viernes, octubre 21, 2011

Todo cambia

Esta historia es de terror, de violencia, de romance, de sexo explícito, de comedia y con un poco de buena suerte hasta de suspenso.... ya saben, ¡mi vida diaria!

Todo cambia. Me siento como Thalía en Quinceañera cantando que mi cuerpo cambia día con día (que por cierto yo pensaba que le cambiaba el "deacondía", cualquier cosa morbosa que eso significara). Cambio por dentro y por fuera. Me descubro cada día más arrugas y por qué no admitirlo, con más kilos. Es en serio (¿ven? ¡Les dije que habría terror!).
En mi última entrega (y no hablo de sexo, sino de mi último post con relatoría AnaDeAlejandresca) les había contado el flamante, por no decir inflamable caso del Queer móvil accidentado por culpa de unos cables cruzados. Y osadamaente me atreví a pronosticar que después de todo las cosas podrían estar peor. Y vaya, no me he equivocado.
Lo peor, peor, por su puesto, es que sigo envejeciendo. Y sigo con esa extraña crisis de los 32 por la cual hice una lista que no sé si me llena de orgullo, angustia, vergüenza o consternación. El punto es que sigo intentando cumplirla.
Creo que ni si quiera noté cuándo fue que todo comenzó a cambiar, simplemente de pronto fue diferente. Algunas cosas más graduales que otras, como la dichosa arruga del entrecejo que he ido viendo cómo se profundiza cada día sin mi consentimiento y muy a mi pesar. Lo de los 6 kilos estoy segura que fue de un día para el otro, niego los posibles efectos caguameros de constantes martecitos, jueves sultaneros y sabadrinks.

Pero yo quería “aprender”, “vivir”, “experimentar”. Es como un ciclo bianual que me da en los años nones. Y así pues este año ha sido “intenso”. No puedo dejar de entrecomillarme. Hagan de cuenta que lo digo con mi voz más pretenciosa, después de todo ese fue uno de los 33 puntos que me iba a permitir este año, ser muy pretensiosa.

Y todo viene a colación de la lista que en tantos “líos” nos ha metido, pero que también muchas satisfacciones nos ha dado, no sólo a mí, sino creo que a quienes me han acompañado en la aventura. Ando psicotrópica, tanta felicidad no radia de mi sistema, sino de 25 mg de una sustancia ajena patrocinada por el IMSS, o más bien mis impuestos.

La gente me pregunta muchas veces ¿cómo le haces para poder con todo? Y me siento como en la peli (súper mala por cierto) de Sarah Jessika Parker, de la superwoman que todo lo hace chido y siempre le sale bien, sin perder el estilo, ni romperse las uñas. La cosa es que yo soy del mismo guionista, y quienes me conocen sugieren que soy más bien una chica Almodóvar: siempre al borde de un ataque de nervios.

¿Cómo puedo con todo? ¡SORPRESA! No puedo. Eventualmente, las 48 a 56 horas semanales de trabajo en el humillante call center, más tres horas semanales de programa de TV por internet, más activista-pseudofeminista de tiempo completo y Mami-Lesbiana de fin de semana terminaron por volverme más loca de lo que estaba. No, no fue de un día para el otro. Fue igualito que la arruga, y los más bien 8 kilos, y el ejército en la ciudad y los miles de muertos. Fue poco a poco, pero se veía venir.

Un día mis mejores amigos ya no estaban desesperados afuera de la casa molestos porque nos tardamos un chingo en salir. Un día de pronto, tomaron un avión y se fueron con toda su familia al punto más norteño que le encontraron a Estados Unidos. Ese día sin embargo, igualito que el ejército, se veía venir.

El estúpido de Calderón declaró una guerra y se lo permitimos y yo ingenuamente pensaba que Zedillo tenía la culpa de todos mis problemas incluídos los exámenes reprobados de mate cuando estudiaba arquitectura por necedad de mi papá. La verdad es que Calderón sí que tiene la culpa de todos los problemas de la humanidad y junto con Ratzinger ha de ser uno de los signos de Apocalipsis, pero esa soy yo hiperboleándome.

En fin, que para cuando Manuelito se fue, la verdad yo ya llevaba un año entrado muy agitado y muy agitadora también. Hasta me robé un grupo lésbico y me asocié con quién menos esperaba para darle vida a Las Juanas. Hasta empecé a hacer amistades en el trabajo. Hasta me empezaron a poner de floor support (ayudante de piso, persona que ayuda a sus compañeros tomando llamadas de supervisor y se libra por ratitos de estar conectado y que la gente le gritonee). Hasta hice dos viajes este año y hasta participé en como 7 marchas y manifestaciones. Hasta me fui de puta e intenté salvar a La Pastora. Tristes sucesos me acongojan pues....

