fomentar que Diego y Santiago aprendan quehaceres domésticos. Santiago tiene la cama que comparten y Diego lava la ropa de toda la familia. Santiago aprende a cocinar recetas sencillas y Diego arregla un poco las áreas comunes. Nos parece adecuado para su edad que aprendan a realizar ciertas tareas del cuidado del hogar y que no crean que todo se hace solo.

domingo, abril 05, 2015

Día 7 y 8: Semana Santa

El jueves y el viernes hicimos actividades de bajo impacto. El jueves fuimos a la Ciudadela porque ilusamente pensé que tendrían actividad. Excepto tres parejas intentando bailar danzón y muchos hombres acostados en las bancas, aquello estaba bastante solitario. Sin embargo, caminamos por los puestos que hay sobre la calle de Balderas y descubrimos varios puestos de revistas y de libros a un precio bastante menor que el de las librerías. Ana, Santiago y Diego escogieron algunas revistas (números atrasados).




El viernes lo pasamos en casa. Teníamos la idea de ir al Auditorio Nacional al Gran Remate de Libros, pero a la mera hora nos dio flojera y nos quedamos viendo la tele.

jueves, abril 02, 2015

¿Qué harías por tus hijxs?

Este es un post que publiqué originalmente en el grupo secreto de Facebook la Red de Madres Lesbianas en México hace ya más de dos años. Me sorprendió lo vigente que lo sigo encontrando.

