Pues hace ya algunos años que soy muy adicta a las maternidades lésbicas, lo mío es más bien una obsesión. Y entre mis fetiches acumulativos, me dio en su momento por leer cuanto blog me fui encontrando por ahí. De entre tantos encontré el de Kar y Ro, que llamaron "Así es nuestra familia", http://asiesnuestrafamilia.blogspot.mx/. Cuando yo empecé a leérlas ellas estaban esperando a una niña concebida por reproducción asistida, y pensaban irse a casar al DF.
Un par de meses más tarde, Kar y Ro viajaron a DF y registraron a su nena con los apellidos de sus dos mamis. Todo muy lindo, muy fabuloso, así que les escribí un correo para preguntar cómo lo habían hecho, ya que a cada rato me preguntaban a mí, con esa información di respuesta a la pregunta frecuente marcada arriba en el blog. A partir de ahí me dio de alta Kar en face.
Cuando inicié la Red de Madres Lesbianas en México la agregué, ahora es una de las administradoras. Hemos desarrollado una amistad muy fabulosa que me encanta y de la cual me siento muy contenta! Tenemos muchas afinidades y unas cuanatas diferncias que hemos sabido respetar, eso es muy valioso porque nos ayuda a crear alianzas como madres lesbianas para trabajar en el crecimiento de nuestrxs hijxs.
Así pues, estos tres días que he pasado en Michoacán visitando su familia, experimentando su hospitalidad, han sido plenos reconfortantes y me han dado una visión de que el activismo virtual rompe sus fronteras cibernéticas y crea lazos reales entre las personas. Me parece poesía pura.
El resúmen de mi visita fue así:
El primer día Kar y Ro se llevaron a los niños al zoo mientras yo me quedé en su casa trabajando en #LaTesis. Por la tarde, me llevaron a probar gazpachos y he decidido que son lo más delicioso de Michoacán. Luego, para cenar fuimos a la Iglesia de la Inmaculada a cenar Tamales, Pozole, Atole Negro, todo delicioso, Santiago comió tantísimo que traía la panza dura, pero él quería seguir comiendo!!!
El segundo día fuimos a unos balnearios, Ro se la pasó con mis hijos en los chapoteaderos. Bueno, la pequeña A también ha jugado muchísimo con ellos. Kar los trepó a los toboganes, en fin, unas cosas fabulosas. Yo, la verdad es que moría de pudor. Me enojé conmigo misma porque debo admitir que no pude vencer mis heteronormatividades y me rendí ante el rastrillo. ¡Una batalla que además duró como una hora! Misma que sirvió para asolearme un total de 45 minutos porque me daba demasiada pena. En fin, que tendré que desquitarme este fin de semana...
El tercer día, nuevamente, Kar y Ro se llevaron de paseo a Santi y Diego mientras que yo trabajaba en su casa. Fueron a ver una peli, creo que Río 2. Yo mientras pude avanzar en 16mil proyectos pendientes y #LaTesis. Por la tarde fuimos a comer comida típica de Tierra Caliente. Excepto que no había un par de platillos en el menú porque el cocinero pensó que no se iban a vender y no hizo suficiente, según nos explicó el mesero :O Todo estuvo MUY rico. Y por la noche fuimos a una cena de madres lesbianas morelianas. Aunque sólo llegó una pareja, además de mis anfitrionas, me pone muy contenta saber que cada vez hay más y más parejas dispuestas a reunirse en cada lugar que voy. Sé que la próxima vez que venga serán más. Y prometo regresar en julio.
Mañana voy a tener una reunión familiar... yo les cuento...
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