Un día me salí de un diplomado con la noticia de una amiga violada, nada más ni nada menos que por el mismo ejército que debía de protegernos y resguardarnos. Pero esas cosas en México no pasan, todos son inventos de las televisoras. Seguro son mis nervios.

Mis nervios no son de acero y mi pecho no es bodega. Poco a poco he ido notando como van corriendo de mi trabajo a las personas que más años llevan trabajando. Siempre con pretextos barrocos, baratos, estúpidos. Mi empresa permite que nos maltraten y discriminen y luego viene a vendernos valores de integridad y fortaleza. Y luego nos corre, haciéndonos firmar una renuncia voluntaria. Somos maquiladores de palabras bonitas y buen customer service. Somos una herramienta y un recurso fácilmente renovable, reemplazable. Somos nada.

Un día me senté a platicar con una amiga de cómo a ella no la obligarían a firmar su renuncia pues ya llevaba trabajando allí más de tres años. Más tardó en cerrar su frase que una coach en venir a desconectarla para mandarla con el chico de recursos humanos que le extendió a firmar la hoja.

Algo dentro de mí se colapsó. Fue todo al mismo tiempo. Trabajo en una bodega con techos de lámina en la que prenden el aire acondicionado cuando se les da la gana o nos congelan a su antojo según el rendimiento que quieran de nosotros. La única salida es por medio de un dispositivo electrónico. El único pasillo es demasiado angosto. Las puertas son de vidrio reforzado. Todo está cubierto de tapices y alfombras. En caso de un atentado o un incendio moriríamos más que en el Casino Royale.

En el súper, ya sea WalMart, Soriana o hasta en el pinchurriento 7eleven encuentro a diario al ejército. Hacen operativos donde se forman en fila india consecutiva policia municipal-policia estatal-agencia federal-ejército y luego se repite la formación de forma equidistante y rítmica creando una composición de arte militarizado post contemporáneo ultra barroco.

Jueves de carne asada en El Sultán. Con Denise, con Kirén, con Iza. Con el ejército de camino a los tacos en la madrugada. Con la violencia doméstica de Kirén e Iza. Con la policia y el ejército. Con mi suéter de llama que parece de viejita y nos libra de sospechas en la madrugada.

Algo dentro de mi hizo crac. Fue la quinta llamda de supervisor en un sólo día. Aventé la diadema. Fue mi segundo ataque de llanto en pocas horas. Alzé la mano y vino hacia mi una amiga que estaba de Floor a tomar mi llamada. Me preguntó de qué era la llamada. ¡No lo sé! ¡Pregúntale, ya no puedo!

Corrí dispuesta a decirle a mi OM (jefe) que me desconectaba y largaba por el día, pero cuando volteó a mirarme lo único que emití fue un hipo llantoso, un gemido continuo un lamento lloroso que duró violentos 20 minutos.

“Siempre he seguido tu desempeño de cerca” me dijo, “pero nunca me acerco porque te ves muy fuerte, muy segura, y yo soy muy tímido”. Casi logra sacarme una sonrisa y hacerme dejar de llorar. ¿Se estaba burlando de mí? ¡¿La antisocial que está en el rincón es tan fuerte que le provoca timidez a semejante señorón?! Una burla, no cabe duda. Saqué dignidad de no sé dónde y me volví a conectar 45 minutos hasta terminar mi turno.

Esa tarde fui al IMSS. El médico me dijo que tengo ataques de pánico. Que lo mío es angustia y ansiedad. Que hay que estudiar y mantener en observación una posible depresión. Era lunes 10 de octubre. El quinto aniversario del día más feliz de mi vida. En todo el día no vi a mis hijos. Me dio un pase a psiquiatría que tendría que recoger al día siguiente, martes 11. Así lo hice. El pase indica cita con el médico psiquiatra en la Clínica 2 el DÍA 7 DE DICIEMBRE!!!! ¿Qué? De aquí a entonces igual, me despiden, o me mato, o encajuelo a alguien que es más típico en mi trabajo.

El miércoles no me presenté a trabajar. Después de mis desfiguros previos a nadie pareció tomarle por sorpresa. Pasé tres horas de nueva cuenta en la sala de espera del IMSS junto a Crix que preparaba su performance de esa noche. Cuando entré a consulta el médico me vio como reprchándome la impaciencia. “Es que por estas fechas las citas se ocupan mucho porque la gente se pone así como trsite y ansiosa”. Y yo no sé qué cara le puse, pero salí con una receta para 30 días de ansiolíticos, antidepresivos y vitaminas. Luego fue el performance de Crix y la calma volvió a mi vida. No más desvaladas, ni angustias, ni películas del Santo contra las momias.