Y dice así:
"Ana De Alejandro García
20 de enero de 2013 · México, D. F.
Quiero saber qué opinan, a ver si no me pegan...
Voy a ventilarme aquí un poquito y espero no sonar muy chocante. Se supone, o eso dicen muchas que he leído, ah sobre todo cómo lo presumimos de status en el facebook, que haríamos "lo que fuera por nuestros hijos e hijas". ¿A quién no le ha tocado leer eso? "Haría lo que fuera por mi bebé". Etcétera, etcétera y ad náuseaum. 
¿Entonces qué pasa? Pues si de verdad haríamos lo que fuera deberíamos de ser capaces de dar los grandes pasos por su estabilidad, ¿no? Ya sea la económica, mental, seguridad social, etcétera. O eso deduzco yo que significa el "haría lo que fuera". ¿Y luego por qué nos cuesta tanto casarnos, registrarlos y decirle al mundo "vete a la mierda" esta es mi familia y voy a luchar por ella?
¿Qué estamos dispuestas a hacer? ¿Ahorrar para casarnos en el DF? ¿Registrar a los hijos e hijas con los nombres de las dos? ¿Ser claras y honestas con pediatras, maestras, psicólogas, familia, amistades, etc.? ¿Buscar en google todo el día y toda la noche información sobre familias como las nuestras? ¿Ir a reuniones donde mis hijos puedan conocer otras familias como la suya para encontrar una red de apoyo? ¿Quemarme las pestañas leyendo para aprender más y tener argumentos para contestar cuando me digan que soy una enferma? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué estoy de verdad dispuesta a hacer por el bienestar de mis hijos e hijas?
¿Qué quiero decir? Bueno, hay muchas formas de "hacer hasta lo imposible" por esos hijos e hijas que tanto queremos. Creo que lo primero y más fundamental es estar orgullosas de quién es nuestra pareja, porque esa es la persona con la que decidimos co-maternar y es con la que compartimos la crianza de los hijos e hijas. Este es un punto súper controvertido. Resulta que cuando tu eres heterosexual tu puedes vivir con quién, cómo y cuándo se te de la gana en la forma en que quieras hacerlo y después de un tiempito, casada o no, tendrás derechos de concubinato. Pero cuando eres lesbiana no. Cuando eres lesbiana, para compartir esos derechos sólo tenemos una salida y es la de ir al registro civil y decir "esta señora de aquí es mi esposa, cásenos y denos un acta para que la sociedad y el estado nos tomen en cuenta." Obvio, es discriminatorio y va en contra de nuestros derechos humanos el no tener la opción de decidir cuando 
queremos formar un "patrimonio" juntas. 
Bueno, cuando somos nada más nosotras dos, pues podemos seguir tonteando eternamente viviendo juntas o no y ya, pero cuando hay hijos aunmentan las responsabilidades, ¿no? 
Ahora existe la responsabilidad de salvaguardar a las hijas e hijos. Ninguna de nosotras tiene la vida comprada y nunca sabemos qué pasará si la madre gestante muere. Tampoco nuestras relaciones son perfectas y estoy segura de que todas hemos escuchado de al menos un caso donde a)la no gestante desaparece y no vuelve a cooperar económicamente con la familia que ella también quiso o b)la no gestante sí quiere verlos y apoyarlos pero la madre gestante no le de "permiso" puesto que no tiene derechos. Fuera de que estos son casos extremos y profundamente antifeministas (para nada amistosos entre mujeres que alguna vez se amaron), resulta un poco desconcertante el por qué no prevenir situaciones que se pueden prevenir.
Como decía, ahora hay que salvaguardar el bienestar de hijos e hijas. Y con las POSIBILIDADES que nos da el Estado, hay que ir viendo cómo lograr el mayor bien posible. De momento la forma fácil y rápida sería: me caso y registro a las criaturas con el apellido de las dos. O si ya tuve hijos e hijas y ya están registrados como madre soltera, entonces me caso e iniciamos un proceso de coadopción.
También hay otros caminos, pero son para las aguerridas y NADA closeteras: ultimadamente tenemos el derecho a no ser discriminadas, ¿qué no? Pues bien si insistes en no casarte, pero quieres registrar a tu bebé con el apellido de ambas y usaste un donante anónimo y tienes toda la papelería que lo comprueba, pues inicia un juicio y obvio mete tu demanda a derechos Humanos. Ellos tienen el compromiso de ayudarte. No se ha hecho en México aún así, pero siempre hay una primera vez y tienes total derecho y libertad de hacerlo.
Ok, que no quieres viajar al DF y casarte acá, pues igual, mete un amparo como se hizo en Oaxaca y como se va a hacer en Nuevo León y Chihuahua. Después de eso (que tomará al menos un año y MUCHA, HARTA publicidad), ya podrás registrar a tus criaturas como pareja casada, o pedir adopción.
En fin, creo que con la edad y los hijos se me ha quitado un poco lo "radical". Me encanta pelearme con el Estado, pero créanme, desgasta un chorro a la pareja y a los hijos. Les puedo contar que ser mega-pública tiene su costo laboral, pero la seguridad de que tu familia es tuya vale cualquier lucha. Creo que me he vuelto más de "lo posible" o sea, si ya hay herramientas que puedo aprovechar hay que tomarlas. Hace un par de años, cuando Criseida y yo nos casamos, alguien me escribió para decirme "yo me voy a esperar hasta que sea algo más 'normal' y frecuente, para no ser de las primeras y que mi familia lo tome mejor". Cada quién sabe el camino que toma, pero, ¿se imaginan si todas pensáramos así? Entonces, ¿quién tomaría la iniciativa? ¿Quién abriría los caminos que hoy pueden recorrer las demás? Todas seguiríamos en el clóset esperando a que fuera otra la que lo haga primero. Las lesbianas, y sobre todo las que queremos llegar a ser madres algún día tenemos que tomar en cuenta un factor adicional, el reloj biológico nos presiona, los óvulos vienen contados y mes a mes se van acabando.
Que suena muy determinista y biologicista, pues sí, pero no tenemos la vida entera para esperar a que sea otra la que se vaya y se case primero, y vaya y registre primero, "para que mi familia no se espante y lo tome mejor". Si de verdad estamos dispuestas a hacer lo que sea por nuestras criaturas, hay que demostrarlo sin miedo y sacarle los ojos a quien sea que se atreva a decir que las nuestras no son familias, así sea nuestra propia madre, o la directora del colegio o el cura de la iglesia. He dicho.
Ojo, todo esto lo digo para las que tenemos hijos pequeños y que planeamos tenerlos juntas en pareja de lesbianas, no para las que tuvieron hijos de otras formas en la vida, ok?
Ya me deshagué como Flor de Espinosa el otro día Emoticono tongue Gracias!"

miércoles, abril 01, 2015

Día 6: Vacaciones de Semana Santa

El día de hoy comenzó así: Santiago ayudó a preparar el desayuno. Ana recibió a dos personas para hablar de diferentes proyectos. Se suponía que Diego iba a ayudar a lavar la ropa pero entre tanta visita no se concretó esa tarea.

