El día de hoy cumplen años dos de las personas que más han cambiado e influenciado mi vida, acuarios tenían que ser. Creo que mi encuentro con ellxs no fue fortuito, algo casi magnético me llevó a encontrarles, o por qué no, quizá les atrajo a mí.
Corría el mes de agosto de 1994, yo fui a un curso de inducción de la Prepa Garza Sada. Iba con un grupo de personas que habíamos sido admitidxs a BI, quezque para que nos prepararan y nos dijeran qué esperar de los siguientes tres años. En algún punto nos dividieron en grupos de tres personas cada uno. Las personas de mi equipo no platicaban mucho, pero en el de enfrente había un niño (lo siento, no hay otra palabra que le quede mejor a ese momento de su vida, porque tenía 14 años) que no dejaba de parlotear tan ruidosamente como podía. Terminé intercambiando ideas con él y al final de la dinámica me pareció prudente enterarme de su nombre. Súper mandona, así como soy yo, le pregunté: “Bueno, y, a todo esto, ¿cómo te llamas?” Hizo una reverencia, así muy de la corte de Luis XVI, con tres acentuados giros de su mano y toda la cosa para contestar muy formal: “Tenorio, Manuel Tenorio”. “Es una broma, ¿verdad?,” le dije incrédula. Pues no, no era broma y no, no estaba intentando ligar, así se llama el muchacho. Gracias a él conocí a muchas personas en mi vida, grandes amores, de todxs la más importante, la esposhi Criseida. Manuel ha hecho mi vida mucho más agradable y espléndida, es mi hermano, mi familia del corazón y una de las personas que me hace sentir más querida en la vida. Gracias por estar siempre cerca sin importar la distancia. Espero que este cumpleaños sea tan bueno como todos los demás y te llene de grandiosas experiencias. Que lo pases muy contenti con Elva (Tabula Rasa), Manuel y Emma. Un abrazo desde aquí hasta allá.
Corría el mes de agosto de 1994, yo fui a un curso de inducción de la Prepa Garza Sada. Iba con un grupo de personas que habíamos sido admitidxs a BI, quezque para que nos prepararan y nos dijeran qué esperar de los siguientes tres años. En algún punto nos dividieron en grupos de tres personas cada uno. Las personas de mi equipo no platicaban mucho, pero en el de enfrente había un niño (lo siento, no hay otra palabra que le quede mejor a ese momento de su vida, porque tenía 14 años) que no dejaba de parlotear tan ruidosamente como podía. Terminé intercambiando ideas con él y al final de la dinámica me pareció prudente enterarme de su nombre. Súper mandona, así como soy yo, le pregunté: “Bueno, y, a todo esto, ¿cómo te llamas?” Hizo una reverencia, así muy de la corte de Luis XVI, con tres acentuados giros de su mano y toda la cosa para contestar muy formal: “Tenorio, Manuel Tenorio”. “Es una broma, ¿verdad?,” le dije incrédula. Pues no, no era broma y no, no estaba intentando ligar, así se llama el muchacho. Gracias a él conocí a muchas personas en mi vida, grandes amores, de todxs la más importante, la esposhi Criseida. Manuel ha hecho mi vida mucho más agradable y espléndida, es mi hermano, mi familia del corazón y una de las personas que me hace sentir más querida en la vida. Gracias por estar siempre cerca sin importar la distancia. Espero que este cumpleaños sea tan bueno como todos los demás y te llene de grandiosas experiencias. Que lo pases muy contenti con Elva (Tabula Rasa), Manuel y Emma. Un abrazo desde aquí hasta allá.
En un rarísimo choque de casualidades, Marlene y yo coincidimos en un grupo llamado Nueva Generación de Jóvenes Lesbianas, coordinado en aquel entonces por Martha Cuevas. Conocerla literalmente cambió mi vida, con ella conocí el DF con mayor soltura, pero sobretodo ella es la culpable de mi entrada en el mundo del activismo. Fue ella la que me llevó a las primeras reuniones del VI Encuentro Lésbico Feminista de Latinoamérica y el Caribe, y con ella conocí a grandes mujeres que impactaron profundamente mi vida, que me han enseñado a ver la vida desde otros ángulos. Yo le agradezco a March Ortiz, el cariño con el que me introdujo en su círculo íntimo de amistades, en su familia, que me presentó a su Abuelita, su Mamá, a la Tía Totita y a su primo, a sus amigas del Magallanes y de la Prepa, a las personas más chidas y geniales que hay en el DF. Amiga, te deseo el mejor de los cumpleaños, lleno de felicidad y amor como te mereces. Te mando un abrazo enorme en la distancia y espero que siempre sigamos estando la una en la vida de la otra.
A los dos, les quiero con todo mi corazón.
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