El jueves descansé y también el viernes por la mañana. Jueves de Sultán. Jueves de Carne Asada. Jueves de festejar el cumple de Sol. Locas las Juanas hasta la madrugada. El viernes tocaba dormir temprano. Pero tocaba ver a Raquel. Cómo decir que no. El sábado, nuevamente festejo de Sol. Con un clonazepam, ni recuerdo la fiesta. Alguien mencionó que yo no fui yo ese día.

Domingo a trabajar. Nadie me enseñó a andar en bici ése día y la lista sigue y sigue.

Lunes de comenzar todo nuevo. Me bajé a 20 horas porque ya no pude más. Me metí a la SEP a dar clases de Inglés. Comencé un curso de capacitación el miércoles 19 y Crix junto conmigo. Transgrediendo al sistema. Las dos en la misma escuela.

Todo fue por casualidad. El día de mi colapso nervioso, cuando fuimos al IMSS vi al pasar un letrero que decía We're hiring. Pasamos a preguntar. Me apunté para hacer el exámen el miércoles antes de la segunda visita al IMSS. Nos asignaron y contrataron el viernes que entré tarde a trabajar. A mi me asignaron 1ero y 2ndo de primaria y me dieron la carta de aceptación en tres minutos. A Criseida la pasaron dos veces. La segunda vez le preguntaron “sobre la naturaleza de nuestra relación”. ¿Son amigas o pareja? ¡Somos esposas! Estamos casadas. Les voy a decir lo mismo que a cualquier pareja: sean dsicretas en el trabajo.

Ahora somos maestras. Empezamos a impartir clase el 1ero de noviembre.

Pero cuando todo va viento en popa, algo sopla rarito....

Nos chocaron. No chocó, la chocaron. Jueves de Sultán. Jueves de Carne Asada. Íbamos rumbo a casa el día 20 a dejar a Santiago cuando nos golpeó un coche por atrás. El de adelante se frenó. Criseida hizo lo propio, pero el de atrás nos alcanzó. El tránsito (cuando por fin llegó) no se atrevía a bajar de la patrulla: había visto al ejército una cuadra más atrás y pensó que éramos ejecución y no percance.

Nos quizo morder. Nos quizo multar. Nos quizo asustar. No logró nada. Nos fuimos, sin multa, sin mordida y sin susto. Con un cheque de GNP que pagará por los trastes rotos. Y tan linda Crix sacó el triángulito naranja tan coqueta ella como debe ser.

Obvio, fuimos por la carnita, y nos acompañó Raquel. Terminamos visitando en la madrugada a Iza y Kirén que para entonces habían vuelto y cortado tres veces o así. El viernes cortaron porque Iza golpeó a Kirén. El sábado Las Juanas fuimos a ver el clásico a Plaza Real y consolamos a Kirén. El domingo lavamos en casa de Alethia y consolamos a Kirén. El lunes Kirén volvió con Iza y nos borró del facebook. No entiendo.

En mi lista faltan muchas cosas. En cuatro días cumplo 33 años y me siento de 15. Los antidepresivos parecen funcionar, también los ansiolíticos. Aprendí a andar en bicicleta el domingo a la 1:30 am, en la reunión post clásico con Las Juanas. Al menos de un empate tan pastoso, saqué una experiencia muy divertida! Hoy quiero a todo mundo. Estoy enamorada de mí y la mitad de la gente que conozco. Hoy me siento más poliamorosa que nunca y no sé qué siga después. Pero creo que no sentaré cabeza hasta después del 30 de octubre.

Por lo pronto este 27 será Jueves de Sultán. Jueves de Carne Asada. Les espero por ahí.



7 comentarios:

Sol Casdiz dijo...

Esta es una historia muy entretenida: la vida diaria de Ana de Alejandro.

Alguna vez escuché aquello de "Descansaré cuando me muera" y es muy cierto, solo metiéndole todo el ánimo diario se le saca el verdadero jugo a la vida. Aunque cuesta trabajo, de repente resulta agotador y a muchos les gusta estar de webones (y no sé porqué al parecer este fenómeno se da mucho en este país)

Este año te ha venido con muchas sorpresas, aventuras y nuevas experiencias y eso es lo que debe darte fuerza para afrontar las rachitas malas. No te apures, a mí también me ocurrió mi colapso nervioso en el call center, afortunadamente no metí a nadie a la cajuela del carro. Es parte de la presión cotidiana. Además de aquí a tu cita para diciembre no creo que te pongas más loca de lo que ya estás.

El Queer Movil se perfil para la inmortalidad porque mucho le ha pasado y, como los árboles, sigue en pie. Se parece a ti.

Solo puedo decir que siempre es un gusto ser parte de tus aventuras, quizá no las más emocionantes o memorables pero al fin y al cabo aventuras.

Las Juanas... esas son otro caso; entre todas hemos conocido lo que es el pedo existencial, la violencia doméstica y la bipolaridad que esta conlleva, reírse de pura simpleza, la democracia, la verdadera malacopencia, la rabia al sentir el dolor de una amiga, el disfrute de un clásico regiomontano sin ser en realidad aficionadas, las lágrimas de "esa era yo y ahora esta soy", el argûende, la prontitud lésbica (já), las fiestas hasta el mediodía y, en mi caso, el amor, ese tan chingón que incluso en algún punto de mi vida creí que no existía y si así era, entonces estaba destinada a no encontrarlo.

Y querida Alejandro (que ya se me ha hecho costumbre llamarte así) creo yo que los cambios seguirán así de randoms. No te apures por las arrugas ni el ejército, preocúpate por aprovechar cada momento con la hermosa familia que tienes, con tu esposa que, me consta, es y siempre será tu apoyo incondicional tanto en la locura como en tus eventos ordinarios. También no olvides a tus amigas, a mí siempre me gusta escucharte, leerte, saludarte.

Siempre tendrás aquí tu bicicleta para que te des en la madre como hubiera querido que el sábado pasado ocurriera... (¡es broma Santos!), también la guitarra para irnos a dar serenata con maracas y mi mujer dice que ya está consiguiendo tu puro.

Tal vez la lista no se cumpla antes de que llegues a los 33, pero así está mejor porque tendremos el pretexto perfecto para seguir con el desmadre. ¡Y quiero esa lista corregida y aumentada para vivir a gusto la cuenta regresiva de los 34!

Mientras tanto ahí estaré este jueves, con mi mujer, con las amigas, contigo, celebrándote como mereces para sumarle una emoción más a esta relación poliamorosa que llevas con varixs de nosotrxs (porque es un hecho que yo estoy en esa lista de "Estoy enamorada de la mitad de la gente que conozco", ¡todas están locas por mí!).

Ya lo has dicho: Jueves de Sultán. Jueves de carne asada. ¡No podría ser mejor!

Anónimo dijo...

Gracias por compartir! Sabes que te mandamos un abrazo y que queremos verlas! Respira hondo (uno, dos) exhala (uno, dos) respira hondo (clonazepam, agua) exhala (deja salir al que traes en la cajuela) respira hondo (sonrie) :)
P.D. Que bueno que el seguro del carro entró!

Alexa Cavazos dijo...

Ana... me agrada tú redacción se siente como si estuvieses platicando en vivo todo lo acontecido.
En cuanto a la situación, a veces esas ganas de llorar sin razón suelen ser, sí, por depresión. Que es más común entradas las fechas de otoño-invierno, o por alguna situacion en particular que podría ser tú aniversario ó varias otras cosas más..
En cuanto a la medicación.. preguntame en vivo el jueves y te digo como burlamos al sistema en el IMSS, (yo ya lo hice ;) ); la medicación.. el antidepresivo tendrá efecto en las proximas 4 semanas despues de las primeras tomas.. el clonazepam.. (a mi ver es muy prolongado su efecto, pero supongo que por algo te lo dieron, si no que fué simplemente por que es parte de los suministros con los que si cuenta el imss ¬¬)

La vdd las cosas, tendrán mejoría, siempre es así.. hay situaciones que no podemos controlar y una buena "terapeada" en ocasiones nos suele ayudar..

Te mando un abrazo, que estés bien. Salu2 a crix y a los niños... :D

NN dijo...

ANIMOOO ¡

Anónimo dijo...

Todo bien ? porque ya no escriben ?

Lau... dijo...

Ana tengo ganas de seguir leyendote, me encantas.
Comprendo que necesites tomar esa medicación, yo tb la necesité en una época, pero creeme, tu cabeza puede generar por si misma lo que esas pastillas hacen. Date tiempo, no se puede ser super-ana, eso solo en las películas yanquis.

Saludos a los 4.

Anónimo dijo...

LAS EXTRAÑOOOOOOO!! PORUQE YA NO ESCRIBEN??'