Lo bueno vino más tarde. Yo traía la idea de llevarlos a un concierto que, ante mis ojos, lucía espectacular. Resulta que en estas fechas está el Festival del Centro Histórico en el cual hay pocos  eventos gratuitos y sobre todo hay pocos eventos gratuitos para el público infantil. Uno de ellos era el recital de Los Niños Cantores del Centro Histórico. No sé qué me imaginé, pero les dije que esa sería nuestra actividad de hoy. Resulta que en el coro, en realidad, hay un montón de niñas y nomás dos niños. Ana estaba en la escándala total, ya ven que ella es muy fijada de la lenguaja incluyenta. Al final, concluimos que se llaman Niños Cantores en alusión a los de Viena. Total, mi actividad resultó bastante ñoña. Ana como que no tenía muchas ganas de ir y mis hijos traían el adolescentazo. Querían quedarse en casa viendo tele. O querían que fuéramos nosotras y ellos se quedaban. Los obligué con un melodramático argumento: "Tienen que conocer opciones, no todo es Hora de Aventura". Así que a regañadientes me los llevé... a los tres.
Y sí, debo admitir que el recital estuvo medio ñoño. Cantaron canciones de Cri Cri y cosas por el estilo, pero en definitiva la música amansa bestias, porque Diego y Santiago salieron más apaciguados y haciendo sus propias versiones del coro.
He aquí la historia gráfica de nuestro día. (La cámara sigue enfocando como se le da la gana).

 Preparando el batido de los huevos. El Chef Santiago todavía no sabe usar el batehuevos.
 Agregando un poco de vainilla.

La foto lista para instagram del pan francés, torrejas o french toast.

Haciendo fila afuera del Palacio de la Escuela de Medicina (también conocido como
Antiguo Palacio de la Inquisición)
Las Niñas Cantoras del Centro Histórico

martes, marzo 31, 2015

Día 5: Vacaciones de Semana Santa

Criseida hoy necesitaba terminar un artículo, así que pasamos la mayor parte del día en casa, haciendo esas cosas cotidianas que poco glamour implican: Santiago arregló su cuarto, Diego lavó la ropa (resulta que le gusta mucho poner la lavadora y yo no me quejo de su hacendosidad :D ). También, como hoy cumplió años mi madre, le llamamos a esta señora que es casi una santa, para felicitarla por su cumpleaños número 64.
Por mi parte, me puse a innovar en recetas. Nos gustan mucho los sandwiches de queso con tocino, y hemos inventado mil y un recetas para perfeccionar la técnica. Así pues decidimos agregarle a nuestra tecnología tradicional una nueva idea que vimos en un post de Facebook: https://www.facebook.com/video.php?v=10153216702314769&pnref=story
Acá está la receta por si prefieren leerla... Para ser honesta, en horno se tarda muuuucho y yo ya me acostumbré a poner todo en el sartén directamente al fuego, así que mientras que hice dos tejidos de tocino directamente en el refractario y al horno, hice otros dos en el sartén. El resultado fueron tres quemaduras y un refractario roto. Nota: No pongan refractarios de vidrio recién salidos del horno cerca del fregadero porque el cambio de temperatura hace que exploten...
Después del sucesivo "regaño" de la aprehensiva esposa Tauro que se vio con menos herramientas de cocina por culpa de mis intervenciones, nos sentamos a comer unos deliciosos sandwiches sin vidrios. El resultado fue excelente! :D
Aún así, la tarde transcurrió calmada, porque la esposa necesitaba aún más tiempo para escribir su artículo. Por lo tanto los hijos se pusieron a jugar con los primos que andan quedándose en casa de la Tía Meña por vacaciones, o algo así...  ahora estas criaturas prepúberes traen de moda un nefando jueguito que se llama "Five Nights at Freddy's" y por lo tanto pasaron horas viendo videos del jueguito que parece ser terrorífico, pero a la vez les encanta. Esto ocasionó que Diego, después de un rato subiera muerto de miedo a ver la tele, porque ya no podía con las historias de terror que estaban contando su hermano y sus primos en las escaleras.
Finalmente, acordamos ir al cine, para no dejar pasar el día en "blanco" y pues aprovechamos una súper promoción de cine "gratis" en la compra de productos Nestlé. Se supone que por cada etiqueta de leche condensada de La Lechera y/o leche evaporada Carnation, más su respectivo ticket de compra, te dan una entrada gratis al cine, y la promoción se acaba mañana 1ero de abril. Así ya hemos ido Criseida y yo varias veces al cine, y ahora decidimos llevar también a los hijos a ver Home.

