Estamos muy orgullosas de Santiago

Él solito quiso inscribirse en el Avandep y ahora quiere ser campeón olímpico. Pienso que no debí dejarlo ver los Juegos Olímpicos del 2012. Está muy impresionado de que en la alberca que le tocó nadar es la misma en la cual se hicieron las Olimpiadas de México 68. No sé que se imagina, pero el quiere estar en todo. Quiere meterse en el equipo de triatlón y quiere jugar fútbol. No entiendo qué es lo que lo entusiasma, pero está muy entusiasmado. Es apenas un principiante, pero es un principiante que le echa muchas ganas y quiere continuar.
Hoy fue la muestra pedagógica del Avandep, lo cual se traduce a que fue el fin de cursos de las clases de natación de Santiago. Tiene que terminar porque faltan dos semanas para que finalice el ciclo escolar. El programa de Avandep es de la escuela. Es una idea extravagante de la SEP para reforzar Educación Física. Santiago ocupa parte del tiempo de la escuela en ir a natación. Es una locura porque prácticamente no puede hacer gran cosa los martes porque hay que llevarlo temprano a la escuela, hay que recogerlo a la hora del recreo, hay que llevarlo a la Alberca Olímpica, hay que esperarlo y luego hay que regresarlo otra vez a la escuela.
Por lo regular, las clases son en una alberca interna, no en la oficial. Pero hoy nadó en la fosa de clavados de la Alberca Olímpica. No es cualquier cosa, la fosa tiene 5 metros de profundidad y eso les impresiona a los chicos. Está ansioso porque empiece el Avandep otra vez. Son 5 meses de estar sin natación. Estamos evaluando buscar otra alberca para que no pierda la práctica. Hasta Diego se está entusiasmando con la idea, aunque él preferiría entrar en sexto, cuando se le quite el miedo.
En fin. He aquí la historia: