Interesante...

Hace tres días, caminaba yo por un pasillo de linóleo amarillo, rumbo al baño. Mientras, me perdía en mis cabilaciones de la vida. Inevitablemente llegué al punto de agradecerle a la vida que tengo un trabajo entretenido, una vida diferente, una esposa maravillosa, un perro divertido y reguapo, pero sobre todo unos hijos increíbles. Y me preguntaba, qué tan terrible sería si mi vida de pronto se estancara "así", en este momento que vivimos ahora. Sin duda habría algunos aspectos negativos, pero a grandes rasgos es tan fabulosa que sería una ingratitud terrible quejarme de mi vida. Y todas estos pensamientos cruzaban mi cabecita loca porque empezaba a sentir algo de aburrimiento ante tanta perfección. Pensé, últimamente no nos pasa nada interesante, sería divertido que algo interesante pasara...

Dicen quienes saben de estas cosas, del poder de la mente y de la fuerza de nuestras palabras y deseos, que el universo es una gran masa de energía. Que nuestras palabras y pensamientos forman parte de esa energía. Que si deseamos algo y lo pensamos mucho y sobre todo lo enunciamos y le damos forma invertimos en ese pensamiento tanta energía que terminamos creándolo. El resultado fue que antier, cuando mi madre pasó por mí al trabajo me avisó que íbamos a cuidar al bebé de nuestro amigo (otro amigo que no es Hernando a quien por cierto le mando saludos, :P), porque él se vio involucrado en un accidente de tráfico con todo y herido. Eso sucedió el mismo martes que necesitaba mega concentrarme en terminar de preparar el tema de sexualidad que me tocaba impartir en la junta de mujeers lesbianas y bisexuales. Fui mamá pulpa por unas horas. Crix no estaba porque se fue a una entrevista. Pero me ayudó la Super Abuela Maravilla. Llegaron por mi tercer bebé justo cuando estábamos a la mitad de un baño y había yo alcanzado a bañarle únicamente los tobillos y una rodilla.

Bueno, puse a dormir a mis hijos y ,e dispuse a preparar mi tema. Trabajé, trabajé y trabajé. Luego sucedió "lo que tenía que suceder" el archivo desapareció de mi compu. Yo me frustré, pataleé y acusé a Criseida y a Zedillo (expresidente mexicano) de todos los males en mi Universo. Por lo menos Criseida sí intentó consolarme, Zedillo no fue tan accesible... El archivo no volvió y yo necesitaba dormir para madrugar al día siguiente por mi enriquecedor trabajo.

Al día siguiente fuí a trabajar con una terrible sensación de mareo, náusea y dolor de panza. Pensé que tenúia hambre, así que me zampé todo lo que dieron gratis en un festejo de la compañía. Mis coaches mandaron llamar al servicio de emrgencia. Yo moría de vergüenza mientras me auscultaban y medían el azúcar en sangre delante de toda la gente. Mis signos vitales, los de una veinteañera, casi adolescente tardía. El médico me diagnosticó entonces laberintitis.

Dice Criseida que cualquier persona normal hubiera tomado eso como un aviso de su cuerpo para descansar. Pero Ana no es cualquier persona normal. Así que nos trepamos al coche y nos fuimos en la noche a la junta de lesbianas y bis. El coche se nos quedó en pleno parque frente a una paletería a unas cinco cuadras de la casa. Ok, que no panda el cúnico. Llamamos a mi madre para que se hiciera responsable de su camioneta mientras nosotras emprendimos la graciosa huída con destino al cerro de las Mitras. A mitad del camino el taxi que tomamos chocó. Allí Crix me preguntó sino sería el Universo que me decía que no era mis destino llegar. Y le contesté que no, que lo importante de mantener una actitud abierta y positiva es que te permite atravesar la adversidad y llegar a tu destinos. Hicimos 50 minutos y 90 pesos de taxi, pero llegamos. Y la verdad la reunión estuvo padrísima, pero de esa al ratito postea Crix qué tal estuvo.

Hoy, ya me voy antes de que nos pasen más cosas interesantes rumbo a mi trabajo. Si les contara ahorita que mi perro se comió mi tarea la única razón para no creerlo sería que ya no soy estudiante!!!

Bueno, bye.