Bueno, como ya les habíamos contado, la cámara anda rebelde y toma las fotos medio cuchas...
La película no es la mejor que hayamos visto, pero al menos fue entretenida. Como una Lilo y Stitch remasterizada... Y sin soundtrack de Elvis Presley.... Ok, no... Bueno, al menos salimos a pasear y entretener hijitos un ratín. Y ahora tendré pretexto adicional para hacer postres con La Lechera. :D



lunes, marzo 30, 2015

Día 4: Vacaciones de Semana Santa

Ana tenía ganas de ir a la Feria de la Nieve desde hace 2 años. Hoy, por fin se armó la expedición. Salimos a las 10:00 am de la casa rumbo al paradero de Taxqueña. Ahí, tomamos un micro al centro de Xochimilco. En realidad, no nos habíamos aprendido bien el nombre de a dónde íbamos, así que íbamos medio adivinando. Cuando llegamos a Xochimilco, de pura casualidad, vimos un micro con un anuncio que decía: Tulyehualco y le dije a Ana: "¡Ese es! Así se llama el pueblo". Nos bajamos y yo ya iba en estado de deshidratación porque hoy hizo un día bastante soleado y caluroso, así que les invité un Bon Ice. El camino fue un poco largo, pero por fortuna ese micro hacía su base justo en la Plaza Quirino y Cortés que es donde está la mentada feria.


Llegamos y ya estábamos ladrando de hambre. Diego y Santiago quisieron comer una pizza elaborada con harina de amaranto.

Les propuse a los chicos que fuéramos recolectando las cucharitas de todas las pruebas gratis que nos iban ofreciendo. Probamos cualquier cantidad de sabores: Pulque, tequila con limón, mojito, beso de vampiro (cereza con quién sabe qué), Bob Esponja (quién sabe qué con bombones), Tierra de Osos (panditas con nieve de chocolate), Pikachú (nieve de vainilla con gomitas y quién sabé qué más), nopal, aguacate, Gansito, Skwinkles, queso, 101 dálmatas (rompope con chispas de chocolate), clericot, cerveza, Viagra (una mezcla fuerte de tequila, pulque, cerveza y quién sabe qué más), chicle, galleta Oreo, elote y no puedo recordar más sabores.

Al final, cada uno escogió su sabor favorito y se compró un vasito. Santiago escogió Pikachú, Diego 101 Dálmatas, Ana de Skwinkles y yo una que se llamaba perro rabioso, que tenía guanábana, tequila y chile piquín.

Cuando terminamos el recorrido, nos sentamos en una banca y nos pusimos a contar las cucharitas. Nos dio un total de 118. O sea, cada uno de nosotros probó cerca de 30 muestras gratis. Aún así, Ana no pudo resistir la tentación de seguir comiendo y se compró una nieve de limón para el camino.

Regresamos a casa cerca de las 6:30 y Diego y Santiago se pusieron a cenar una chuchería que compraron en la feria: una bola de palomitas con amaranto que probablemente la unieron con miel.

Todavía no pensamos en un plan para mañana, pero al menos hoy, Diego y Santiago están cansados, despejados y listos para bañarse e irse a la cama. Ok, ok, debo reconocer que tienen ganas de ver un poco de televisión.

viernes, enero 23, 2015

Comunicado sobre el "Manual de apoyo a docentes para entender familias lesbomaternales: Una mamá, dos mamás, tres mamás"

A la opinión pública
A los medios de comunicación
El pasado mes de octubre de 2014 salió a la luz el “Manual de Apoyo a Docentes para Entender a Familias Lesbomaternales: Una mamá, dos mamás, tres mamás” con la colaboración de la Red de Madres Lesbianas en México. Dicho Manual contó con el apoyo para su publicación del INMUJERES DF y el contenido estuvo a cargo de Ana de Alejandro García y Sandra López Cañedo, y la coordinación editorial a cargo de Criseida Santos Guevara, mismas que a su vez son parte de la Red de Madres Lesbianas en México.
El Manual responde a la necesidad de entablar un diálogo con los y las docentes que están frente al grupo a cargo de nuestros hijos e hijas. La finalidad es brindar una herramienta adicional para que las autoridades escolares realicen un abordaje efectivo a las familias constituidas por madres lesbianas.
El Manual, además, se suma de forma libre y voluntaria a los esfuerzos de la SEP para reforzar la convivencia escolar a través del Programa Nacional de Convivencia Escolar. De igual forma, es un material adicional que puede servir como referencia para implementar acciones que fortalezcan las acciones del Acuerdo Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia, Acoso, Maltrato y Discriminación en la Población Escolar firmado por el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y varias instancias del gobierno de la Ciudad de México.
El Manual es una herramienta complementaria, especializada en el tema de las maternidades lésbicas, y dirigida a docentes y autoridades escolares. El fundamento bajo el cual se solicitó ayuda del INMUJERES DF para su edición es que desde el 10 de junio de 2011, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el Decreto de Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos. Esta reforma garantiza en su Artículo Primero el derecho a la igualdad y a la no discriminación a todas las personas en el país, e impone una serie de principios, obligaciones y deberes a todas las autoridades para dejar en claro que el papel del Estado Mexicano es ser garante de los derechos humanos y otorgar máxima protección a los mismos en todo el territorio nacional.
Los alcances de los preceptos anteriores son ratificados el 28 de noviembre de 2011 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al emitir la Tesis de Jurisprudencia Núm. LXVII/2011(9ª) que a la letra dice: “CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD. De conformidad con el artículo 1º. de la Constitución (…) todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, sino también en los instrumentos internacionales (…) adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona.” (Subrayados nuestros).
No está de más recordar que la SCJN agregó que la función reproductiva o perpetuación de la especie así como la formación de una familia no es la finalidad del matrimonio, “en tanto cada persona determinará cómo desea hacerlo, como parte de su libre desarrollo de la personalidad, sea bajo la figura del matrimonio, heterosexual o no, o de otro tipo de uniones, como personas solteras, cualquiera que sea su preferencia sexual” razón por la cual juzgamos prioritario informar sobre las configuraciones familiares que son parte de la pluralidad de nuestra sociedad.
Por otro lado, nuestras familias son, constantemente, blanco de críticas y campañas negativas por parte de grupos conservadores y religiosos que pretenden imponer como única su definición de familia. Este Manual es una acción afirmativa por parte de la Red de Madres Lesbianas en México y espera el total apoyo tanto del INMUJERES DF, como del Gobierno de la Ciudad de México, como del Gobierno Federal ya que es necesario recordar que los espacios educativos son laicos y deben estar libres de violencia y acoso escolar.
Invitamos, una vez más, a las autoridades, medios de comunicación y sociedad civil a que lean el “Manual de apoyo a docentes para entender familias lesbomaternales: Una mamá, dos mamás, tres mamás” y los invitamos a que juntos y juntas construyamos una sociedad respetuosa e incluyente.
Hacemos un exhorto de la manera más respetuosa a la Secretaría de Educación Pública para que reproduzca y distribuya entre la planta docente de todo el país el Manual.
Atentamente:
Red de Madres Lesbianas en México

PD. Liga al manual por si desean descargarlo:
http://www.inmujeres.df.gob.mx/…/i…/familias_lesbomaternales

sábado, marzo 01, 2014

Trayectoria de LasDosMamis

Con motivo del Día de las Familias, este primer domingo de marzo hemos sido invitadas a dar una plática sobre homoparentalidad, lesbomaternidad y familias diversas, es decir, "Cómo se vive una familia como la nuestra". Así pues, Iván Tagle, coordinador del grupo Jóvenes LGBT y creador de esta iniciativa, nos pidió un currículum o trayectoria de LasDosMamis. La verdad, no fue tan facil de elaborar, tuvimos que sentarnos a pensar un poquitín en todas las cosas que hemos hecho juntas y por separado y decidir qué incluír. He aquí el resultado:

Una de las primeras imágenes de
Ana y Crix en acompañar una entrada
del blog en junio de 2006.
El proyecto de LasDosMamis: Activismo Virtual surgió en junio de 2006 a raíz de que las activistas Ana de Alejandro y Criseida Santos Guevara consideraron oportuno llevar un registro de su maternidad para darle visibilidad a las maternidades lésbicas. Al nacer sus hijos, Diego y Santiago, se mudan a la ciudad de Monterrey donde su primer enfrentamiento contra el sistema se da por oponerse al pase de la "Ley de la Familia", propuesta PANista que establecía como única forma legal de familia aquella conformada por padre, madre e hijos. Así fue como notaron que una bitácora virtual, aunque es muy útil no resulta suficiente, por lo que en 2008 crearon, en Monterrey, la Comunidad de Madres Lesbianas (COMALES).
En Monterrey, participaron con otras agrupaciones lésbicas en las jornadas culturales Visibilidades, cuyo objetivo era promover el arte y la cultura creado por lesbianas para otras lesbianas. Este evento anual tuvo cuatro ediciones y en todas particparon como parte de la organización y como ponentes.
El 21 de marzo de 2010, viajan al DF a ejercer su derecho al matrimonio civil igualitario, junto a muchas otras parejas de distintos estados de la república. Ese mismo año, deciden ampararse contra el IMSS para obtener su derecho a afiliar a la pareja en el seguro. En el 2011, ganaron dicho amparo al IMSS, uno de los muchos que sirvieron para que por sentencia de la Corte, ahora las parejas del mismo sexo puedan inscribir a su cónyuge al Seguro Social.
Durante el 2011, además en su papel de activistas por los derechos y la visibilidad de las lesbianas en Monterrey, Ana y Criseida fundaron junto con Sol Castro el grupo Las Juanas, grupo de crecimiento para mujeres lesbianas y bisexuales. Participaron en la organización y planeación del mismo hasta enero de 2012.
En 2012, cambian nuevamente su residencia a la Ciudad de México donde retoman el activismo en maternidades lésbicas. En agosto de ese año, Ana fue representante de México en el Programa de líderes internacionales por los derechos LGBT en E.U.A, junto a otras 6 personas. Este programa constó de un recorrido a 5 ciudades representativas de los Estados Unidos donde pudieron intercambiar ideas con distintas ong enfocadas en temas LGBTTTI.
En diciembre de 2012, retomando el activismo virtual, Ana convoca a una red de redes: la Red de Madres Lesbianas en México cuyo objetivo principal es formar una comunidad de lesbianas con hijos e hijas de todas las partes de la república. Esta red que actualmente cuenta con casi 900 miembras brinda un espacio de encuentro e intercambio entre madres lesbianas de todo México, e incluso de mexicanas viviendo en el extranjero.
En mayo de 2013, Ana y Criseida tuvieron 3 participaciones en el Femstival, espacio alterno con cabida para las expresiones feministas, entre ellas la de “¿Qué hacer cuando conoces a una familia de madres lesbianas?”, taller lúdico-didáctico que explica las similitudes y diferencias de las familias lesbomaternales con otras familias.
Puesto que Santiago y Diego nacieron en 2006, antes de la reforma al Código Civil del DF que finalmente permitió el matrimonio de sus madres, fueron registrados como hijos de madre soltera. Esto implicó una lucha por parte de ambas madres, una vez casadas, para lograr el reconocimiento legal de los derechos de la madre no gestante (Criseida Santos) de que sus hijos tienen dos mamás y así también de su confirmación familiar. Así fue como, tras varios meses de negociación con el Registro Civil, y gracias a la intervención de la abogada Alehlí Ordóñez, el 20 de agosto de 2013, lograron el reconocimiento de sus hijos con la posibilidad de elección del orden de los apellidos para que fueran registrados en el orden en que ellas proponían y no como el Registro Civil disponía que era el de la madre no gestante como primer apellido al considerarla por una interpretación institucional de la ley poco afortunada como un sustituto de padre.
Varias familias participantes en el evento de reconocimientos de hijxs sostienen triunfantes las nuevas actas de nacimiento de sus hijos e hijas.

Actualmente, Ana cursa la maestría de Estudios de la Mujer en la UAM-Xochimilco, y se especializa en las maternidades lésbicas y su discurso en las redes sociales, también organiza y promueve reuniones para madres lesbianas en el DF junto con la Red de Madres Lesbianas en México y MamásLes, mientras que Criseida se dedica a la promoción de su segunda novela publicada "La reinita pop no ha muerto", que fue ganadora del Premio Literal de Novela Breve.

jueves, septiembre 26, 2013

Nuestras familias y la SEP

Diego y Santiago están en segundo año de primaria. En el Bloque I el tema favorito para estudiar es la familia. Sin embargo, debemos admitir que en los libros de este año hay un gran avance por parte de la SEP.

El tema es transversal y lo pueden encontrar en el libro de Exploración de la Naturaleza y Sociedad y en el de Formación Cívica y Ética de la siguiente manera:
Primero hacen una introducción a la diversidad de las familias y recalcan que lo importante es cómo se demuestran el cariño. En la página que está a la derecha dan varias figuras de hombres y mujeres adultas y de niños y niñas (faltan bebés y adultos mayores pero no todo es perfecto). Esas imágenes son recortables para hacer actividades.

En el salón de Diego, obviamente hicieron una representación de su familia. Esta es la libreta de Recortes de Diego en donde pegó las figuras recortables. En la representación nos puso con el pelo largo, pero eso para fines de la actividad es lo de menos.
 Finalmente, en el otro libro hay más actividades. Claro, prevalece la familia heterosexual, pero las figuras recortables del otro libro les va a permitir hacer una nueva actividad: Hacer otra familia y ellos van a decir hacerla como quieran y en la pregunta de reflexión viene: "¿Por qué decidiste formar las familias de esa manera? Si los maestros deciden hacer bien las cosas, esa pregunta es la clave para entender la diversidad. Y claro, si les preguntan a nuestros hijos la respuesta es: porque en mi familia hay dos mamás y dos hijos.
El libro habla de diversidad entendiendo ésta como madres solas, padres solos, tíos, tías, abuelitos, abuelitas. Es verdad que no mencionan que hay familias con dos mamás o dos papás, pero SÍ menciona que hay muuuuuchos tipos de familias. Esto aunado a la información que nosotras les podamos brindar a los maestros de nuestros hijos marcará una gran diferencia. El cambio se está dando poco a poco. Esta clase de actividades en mis tiempos ni siquiera eran remotamente posibles y hoy en día la intención de explicar la diversidad se asoma tímidamente en los libros de texto gratuitos.

sábado, septiembre 14, 2013

Los que viven del activismo

Todos tomamos decisiones cuestionables a lo largo de nuestras vidas. Absolutamente todos. Pero cuando se trata de decisiones personales, solo unos cuantos, la familia principalmente, se encargan de decirte sus impresiones. En el punto de vida pública y de activismo en el que estamos Ana y yo, la gente se siente con total libertad de cuestionar lo que hacemos y dejamos de hacer. A veces es muy cansado, a veces no queda más que reír por el absurdo y a veces sí quisiera que hicieran una fila, tomaran su número y esperaran a que me importe. 
Ana y yo hemos hecho todo lo que hemos hecho para hacerle un mundo mejor a Diego y Santiago. Hemos luchado lo que hemos luchado para garantizarle cosas a Diego y Santiago. Hemos peleado lo que hemos peleado por Diego y Santiago, por nosotras mismas y por todos los hijos, hijas y madres lesbianas que están en nuestra misma situación. Hemos hecho grupos para que nuestros hijos y los hijos e hijas de las demás tengan un espacio de convivencia y reflexión. Lo hacemos por nuestros hijos y por los hijos e hijas de las demás que sientan que lo necesitan.
Hace ya casi un mes, logramos algo que la verdad yo no veía para cuándo. Logramos que Diego y Santiago tuvieran mi apellido y además logramos que se respetara su deseo: seguirse llamando De Alejandro en primer término. Diego y Santiago están por cumplir 7 años: piensan, sienten y han estado en esta lucha desde que estaban en la panza de su Mami. Tenían derecho a voto y tenían derecho a que Ana y yo nos partiéramos el alma por conseguirlo.
Les cuento brevemente esta historia aunque muchos ya la saben: Diego y Santiago nacieron antes de que nos imagináramos que en México sería posible que los gays y las lesbianas tuviéramos acceso al matrimonio. Y nacieron antes de que los padres gays y madres lesbianas pudieran darle sus apellidos a los hijos. 
En 2010, Ana y yo vivíamos en Monterrey y finacieramente no estábamos bien. Yo acababa de regresar de Houston y ella trabajaba en el call center. De un único sueldo vivíamos los cuatro. Diego y Santiago entraron al preescolar en una escuela pública porque no nos alcanzaba ni para un colegio privado, ni para pagar el medio de transporte. En 2010, motivadas por la lucha que se hacía en el DF y gracias a que nos llevaron el caso de amparo probono, demandamos al IMSS. Pero desde el día en que nos casamos siempre buscamos la adopción o reconocimiento de Diego y Santiago. Hablamos con muchos abogados en Monterrey y hablamos con muchos abogados en el DF. A nadie se le ocurría cómo hacerle o nadie le quería entrar. Dinero no teníamos y siempre lo dijimos.
En el año de 2012, agotados todos los recursos legales que teníamos en Monterrey, decidimos regresar al DF para buscar el modo acá. Y tocamos muchas puertas antes de llegar con Aleh Ordóñez. Y sí nos cobró y sí le pagamos, pero en ese primer intento no lo logramos. La cuestión es que Aleh Ordóñez es una persona muy movida. No paró hasta que encontró la manera de hablar con quien tuviera que hablar y a finales de abril de este año nos llevó al Registro Civil donde nos dijeron que lo que nosotras queríamos no se podía. Nos lo dijo el registrador, nos lo dijo el juez. Tuvimos que subir hasta la dirección general del Registro donde otra vez nos dijeron que no. No teníamos más dinero, ni para un amparo, ni para nada más. Aún así, Aleh Ordoñez estuvo dispuesta a seguir, de su propio esfuerzo, de su propio bolsillo. Las negociaciones tomaron meses. El Registro Civil comenzó a reflexionar en nuestro caso y pidió saber si es que había más familias en nuestra misma situación. Entonces las buscamos. Nunca nos quedó duda de que si nuestros hijos hubieran nacido el día en que fuimos por primera vez al Registro habríamos salido con el acta ese mismo día. Tampoco nos quedaba la duda que desde el 2010 se podían registrar hijos e hijas con dos madres y dos padres. Lo que Ana y yo buscábamos era el reconocimiento. No la adopción, sino el reconocimiento, como cualquier padre o madre heterosexual hace de sus hijos en cualquier momento de su vida. Y ahí empezaron los ataques. Nos empezaron a decir que lo nuestro debía resolverse por adopción y no por reconocimiento, que además todo lo queríamos gratis y bla bla blá. Diego y Santiago son mis hijos desde siempre. No son los hijos de Ana nada más. Yo no soy una mujer lesbiana que conoció a su esposa y después a sus hijos y ahora los quiere adoptar. Yo soy su madre y punto. Nadie tiene que venir a hacer un dictamen psicológico y económico para decirme si soy apta o no para tenerlos conmigo porque la gran noticia aquí es que siempre han estado conmigo. Es el caso de Diego y Santiago y es el caso de muchas familias más.
El Registro Civil, entonces, convocó a un foro y a un reconocimiento colectivo de hijos e hijas. De nuestro lado estuvo el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y la Comisión de Derechos Humanos. Todos abogando por el apellido familiar, el reconocimiento de hijos en matrimonio o en concubinato de madres lesbianas. Ahora bien, no descubrimos el hilo negro, sabíamos que no estábamos descubriendo el hilo negro, estábamos logrando algo específico dentro de esa misma lucha de derechos: que las madres lesbianas cuyos hijos fueron registrados como madres solteras antes del 2010 pudieran reconocer a sus hijos y pudieran ponerle el apellido en el orden que así lo requirieran
Aleh Ordóñez estuvo negociando con el Registro Civil desde finales de abril de este año, por eso, cuando convocamos a más familias que quisieran estar en el reconocimiento colectivo solicitó una cuota de recuperación. A muchas mujeres les pareció justa y la pagaron. La gran mayoría no la pagó porque era voluntaria y no quisieron, o porque era voluntaria y no pudieron. Aleh Ordóñez no es funcionaria pública, ni tampoco pertenece a ninguna asociación. No tiene acceso a recursos para financiar causas LGBT. 
Ana y yo vivimos, hasta el día de hoy, con la beca del CONACYT. Algunas veces hemos tenido que hacer trabajo doméstico o ayudarle a una amiga a atender un puesto para recibir entradas extra. Diego y Santiago siguen en escuela pública. El coche se descompuso y no hemos podido volver a arreglarlo. Y batallamos como batalla la mayoría de las familias para llegar al fin de mes. Vivimos al día como muchas familias. Ana y yo no vivimos del activismo. En todo caso, podríamos decir que vivimos para el activismo. No juntamos gente porque nos interese una causa política partidista. No juntamos gente para que nos apoye porque no buscamos puesto de elección popular. No somos una A.C que tenga que seguir ciertas líneas para que nos den recursos para subsistir. Todo lo que hacemos es donar nuestro tiempo, nuestras ganas, nuestra experiencia. Juntamos gente, sí. La juntamos o la invitamos a juntarse en un espacio autogestionado. Esa gente son madres lesbianas que llevan a sus hijos. Esas madres van y platican y comparten sus experiencias de ser madre. Esas madres llevan a sus hijos a que convivan con más niños y niñas que tienen una familia como la suya. Y a eso nos dedicamos. De eso no sacamos dinero. De eso nunca hemos vivido. 
No es la primera vez que estamos coordinando un grupo de lesbianas. Primero fue COMALES, después Las Juanas y ahora los talleres de MamásLes. A ningún grupo lo hemos usado para intereses personales, pero hay gente que quiere ver eso. Ningún grupo nos ha dado dinero. Ningún grupo es una A.C., ningún grupo recibe recursos del gobierno o de organismos internacionales. Cualquier día podemos abrir las puertas de todos los lugares en donde hemos vivido para que vean que no hay beneficio económico de esto. Cualquier día pueden ver mi curriculum vitae para que vean cuál es el último trabajo que tuve: maestra de inglés en una primaria pública en Monterrey. Antes de eso también estuve en un call center y antes de eso estuve un año en Houston. No trabajamos en el gobierno. No nos beneficiamos laboralmente de esto que hacemos. A las madres las buscamos porque también somos madres. A los hijos los buscamos porque también tenemos hijos. Ese siempre ha sido nuestro interés. Así siempre nos hemos manejado. 
El evento colectivo de registros en el cual participamos no fue nuestra idea. Nosotras no cobramos, ni dejamos de cobrar nada. Las mamás que decidieron participar fue porque estaban en la misma situación que nosotras y tenían la misma necesidad que nosotras. Nada más.
Tenemos ganas de seguir trabajando con otras madres. No solo por nosotras, sino también por las otras. No solo por nuestros hijos, sino también por los otros hijos e hijas. Y aceptamos y buscamos a todas aquellas que se quieran sumar a esta intención.